{"id":679528,"date":"2023-06-13T06:34:54","date_gmt":"2023-06-13T06:34:54","guid":{"rendered":"https:\/\/magazineoffice.com\/columna-la-izquierda-sigue-siendo-de-izquierda\/"},"modified":"2023-06-13T06:34:58","modified_gmt":"2023-06-13T06:34:58","slug":"columna-la-izquierda-sigue-siendo-de-izquierda","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/magazineoffice.com\/columna-la-izquierda-sigue-siendo-de-izquierda\/","title":{"rendered":"COLUMNA – \u00bfLa izquierda sigue siendo de izquierda?"},"content":{"rendered":"


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Las posiciones de los partidos de izquierda han cambiado significativamente. Muchas preocupaciones y valores originales han sido abandonados. En lugar de despertar, la creencia en el futuro y la lucha por las mayor\u00edas privadas de derechos han tomado el lugar de la preservaci\u00f3n de los derechos adquiridos, un estado de \u00e1nimo de fatalidad y la identificaci\u00f3n con las minor\u00edas m\u00e1s peque\u00f1as. Pero el coqueteo con la violencia se ha mantenido.<\/p>\n

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Tiempos pasados: los trabajadores como aqu\u00ed en la manifestaci\u00f3n del Primero de Mayo en 1973 ya no votan autom\u00e1ticamente a la izquierda, y ya no usan corbata.<\/h2>\n

Archivo Str \/ Photopress<\/span><\/p>\n<\/div>\n<\/figcaption><\/figure>\n

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Un folleto del d\u00fao de autores Dirk Maxeiner y Michael Miersch de 2005 cay\u00f3 recientemente en mis manos. Preguntan: \u00ab\u00bfTodav\u00eda queda la izquierda?\u00bb. La pregunta sigue siendo relevante. Aunque el t\u00e9rmino \u00abizquierda\u00bb es vago, el cambio en cinco caracter\u00edsticas deja en claro cu\u00e1nto se han alejado los partidos del espectro de izquierda de lo que una vez los defin\u00eda.<\/p>\n

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\"Gerhard <\/div>
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Gerhard Schwarz fue jefe del equipo editorial comercial de NZZ y ahora es presidente de la Fundaci\u00f3n Progress.<\/h2>\n

NZZ<\/span><\/p>\n<\/div>\n<\/figcaption><\/figure>\n

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Primero, la izquierda sol\u00eda representar al segmento m\u00e1s grande de la poblaci\u00f3n, los trabajadores, y luego tambi\u00e9n a los trabajadores de cuello blanco. Ahora han sido reemplazados por minor\u00edas, que representan menos del uno por ciento de la poblaci\u00f3n. Cuando tales minor\u00edas se sienten discriminadas, y tal vez lo sean, pero de ninguna manera siempre lo son, la izquierda se queda sin aliento.<\/p>\n

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Protecci\u00f3n de los derechos adquiridos en el mercado laboral y de la vivienda<\/span><\/h2>\n

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En segundo lugar, en contraste con el pasado, la izquierda hoy defiende a los de adentro, los mejores, contra los de afuera en muchas \u00e1reas. Esto es preservaci\u00f3n de la propiedad. Ejemplos son el mercado laboral y el mercado inmobiliario. Los salarios m\u00ednimos benefician a quienes tienen trabajo y perjudican a quienes buscan trabajo.<\/p>\n

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En el mercado de la vivienda, los insiders se benefician de la congelaci\u00f3n casi total de los alquileres existentes y de condiciones cooperativas muy alejadas del mercado, mientras que los reci\u00e9n llegados y los j\u00f3venes que buscan vivienda aplanan las narices y se enfrentan a horrendos alquileres en el mercado libre, que ha sido restringida por la pol\u00edtica de vivienda de izquierda.<\/p>\n

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Estudios gratuitos para hijos de directivos<\/span><\/h2>\n

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Tercero, la tendencia de la izquierda a financiar todo con regaderas aleja la raz\u00f3n de ser de la izquierda, el compromiso con las clases bajas. En cambio, los impuestos de B\u00fcezer y la clase media baja se utilizan para financiar los estudios gratuitos de los hijos e hijas de los gerentes, la reducci\u00f3n de la prima del seguro m\u00e9dico para los ni\u00f1os de familias ricas y una oferta cultural que en su mayor\u00eda es consumida por maestros acomodados. empleados estatales y estudiantes. Esta es la redistribuci\u00f3n de abajo hacia el medio y hacia arriba.<\/p>\n

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Cuarto, la izquierda sol\u00eda luchar por una vida mejor para su clientela. Hoy est\u00e1 comprometida con una vida diferente, supuestamente moralmente mejor. El paternalismo de los empresarios, que a menudo se demonizaba en el pasado y supuestamente conduce a la dependencia, est\u00e1 siendo reemplazado por el paternalismo de izquierda.<\/p>\n

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Solidaridad con los profetas del fin del mundo<\/span><\/h2>\n

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Despu\u00e9s de todo, la izquierda originalmente cre\u00eda en el progreso. Su objetivo era el para\u00edso en la tierra. Hoy se solidariza con los profetas del fin del mundo, invoca la renuncia y acompa\u00f1a las innovaciones t\u00e9cnicas con el ce\u00f1o fruncido. El llamamiento a un cambio radical recuerda a aquellos religiosos penitentes que, a sus ojos, han difundido el \u00abopio del pueblo\u00bb.<\/p>\n

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Una cosa, sin embargo, ha cambiado poco: el coqueteo con la violencia. La creencia de que est\u00e1n absolutamente en el lado correcto y defienden causas de una importancia tan incre\u00edble, como los derechos de los oprimidos o salvar el mundo, que casi cualquier medio es correcto sigue estando muy extendida entre los izquierdistas. Como resultado, aquellos que bloquean el tr\u00e1fico, destrozan la propiedad privada o atacan a los polic\u00edas encuentran mucha indulgencia en la izquierda. Desafortunadamente, la izquierda se ha mantenido fiel a s\u00ed misma.<\/p>\n

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