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Las vacunas COVID-19 basadas en ARNm han demostrado ser notablemente seguras y efectivas contra la pandemia mortal. Pero, como todas las intervenciones m\u00e9dicas, tienen algunos riesgos. Una es que un n\u00famero muy peque\u00f1o de personas vacunadas desarrollan inflamaci\u00f3n en el coraz\u00f3n y alrededor de \u00e9l, afecciones llamadas miocarditis, pericarditis o la combinaci\u00f3n de las dos, miopericarditis. Estos efectos secundarios afectan principalmente a los hombres en la adolescencia y principios de los 20, con mayor frecuencia despu\u00e9s de una segunda dosis de vacuna. Afortunadamente, las condiciones suelen ser leves y se resuelven por s\u00ed solas.<\/p>\n
Con la rareza y la levedad de estas afecciones, los estudios han concluido y los expertos est\u00e1n de acuerdo en que los beneficios de la vacunaci\u00f3n superan los riesgos: los adolescentes varones y los adultos j\u00f3venes deben vacunarse. De hecho, es mucho m\u00e1s probable que desarrollen miocarditis o pericarditis por una infecci\u00f3n por COVID-19 que por una vacuna contra el COVID-19. Seg\u00fan un gran estudio de 2022 dirigido por investigadores de la Universidad de Harvard y los Centros para el Control y la Prevenci\u00f3n de Enfermedades, el grupo con mayor riesgo de miocarditis y pericarditis despu\u00e9s de la vacunaci\u00f3n (hombres de 12 a 17 a\u00f1os) vio 35,9 casos por 100 000 (0,0359 por ciento) despu\u00e9s de una segunda dosis de vacuna, mientras que la tasa fue casi el doble despu\u00e9s de una infecci\u00f3n por COVID-19 en el mismo grupo de edad, con 64,9 casos por 100.000 (0,0649 por ciento).<\/p>\n
A\u00fan as\u00ed, las condiciones son un poco un rompecabezas. \u00bfPor qu\u00e9 unos pocos tienen esta complicaci\u00f3n despu\u00e9s de la vacunaci\u00f3n? \u00bfPor qu\u00e9 parece afectar \u00fanicamente al coraz\u00f3n? \u00bfC\u00f3mo se produce el da\u00f1o? \u00bfY qu\u00e9 significa todo esto para las muchas otras vacunas basadas en ARNm que se est\u00e1n desarrollando ahora?<\/p>\n
Un nuevo estudio en Science Immunology proporciona una nueva perspectiva. El estudio, dirigido por investigadores de la Universidad de Yale, se sumergi\u00f3 profundamente en las respuestas inmunitarias de 23 personas, en su mayor\u00eda hombres y con edades comprendidas entre los 13 y los 21 a\u00f1os, que desarrollaron miocarditis y\/o pericarditis despu\u00e9s de la vacunaci\u00f3n.<\/p>\n\n Anuncio <\/span> <\/p>\n<\/aside>\nPosibilidades de sondeo<\/h2>\n Desde que se not\u00f3 por primera vez el raro fen\u00f3meno, los inmun\u00f3logos y otros expertos han planteado la hip\u00f3tesis de que la vacuna podr\u00eda estar estimulando varias respuestas inmunitarias aberrantes que explicar\u00edan los corazones inflamados, como una respuesta autoinmune o una reacci\u00f3n al\u00e9rgica. Y el nuevo estudio descarta algunos de ellos.<\/p>\n
Los investigadores utilizaron muestras de sangre de un subconjunto de pacientes para observar las respuestas inmunitarias y compararlas con las de los controles vacunados emparejados. Primero compararon los anticuerpos contra el SARS-CoV-2 y no encontraron evidencia de respuestas de anticuerpos \u00absobreexuberantes\u00bb o mejoradas contra el virus que pudieran explicar la miocarditis y la pericarditis. Las respuestas de anticuerpos anti-SARS-CoV-2 en los dos grupos fueron comparables, y los pacientes con la afecci\u00f3n card\u00edaca tuvieron respuestas de anticuerpos comparables, si no ligeramente atenuadas.<\/p>\n
Luego, los investigadores buscaron autoanticuerpos, es decir, anticuerpos estimulados por la vacuna que est\u00e1n mal dirigidos contra el cuerpo de una persona en lugar del virus. Utilizaron una herramienta de detecci\u00f3n establecida para buscar autoanticuerpos contra m\u00e1s de 6,000 prote\u00ednas y mol\u00e9culas humanas. Los investigadores se centraron en m\u00e1s de 500 de las sondas relacionadas con el tejido card\u00edaco. No encontraron un aumento relativo en el n\u00famero de autoanticuerpos en comparaci\u00f3n con los controles, lo que sugiere que era poco probable una respuesta autoinmune.<\/p>\n
