Un desaf\u00edo para la mente que toma prestada la est\u00e9tica del horror de PS1, la repetici\u00f3n de The Tartarus Key tristemente amortigua el impacto de sus fantasmas.<\/section>\nLas escenas de terror tejidas a partir de los circuitos de la tecnolog\u00eda anal\u00f3gica, como cintas VHS, c\u00e1maras antiguas y radios FM, a menudo se presentan como si no estuvieran destinadas a ser descubiertas. Son del tipo de las pel\u00edculas snuff y las secuencias de video de objetos perdidos y encontrados, su marca de habla gorgoteada e im\u00e1genes degradadas tan inquietantes como il\u00edcitas. Luego est\u00e1 la reciente oleada de juegos de terror de PS1. Estos pueden ser igual de desconcertantes, dado el elenco de rostros asombrosamente angulares de los personajes, los entornos distorsionados y las texturas agrietadas, casi como si fueran juegos piratas o in\u00e9ditos distorsionados por una fuerza desconocida y mal\u00e9vola.\n<\/p>\n\nRese\u00f1a de La llave del T\u00e1rtaro<\/h2>\n<\/aside>\n The Tartarus Key quiere conjurar el mismo espantoso espanto de estos juegos, pero sin recurrir a sustos baratos. En ese sentido, est\u00e1 envuelto en los gr\u00e1ficos toscos y con alias de un juego de PS1, mientras que su historia se desarrolla dentro de un escenario tentadoramente espeluznante y una gran dosis de acertijos para resolver. Como un trabajador por encargo llamado Alex Young, te has despertado en una mansi\u00f3n excesivamente barroca, amueblada con libros almizclados y muebles polvorientos, en lugar de las comodidades familiares del hogar. Ves una radio en una mesa, una postal escondida en las grietas de un sof\u00e1, una caja fuerte cerrada con llave y una puerta que est\u00e1 cerrada atascada. En medio de la est\u00e1tica de la radio, una voz incorp\u00f3rea te dir\u00eda que est\u00e1n en la misma situaci\u00f3n y que tu primer paso es encontrar una salida de la habitaci\u00f3n. Una c\u00e1mara de seguridad observa cada uno de tus movimientos, con su lente fijo en ti mientras re\u00fanes restos y pistas, descubres su significado y abres la puerta.\n<\/p>\n
Solo cuando lo hagas, te encontrar\u00e1s en otra habitaci\u00f3n cerrada. Y otro. Y otro.\n<\/p>\nAqu\u00ed hay un tr\u00e1iler de la historia de The Tartarus Key.<\/figcaption><\/figure>\nDesafortunadamente, esta repetici\u00f3n, y eventualmente, la familiaridad, es en gran medida lo que mantiene a The Tartarus Key bastante pl\u00e1cido, su atm\u00f3sfera inicialmente inquietante nunca alcanza su punto m\u00e1ximo m\u00e1s all\u00e1 de un nivel discreto. Esto es diferente, digamos, a un juego como PT, la demostraci\u00f3n de un juego de Silent Hill que nunca vio la luz del d\u00eda, que simplemente constaba de un solo pasillo por el que caminas una y otra vez. Al introducir gradualmente peque\u00f1os cambios en un ciclo cada vez m\u00e1s familiar, PT pudo infundir una sensaci\u00f3n de inquietud progresiva, pero The Tartarus Key es solo un juego de sala de escape gigante, en su mayor\u00eda desprovisto del terror empalagoso de los juegos de terror en los que se inspira. Viste la est\u00e9tica de terror de PS1 sin entregar los fantasmas. Esto no es necesariamente un defecto fatal, ya que The Tartarus Key tiene algunos acertijos que sirven como acertijos interesantes. Pero no estoy seguro de si es un gran elogio sugerir que un juego de terror equivale a una relajante caja de rompecabezas con la que puedes pasar tus tardes perezosas.\n<\/p>\n
