{"id":623601,"date":"2023-05-12T18:10:00","date_gmt":"2023-05-12T18:10:00","guid":{"rendered":"https:\/\/magazineoffice.com\/suiza-observa-como-un-pueblo-empaca-sus-cosas\/"},"modified":"2023-05-12T18:10:04","modified_gmt":"2023-05-12T18:10:04","slug":"suiza-observa-como-un-pueblo-empaca-sus-cosas","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/magazineoffice.com\/suiza-observa-como-un-pueblo-empaca-sus-cosas\/","title":{"rendered":"Suiza observa c\u00f3mo un pueblo empaca sus cosas"},"content":{"rendered":"


\n<\/p>\n

<\/p>\n
\n
\n
\n
<\/source><\/source><\/source><\/picture> <\/div>\n<\/figure><\/div>\n
\n

El pueblo de monta\u00f1a de Brienz en los Grisones debe ser evacuado el viernes por la noche porque podr\u00edan desprenderse veinte millones de metros c\u00fabicos de roca. Es por eso que tantos periodistas vienen aqu\u00ed. La gente de Brienz tiene que lidiar con ambos.<\/p>\n<\/p><\/div>\n<\/div>\n

<\/p>\n

Un hombre con una chaqueta roja de alta visibilidad ha estado parado en el marco de la puerta de un PostBus durante unos minutos, hablando con los periodistas. Habla de lo que les espera en su destino, lo que no deben hacer all\u00ed y lo que deben tener en cuenta. El hombre de la chaqueta de se\u00f1al roja recuerda a un guardaparques que prepara a los clientes con falta de sensibilidad para un safari.<\/p>\n

<\/p>\n

El hombre de la chaqueta roja es el jefe de comunicaciones y su nombre es Christian Gartmann. Es responsable de comunicaci\u00f3n en el equipo de crisis del municipio de Albula, al que pertenece Brienz. Casi toda la informaci\u00f3n intercambiada entre Brienz y el mundo en estos d\u00edas pasa por \u00e9l.<\/p>\n

<\/p>\n

Cada vez que sucede algo malo en Graub\u00fcnden, Christian Gartmann, que vive en St. Moritz, hace la maleta y conduce hasta all\u00ed. Ya se hizo cargo de la comunicaci\u00f3n tras el derrumbe de 2017 en Bondo. En 2018 se par\u00f3 frente a los micr\u00f3fonos cuando un Ju-52 se estrell\u00f3 sobre Flims y murieron 20 personas. Y ahora dirige a periodistas de Alemania y del extranjero a trav\u00e9s de Brienz, a la que solo pueden acceder los locales. Lo mismo hizo el grupo en este Postbus.<\/p>\n

<\/p>\n

Christian Gartmann ha terminado sus instrucciones. Y los periodistas en el autob\u00fas escucharon. Ahora conducen juntos hasta Brienz. El peque\u00f1o pueblo de monta\u00f1a en el valle de Albula en Graub\u00fcnden tiene que ser evacuado dentro de tres d\u00edas. Porque veinte millones de metros c\u00fabicos de roca amenazan con derrumbarse y, en el peor de los casos, sepultar el pueblo debajo. El exilio de los residentes puede durar semanas, tal vez meses. Quiz\u00e1s la roca se deslice gradualmente hacia abajo y no destruya las casas en Brienz. Pero tal vez lo sea.<\/p>\n

<\/p>\n

\n
\"Un <\/div>
\n

Un autob\u00fas va a Brienz. Solo hasta el viernes a las 18 hs. Despu\u00e9s de eso, todos tienen prohibido entrar.<\/h2>\n

<\/p>\n<\/figcaption><\/figure>\n

<\/p>\n

\n
\"Christian <\/div>
\n

Christian Gartmann describe la situaci\u00f3n in situ a los periodistas. Mientras tanto, los aldeanos empacan.<\/h2>\n

