{"id":725409,"date":"2023-07-11T03:37:50","date_gmt":"2023-07-11T03:37:50","guid":{"rendered":"https:\/\/magazineoffice.com\/comentario-corriendo-por-la-ciudad-y-lejos-el-scooter-electrico-tirado-en-medio-del-camino-se-ha-convertido-en-un-simbolo-de-descuido-satisfecho-de-si-mismo\/"},"modified":"2023-07-11T03:37:54","modified_gmt":"2023-07-11T03:37:54","slug":"comentario-corriendo-por-la-ciudad-y-lejos-el-scooter-electrico-tirado-en-medio-del-camino-se-ha-convertido-en-un-simbolo-de-descuido-satisfecho-de-si-mismo","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/magazineoffice.com\/comentario-corriendo-por-la-ciudad-y-lejos-el-scooter-electrico-tirado-en-medio-del-camino-se-ha-convertido-en-un-simbolo-de-descuido-satisfecho-de-si-mismo\/","title":{"rendered":"COMENTARIO – Corriendo por la ciudad – y lejos: el scooter el\u00e9ctrico tirado en medio del camino se ha convertido en un s\u00edmbolo de descuido satisfecho de s\u00ed mismo"},"content":{"rendered":"


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El individuo fuerte fue una vez un pilar de la sociedad y el bien com\u00fan. Mientras tanto, el individualista radical dice adi\u00f3s a la despreocupaci\u00f3n de quien s\u00f3lo se interesa por la autorrealizaci\u00f3n.<\/p>\n

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La doctrina de la salvaci\u00f3n del individualismo incondicional conoce s\u00f3lo dos mandamientos. El primero es un imperativo moral y dice: Te realizar\u00e1s a ti mismo. La segunda le da al ego el respaldo necesario: no debes dejarte determinar por los dem\u00e1s. <\/p>\n

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Seg\u00fan este evangelio mundano, el individuo sigue siendo el \u00fanico y \u00faltimo fin de la acci\u00f3n. Todo est\u00e1 subordinado a \u00e9l. El individualista radical ve el mundo exclusivamente desde la perspectiva de la utilidad. Es un recurso destinado al consumo. Pero as\u00ed como el hombre no puede ser m\u00e1s que un medio para un fin, tampoco puede ser nada m\u00e1s que un fin. Lo mismo se aplica a la segunda creencia del individualista. Quien s\u00f3lo se compromete consigo mismo, no se compromete con nadie y muere de muerte fr\u00eda social.<\/p>\n

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Todo comenz\u00f3 tan prometedor. Porque el individuo es uno de los inventos m\u00e1s bellos y trascendentales de Occidente. No ser\u00edamos lo que nos hemos convertido, para bien o para mal, si no fu\u00e9ramos parte de un todo y al mismo tiempo individuos incomparables. Individuos, con caracter\u00edsticas que los hacen destacar entre la multitud. Todos pertenecemos a algo m\u00e1s grande que nosotros mismos, pero somos distintos. No podemos vivir solos y, sin embargo, creemos que solo somos plenamente humanos como individuos. Estamos en esta zona de tensi\u00f3n.<\/p>\n

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Y como todo invento, este tambi\u00e9n viene con una serie de palabras que a veces prometen mucho y luego entregan poco. El individualismo es una de esas palabras.<\/a> Eleva al individuo a una idea, a veces incluso a una ideolog\u00eda. \u00c9l debe ser la medida de todas las cosas. Por lo tanto, el t\u00e9rmino tambi\u00e9n podr\u00eda provenir del diccionario de patolog\u00eda. Los destellos de bondad, todo lo que es incondicional y arrollador en el individuo, tiene su lado negativo en la creencia ciega en el autoempoderamiento.<\/p>\n

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molestia verde brillante<\/span><\/h2>\n

