{"id":602692,"date":"2023-05-01T09:15:04","date_gmt":"2023-05-01T09:15:04","guid":{"rendered":"https:\/\/magazineoffice.com\/august-el-hijo-de-goethe-era-sobre-todo-una-cosa-hijo-mas-tarde-se-convirtio-en-el-brazo-extendido-del-padre-reemplazando-a-la-difunta-esposa-del-poeta-en-la-casa\/"},"modified":"2023-05-01T09:15:07","modified_gmt":"2023-05-01T09:15:07","slug":"august-el-hijo-de-goethe-era-sobre-todo-una-cosa-hijo-mas-tarde-se-convirtio-en-el-brazo-extendido-del-padre-reemplazando-a-la-difunta-esposa-del-poeta-en-la-casa","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/magazineoffice.com\/august-el-hijo-de-goethe-era-sobre-todo-una-cosa-hijo-mas-tarde-se-convirtio-en-el-brazo-extendido-del-padre-reemplazando-a-la-difunta-esposa-del-poeta-en-la-casa\/","title":{"rendered":"August, el hijo de Goethe, era sobre todo una cosa: hijo. M\u00e1s tarde se convirti\u00f3 en el brazo extendido del padre, reemplazando a la difunta esposa del poeta en la casa."},"content":{"rendered":"


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Una nueva biograf\u00eda describe la tr\u00e1gica historia de la vida de August von Goethe. Es al mismo tiempo una salvaci\u00f3n de honor tanto para el hijo como para el padre.<\/p>\n<\/p><\/div>\n<\/div>\n

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No se le concedi\u00f3 la libertad de llevar una vida independiente, pero tampoco la tom\u00f3: August von Goethe, dibujo sin fecha de Julie von Egloffstein.<\/h2>\n

Alamy<\/span><\/p>\n<\/div>\n<\/figcaption><\/figure>\n

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En la novela de Goethe de Thomas Mann \u00abLotte in Weimar\u00bb, Adele Schopenhauer le confiesa a Charlotte Kestner, el amor de la juventud de Goethe: \u00abEl hijo de un gran hombre – una gran fortuna (…) y una carga opresiva, una degradaci\u00f3n permanente de la propia propia individualidad\u00bb. S\u00ed, Adele lo resume: \u00abAugust era un hijo, esa era la principal caracter\u00edstica de su vida\u00bb.<\/p>\n

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Busc\u00f3 a Lotte en el Hotel Elephant cuando lleg\u00f3 a Weimar en 1816 para volver a ver a Goethe. Adele quiere persuadirla para que evite la amenaza de matrimonio de su hijo August con su amiga Ottilie von Pogwisch, ya que est\u00e1 convencida de que Ottilie solo ama a August por el bien de su padre.<\/p>\n

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El sistema de censura social, que socav\u00f3 la autoestima de August, abarc\u00f3 desde el \u00abnacimiento desordenado\u00bb ignorado como \u00abhijo de Mamsell\u00bb Christiane Vulpius hasta la repetici\u00f3n constante de advertencia de su \u00abfiliaci\u00f3n\u00bb por parte de sus contempor\u00e1neos. Antes se refugia en el alcoholismo y las escapadas er\u00f3ticas por un lado, y en el mimetismo paterno \u2013por ejemplo en su exagerado culto a Napole\u00f3n\u2013 por el otro.<\/p>\n

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Lotte interviene<\/span><\/h2>\n

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En el sexto cap\u00edtulo, el propio August sube al escenario para entregar la invitaci\u00f3n del padre de Lotte a almorzar juntos. La conversaci\u00f3n est\u00e1 dominada por el leitmotiv de la \u00abrepetici\u00f3n\u00bb. La visita de Lotte a Weimar no solo representa un \u00abregreso\u00bb a su propia historia juvenil, sino que su padre regresa en agosto.<\/p>\n

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Lotte, asumiendo el papel de madre del hijo de Goethe, trata con toda cautela de hacer consciente a August de lo dudoso de una existencia tan puramente repetitiva: \u00abQuiero decir, Dios no nos cre\u00f3, no nos dio la vida para que podr\u00edamos despojarnos de \u00e9l y dejar que se absorba por completo en otro, aunque sea el m\u00e1s caro y sublime. Debemos llevar nuestra propia vida (. . .). Francamente, hubiera sido m\u00e1s feliz si hubiera podido leer en sus comunicaciones algunos signos de una planeada emancipaci\u00f3n e independencia de la casa de su padre, como ser\u00eda apropiado en sus a\u00f1os\u00bb.<\/p>\n

