Featureflash Photo Agency\/Shutterstock<\/a><\/span>\u00bb src=\u00bbhttps:\/\/s.yimg.com\/ny\/api\/res\/1.2\/LyGglzgJ7MEX7MpEsnlY5w–\/YXBwaWQ9aGlnaGxhbmRlcjt3PTk2MDtoPTc2OA–\/https:\/\/media.zenfs.com\/en\/the_conversation_464\/7b753c98f85eec7fbe37eab88720e7cb\u00bb data-src=\u00bbhttps:\/\/s.yimg.com\/ny\/api\/res\/1.2\/LyGglzgJ7MEX7MpEsnlY5w–\/YXBwaWQ9aGlnaGxhbmRlcjt3PTk2MDtoPTc2OA–\/https:\/\/media.zenfs.com\/en\/the_conversation_464\/7b753c98f85eec7fbe37eab88720e7cb\u00bb\/><\/div>\n<\/div>\n<\/div>\n<\/figure>\nCon la noticia de la muerte de Len Goodman a los 78 a\u00f1os, los bailes de sal\u00f3n han perdido a uno de sus mayores defensores. Pero Goodman ha dejado un legado duradero, encabezando un renacimiento improbable de la escena del sal\u00f3n de baile que tanto amaba.<\/p>\n
Como juez principal en Strictly Come Dancing de 2004 a 2016, Goodman aport\u00f3 una honestidad sensata a su papel, as\u00ed como su gran experiencia. El brillo, el camp y el glamour de los d\u00edas del programa de baile original de la BBC, Come Dancing, se reaviv\u00f3 en sus bromas descaradas y frases cursis, parte de su amplio y familiar atractivo.<\/p>\n
Para los ni\u00f1os de la d\u00e9cada de 1970 como yo, los primeros recuerdos de los bailes de sal\u00f3n probablemente provienen de las proyecciones nocturnas de Come Dancing, el concurso de baile amateur que inspir\u00f3 a Strictly.<\/p>\n
En los d\u00edas previos a la transmisi\u00f3n de 24 horas, en la brumosa emoci\u00f3n de quedarme despierto m\u00e1s tarde de lo que deber\u00eda, puedo recordar hojear los canales (los tres) y tropezar con el curioso mundo del sal\u00f3n de baile.<\/p>\n
Casi como un voyeur, entr\u00e9 en un mundo aparentemente conservado en gelatina, otro favorito de los a\u00f1os setenta. Lentejuelas, volantes, pelo brillante, charol, exceso de maquillaje, pantalones ajustados y mucho \u201ccha cha chaa\u201d. Todos encabezados por Angela Rippon, cuya pronunciaci\u00f3n restringida parec\u00eda estar en desacuerdo con este descaro.<\/p>\n
De lo que no me di cuenta en ese momento fue que estaba observando una b\u00fasqueda cultural que estaba en su punto m\u00e1s bajo en t\u00e9rminos de popularidad y percepci\u00f3n p\u00fablica. Aunque Come Dancing iba a tropezar durante otra d\u00e9cada m\u00e1s o menos, el baile de sal\u00f3n parec\u00eda haber terminado.<\/p>\n
Leer m\u00e1s: C\u00f3mo Strictly desaf\u00eda la forma en que la gente piensa sobre la danza <\/strong> <\/em><\/p>\nClaro, ten\u00eda miles de devotos que compet\u00edan regularmente en los ayuntamientos y el n\u00famero cada vez menor de salones de baile repartidos por todo el pa\u00eds, pero su \u00e9poca dorada parec\u00eda haberse ido para siempre. \u00a1Y el sal\u00f3n de baile tuvo una \u00e9poca dorada!<\/p>\n
C\u00f3mo el sal\u00f3n de baile dio forma a Gran Breta\u00f1a<\/h2>\n Los bailes de sal\u00f3n fueron una de las caracter\u00edsticas sociales y culturales m\u00e1s importantes de la Gran Breta\u00f1a del siglo XX. Si bien iba a crecer una distinci\u00f3n entre el \u00abbaile de sal\u00f3n\u00bb del tipo presentado en Come Dancing (competitivo, semiprofesional) y el \u00abbaile social\u00bb disfrutado por millones en los salones de baile del pa\u00eds, ambos se inspiraron en las mismas ra\u00edces culturales. .<\/p>\n
La historia contin\u00faa<\/button><\/p>\nCodificados por primera vez por profesores de danza en Gran Breta\u00f1a en la d\u00e9cada de 1920, el foxtrot, el vals, el paso r\u00e1pido y otros se unieron m\u00e1s tarde al jive y al twist. En el medio, los intrusos de moda como el Charleston, la Gran Manzana y el jitterbug se abrieron paso brevemente en la pista de baile.<\/p>\n
Creci\u00f3 una gran industria para satisfacer la demanda de baile de los brit\u00e1nicos, a medida que surg\u00edan cadenas de salas de baile en todos los pueblos y ciudades del pa\u00eds. Dirigidos por grupos como Mecca (\u00faltimamente con fama de bingo), satisfac\u00edan las necesidades de una poblaci\u00f3n de clase media baja y trabajadora con m\u00e1s tiempo y dinero que nunca y que necesitaban relajarse.<\/p>\n
En 1950, el Daily Mirror estim\u00f3 que m\u00e1s del 70% de las personas conocieron a sus futuros esposos o esposas mientras bailaban, entre ellos mis propios padres. La m\u00fasica rom\u00e1ntica, los abrazos cercanos y la iluminaci\u00f3n tenue hicieron del sal\u00f3n de baile el lugar de encuentro.<\/p>\n
Para 1959, 5 millones de personas iban a bailar cada semana, en m\u00e1s de 3000 lugares. Pero era m\u00e1s que solo bailar lo que ofrec\u00edan. Cumplieron una variedad de importantes funciones sociales.<\/p>\n
Para las mujeres, como atestiguaba mi madre, el baile era especialmente importante. Ofreciendo una forma de independencia del grupo de pares, fue una forma importante de ejercicio, permiti\u00f3 la interacci\u00f3n con los ni\u00f1os desde una edad temprana y el ingreso a la \u201cesfera p\u00fablica\u201d. Todo eso en un lugar que era seguro y donde generalmente ten\u00edan mejores habilidades que sus contrapartes masculinas.<\/p>\n