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As\u00ed que las palabras son traicioneras. Uno de los m\u00e1s feos y desagradables derivados del particular es el llamado transporte privado. Esto no solo es un insulto para el o\u00eddo, sino que tambi\u00e9n emana un olor fuerte. El transporte privado puede tener algunas cosas buenas, muchas comodidades, sin duda, pero as\u00ed como muestra el lenguaje en su lado m\u00e1s desfavorable, tambi\u00e9n saca a relucir las peores idiosincrasias del individuo.<\/p>\n

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Se puede ver en nuestras ciudades del interior. La mayor parte del tiempo es de color verde brillante y se encuentra donde definitivamente no deber\u00eda estar, si no es la mitad de un seto de jard\u00edn. Hablamos de los patinetes el\u00e9ctricos que puedes pedir prestados a trav\u00e9s de una aplicaci\u00f3n para conducir unos cientos de metros o m\u00e1s con ellos. Al final del viaje, deja el dispositivo y sigue su camino. Los usuarios deben \u00abdespejar el scooter del camino para los transe\u00fantes y otros veh\u00edculos correctamente\u00bb, como se indica en el sitio web del operador de la aplicaci\u00f3n.<\/p>\n

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La realidad es: El veh\u00edculo suele estar aparcado como si el viaje se hubiera detenido a mitad de camino y el scooter se hubiera quedado donde estaba. A veces se encuentra al otro lado de la acera, al costado de la carretera, en medio del bosque, donde el conductor lo considere apropiado para terminar un viaje un poco abruptamente. En cualquier caso, la energ\u00eda normalmente no parece ser suficiente para estacionar el dispositivo correctamente. Es posible que tal demanda por parte del p\u00fablico ya represente una impertinencia inaceptable.<\/p>\n

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Esto es una molestia en la vida cotidiana, nada m\u00e1s. Al mismo tiempo, como s\u00edntoma, apunta m\u00e1s all\u00e1 del caso individual. Manifiesta claramente una forma de vida que se ha ido generalizando cada vez m\u00e1s en los \u00faltimos a\u00f1os. El lema de la mentalidad subyacente es: subir y bajar<\/em>,<\/em> deja que otros se encarguen del resto.<\/p>\n

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El fen\u00f3meno se encuentra en muchos lugares: en las tardes de verano en el paseo del lago, por ejemplo, donde las consecuencias de la diversi\u00f3n nocturna ni siquiera llegan al cubo de basura XXL. Y aparece en la parte superior de las salas de juntas de las grandes corporaciones: solo podemos suponer que el colapso de credit suisse<\/a> se debe a una mentalidad comparable. Haces malabarismos con las bolas hasta que caen. Al final, nadie es responsable del dinero que otros se juegan, excepto el estado.<\/p>\n

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medio humano<\/span><\/h2>\n

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El ejemplo de los patinetes el\u00e9ctricos es tan significativo porque pertenecen a una industria cuyo nombre promete lo contrario de lo que practica. La econom\u00eda colaborativa es el nombre de las plataformas de mediaci\u00f3n<\/a> que permiten a numerosos usuarios participar en un producto espec\u00edfico en una red por una tarifa de alquiler. Sin embargo, la red no conecta a nadie, sino que libera en gran medida de responsabilidad a los usuarios. En el momento en que finaliza el alquiler, el usuario no tiene que preocuparse por cu\u00e1ntas personas tropezar\u00e1n con el veh\u00edculo, porque \u00e9l no tiene nada que ver con \u00e9l.<\/p>\n

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Este es el transporte privado en su forma extrema an\u00e1rquica. Y es un individualismo al que se le ha quitado su correctivo inherente. Porque ignora el hecho de que el individuo nunca puede bastarse a s\u00ed mismo y que participa de algo m\u00e1s grande (y m\u00e1s permanente) que \u00e9l mismo. El hombre no puede redimirse a s\u00ed mismo, predic\u00f3 la Iglesia Cat\u00f3lica, y todav\u00eda predica hoy, en su mayor\u00eda en vano. Traducido a una sociolog\u00eda moderna, esto significa: la persona que es autosuficiente es s\u00f3lo la mitad de una persona.<\/p>\n

