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Hace dos a\u00f1os explot\u00f3 un hangar en la zona portuaria de Beirut, lleno con 2.750 toneladas de nitrato de amonio. Una tragedia que dej\u00f3 215 muertos y 6.500 heridos. Mientras L\u00edbano se prepara para conmemorar este triste aniversario el 4 de agosto, la situaci\u00f3n del pa\u00eds es m\u00e1s fr\u00e1gil que nunca. Desde 2019, este estado de Medio Oriente se ha visto afectado por una crisis econ\u00f3mica sin precedentes, con el 80% de su poblaci\u00f3n ahora viviendo por debajo del umbral de pobreza de la ONU. <\/p>\n
Un descenso a los infiernos que se agrav\u00f3 con la guerra de Ucrania, de donde L\u00edbano suele importar el 80% de su trigo y que sume a la poblaci\u00f3n en la inseguridad alimentaria. Entre las primeras v\u00edctimas de la crisis libanesa: los ni\u00f1os. Hoy en el pa\u00eds, uno de cada tres se ve obligado a acostarse por la noche habi\u00e9ndose salteado al menos una comida. <\/p>\n<\/div>\n