<\/p>\n<\/figcaption><\/figure>\n

<\/p>\n

En estos d\u00edas, el gran \u00abNew York Times\u00bb est\u00e1 escribiendo sobre el peque\u00f1o Brienz y estos dramas, esta incertidumbre. Todos quieren saber c\u00f3mo se ve cuando los lugare\u00f1os empacan sus aspiradoras, su ropa y sus recuerdos en los autos. Cuando descargan todo en su nuevo alojamiento y vienen a Brienz a buscar la pr\u00f3xima carga. Y el mundo tambi\u00e9n quiere saber un poco qu\u00e9 tan mal podr\u00eda ponerse.<\/p>\n

<\/p>\n

Gartmann ha llegado a Brienz con los periodistas. Los lugare\u00f1os siguen empacando sus cosas mientras \u00e9l camina por el pueblo en fila india con los periodistas. Casi todos ellos est\u00e1n en silencio ahora. Sol\u00eda \u200b\u200bhaber algunos que segu\u00edan apareciendo en los medios. Pero ahora tienen que empacar su ropa, documentos y \u00e1lbumes de fotos.<\/p>\n

<\/p>\n

Con San Calixto y con t\u00faneles contra la monta\u00f1a<\/strong><\/span><\/h2>\n

<\/p>\n

La monta\u00f1a y Brienz, esa es una larga historia de aflicci\u00f3n. Ya se produjo un deslizamiento de tierra en el siglo XIX. La mayor parte de la roca permaneci\u00f3 frente al pueblo y ahora est\u00e1 cubierta de \u00e1rboles. Pero la monta\u00f1a sigui\u00f3 movi\u00e9ndose y Brienz se preocup\u00f3.<\/p>\n

<\/p>\n

Por eso colgaron una campana nueva en la torre de la iglesia hace m\u00e1s de cien a\u00f1os. Est\u00e1 dedicada al patr\u00f3n del pueblo, San Calixto. Una oraci\u00f3n est\u00e1 grabada en la campana. Le ruega a San Calixto que la proteja de las \u00abrocas resbaladizas\u00bb. Los habitantes de Brienz ya han despejado su iglesia con el importante altar g\u00f3tico este jueves. Pero la campana de la torre sigue sonando.<\/p>\n

<\/p>\n

Christian Gartmann se ha colocado junto a la antigua escuela en las afueras del pueblo. Los periodistas est\u00e1n parados frente a \u00e9l, las rocas que ya han ca\u00eddo est\u00e1n directamente detr\u00e1s de \u00e9l. Un sem\u00e1foro en la carretera cantonal sirve para advertir de un peligro inminente. Ha estado rojo todo el tiempo durante semanas.<\/p>\n

<\/p>\n

\n
\n
\n
\n
\"\" <\/div>\n

<\/figure>\n<\/div>\n

\n
\n
\"\" <\/div>\n

<\/figure>\n<\/div>\n<\/div>\n

<\/p>\n

Sem\u00e1foros utilizados para advertir de un peligro inminente. Solo ha estado en rojo durante semanas.<\/h2>\n

<\/p>\n<\/div>\n

<\/p>\n

Los cient\u00edficos hablan de uno de los mayores movimientos actuales de una pendiente en los Alpes.<\/a> Sospechan que la pendiente de Brienz se ha estado moviendo hacia el valle desde la \u00faltima edad de hielo. Casi un metro al a\u00f1o.<\/p>\n

<\/p>\n

La gente de Brienz aprendi\u00f3 a vivir con eso. Con grietas en las calles, en sus fachadas. Con ventanas y puertas que se alabean, con su torre de iglesia inclinada. Con el murmullo cotidiano de la monta\u00f1a mientras los cantos rodados caen en la presa. Y con los periodistas que poco a poco se fueron interesando por su pueblo. <\/p>\n