Uno de sus mayores problemas es que hay poco en juego en The Tartarus Key. El juego mantiene m\u00e1s o menos la misma secuencia en todo momento: encuentra una habitaci\u00f3n cerrada, descubre un teclado, descifra pistas cr\u00edpticas, ingresa el c\u00f3digo correcto en un teclado, abre la puerta y luego camina hacia otra habitaci\u00f3n cerrada. Estos per\u00edodos de resoluci\u00f3n de acertijos son mundanos, pero para el cr\u00e9dito del juego, todav\u00eda hay cierta gratificaci\u00f3n en encontrar las respuestas, con los acertijos a caballo entre ser algo f\u00e1ciles y un poco de castigo. Tambi\u00e9n puedes tomarte tu tiempo para explorar la escena (no hay ning\u00fan ser malicioso que imponga un l\u00edmite de tiempo en tu investigaci\u00f3n), mientras Alex mon\u00f3logo sobre lo extra\u00f1o que es todo este escenario (que en realidad no lo es). Todo eso quiere decir que no resolver\u00e1s acertijos bajo presi\u00f3n, pero esto tampoco es una experiencia horrible.\n<\/p>\n\n\n<\/figure>\n\n \n<\/figure>Despertar en una habitaci\u00f3n mohosa de una mansi\u00f3n tiene su encanto.<\/figcaption><\/figure>\nOtro problema es que, dado que la mayor\u00eda de los acertijos se encuentran dentro de cada habitaci\u00f3n, no es probable que te quedes atascado solo porque olvidaste recoger un elemento del otro extremo de la mansi\u00f3n. Pero todav\u00eda es frustrante en algunos momentos, ya que no hay un sistema de pistas si alguna vez te quedas atascado. Esto puede suceder si te pierdes una pista vital, lo que me ha sucedido un par de veces, como en la primera habitaci\u00f3n cerrada del juego. La penalizaci\u00f3n por no poder resolver el rompecabezas de la habitaci\u00f3n cerrada es sencilla: est\u00e1s atrapado all\u00ed hasta que descubras algo.\n<\/p>\n
Dicho esto, de vez en cuando ver\u00e1s que suceden cosas raras. Un corredor se extender\u00e1 sin fin, insinuando la naturaleza de otro mundo de la mansi\u00f3n. Los art\u00edculos pesados \u200b\u200bse caer\u00e1n de un estante con un fuerte sonido met\u00e1lico detr\u00e1s de usted. Voces distorsionadas se burlan y obstruyen las conversaciones de Alex con su acompa\u00f1ante por radio. Pero incluso estos eventos tendr\u00e1n lugar, de manera muy predecible, entre habitaciones cerradas. Otras veces, se presentan como escenas cinem\u00e1ticas, con The Tartarus quit\u00e1ndote el control solo para devolv\u00e9rtelo momentos despu\u00e9s. Tales escenas no son particularmente intimidantes, incluso dentro de los pasillos laber\u00ednticos del juego, decorados en exceso con pinturas cl\u00e1sicas de estilo europeo. No hay mucho que pueda meterse debajo de tu piel, y esto es a pesar de ver la sangre filtrarse de la pintura \u00abSaturno devorando a su hijo\u00bb de Francisco Goya.\n<\/p>\n\n\n \n<\/figure>\n\n \n<\/figure>\n\n \n<\/figure>\n\n \n<\/figure>Las pinturas espeluznantes de estilo europeo crean una presencia opresiva: definitivamente han visto cosas raras.<\/figcaption><\/figure>\n\nLas opciones de accesibilidad de Tartarus Key<\/h2>\n Opci\u00f3n para incluir fondo negro para subt\u00edtulos, texto en blanco y negro de alto contraste, deshabilitar el movimiento de la c\u00e1mara, alternar sprint autom\u00e1ticamente y cambiar la fuente para mostrar en Sans Serif. Deslizadores independientes para volumen maestro, m\u00fasica y efectos de sonido. Reasignaci\u00f3n completa de teclas y botones, opci\u00f3n para invertir los ejes X e Y y campo de visi\u00f3n ajustable.<\/p>\n<\/aside>\n