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De acuerdo con el pedido de Adele, ella le pregunta a August, con preocupaci\u00f3n maternal, si Ottilie realmente lo ama por \u00e9l mismo, si \u00abrealmente no ama a su padre\u00bb, y la pregunta complementaria, no exactamente con tacto, \u00absi realmente lo amas\u00bb. que te ama, o si al final eres s\u00f3lo el representante y comisario de tu padre aqu\u00ed tambi\u00e9n\u00bb.<\/p>\n

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El retrato de Thomas Mann del hijo de Goethe se basa esencialmente en la biograf\u00eda de Wilhelm Bode de 1918, la obra est\u00e1ndar anterior sobre August von Goethe. Ahora ha sido reemplazada por la biograf\u00eda de Stephan Oswald \u00abA la sombra del padre\u00bb. Uno puede preguntarse por qu\u00e9 Oswald no menciona la novela de Goethe de Thomas Mann una vez en su libro, tanto como su visi\u00f3n psicol\u00f3gica profunda de la relaci\u00f3n padre-hijo debe parecerle electivamente relacionada.<\/p>\n

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Oswald llama a su biograf\u00eda August el \u00abintento de salvar el honor\u00bb, en contraste con los prejuicios maliciosos que se han ido difundiendo sobre \u00e9l, el hijo ileg\u00edtimo de Goethe, aunque finalmente legitimado por el duque Carl August a la edad de diez a\u00f1os, y el hijo de la corte farisaica Mitwelt desde\u00f1ada Christiane est\u00e1n en circulaci\u00f3n. Una y otra vez, Oswald permite que el modelo hable con su propia voz, bas\u00e1ndose en sus cartas y diarios de Berl\u00edn e Italia, que solo se han publicado durante unas pocas d\u00e9cadas. A diferencia de otras biograf\u00edas de hijos de padres famosos, Oswald evita estar siempre de acuerdo con su padre, enfrent\u00e1ndolo y retratando a Goethe como el fr\u00edo gobernante de su hijo.<\/p>\n

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la desesperaci\u00f3n del padre<\/span><\/h2>\n

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En algunos aspectos, la biograf\u00eda cautelosa y prudente de Oswald es tambi\u00e9n una salvaci\u00f3n del honor del padre Goethe. Ciertamente, Goethe podr\u00eda haber bajado m\u00e1s a menudo del iceberg de la \u201csoledad absoluta\u201d que reclamaba para s\u00ed mismo en sus fases creativas y haber prestado a su hijo m\u00e1s atenci\u00f3n emocional, que tanto deseaba. Entonces deber\u00edamos estar m\u00e1s contentos con un padre tierno, pero tal vez no habr\u00edan surgido \u00abafinidades electivas\u00bb ni \u00abFausto\u00bb debido a tal ternura.<\/p>\n

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Sin embargo, no hay duda de que Goethe amaba profundamente a su \u00fanico hijo: los otros hab\u00edan muerto inmediatamente despu\u00e9s del nacimiento debido a una incompatibilidad de Rhesus entre Goethe y Christiane. La inesperada muerte de August en Roma en 1830 llev\u00f3 a su padre al borde de la muerte por una hemorragia, precisamente porque se esforz\u00f3 tanto en reprimirlo en su \u00abrechazo a la muerte\u00bb impresionantemente descrito por Oswald.<\/p>\n

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Una de las partes m\u00e1s asombrosas del libro de Oswald es la primera publicaci\u00f3n de textos literarios fragmentarios en agosto: la historia \u00abResettlers on the Susquahanna\u00bb, que est\u00e1 basada en James Fenimore Cooper, y una novela de Venecia (\u00abDas Kind Eugen\u00bb) escrita durante su viaje a Italia en 1830 en den Spurn Schiller, E. T. A. Hoffmann, y las memorias de Casanova, que parece haber le\u00eddo con asombrosa precisi\u00f3n.<\/p>\n

