Fotograf\u00eda: Jos\u00e9 Luis Maga\u00f1a\/AP<\/span>\u00bb src=\u00bbhttps:\/\/s.yimg.com\/ny\/api\/res\/1.2\/.KorM55U5MUwg90lL6.qPQ–\/YXBwaWQ9aGlnaGxhbmRlcjt3PTk2MDtoPTU3Ng–\/https:\/\/media.zenfs.com\/en\/theguardian_763\/4ef9af69e6eebdb2caf3fb2c5c31533a\u00bb data-src=\u00bbhttps:\/\/s.yimg.com\/ny\/api\/res\/1.2\/.KorM55U5MUwg90lL6.qPQ–\/YXBwaWQ9aGlnaGxhbmRlcjt3PTk2MDtoPTU3Ng–\/https:\/\/media.zenfs.com\/en\/theguardian_763\/4ef9af69e6eebdb2caf3fb2c5c31533a\u00bb\/><\/div>\n<\/div>\n<\/div>\n
Fotograf\u00eda: Jos\u00e9 Luis Maga\u00f1a\/AP<\/span><\/figcaption><\/p>\n<\/figure>\nLos titulares en torno a la legislaci\u00f3n sobre el techo de la deuda se centraron en la capacidad de EE. UU. para cumplir con sus obligaciones financieras a tiempo y en su totalidad hasta 2024. Este no fue un logro peque\u00f1o, especialmente porque lleg\u00f3 dentro de un entorno pol\u00edtico fracturado para siempre y a solo 18 meses de una elecci\u00f3n presidencial.<\/p>\n
Relacionado: <\/span>La crisis del techo de la deuda de EE.UU. es una prueba m\u00e1s del cinismo y la mala fe de los republicanos | jill filipovic<\/p>\nPero los t\u00e9rminos reales de la legislaci\u00f3n sobre el techo de la deuda revelan un consenso pol\u00edtico que es a la vez preocupante y de larga data. Si bien el gasto principal de EE. UU. aumentar\u00e1 este a\u00f1o y el pr\u00f3ximo, su aumento se reserva casi exclusivamente para la defensa y la atenci\u00f3n m\u00e9dica de los veteranos. Otros programas, incluido el bienestar social y la aplicaci\u00f3n del c\u00f3digo tributario por parte del IRS, ver\u00e1n recortados sus presupuestos. Los estadounidenses que buscan beneficios de cupones para alimentos tambi\u00e9n enfrentar\u00e1n mayores requisitos de trabajo, una pol\u00edtica de apoyo curiosamente no relacionada que refleja un deseo de larga data de los republicanos y algunos dem\u00f3cratas.<\/p>\n
Aqu\u00ed, el consenso bipartidista es claro: el gasto excesivo federal est\u00e1 bien cuando apoya empresas militares; es un problema cuando apoya el bienestar social. Al navegar por la legislaci\u00f3n de techo de la deuda y la inflaci\u00f3n de precios que ha persistido durante el \u00faltimo a\u00f1o, los formuladores de pol\u00edticas estadounidenses se han basado constantemente en la fallida doctrina econ\u00f3mica de la austeridad, popularizada en el siglo XX y a\u00fan prominente en la actualidad, para intervenir en una econom\u00eda disfuncional. Al utilizar estos instrumentos econ\u00f3micos, que se sabe que fallan, revelan sus fines pol\u00edticos.<\/p>\n
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\n\u00bfQui\u00e9n se beneficia de las pol\u00edticas de austeridad? La corteza superior de una sociedad: la clase capitalista<\/p>\n<\/blockquote>\n<\/div>\n
En esencia, la austeridad es un conjunto de pol\u00edticas econ\u00f3micas que tiene como objetivo reducir la demanda agregada entre la poblaci\u00f3n m\u00e1s grande de cualquier sociedad: la clase trabajadora. El aumento de las tasas de inter\u00e9s y la reducci\u00f3n de los beneficios sociales, especialmente en una econom\u00eda inflacionaria, requieren que las clases trabajadoras hagan m\u00e1s con menos. Esto significa trabajar m\u00e1s horas por menos dinero. \u00bfY qui\u00e9n se beneficia de ese entorno? La corteza superior de una sociedad: la clase capitalista.<\/p>\n
La historia contin\u00faa<\/button><\/p>\nEl reciente acuerdo de techo de la deuda, al igual que los continuos aumentos de las tasas de inter\u00e9s de la Reserva Federal, se ha presentado bajo el falso pretexto de que frenar los gastos es una intervenci\u00f3n necesaria para una econom\u00eda que vive por encima de sus posibilidades. Esta narrativa es claramente falsa. En una econom\u00eda capitalista como la nuestra, nunca es el tama\u00f1o de la deuda lo que importa. Lo que importa es c\u00f3mo se puede manejar esa deuda para convencer a los estadounidenses de que acepten las decisiones econ\u00f3micas como algo inevitable: concesiones dolorosas que son el resultado de deliberaciones racionales de expertos econ\u00f3micos.<\/p>\n
