{"id":639902,"date":"2023-05-22T06:31:16","date_gmt":"2023-05-22T06:31:16","guid":{"rendered":"https:\/\/magazineoffice.com\/hitting-the-books-como-los-acordes-musicales-piratean-tu-cerebro-para-provocar-emociones\/"},"modified":"2023-05-22T06:31:19","modified_gmt":"2023-05-22T06:31:19","slug":"hitting-the-books-como-los-acordes-musicales-piratean-tu-cerebro-para-provocar-emociones","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/magazineoffice.com\/hitting-the-books-como-los-acordes-musicales-piratean-tu-cerebro-para-provocar-emociones\/","title":{"rendered":"Hitting the Books: c\u00f3mo los acordes musicales piratean tu cerebro para provocar emociones"},"content":{"rendered":"


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el de johnny cash Herir<\/em> golpea de manera diferente en A Major, tanto como Anillo de Fuego<\/em> <\/em>en sol menor. La disonancia en el tono entre los acordes es, ejem, menor: simplemente la tercera nota bajada a un bemol. Pero ese cambio puede alterar fundamentalmente c\u00f3mo suena una canci\u00f3n y qu\u00e9 sentimientos transmite esa canci\u00f3n. En su nuevo libro Todo cerebro necesita m\u00fasica: la neurociencia de hacer y escuchar m\u00fasica<\/em>el Dr. Larry S Sherman, profesor de neurociencia en la Universidad de Ciencias y Salud de Oreg\u00f3n, y el Dr. Dennis Plies, profesor de m\u00fasica en la Universidad Warner Pacific, exploran la fascinante interacci\u00f3n entre nuestros cerebros, nuestros instrumentos, nuestro p\u00fablico y la m\u00fasica que escuchan. hacer juntos. <\/p>\n

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Prensa de la Universidad de Columbia<\/p>\n<\/figure>\n

Extra\u00eddo de Todo cerebro necesita m\u00fasica: la neurociencia de hacer y escuchar m\u00fasica<\/em> <\/em><\/strong>por Larry S. Sherman y Dennis Plies publicado por Columbia University Press. Copyright (c) 2023 Prensa de la Universidad de Columbia. Utilizado por acuerdo con el editor. Reservados todos los derechos.<\/p>\n

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The Minor Fall y The Major Lift: clasificaci\u00f3n de acordes menores y mayores<\/h2>\n

Otra funci\u00f3n dentro de las \u00e1reas de la corteza auditiva secundaria involucra c\u00f3mo percibimos diferentes acordes. Por ejemplo, parte de la corteza auditiva (el surco temporal superior) parece ayudar a distinguir las cuerdas mayores de las menores.<\/p>\n

Sorprendentemente, a partir de ah\u00ed, los acordes mayores y menores son procesados \u200b\u200bpor diferentes \u00e1reas del cerebro fuera de la corteza auditiva, donde se les asigna un significado emocional. Por ejemplo, en la m\u00fasica occidental, los tonos menores se perciben como \u00abserios\u00bb o \u00abtristes\u00bb y los tonos mayores se perciben como \u00abbrillantes\u00bb o \u00abfelices\u00bb. Esta es una respuesta notable cuando lo piensas: dos o tres notas tocadas juntas durante un breve per\u00edodo de tiempo, sin ninguna otra m\u00fasica, pueden hacernos pensar \u201cese es un sonido triste\u201d o \u201cese es un sonido feliz\u201d. Personas de todo el mundo tienen esta respuesta, aunque los tonos que il\u00edcitan estas emociones difieren de una cultura a otra. En un estudio sobre c\u00f3mo reacciona el cerebro a los acordes conson\u00e1nticos (notas que suenan \u00abbien\u00bb juntas, como el do central y el mi y el sol sobre el do central, como en el acorde de apertura de \u00abPiano Man\u00bb de Billy Joel), los sujetos se tocaron en consonante. o acordes disonantes (notas que suenan \u201cmal\u201d juntas) en las tonalidades menor y mayor, y sus cerebros fueron analizados usando un m\u00e9todo llamado Tomograf\u00eda de emisi\u00f3n de positrones <\/em>(MASCOTA). Este m\u00e9todo de medir la actividad cerebral es diferente de los estudios de fMRI que discutimos anteriormente. La tomograf\u00eda por emisi\u00f3n de positrones, como la resonancia magn\u00e9tica funcional, se puede utilizar para controlar el flujo sangu\u00edneo en el cerebro como una medida de la actividad cerebral, pero utiliza mol\u00e9culas trazadoras que se inyectan en el torrente sangu\u00edneo de los sujetos. Aunque el enfoque es diferente, muchas de las advertencias que mencionamos para los estudios de fMRI tambi\u00e9n se aplican a los estudios de PET. No obstante, estos autores informaron que los acordes menores activaron un \u00e1rea del cerebro involucrada en el procesamiento de recompensas y emociones (el cuerpo estriado derecho), mientras que los acordes mayores indujeron una actividad significativa en un \u00e1rea importante para integrar y dar sentido a la informaci\u00f3n sensorial de varias partes del cerebro. (la circunvoluci\u00f3n temporal media izquierda). Estos hallazgos sugieren las ubicaciones de las v\u00edas en el cerebro que contribuyen a una sensaci\u00f3n de felicidad o tristeza en respuesta a ciertos est\u00edmulos, como la m\u00fasica.<\/p>\n