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Para el mundo exterior, August no se present\u00f3 expresamente como el hijo de una musa, para no ser medido constantemente con su padre en este aspecto, sino como un hombre pr\u00e1ctico. Y como tal, demostr\u00f3 su val\u00eda en muchos aspectos en Weimar. Sus estudios de derecho en Heidelberg y Jena lo prepararon para una exitosa carrera como consejero de c\u00e1mara y chambel\u00e1n de Weimar, en particular como commissarius de construcci\u00f3n, a lo que sin duda tuvo que agradecer el est\u00edmulo de su padre, pero que apoy\u00f3 cada vez m\u00e1s a trav\u00e9s de sus propios logros, que nadie disputa ganado.<\/p>\n

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A esto se sumaba el extenso servicio en la corte y la administraci\u00f3n de la casa en el Frauenplan y la casa secundaria de Goethe en Jena, cuyas exigencias pr\u00e1cticas Ottilie, que estaba m\u00e1s inclinada a cosas m\u00e1s elevadas, era extravagante y ocupada con sus diversos amores, no estaba hasta. El matrimonio result\u00f3 ser una desgracia y enfrent\u00f3 repetidamente el fracaso.<\/p>\n

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August tambi\u00e9n escribe poes\u00eda.<\/span><\/h2>\n

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August se convirti\u00f3 cada vez m\u00e1s en la mano derecha de su padre, incluso en el brazo extendido de su padre. Despu\u00e9s de la muerte de Christiane, a m\u00e1s tardar en 1816, la mujer de la casa de Frauenplan no era otra que August. Y en cualquier caso, su alcoholismo, del que se rumoreaba con odio por los filisteos e intolerantes contempor\u00e1neos, nunca interfiri\u00f3 con la gesti\u00f3n francamente pedante de su negocio. Esta era menos una herencia de su madre, a quien se le echaba la culpa porque se cre\u00eda que era capaz de todo lo malo debido a su origen humilde, que de su padre, que era un gran bebedor y gastaba una quinta parte de sus ingresos en su vino. consumo.<\/p>\n

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Sin embargo, para su disgusto, permaneci\u00f3 en gran medida excluido de la esfera intelectual de su padre, con una excepci\u00f3n importante: con los a\u00f1os, August se hab\u00eda convertido en un experto en mineralog\u00eda, muy apreciado no solo por su padre, sino tambi\u00e9n por el duque y la sociedad culta.<\/p>\n

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Adem\u00e1s de todos sus prosaicos deberes, que siempre desempe\u00f1\u00f3 con la mayor escrupulosidad, Augusto tuvo secretas ambiciones po\u00e9ticas, especialmente desde la \u00faltima parte de su vida, no s\u00f3lo los citados intentos narrativos, sino tambi\u00e9n poemas que public\u00f3 en la sociedad de su mujer. Revista \u00abCaos\u00bb publicada.<\/p>\n

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\"La <\/div>
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La tumba de August von Goethe en el cementerio protestante (Cimitero Acattolico) en Roma.<\/h2>\n

PD<\/span><\/p>\n<\/div>\n<\/figcaption><\/figure>\n

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August solo podr\u00eda haberse liberado del hechizo de su padre si se hubiera alejado de \u00e9l. Pero no era su cercan\u00eda lo que le molestaba, sino su frecuente ausencia. Sobre todo porque de las cartas del ni\u00f1o August a su padre escuchamos tonos conmovedores de anhelo, por ejemplo cuando le regalaron dos calabazas grandes en el oto\u00f1o de 1798 y anhelaba que \u00abquerido padrecito\u00bb viniera y le diera un \u00bb la cabeza del hombre (. . .) fuera de la calabaza una vez m\u00e1s, con sus ojos de fuego y su boca ancha\u00bb. \u00abVen pronto si puedes, que me gustar\u00eda darte un beso\u00bb. Sobre todo, a August le encantaban las clases particulares vespertinas de su padre, que result\u00f3 ser un pedagogo mucho m\u00e1s progresista que los maestros de escuela de la \u00e9poca, porque para \u00e9l era importante \u201ccultivar lo que de verdad hay en \u00e9l\u201d en su hijo.<\/p>\n