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Existe una fuerte evidencia emp\u00edrica de que el individuo se est\u00e1 retirando de la responsabilidad hacia la comunidad. Los datos estad\u00edsticos sobre el trabajo voluntario en Suiza proporcionan un buen indicador de la participaci\u00f3n del individuo en el colectivo social. Desde finales de la d\u00e9cada de 1990, la proporci\u00f3n de personas que trabajan voluntariamente al servicio de la comunidad en el sector formal, es decir, fuera de la crianza tradicional o el cuidado de los nietos, ha ido disminuyendo continuamente. Esto muestra el creciente desacoplamiento del individuo y la sociedad.<\/p>\n

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La creciente complejidad del mundo de la vida acelera este retroceso. Todo el asunto es dif\u00edcilmente manejable, incluso en una escala m\u00e1s peque\u00f1a. La eficacia y el alcance de las propias acciones son cada vez m\u00e1s peque\u00f1os en comparaci\u00f3n con los requisitos globales. Y el cosmopolitismo supuesto o imaginado, a su vez, promueve ese desarraigo que hace que el compromiso en la vecindad inmediata de la vida cotidiana parezca a\u00fan m\u00e1s in\u00fatil.<\/p>\n

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el animal social<\/span><\/h2>\n

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Tanto m\u00e1s voluntaria y devotamente se somete el ego moderno a los dos mandamientos del individualismo incondicional para el alivio psicol\u00f3gico. Le sugieren que s\u00f3lo tiene que seguirlos para encontrar el cumplimiento de su prop\u00f3sito aqu\u00ed abajo. Ambas m\u00e1ximas combinan la promesa de salvaci\u00f3n con la idea de que el hombre s\u00f3lo es plena y aut\u00e9nticamente humano cuando escucha interiormente y sigue la voz que tan imperiosamente se hace o\u00edr desde lo m\u00e1s rec\u00f3ndito del ego. Esta visi\u00f3n se sustenta en la doctrina apolog\u00e9tica de que, al final, lo que es \u00fatil para el individuo tambi\u00e9n sirve al bien com\u00fan. En verdad, las creencias oscurecen que el hombre es un animal social.<\/p>\n

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El individuo no es un ser aut\u00f3nomo en el espacio vac\u00edo. La interacci\u00f3n social pone l\u00edmites al deseo de un estilo de vida autodeterminado. En el punto de fricci\u00f3n entre el individuo y los muchos otros, ese calor productivo surge de la resistencia y la contradicci\u00f3n, que moldea tanto al individuo como a la sociedad. El individualista no es nada sin su contraparte, el colectivo, al que afecta tanto como \u00e9ste le afecta a \u00e9l.<\/p>\n

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El soci\u00f3logo germano-brit\u00e1nico Ralf Dahrendorf<\/a> una vez hizo esta ambigua confesi\u00f3n en una entrevista: \u00abYo era un individualista desenfrenado\u00bb. Parec\u00eda como si estuviera a punto de renunciar a un viejo pecado en su vida. Pero era m\u00e1s complicado. Podr\u00eda continuar \u00abaferr\u00e1ndose al individualismo desenfrenado\u00bb por s\u00ed mismo. Sin embargo, lleg\u00f3 a la conclusi\u00f3n de que en una sociedad sin reglas que la gente pudiera o quisiera seguir, el progreso ya no era posible.<\/p>\n

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Reglas y desenfreno: Dahrendorf no quer\u00eda separar los dos principios. Sin embargo, se requiere un arte superior de vivir para no solo aceptar estas fuerzas que tiran del individuo en dos direcciones opuestas, sino para dejar que se vuelvan fruct\u00edferas. Para Dahrendorf, el progreso solo se produce cuando dos m\u00e1ximas contradictorias se desaf\u00edan entre s\u00ed. En otras palabras: el individuo se marchita si no encuentra oposici\u00f3n entre sus semejantes. Y el bien com\u00fan necesita del individuo que no se contenta con ser su propio pr\u00f3jimo. A qui\u00e9n le importa y le importa.<\/p>\n

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