ESTANISL\u00c1S POYET \/ AFP<\/span> <\/figcaption><\/figure>\nSentado en medio de una pila de telas, el rostro de Osman Issa brilla por el sudor. Un ventilador apenas enfr\u00eda su estudio de 8 metros cuadrados en un sofocante d\u00eda de verano en julio. Desde su mesa de costura, un karakou<\/em> (traje tradicional de Argel) sobre su cabeza, Osman recuerda su traves\u00eda del desierto para llegar a Argelia hace veintis\u00e9is a\u00f1os. \u201cDecid\u00ed dejar N\u00edger animado por mi hermano, que hab\u00eda hecho la traves\u00eda antes que yo\u201d<\/em>, dice en un dialecto argelino casi perfecto. A su llegada en 1997, Osman, un bordador de calidad, se hab\u00eda lanzado con cierto \u00e9xito en el comercio de trajes tradicionales. A partir de ahora, es due\u00f1o de este taller de costura en un barrio popular de Argel.<\/p>\n\nLea tambi\u00e9n:<\/span> Art\u00edculo reservado para nuestros suscriptores<\/span><\/span> En el puerto de Ellouza, T\u00fanez, migrantes entre ahogados y deambulando <\/span> <\/div>\n<\/section>\nSi bien el debate sobre el lugar de los inmigrantes subsaharianos en los pa\u00edses del norte de \u00c1frica ha sido revivido por los acontecimientos en T\u00fanez y las operaciones de retroceso en la frontera por parte de las autoridades argelinas, afirma haber encontrado su lugar. \u201cEn tres d\u00e9cadas no he sido v\u00edctima de un acto racista que me hiciera arrepentirme de venir\u201d<\/em>, promete. Como la mayor\u00eda de los inmigrantes subsaharianos, Osman no vio a Argelia como un punto de anclaje, sino como un lugar de tr\u00e1nsito hacia Europa. \u201cIntent\u00e9 cruzar tres veces, pero fall\u00e9. \u00bb <\/em>Ahora casado con una argelina y padre de tres hijos, tiene tarjeta de residencia y ya no piensa salir a Europa ni volver a N\u00edger, salvo para visitas familiares.<\/p>\n\u201cReconozco que me cost\u00f3 mucho regularizar mi situaci\u00f3n, incluso despu\u00e9s de mi matrimonio. A menudo me comparo con mi hermano que se fue a B\u00e9lgica mucho despu\u00e9s que yo. Ya tiene su nacionalidad. Yo s\u00e9 que no lo tendr\u00e9. nacionalidad argelina? No pidas lo imposible\u00bb.<\/em>, reconoce, sin negar el racismo imperante. Cuando no lo presencia \u00e9l mismo, le llegan historias de los inmigrantes que emplea: \u201cSu objetivo es ir a Europa. Los contrabandistas piden hasta 3.000 euros. Lo que representa tres a\u00f1os de arduo trabajo para un migrante. Otros prefieren volver a su pa\u00eds con esta suma y probar la visa para Europa. En ambos casos, este dinero solo puede recaudarse en Argelia. Aqu\u00ed es donde est\u00e1 el trabajo. \u00bb<\/em><\/p>\n\u00bb Por el amor de Dios ! \u00bb<\/h2>\n
Al salir del taller de Osman, el tranv\u00eda con aire acondicionado ofrece un escape de la ola de calor. \u00ab\u00a1Limosna por el amor de Dios!\u00bb \u00bb,<\/em> ruega un joven migrante subsahariano desde la parte trasera del tren. Mientras el ni\u00f1o avanza, algunos pasajeros hurgan en sus bolsillos para darle unos centavos, otros no ocultan su exasperaci\u00f3n. La escena es ahora parte de la vida cotidiana en Argel. Los lugare\u00f1os ahora se refieren a los migrantes como Sadaka<\/em> (limosna).