La misma excusa del dolor econ\u00f3mico se utiliza para justificar el gasto militar a costa del gasto social. Muchos han argumentado, de manera convincente, que el complejo militar-industrial es el culpable de este doble rasero, con el gasto de defensa duplicado como medio de redistribuci\u00f3n econ\u00f3mica ascendente hacia quienes tienen influencia y poder. Pero incluso para aquellos que criticar\u00edan esa narrativa, la pregunta sigue siendo: \u00bfd\u00f3nde est\u00e1 el debate federal sobre el gasto ilimitado en defensa? \u00bfD\u00f3nde est\u00e1n los halcones econ\u00f3micos que lamentan el exceso indisciplinado de la aventura militar?<\/p>\n
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\nLa pol\u00edtica econ\u00f3mica se utiliza como la palanca econ\u00f3mica m\u00e1s importante para perpetuar la lucha de clases.<\/p>\n<\/blockquote>\n<\/div>\n
Esta falta de autorreflexi\u00f3n econ\u00f3mica ilustra el poder de otro falso principio que gu\u00eda la econom\u00eda estadounidense, incluida su tendencia hacia la austeridad: no es si<\/em> el estado gasta sino m\u00e1s bien d\u00f3nde<\/em> gasta el estado. Bajo el capitalismo de austeridad, es aceptable utilizar los recursos p\u00fablicos para enriquecer a los pocos que se benefician de la riqueza real (en forma de dividendos e intereses), mientras que el despojo estructural generalizado sirve expl\u00edcitamente para \u201cdisciplinar\u201d a los trabajadores. En otras palabras: la pol\u00edtica econ\u00f3mica se utiliza como la palanca econ\u00f3mica m\u00e1s importante para perpetuar la lucha de clases.<\/p>\nEste principio es f\u00e1cil y concretamente evidente en la reciente legislaci\u00f3n sobre el techo de la deuda. De los 15 billones de d\u00f3lares en exceso de la deuda estadounidense, m\u00e1s de la mitad (8 billones de d\u00f3lares) se debe a gastos de guerra.<\/p>\n
Contra cualquier imperativo de recorte de gastos, el \u00faltimo acuerdo de deuda exonera de forma notoria de cualquier recorte al gasto militar. Mientras tanto, se prev\u00e9 que el gasto de EE. UU. en la guerra de Ucrania aumente en los pr\u00f3ximos a\u00f1os, alcanzando los 895.000 millones de d\u00f3lares en 2025. Estas son cifras sin precedentes, un impactante 40 % del gasto militar mundial.<\/p>\n
Y mientras el gasto estatal aumenta las ganancias de los grandes accionistas en el complejo militar-industrial y apoya a las partes interesadas en el oleoducto de Mountain Valley a pesar de las protestas de los activistas clim\u00e1ticos en los Apalaches, la misma pol\u00edtica desfinancia al Servicio de Impuestos Internos, la agencia encargada de investigar la evasi\u00f3n de impuestos. . Como deja en claro incluso el examen m\u00e1s ligero, el impulso estadounidense de gastar en su ej\u00e9rcito sirve a los mismos intereses que su negativa a hacer cumplir su c\u00f3digo fiscal.<\/p>\n
Los defensores del proyecto de ley de techo de la deuda de la administraci\u00f3n Biden argumentan, plausiblemente, que la legislaci\u00f3n podr\u00eda haber sido peor para los trabajadores si se hubieran cumplido las prioridades de los republicanos m\u00e1s conservadores. Pero los detalles de este escenario del peor de los casos ofrecen poca cobertura para lo que obtuvimos en su lugar: una concreci\u00f3n de las pol\u00edticas de austeridad y un conjunto completamente nuevo de palancas para la guerra de clases unilateral.<\/p>\n<\/div>\n
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