<\/p>\n

Mientras tanto, la gente de Brienz ha podido frenar este deslizamiento. Hicieron t\u00faneles en la monta\u00f1a para que el agua se escurriera y no se convirtiera en un lubricante entre las capas de roca.<\/p>\n

<\/p>\n

El presagio de Brienz<\/strong><\/span><\/h2>\n

<\/p>\n

Detr\u00e1s de Gartmann, el verde de los prados y \u00e1rboles de Brienz cambia a gris y marr\u00f3n. En una enorme pendiente de pedregal. Aqu\u00ed el problema de Brienz yace abierto como un \u00f3rgano en la sala de operaciones.<\/p>\n

<\/p>\n

Los expertos han estado observando, midiendo y fotografiando este mont\u00f3n durante a\u00f1os. Registran cada turno y lo introducen en sus archivos como un valor num\u00e9rico.<\/p>\n

<\/p>\n

\n
\"La <\/div>
\n

La gente de Brienz sac\u00f3 las figuras de santos de la iglesia. Pero no la campana de San Calixto.<\/h2>\n

<\/p>\n<\/figcaption><\/figure>\n

<\/p>\n

\n
\"La <\/div>
\n

La pendiente sobre Brienz ha estado resbalando durante a\u00f1os. En las \u00faltimas semanas, sin embargo, los aparatos de medici\u00f3n y los habitantes del pueblo se han dado cuenta: cada vez hay m\u00e1s piedras y m\u00e1s grandes.<\/h2>\n

<\/p>\n<\/figcaption><\/figure>\n

<\/p>\n

\u00abEspec\u00edficamente, se trata de esta cabeza de roca\u00bb, dice Gartmann, se\u00f1alando el mont\u00f3n. La cabeza de la roca se ha vuelto inestable y corre peligro de derrumbarse bajo el peso de la roca que la recubre. Veinte millones de metros c\u00fabicos de roca, la llamada isla, cuelgan de forma impredecible en la ladera. La isla es el portento de Brienz. Eventualmente la roca caer\u00e1. De una manera u otra.<\/p>\n

<\/p>\n

Christian Gartmann calcula, como lo ha hecho una y otra vez en los \u00faltimos d\u00edas y semanas. Habla de tres escenarios: si la monta\u00f1a cae en varios desprendimientos de rocas con vol\u00famenes de m\u00e1s de medio mill\u00f3n de metros c\u00fabicos, la monta\u00f1a alcanzar\u00e1 las casas m\u00e1s altas de Brienz. Si la multitud es m\u00e1s peque\u00f1a, no lo hace. Este escenario ocurre con una probabilidad del 60 por ciento. Es lo m\u00e1s probable.<\/p>\n

<\/p>\n

Si hay un flujo de escombros, es decir, un movimiento fluido de escombros de roca, y este flujo tiene una velocidad de varios metros por semana o d\u00eda, los escombros llegan a las casas en Brienz. Este escenario es un poco menos probable.<\/p>\n

<\/p>\n

Si se produce un deslizamiento de rocas \u00fanico con un volumen de medio mill\u00f3n a un mill\u00f3n de metros c\u00fabicos, la roca que cae podr\u00eda desplomarse a m\u00e1s de 200 km\/h. Posiblemente hasta las calles de Brienz. Actualmente, los expertos consideran improbable este escenario.<\/p>\n

<\/p>\n

\n
\n
\n

Tres escenarios para Brienz (GR)<\/h3>\n<\/p><\/div>\n<\/div>\n<\/div>\n

<\/p>\n

\n
\n

Veinte millones de metros c\u00fabicos de roca amenazan a Brienz. Las represas est\u00e1n llenas.<\/h2>\n

<\/p>\n<\/div>\n<\/div>\n

<\/p>\n

Mientras Gartmann calcula probabilidades este jueves por la tarde, la lluvia gotea, Brienz se desliza y los periodistas sostienen micr\u00f3fonos. Detr\u00e1s de ellos, los residentes de Brienz cargan sus remolques y salen del pueblo en camionetas, Skodas y Subarus. Y a los pocos minutos reaparecen frente a sus casas con las bodegas vac\u00edas. Tienes menos de 30 horas.<\/p>\n

