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En una entrevista de 2014 con The Guardian, Julian Sands, que ten\u00eda 24 a\u00f1os cuando hizo \u00abThe Killing Fields\u00bb, record\u00f3 la pasi\u00f3n de Roland Joff\u00e9 por las emociones humanas genuinas. \u00abEstaba buscando armar un grupo de actores sin mucha experiencia cinematogr\u00e1fica\u00bb, dijo Sands, \u00abporque quer\u00eda que la frescura de todo resonara con nosotros. Reun\u00eda a muchos de nosotros en su oficina para improvisar escenas\u00bb.<\/p>\n
La pel\u00edcula se rod\u00f3 en Bangkok, pero Joff\u00e9 se asegur\u00f3 de que sus actores pasaran un tiempo en un campo de refugiados de Camboya. All\u00ed, pudieron obtener relatos de primera mano del monstruoso genocidio cometido por los secuaces de los Jemeres Rojos de Pol Pot. \u00abAtmosf\u00e9rica, intelectual y culturalmente, est\u00e1bamos marinados\u00bb, dijo Sands.<\/p>\n
Pero si bien Joff\u00e9 valoraba la autenticidad, le preocupaba que Sands pasara demasiado tiempo con Jon Swain, quien estaba en el set, seg\u00fan Sands, \u00abtomando fotograf\u00edas de m\u00ed tomando fotograf\u00edas de \u00e9l\u00bb. En este caso, exist\u00eda la posibilidad de acercarse demasiado a la inspiraci\u00f3n de la vida real, pero Sands finalmente desobedeci\u00f3 los deseos de Joff\u00e9.<\/p>\n<\/p><\/div>\n