Al mismo tiempo, estas habitaciones cerradas est\u00e1n marcadas por un evento clave, quiz\u00e1s para enfatizar la gravedad de su situaci\u00f3n. Resulta que Alex no es el \u00fanico secuestrado, y cada pocas habitaciones tendr\u00e1s la oportunidad de rescatar a un compa\u00f1ero cautivo. Claramente, este es otro enigma por resolver, pero con una gran diferencia: obtener una soluci\u00f3n incorrecta puede resultar en la muerte del cautivo. Puede parecer que hay mucho en juego para un juego de terror, pero esto se puede eludir con un poco de escoria de guardado a la antigua cuando se da cuenta de que la respuesta fue incorrecta (por lo general, Alex la sacude y grita \u00ab\u00a1Noooooooo!\u00bb). Este segmento es poco m\u00e1s que una colecci\u00f3n de compa\u00f1eros, cada uno de ellos reducido a simples caricaturas: el historiador obsesionado con el ocultismo, el m\u00e9dico ca\u00eddo en desgracia, el gilipollas rico impenitente. Tampoco hay muchas interacciones matizadas con ellos, ya que solo los estacionar\u00e1s en una habitaci\u00f3n segura despu\u00e9s de que sean rescatados.\n<\/p>\n
Al final, hay una sensaci\u00f3n de artificialidad en los horrores de The Tartarus Key, y es una que el juego simplemente no pudo reconciliar. Cualquiera que sea el formato, disfruto del horror porque quiero experimentar sus sustos y emociones detr\u00e1s de la seguridad de la pantalla. Quiero empujar ese l\u00edmite, eliminar la pantalla, o al menos olvidarla.\n<\/p>\n\n\n \n<\/figure>\n\n \n<\/figure>\n\n \n<\/figure>Su configuraci\u00f3n cl\u00e1sica de laboratorio de terror, completa con experimentos humanos.<\/figcaption><\/figure>\nLo curioso, sin embargo, es que The Tartarus Key se siente particularmente inflexible al decirte que esta pantalla existe. Uno de los cautivos, Torres, sol\u00eda se\u00f1alar que la mansi\u00f3n parece no estar habitada, sus muebles son simplemente un decorado y el lugar es un patio de recreo perverso para los s\u00faper ricos propietarios de la mansi\u00f3n. Las pistas de las habitaciones a veces produc\u00edan una mise-en-abyme, conjurando una narrativa para el rompecabezas que est\u00e1 divorciada de la historia m\u00e1s amplia del juego. Por ejemplo, Torres descarta una serie de postales que detallan la creciente paranoia de su autor como parte de los juegos de la mansi\u00f3n, y Alex comenta que el autor probablemente no es una persona real. Una conversaci\u00f3n separada con otro cautivo profundiza en lo mala que es en los juegos de sala de escape. Hay recordatorios incesantes de que est\u00e1s jugando un juego dentro de un juego; incluso te encuentras con una habitaci\u00f3n para el departamento de fabricaci\u00f3n de rompecabezas de la mansi\u00f3n. Si ya has jugado un juego de sala de escape de la vida real, una parte de ti sabe que en realidad no est\u00e1s en un peligro inimaginable y que el juego puede detenerse en cualquier momento. Experimentar The Tartarus Key se siente as\u00ed, como si el juego no quisiera que te sientas demasiado abrumado por sus terrores.\n<\/p>\n
Quiz\u00e1s una versi\u00f3n m\u00e1s caritativa es que The Tartarus Key intenta difuminar las l\u00edneas entre el horror y la s\u00e1tira. Tal vez se deleita en su autoconciencia al repartir referencias a la naturaleza real de los juegos de terror, que de todos modos no son muy diferentes de la mayor\u00eda de los juegos de salas de escape. Pero esto no genera ninguna tensi\u00f3n ni sirve para ning\u00fan prop\u00f3sito narrativo. Hacia los niveles finales del juego, o habitaciones, en realidad, estaba m\u00e1s ansioso por completar los acertijos que prestar m\u00e1s atenci\u00f3n a su historia o sustos. Los acertijos pueden rascarse la picaz\u00f3n de los acertijos. Aparte de esto, sin embargo, puedo recordar poco m\u00e1s sobre The Tartarus Key aparte de sus habitaciones, escenarios y todos esos malditos teclados.\n<\/p>\n<\/p><\/div>\n