<\/p>\nEn Argel, la vida de los inmigrantes subsaharianos no se ha visto afectada por los recientes acontecimientos en T\u00fanez. Desde 3 <\/strong>En julio, tras la muerte en Sfax de un tunecino en una pelea con inmigrantes, los nativos persiguieron a los subsaharianos y las autoridades expulsaron a cientos de ellos de la ciudad donde ocurri\u00f3 la tragedia. Incluso aquellos en una situaci\u00f3n regular no se salvan. Desde hace varias semanas, muchos habitantes de Sfaxien se manifiestan contra el aumento del n\u00famero de candidatos al exilio en Europa que llegan desde Argelia.<\/p>\n\nLea tambi\u00e9n:<\/span> De las costas de Marruecos a Canarias, la otra ruta migratoria mortal <\/span> <\/div>\n<\/section>\nLa mayor\u00eda de ellos cruzaron la frontera en la regi\u00f3n monta\u00f1osa de Kasserine, en el centro-oeste de T\u00fanez. Un viaje peligroso: nueve migrantes perdieron la vida all\u00ed a mediados de mayo, \u00abmuri\u00f3 de sed y fr\u00edo\u00bb,<\/em> seg\u00fan la justicia tunecina.<\/p>\nEs en esta misma zona donde entre 150 y 200 personas fueron expulsadas por las autoridades tunecinas, seg\u00fan estimaciones de Human Rights Watch (HRW), adem\u00e1s de los 500 a 700 migrantes abandonados en la zona fronteriza con Libia. \u201cSon estimaciones que hemos establecido luego de entrar en contacto con los migrantes y luego de haber identificado su ubicaci\u00f3n, <\/em>explica Salsabil Chellali, <\/em>el director de HRW para T\u00fanez. Los migrantes expulsados \u200b\u200bdel lado argelino se dispersaron tras ser obligados a caminar varios kil\u00f3metros. \u00bb<\/em><\/p>\n\u00abPensamientos racistas\u00bb<\/h2>\n
Estos grupos de migrantes incluyen ni\u00f1os y mujeres embarazadas. Una de ellas dio a luz a las puertas de Argelia, seg\u00fan demuestra un v\u00eddeo recibido por El mundo<\/em>. Seg\u00fan HRW, un grupo de migrantes, de regreso en la frontera con Libia, <\/strong>fue rescatado y atendido en pueblos del sur de T\u00fanez. Otros, en las fronteras de Libia y Argelia, todav\u00eda vagan por el desierto, esperando ayuda y asistencia.<\/p>\nLas palabras del presidente tunecino Ka\u00efs Sa\u00efed en febrero, denunciando \u00abhordas de inmigrantes ilegales\u00bb, <\/em>fuente de \u00abviolencia, cr\u00edmenes y actos inaceptables\u00bb,<\/em> han tenido un efecto desinhibidor, especialmente en personas influyentes y artistas populares en Argelia. All\u00e1
La cantante de Rai, Cheba Warda, dijo que apoyaba el plan del presidente Tebboune de expulsar al presidente Tebboune, aunque este \u00faltimo no hab\u00eda pronunciado ning\u00fan discurso.<\/p>\n\nLea tambi\u00e9n:<\/span> En T\u00fanez, cientos de migrantes han sido puestos a salvo, otros permanecen abandonados en el desierto <\/span> <\/div>\n<\/section>\nEn junio, la influencer argelina Baraka Meraia, seguida por m\u00e1s de 275.000 personas, denunci\u00f3 el racismo antinegro del que tambi\u00e9n fue v\u00edctima. Originaria de In Salah, a m\u00e1s de mil kil\u00f3metros al sur de Argel, la joven dijo que la confundieron varias veces con un migrante subsahariano. En un video, apareci\u00f3 llorando para relatar el comportamiento de un controlador de tranv\u00eda argelino. \u00abNo es la primera vez que escucho comentarios racistas,<\/em> ella relat\u00f3. De todas las personas que presenciaron la escena, ninguna reaccion\u00f3. \u00bb<\/em><\/p>\n\u201cDeambulan por el desierto\u201d<\/h2>\n