Luego, los investigadores adoptaron un enfoque amplio e imparcial para comparar los perfiles de las respuestas inmunitarias entre los pacientes y los controles. Encontraron firmas inmunitarias distintas entre los dos grupos, con pacientes que mostraban niveles elevados de sustancias qu\u00edmicas de se\u00f1alizaci\u00f3n inmunitarias (citoquinas) que est\u00e1n relacionadas con la inflamaci\u00f3n sist\u00e9mica aguda. Y esas citoquinas estuvieron acompa\u00f1adas de elevaciones correspondientes en las respuestas celulares inflamatorias, particularmente las c\u00e9lulas T citot\u00f3xicas. Adem\u00e1s, los perfiles de expresi\u00f3n g\u00e9nica de esas c\u00e9lulas T mostraron el potencial de causar da\u00f1o al tejido card\u00edaco.<\/p>\n
preguntas persistentes<\/h2>\n En conjunto, los investigadores concluyeron que la explicaci\u00f3n m\u00e1s probable es que en estos casos raros de miocarditis y pericarditis, la vacuna estimula una respuesta inflamatoria generalizada y vigorosa que conduce a la inflamaci\u00f3n y da\u00f1o del tejido card\u00edaco.<\/p>\n\n Anuncio <\/span> <\/p>\n<\/aside>\n\u201cLos sistemas inmunol\u00f3gicos de estos individuos se aceleran demasiado y producen respuestas celulares y de citocinas en exceso\u201d, dijo en un comunicado la autora principal del estudio, Carrie Lucas, profesora de inmunobiolog\u00eda en Yale.<\/p>\n
Si bien el estudio ofrece una posible respuesta al \u00abc\u00f3mo\u00bb, no responde todas las preguntas, incluidos algunos de los por qu\u00e9, como \u00bfpor qu\u00e9 los hombres j\u00f3venes? \u00bfY por qu\u00e9 el coraz\u00f3n? Los investigadores se\u00f1alan que los hombres j\u00f3venes, particularmente en la adolescencia tard\u00eda, son el grupo m\u00e1s com\u00fan de desarrollar miocarditis en general, por cualquier causa. Los expertos m\u00e9dicos no saben por qu\u00e9 sucede esto, pero tienen la hip\u00f3tesis de que se debe a una combinaci\u00f3n de factores ambientales, gen\u00e9ticos y hormonales, en particular, testosterona. En cuanto a por qu\u00e9 el coraz\u00f3n parece estar da\u00f1ado de manera \u00fanica, la coautora Akiko Iwasaki, tambi\u00e9n profesora de inmunobiolog\u00eda en Yale, especul\u00f3 que podr\u00eda deberse a que el coraz\u00f3n funciona constantemente y tiene un potencial limitado para la regeneraci\u00f3n de tejidos, por lo que es m\u00e1s susceptible a la inflamaci\u00f3n<\/a>.<\/p>\n\nAgrandar
\/<\/span> Riesgos de miocarditis por edad y sexo.<\/div>\n<\/figcaption><\/figure>\nPor \u00faltimo, no est\u00e1 claro qu\u00e9 exactamente en la vacuna est\u00e1 desencadenando la respuesta inflamatoria reforzada: las nanopart\u00edculas lip\u00eddicas en las vacunas que transportan el ARNm del SARS-CoV-2 o el propio ARNm del SARS-CoV-2. La evidencia preliminar sugiere que ambos componentes pueden desencadenar respuestas inflamatorias por s\u00ed solos. Los autores plantean la hip\u00f3tesis de que los dos componentes pueden estar trabajando juntos para producir la respuesta exagerada, pero los investigadores necesitar\u00e1n m\u00e1s datos e investigaciones para comprender esto y optimizar a\u00fan m\u00e1s el perfil de seguridad de las vacunas.<\/p>\n
Por ahora, el hallazgo de que una respuesta inflamatoria est\u00e1 detr\u00e1s de los casos puede ayudar a guiar el tratamiento y la prevenci\u00f3n. Un estudio canadiense del a\u00f1o pasado sugiri\u00f3 que extender el intervalo entre las dosis de la vacuna de ARNm puede reducir las posibilidades de miocarditis y pericarditis en hombres j\u00f3venes. Pero, el nuevo estudio puede brindar algo de alivio cuando ocurre: la inflamaci\u00f3n que se resuelve por s\u00ed sola es menos preocupante que una respuesta autoinmune dif\u00edcil de tratar.<\/p>\n<\/p><\/div>\n