<\/p>\n

Los desprendimientos de rocas juegan un papel importante en la cultura suiza del recuerdo, por lo que cada desprendimiento de rocas amenazado se convierte en un evento nacional.<\/a> La tensi\u00f3n se ha vuelto a acumular en las \u00faltimas semanas. En la monta\u00f1a sobre Brienz, en la prensa, en Suiza.<\/p>\n

<\/p>\n

\u00abNunca ha habido tales movimientos\u00bb, escribi\u00f3 un medio y proporcion\u00f3 videos de piedras cayendo. Los periodistas produjeron videos, escribieron art\u00edculos y recordaron deslizamientos de tierra, deslizamientos de tierra y avalanchas del pasado. Si se hubiera permitido, alguien habr\u00eda instalado una transmisi\u00f3n en vivo desde Brienz. Y Suiza comenz\u00f3 a preguntarse: \u00bfBrienz se convertir\u00e1 en la nueva Randa, la nueva Gondo, la nueva Bondo?<\/p>\n

<\/p>\n

Un letrero descolorido se encuentra en un prado a las afueras del pueblo. Dice: terreno edificable en venta. A continuaci\u00f3n se muestra un n\u00famero de tel\u00e9fono. Y la bendici\u00f3n de la Epifan\u00eda a\u00fan cuelga sobre el marco de la puerta del antiguo pub: 20 *C*M*B*23.<\/p>\n

<\/p>\n

\n
\"La <\/div>
\n

La familia Bonifazi ha estado cultivando su tierra en Brienz durante generaciones. El jueves se lo llev\u00f3 el ganado.<\/h2>\n

<\/p>\n<\/figcaption><\/figure>\n

<\/p>\n

\n
\"Todas <\/div>
\n

Todas las rutas a Brienz est\u00e1n cerradas desde el viernes a las 18:00 horas.<\/h2>\n

<\/p>\n<\/figcaption><\/figure>\n

<\/p>\n

Y luego Christian Gartmann lleva al grupo de periodistas a una granja. Hay dos camiones articulados en la entrada. Las vacas ya est\u00e1n rugiendo y mugiendo en uno. El otro se est\u00e1 cargando. La familia campesina conduce su ganado adentro y cierra las puertas. La familia que ha estado al frente de esta granja durante generaciones se ve afectada. Christian Gartmann da una se\u00f1al de que los periodistas ahora pueden acercarse a los agricultores. El hombre no quiere hablar. La mujer finalmente aparece frente a los periodistas. Hay m\u00e1s micr\u00f3fonos frente a ella que vacas en el establo detr\u00e1s de ella.<\/p>\n

<\/p>\n

Tambi\u00e9n deben haber salido de Brienz a las 18:00 horas del viernes. Entonces la tensi\u00f3n puede ser descargada. En la monta\u00f1a sobre Brienz, en los medios y en otros lugares.<\/p>\n

<\/p>\n

<\/div>\n


\n
Source link-58 <\/a><\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"

El pueblo de monta\u00f1a de Brienz en los Grisones debe ser evacuado el viernes por la noche porque podr\u00edan desprenderse veinte millones de metros c\u00fabicos de roca. Es por eso…<\/p>\n","protected":false},"author":1,"featured_media":623602,"comment_status":"open","ping_status":"open","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"footnotes":""},"categories":[1],"tags":[216,2885,80359,15125,1555,4431,663],"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/623601"}],"collection":[{"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/users\/1"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=623601"}],"version-history":[{"count":1,"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/623601\/revisions"}],"predecessor-version":[{"id":623603,"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/623601\/revisions\/623603"}],"wp:featuredmedia":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/media\/623602"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=623601"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=623601"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=623601"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}