Cuando un helic\u00f3ptero sobrevol\u00f3 el techo de su casa a las 4 a. m. del s\u00e1bado, Torya Sporysheva supo que hab\u00eda comenzado un d\u00eda decisivo en la historia de Rusia.<\/p>\n Sab\u00eda que la nave no era la primera se\u00f1al de una fuerza ucraniana que avanzaba hacia Rostov, la ciudad rusa a 100 km de la frontera con Ucrania donde vive en una tranquila zona residencial.<\/p>\n En cambio, fue la primera se\u00f1al de que Yevgeny Prigohzin hab\u00eda cumplido sus amenazas de la noche anterior, que ella hab\u00eda seguido obsesivamente en su tel\u00e9fono hasta que se qued\u00f3 dormida. El l\u00edder mercenario del Grupo Wagner hab\u00eda tomado el control de su ciudad natal, una ciudad rica en el r\u00edo Don, alejando su ira de Ucrania y volviendo al estado que, seg\u00fan \u00e9l, hab\u00eda traicionado a sus soldados en el frente.<\/p>\n \u201cMe despert\u00e9 alrededor de las 4 o 5 de la ma\u00f1ana con un ruido incre\u00edble: los helic\u00f3pteros estaban volando\u201d, dijo Sporysheva, una activista de la oposici\u00f3n de 47 a\u00f1os, a The Telegraph el s\u00e1bado.<\/p>\n A pesar de su proximidad a la frontera, Rostov se ha librado en gran medida de las im\u00e1genes y los sonidos de la guerra; en verano los bares est\u00e1n llenos y las multitudes se re\u00fanen en los mercados al aire libre.<\/p>\n Pero el s\u00e1bado por la ma\u00f1ana, los residentes se despertaron para descubrir veh\u00edculos blindados alineados en las calles centrales y hombres armados con m\u00e1scaras haciendo guardia en edificios gubernamentales clave.<\/p>\n El s\u00e1bado por la noche, hubo informes de que las fuerzas leales a Vladimir Putin, comandadas por el se\u00f1or de la guerra checheno Ramzan Kadyrov, avanzaban hacia la ciudad en un esfuerzo por encontrar y presumiblemente matar a Prighozin.<\/p>\n Sin embargo, en el transcurso del d\u00eda, la poblaci\u00f3n de un mill\u00f3n de habitantes de la ciudad se vio en gran medida abandonada a su suerte, navegando por un nuevo mundo en el que luchadores harapientos y ex convictos controlaban las armas del estado.<\/p>\n