{"id":597628,"date":"2023-04-28T06:02:22","date_gmt":"2023-04-28T06:02:22","guid":{"rendered":"https:\/\/magazineoffice.com\/si-luchamos-contra-el-racismo-en-silos-simplemente-no-podemos-ganar\/"},"modified":"2023-04-28T06:02:26","modified_gmt":"2023-04-28T06:02:26","slug":"si-luchamos-contra-el-racismo-en-silos-simplemente-no-podemos-ganar","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/magazineoffice.com\/si-luchamos-contra-el-racismo-en-silos-simplemente-no-podemos-ganar\/","title":{"rendered":"si luchamos contra el racismo en silos, simplemente no podemos ganar"},"content":{"rendered":"


\n<\/p>\n

\n

Mucho antes de que Hackney North eligiera por primera vez a Diane Abbott como diputada, mi madre era maestra en una de sus escuelas primarias. Cuando era ni\u00f1o, a veces la acompa\u00f1aba, en viajes largos en autob\u00fas y tren, y cruzaba el puente de madera sobre Clapton Pond, cantando sobre el gru\u00f1ido de los machos cabr\u00edos. Trampa de viaje, trampa de viaje.<\/em><\/p>\n

Visitar su sala de profesores fue casi un recorrido rel\u00e1mpago por el imperio brit\u00e1nico, con maestros de Jamaica, Trinidad, Nigeria, Pakist\u00e1n, Chipre e Irlanda. Todos, creo, inmigrantes de primera generaci\u00f3n en el Reino Unido y todas mujeres, y todos conscientes de que esas dos cosas significaban que no obtendr\u00edan el dinero o los ascensos que se merec\u00edan. As\u00ed se organizaron. Mi madre estaba en la bancada negra de su sindicato, que hablaba por \u201ctodos los docentes que se enfrentan al racismo\u201d. Esto era Londres a principios de la d\u00e9cada de 1980, donde las calles a\u00fan resonaban con el canto de la Liga Anti-Nazi de \u00abSomos negros, somos blancos, juntos somos dinamita\u00bb.<\/p>\n

Este tambi\u00e9n era el mundo de Abbott. Surgi\u00f3 de las Secciones Negras del movimiento laborista, grupos organizados por activistas abiertos a todos los oprimidos hist\u00f3ricamente por el colonialismo, ya sean afrocaribe\u00f1os, bengal\u00edes o chipriotas. Entonces, luchar contra el racismo era reconocer que sus v\u00edctimas se ve\u00edan diferentes, hablaban muchas lenguas y ten\u00edan un tapiz de historias, pero que enfrentaban obst\u00e1culos en com\u00fan y solo pod\u00edan vencerlos juntos.<\/p>\n

Esa fue una educaci\u00f3n pol\u00edtica vital para Abbott y tantos otros. En el mejor de los casos, era de izquierda, consciente del complejo juego de clase y sexo junto con la etnicidad, y universalista. Aunque a menudo m\u00e1s confiado, el discurso racial actual es m\u00e1s estrecho y menos radical. Aparte del impacto directo de los comentarios est\u00fapidos y groseros hechos por Abbott esta semana, uno de los aspectos m\u00e1s preocupantes tanto de los argumentos presentados como de la reacci\u00f3n a ellos es que indican algunos de los peores aspectos de este discurso.<\/p>\n

\n
\n
\n