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La \u00abfijaci\u00f3n por su padre\u00bb de August continu\u00f3 hasta su muerte, aunque menos emocionalmente que en su infancia. En su \u00faltima vida se hab\u00eda vuelto cada vez m\u00e1s consciente de esto como un rasgo de car\u00e1cter problem\u00e1tico. Su viaje a Italia en 1830, que dur\u00f3 varios meses, fue sin duda un intento de escapar de la \u00abjaula\u00bb, como dijo Augusto, en el Frauenplan. \u00abYa no quiero estar atado \/ ser guiado como de costumbre \/ y prefiero estar al borde del abismo \/ liberarme de toda atadura\u00bb.<\/p>\n

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muerte en roma<\/span><\/h2>\n

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Por supuesto, Oswald deja pocas dudas de que el padre Goethe \u00abfue \u00e9l mismo quien envi\u00f3 a su hijo a Italia\u00bb, con la esperanza de que su viaje italiano tuviera un efecto terap\u00e9utico similar en August, llev\u00e1ndolo a \u00abdescubrirse a s\u00ed mismo\u00bb como lo hizo una vez. Pero en lugar de la esperada catarsis, al final del viaje a Italia, Augusto muere repentinamente en Roma, con s\u00f3lo cuarenta a\u00f1os, el 27 de octubre de 1830, probablemente a consecuencia de una meningitis.<\/p>\n

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August fue enterrado en el cementerio protestante cerca de la Pir\u00e1mide de Cestio. El \u00faltimo acto de una repetici\u00f3n del padre, que una vez imagin\u00f3 su tumba all\u00ed durante su propia estancia en Roma: El compa\u00f1ero de los muertos, Hermes, \u00abll\u00e9vame m\u00e1s tarde \/ Cestio Mal, en silencio hasta Orcus\u00bb, dice al final. de la s\u00e9ptima de las \u00ab Eleg\u00edas romanas \u00bb de Goethe.<\/em> La Pir\u00e1mide de Cestio a la luz de la luna tambi\u00e9n es el tema de uno de los mejores dibujos de Goethe de 1788.<\/p>\n

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Cuarenta y dos a\u00f1os despu\u00e9s, no fue \u00e9l mismo, sino su hijo, a quien Hermes Psychopompos condujo hasta Orcus. Goethe sinti\u00f3 que esto era un hecho muy notable. En una carta al hijo de Charlotte Kestner, que viv\u00eda como diplom\u00e1tico en Roma, le ped\u00eda una ‘marca’ en el lugar ‘donde yac\u00eda mi hijo (…); ya que el padre, como testimonia esa eleg\u00eda, quiso tomar ese camino, es bastante peculiar que el hijo lo tomara\u00bb.<\/p>\n

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Este es el trasfondo de la inscripci\u00f3n que Goethe hab\u00eda colocado en el monumento funerario: \u00abGoethe filius patri antevertens obiit\u00bb – seguida de la edad y el a\u00f1o de la muerte del difunto. Hasta el d\u00eda de hoy, incluso en las rese\u00f1as de la hermosa y justa biograf\u00eda de Oswald, que refuta la mala interpretaci\u00f3n de esta inscripci\u00f3n, el \u00abGoethe filius\u00bb es malinterpretado maliciosamente debido a su eliminaci\u00f3n del contexto del epitafio: como si Goethe hubiera negado su nombre a su hijo. e individualidad incluso en la muerte.<\/p>\n

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En realidad, luego de la menci\u00f3n del nombre com\u00fan, en alusi\u00f3n al final de la s\u00e9ptima \u00abEleg\u00eda romana\u00bb, no se expresa otra cosa que la tr\u00e1gica inversi\u00f3n de la sucesi\u00f3n generacional: \u00abEl hijo anticipando al padre\u00bb muri\u00f3 en el mismo lugar donde el padre comenz\u00f3 su vida esperaba decidir. Para afrontarlo, el tr\u00e1gico acontecimiento se plasma en una imagen m\u00edtica.<\/p>\n

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Stephan Oswald: A la sombra del padre. Agosto de Goethe. Una biografia. Verlag C. H. Beck, M\u00fanich 2023. 424 p\u00e1ginas, CHF 45,90.<\/p>\n

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