Adem\u00e1s de los actos y comentarios racistas a los que est\u00e1n expuestos, los migrantes viven bajo la amenaza de operaciones de deportaci\u00f3n. Seg\u00fan la ONG Alarm Phone Sahara, que acude en su ayuda, Argelia devolvi\u00f3 a m\u00e1s de 11.000 personas a N\u00edger entre enero y abril de 2023. Las operaciones contin\u00faan, seg\u00fan la misma fuente, y han estado operando a un ritmo m\u00ednimo de un convoy por semana desde 2018. \u201cEstas expulsiones se realizan sobre la base de un acuerdo con N\u00edger. Sin embargo, Argelia no tiene en cuenta la nacionalidad de los migrantes a los que devuelve\u201d, <\/em>relata <\/em>Moctar Dan Yaye,<\/em> el responsable de comunicaci\u00f3n de Alarm Phone Sahara.<\/p>\n\n Boletin informativo <\/p>\n
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Seg\u00fan \u00e9l, los migrantes son enviados a Tamanrasset, en el extremo sur de Argelia, y luego a la frontera con N\u00edger. Desde esta tierra de nadie, los refoul\u00e9s tienen que caminar unos 15 km para llegar al pueblo de Assamaka, donde comienza la operaci\u00f3n de clasificaci\u00f3n.. \u201cNos cruzamos con yemen\u00edes e incluso con un migrante de Costa Rica. Estos, como otros africanos, no cuentan con el apoyo de N\u00edger. A veces, la Organizaci\u00f3n Mundial para las Migraciones (OIM) se encarga de enviarlos de vuelta a casa. De lo contrario, deambulan por el desierto tratando de volver a Argelia\u201d.<\/em> informa Moctar Dan Yay\u00e9. Seg\u00fan Alarm Phone Sahara, m\u00e1s de 7.500 inmigrantes deportados siguen varados en Assamaka.<\/p>\n\nLea tambi\u00e9n:<\/span> Art\u00edculo reservado para nuestros suscriptores<\/span><\/span> Los pilotos de la ONG Sea-Watch, escasos testigos de las nuevas rutas migratorias en el Mediterr\u00e1neo <\/span> <\/div>\n<\/section>\nA pesar de esta amenaza de deportaci\u00f3n y de los incendiarios discursos del presidente tunecino, mantienen la mirada clavada en el Mediterr\u00e1neo, como estos dos j\u00f3venes senegaleses, Aliou y Demba*, que se conocieron en abril en Tamanrasset. Tras atravesar Mal\u00ed y N\u00edger, sus andanzas les llevaron a esta isla urbana, plantada en medio del desierto, donde encontraron solo unos pocos trabajos en obras de construcci\u00f3n, pagados apenas 1.000 dinares al d\u00eda, apenas 7 euros. <\/em>Demba esperaba entonces unirse a T\u00fanez, sin temor a que las palabras de su l\u00edder afectaran su ambici\u00f3n. Hace solo tres meses, estaba convencido de que los inmigrantes no corr\u00edan el riesgo de ser expulsados \u200b\u200bde T\u00fanez, a diferencia de Argelia. El \u00fanico problema entonces a sus ojos y los de su amigo era encontrar el dinero para pagar a los contrabandistas.<\/p>\n\n*Los nombres han sido cambiados a petici\u00f3n de los entrevistados.<\/span><\/p>\n<\/section>\n\n Tenere Majhoul<\/span>(Argel, correspondencia)<\/span><\/span> Y Nour Bahri<\/span>(Tamanrasset, Argelia, corresponsal especial)<\/span><\/span> <\/p>\n<\/section>\n <\/section>\n<\/p><\/div>\n
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