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Con un compromiso cl\u00e1sico entre los dos campos pol\u00edticos, EE. UU. evit\u00f3 la insolvencia. A pesar de la marcada polarizaci\u00f3n en el Congreso, los ahorros son modestos. <\/p>\n
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El orador Kevin McCarthy (izquierda) oblig\u00f3 al presidente Biden a sentarse a la mesa de negociaciones.<\/h2>\n Alex Brandon\/AP<\/span><\/p>\n<\/div>\n<\/figcaption><\/figure>\n <\/p>\n
Despu\u00e9s de meses de lucha, es probable que EE. UU. evite su incumplimiento, una vez m\u00e1s despu\u00e9s de mucho drama y en el \u00faltimo momento. La decisi\u00f3n final de suspender el techo de la deuda en el Senado solo deber\u00eda ser una formalidad despu\u00e9s de que la C\u00e1mara de Representantes lo aprobara con una mayor\u00eda relativamente amplia el mi\u00e9rcoles.<\/p>\n
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Esta es una buena noticia en tres aspectos. Por un lado, la suspensi\u00f3n de pagos de Estados Unidos por primera vez habr\u00eda tenido consecuencias catastr\u00f3ficas, tanto econ\u00f3mica como geopol\u00edticamente. Adem\u00e1s de una recesi\u00f3n en los EE. UU. con p\u00e9rdidas de millones de puestos de trabajo, tambi\u00e9n exist\u00eda el riesgo de graves turbulencias en los mercados financieros de todo el mundo. Los reg\u00edmenes autoritarios de Rusia y China ver\u00edan con raz\u00f3n fortalecida su visi\u00f3n del declive de la potencia mundial occidental si \u00e9sta ya no pudiera asegurar algo tan fundamental como el pago de sus deudas. <\/p>\n
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Una \u00abcoalici\u00f3n de la raz\u00f3n\u00bb margina a los radicales<\/span><\/h2>\n <\/p>\n
Por otro lado, la votaci\u00f3n mostr\u00f3 que incluso en la C\u00e1mara de Representantes todav\u00eda es posible marginar a las alas radicales en ambos lados del espectro pol\u00edtico. Una \u00abcoalici\u00f3n de la raz\u00f3n\u00bb apoy\u00f3 un compromiso bipartidista cl\u00e1sico del tipo que se ha convertido en una rareza en Washington, especialmente en cuestiones internas. La atm\u00f3sfera en la conversaci\u00f3n entre los dos negociadores, el presidente dem\u00f3crata Joe Biden y el presidente republicano Kevin McCarthy, fue sorprendentemente agradecida y confiada. No se puede suponer que esto se puede construir, pero es de esperar. <\/p>\n
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En \u00faltima instancia, fue posible suspender el techo de la deuda no solo por un a\u00f1o, sino hasta principios de 2025. As\u00ed que el pr\u00f3ximo argumento de este tipo no tendr\u00e1 lugar hasta despu\u00e9s de las elecciones presidenciales, probablemente en un estado de \u00e1nimo algo menos acalorado que en los pr\u00f3ximos meses. <\/p>\n
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En t\u00e9rminos de contenido, el resultado es pobre, incluso si ambas partes enfatizan sus \u00e9xitos. En primer lugar, tanto Biden como McCarthy lograron impulsar cuestiones clave. Aunque el presidente debe aceptar un l\u00edmite al gasto p\u00fablico en los pr\u00f3ximos dos a\u00f1os, esto equivale a poco m\u00e1s de una cuarta parte de los recortes exigidos originalmente por los republicanos. Ser\u00e1 a\u00fan m\u00e1s importante para \u00e9l que no tenga que ceder en los pilares de su agenda pol\u00edtica. El seguro social Medicaid, por ejemplo, permanece intacto, al igual que la orden de Biden de pagar los pr\u00e9stamos estudiantiles, que pronto podr\u00eda ser anulada por la Corte Suprema. <\/p>\n
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El triunfo de McCarthy es principalmente que su facci\u00f3n pudo ponerse de acuerdo sobre un proyecto de ley con recortes espec\u00edficos hace un mes. Al hacerlo, presion\u00f3 a los dem\u00f3cratas y oblig\u00f3 a Biden a sentarse a la mesa de negociaciones, que Biden hab\u00eda rechazado categ\u00f3ricamente durante meses. Sin embargo, los recortes de gastos que se decidieron quedaron muy por debajo de las expectativas republicanas, lo que tambi\u00e9n explica por qu\u00e9 hubo m\u00e1s disidentes en el grupo conservador que en el grupo dem\u00f3crata.<\/p>\n
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