No te preocupes, s\u00e9 feliz (o triste): c\u00f3mo los compositores manipulan nuestras emociones<\/h2>\n

Aunque los acordes mayores y menores por s\u00ed mismos pueden provocar emociones \u00abfelices\u00bb o \u00abtristes\u00bb, nuestra respuesta emocional a la m\u00fasica que combina acordes mayores y menores con ciertos tempos, letras y melod\u00edas es m\u00e1s compleja. Por ejemplo, el v\u00ednculo emocional con acordes simples puede tener un impacto significativo y din\u00e1mico en los sentimientos de las letras. En algunas de sus charlas sobre la neurociencia de la m\u00fasica, Larry, en colaboraci\u00f3n con la cantante, pianista y compositora Naomi LaViolette, demuestra este punto utilizando la conocida y querida canci\u00f3n \u201cHallelujah\u201d de Leonard Cohen. Larry presenta la canci\u00f3n como un ejemplo de c\u00f3mo la m\u00fasica puede influir en el significado de la letra, y luego toca un ritmo alegre, con acordes mayormente mayores, mientras Naomi canta la letra de Cohen. El p\u00fablico se r\u00ede, pero tambi\u00e9n descubre que la letra tiene mucho menos impacto emocional que cuando se canta con la m\u00fasica original de ritmo lento con varios acordes menores.<\/p>\n

Los compositores aprovechan este efecto todo el tiempo para resaltar el significado emocional de sus letras. Un estudio de tablaturas de guitarra (una forma de escribir m\u00fasica para guitarra) examin\u00f3 la relaci\u00f3n entre los acordes mayores y menores emparejados con la letra y lo que se denomina valencia emocional: en psicolog\u00eda, las emociones que se consideran de valencia negativa incluyen la ira y el miedo, mientras que las emociones con valencia positiva incluyen alegr\u00eda. El estudio encontr\u00f3 que los acordes mayores est\u00e1n asociados con letras de mayor valencia, lo cual es consistente con estudios previos que muestran que los acordes mayores evocan respuestas emocionales m\u00e1s positivas que los acordes menores. Por lo tanto, en la m\u00fasica occidental, combinar palabras o frases tristes con acordes menores y palabras o frases alegres con acordes mayores es una forma efectiva de manipular los sentimientos de la audiencia. Hacer lo contrario puede, como m\u00ednimo, confundir el significado de las palabras, pero tambi\u00e9n puede aportar complejidad y belleza al mensaje de la m\u00fasica.<\/p>\n

Los compositores manipuladores parecen haber existido durante mucho tiempo. La m\u00fasica era una parte importante de la cultura griega antigua. Aunque hoy leemos obras como la de Homero Il\u00edada <\/em>y Odisea<\/em>, estos textos estaban destinados a ser cantados con acompa\u00f1amiento instrumental. Los textos sobrevivientes de muchas obras incluyen informaci\u00f3n detallada sobre las notas, escalas, efectos e instrumentos que se utilizar\u00e1n, y la m\u00e9trica de cada pieza se puede deducir de la poes\u00eda (por ejemplo, el hex\u00e1metro dactilico de Homero y otra poes\u00eda \u00e9pica). Armand D’Angour, profesor de m\u00fasica cl\u00e1sica en la Universidad de Oxford, ha recreado recientemente los sonidos de la m\u00fasica griega antigua usando textos originales, notaci\u00f3n musical e instrumentos replicados como el aulos, que consta de dos tubos de leng\u00fceta doble tocados simult\u00e1neamente por un solo ejecutante. El profesor D’Angour ha organizado conciertos basados \u200b\u200ben algunos de estos textos, reviviendo m\u00fasica que no se escucha desde hace m\u00e1s de 2.500 a\u00f1os. Su trabajo revela que la m\u00fasica de entonces, como ahora, usa tonos mayores y menores y cambios de m\u00e9trica para resaltar la intenci\u00f3n emocional de las letras. Simples cambios en los tonos provocaron respuestas emocionales en los cerebros de los antiguos griegos tal como lo hacen hoy, lo que indica que nuestro reconocimiento del valor emocional de estos tonos ha sido parte de c\u00f3mo nuestros cerebros responden a la m\u00fasica en la antig\u00fcedad.<\/p>\n

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