Zanjas, Zanjas, Zanjas<\/span><\/h2>\n <\/p>\n
Tan concluyentes como los argumentos de Steffen Mau, quien ense\u00f1a como profesor en Berl\u00edn, los hallazgos tambi\u00e9n parecen aplicarse a Suiza. Tomemos la pol\u00edtica Corona, que se dice que condujo a una profunda divisi\u00f3n en todo el pa\u00eds. De hecho, hubo un intenso y rencoroso debate sobre la justa medida de las medidas. Pero cuando los paquetes legislativos del gobierno fueron votados dos veces, el caso qued\u00f3 claro: una clara mayor\u00eda vot\u00f3 a favor del cronograma del Consejo Federal. Los grupos de protesta, que no solo eran ruidosos sino tambi\u00e9n muy heterog\u00e9neos, desaparecieron r\u00e1pidamente de la escena. Es muy dudoso que todav\u00eda lleguen a los parlamentos del pa\u00eds.<\/p>\n
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Seg\u00fan un estudio publicado recientemente por la Universidad de Ciencias Aplicadas de Z\u00farich, la creencia en las teor\u00edas de la conspiraci\u00f3n en Suiza no aument\u00f3 durante la pandemia, contrariamente a todas las expectativas. La confianza en la pol\u00edtica tambi\u00e9n sigue siendo alta, a pesar de la gesti\u00f3n de crisis a veces irritante por parte de las autoridades.<\/p>\n
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El tema urbano-rural, que el SVP quer\u00eda utilizar para movilizar a los votantes seg\u00fan el libro de jugadas estadounidense, es otro ejemplo de la falta de polarizaci\u00f3n. La campa\u00f1a nunca despeg\u00f3 realmente, aunque la divisi\u00f3n urbano-rural ha sido una realidad durante mucho tiempo. Pero la intenci\u00f3n del partido fue demasiado transparente, la elecci\u00f3n de las palabras demasiado estridente, y obviamente hay mucha gente tanto en el campo como en la ciudad que se mueve en el medio del espectro de opini\u00f3n, sin tender ni al extremo ni al exclusivo.<\/p>\n
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En cualquier caso, hay muchas divisiones sociales en la Suiza fragmentada, que surgi\u00f3 de una guerra civil en 1848; uno tiende a olvidarlo. Pero ninguno de ellos es dominante, m\u00e1s bien se superponen. Y lo m\u00e1s importante, no son muy profundos. Generaciones, idiomas, denominaciones, culturas, ingresos, estilos de vida, niveles de educaci\u00f3n: las alianzas cambian seg\u00fan el tema y la l\u00ednea del conflicto.<\/p>\n
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As\u00ed siguieron los resultados de las votaciones extremadamente ajustadas de los \u00faltimos tiempos -por ejemplo sobre la ley de caza, la prohibici\u00f3n del burka, la iniciativa de responsabilidad corporativa, el pr\u00e9stamo de aviones de combate o el CO2<\/sub>ley – no simplemente una simple l\u00f3gica camp. Incluso la guerra de Ucrania, el desarrollo de la neutralidad y la integraci\u00f3n de Suiza en la arquitectura de seguridad europea no clasifican a la poblaci\u00f3n en grandes grupos fijos que son hostiles entre s\u00ed. Por supuesto que habr\u00e1 argumentos, s\u00ed a\u00fan m\u00e1s.<\/p>\n <\/p>\n
Sin desacuerdo no hay competencia y por lo tanto no hay sociedad libre. Las disputas incluso tienen una funci\u00f3n integradora siempre que aquellos que piensan de manera diferente sigan participando en discusiones constructivas. Aqu\u00ed la democracia directa parece ser particularmente beneficiosa: a saber, como un sistema de alerta temprana. Delicados debates se llevan a cabo abiertamente, incluida la votaci\u00f3n.<\/p>\n
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