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Bilge Ebiri es cr\u00edtico de cine para Nueva York<\/em> Revista y Buitre. Su obra ha aparecido en la voz del pueblo, <\/em>la nueva york tiempos, piedra rodante<\/em>y Criterion Collection, entre otros puntos de venta.\n <\/p>\n<\/p><\/div>\n<\/aside><\/div>\n Dale Dickey en Una canci\u00f3n de amor<\/em>. \n Foto: Calle Bleecker<\/span>\n <\/p>\n<\/p><\/div>\n<\/p><\/div>\nUna mujer espera sola en una casa rodante junto a un lago rodeada de lo que parece ser tierra seca y vac\u00eda. Durante el d\u00eda, lee una gu\u00eda de aves de Audubon; por la noche, una gu\u00eda de las estrellas, y parece que ha estado all\u00ed por un tiempo, porque ha memorizado los cantos de los p\u00e1jaros y los lugares de las estrellas en el cielo nocturno. La mujer, llamada Faye e interpretada por la veterana actriz de car\u00e1cter Dale Dickey (Hueso de invierno<\/em>, Incre\u00edble<\/em>), subsiste a base de cigalas que ella misma ha pescado y escucha la radio. De vez en cuando, un joven en bicicleta trae por correo, y ella se emociona brevemente de que haya llegado algo para el campamento No. 7. Por lo general, nada ha llegado.<\/p>\nEntonces, un d\u00eda, llega alguien: Lito (interpretado por Wes Studi), el hombre que ha estado esperando. Se conocen desde que eran ni\u00f1os, pero no se han visto en mucho tiempo. No del todo viejos amores, hablan de un intento vacilante de besarse hace mucho tiempo, ambos estuvieron casados \u200b\u200b\u200b\u200bcon otros en un momento dado. Pero ahora que sus seres queridos han muerto, han arreglado, a su manera t\u00edmida e insegura, volver a encontrarse junto a este tranquilo lago.<\/p>\n
Como una historia corta t\u00edmida y concisa que tal vez recuerdes haber le\u00eddo hace a\u00f1os, Una canci\u00f3n de amor<\/em> es el m\u00e1s simple de los cuentos, pero contiene un universo complejo de a\u00f1oranza. La mayor parte proviene de sus dos estrellas, dos de nuestros mejores actores secundarios que tienen la rara oportunidad de ocupar el centro del escenario. Dickey y Studi son famosos por su comportamiento duro, pero aqu\u00ed, gracias a la paciencia atenta y persistente del director Max Walker-Silverman, vemos una ternura genuina. (Es una pena que el cine convencional nos haya ense\u00f1ado a pensar en rostros tan humanos y familiares como duros, curtidos, incluso amenazantes o, como dijo una vez la propia Dickey, \u00abmalos y duros\u00bb).<\/p>\nTernura y vacilaci\u00f3n. Ni Faye ni Lito saben qu\u00e9 hacer a continuaci\u00f3n una vez que se reencuentran, y mientras bailan suavemente alrededor de sus sentimientos, tenemos destellos de sus vidas pasadas. Hay muy poca exposici\u00f3n o historia de fondo en Una historia de amor<\/em>, pero hay suficiente de eso, una palabra aqu\u00ed, un recuerdo all\u00e1, que los dos personajes centrales aparecen como personas reales, identificables pero misteriosas. Mientras los observamos, podemos comenzar a sentir que hemos atrapado a Faye y Lito en puntos de transici\u00f3n en sus vidas. Ninguno de los dos sabe realmente lo que depara su pr\u00f3ximo acto. Ni siquiera saben si estar\u00e1n juntos. En un momento, tocan m\u00fasica juntos y, por un segundo, su reuni\u00f3n se siente fugaz y gloriosa.<\/p>\nLa ambientaci\u00f3n juega un papel importante aqu\u00ed, claramente. Que la pel\u00edcula tenga lugar en un campamento, un punto de estasis temporal, tiene cierto sentido metaf\u00f3rico. Al principio, Faye est\u00e1 claramente en un patr\u00f3n de espera: su vida est\u00e1 despojada de cualquier cosa extra\u00f1a o permanente. Incluso permite que una familia de vaqueros saque el motor de su camioneta despu\u00e9s de que la suya se rompa; eso no es se\u00f1al de que tenga intenci\u00f3n de quedarse sino, m\u00e1s bien, de que no sabe qu\u00e9 hacer consigo misma. M\u00e1s tarde, mientras ella y Lito se sientan sobre un peque\u00f1o saliente, con las piernas colgando en el aire, recuerdan que el lago sol\u00eda llegar hasta ese lugar. La tierra cambiante se hace eco de las personas cambiantes, y viceversa. Todo es supremamente conmovedor y evocador sin sentirse demasiado en la nariz o torpe.<\/p>\n
Una canci\u00f3n de amor<\/em> puede que no sea perfecto. A veces, Walker-Silverman opta por un estilo arqueado, inexpresivo y posado que sugiere que ha pasado mucho tiempo con el cine independiente de la d\u00e9cada de 1980 y principios de la de 1990, pero no se siente del todo en l\u00ednea con el muy vivido. , actuaciones naturalistas de sus dos protagonistas. A\u00fan as\u00ed, esto se suma al encanto modesto y artesanal de la pel\u00edcula. Adem\u00e1s, el director sabe lo que tiene con estos dos actores, y sabiamente les permite tomar el control de la pantalla siempre que sea posible. Este enfoque vale la pena maravillosamente. Una canci\u00f3n de amor<\/em> es una peque\u00f1a joya.<\/p>\n\n Ver todo<\/span> \n \n <\/g><\/svg><\/p>\n <\/span><\/p>\n<\/section>\n\n\n
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El bolet\u00edn de los cr\u00edticos<\/h2>\n Reg\u00edstrese para obtener Nueva York<\/em>La semana de en rese\u00f1as.<\/p>\n<\/p><\/div>\n<\/p><\/div>\n\n
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