{"id":732394,"date":"2023-07-16T03:56:43","date_gmt":"2023-07-16T03:56:43","guid":{"rendered":"https:\/\/magazineoffice.com\/si-las-cosas-hablaran-tras-la-pista-de-la-gran-poetica-solitaria-wislawa-szymborska-en-cracovia\/"},"modified":"2023-07-16T03:56:47","modified_gmt":"2023-07-16T03:56:47","slug":"si-las-cosas-hablaran-tras-la-pista-de-la-gran-poetica-solitaria-wislawa-szymborska-en-cracovia","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/magazineoffice.com\/si-las-cosas-hablaran-tras-la-pista-de-la-gran-poetica-solitaria-wislawa-szymborska-en-cracovia\/","title":{"rendered":"Si las cosas hablaran: tras la pista de la gran po\u00e9tica solitaria Wislawa Szymborska en Cracovia"},"content":{"rendered":"


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Cuando recibi\u00f3 el Premio Nobel de Literatura en 1996, no mucha gente conoc\u00eda a la polaca Wislawa Szymborska. En Cracovia, que fue su hogar toda su vida, la poetisa vivi\u00f3 una vida muy recluida. Su total de alrededor de 350 poemas est\u00e1n estrechamente relacionados con su vida privada. Una b\u00fasqueda de pistas con motivo del centenario. <\/p>\n

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Reuni\u00f3n conspirativa fue el apartamento discreto: Wislawa Szymborska, 1996.<\/h2>\n

imagen<\/span><\/p>\n<\/div>\n<\/figcaption><\/figure>\n

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El taxista no necesita un GPS para encontrar la calle, todos en Cracovia la conocen, aunque no tiene nada de especial. Casas largas, siempre ocupadas y correspondientemente ruidosas, discretas, poco espaciadas, una tienda de comestibles de descuento, un lavado de autos.<\/p>\n

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No hay nada amigable en el bloque de apartamentos de 12 pisos frente al cual se detiene el taxi, aparte de los encantadores arbustos de lilas que est\u00e1n en plena floraci\u00f3n que crecen a lo largo del camino de entrada. Solo cuando entras en uno de los apartamentos del primer piso y ves una foto enorme de Wislawa Szymborska, en la que mira a trav\u00e9s de un impertinente con una sonrisa traviesa, sientes que has llegado a un lugar especial.<\/p>\n

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cinco direcciones<\/span><\/h2>\n

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La calle Piastowska, como se la llamaba, era la \u00faltima de las cinco direcciones de Szymborska en Cracovia. Se mud\u00f3 all\u00ed tras recibir el Premio Nobel en 1996, y tampoco de forma totalmente voluntaria. Estaba perfectamente feliz con su antiguo apartamento, pero en alg\u00fan momento se dio cuenta de que ya no pod\u00eda seguir siendo su hogar.<\/p>\n

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Al menos no si no quer\u00eda experimentar m\u00e1s a menudo lo que le hab\u00eda sucedido cuando un periodista extranjero la visit\u00f3. Estaba convencido de que, seg\u00fan su secretario Michal Rusinek, ella \u201cviv\u00eda en una villa y que era solo un pied-\u00e0-terre que usaba para reunirse con periodistas y disuadirlos de quedarse all\u00ed m\u00e1s tiempo del absolutamente necesario\u201d. Simplemente no quer\u00eda creer que ella pudiera vivir en este peque\u00f1o apartamento todo el tiempo.<\/p>\n

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As\u00ed que en noviembre de 1997 el poeta se mud\u00f3 por \u00faltima vez. Su hermana hab\u00eda muerto unos meses antes, y despu\u00e9s de su muerte podr\u00eda haberse instalado en la casa de Radziwillowska 29, la casa familiar de la familia Szymborski. Pero prefiri\u00f3 dej\u00e1rselo a un par de amigos que hab\u00edan cuidado al difunto hasta el final. Ella misma hab\u00eda pasado all\u00ed casi veinte a\u00f1os \u2013como hoy nos recuerda una placa conmemorativa en la entrada\u2013 y no quer\u00eda enfrentarse todo el tiempo a los recuerdos de su juventud. Comprensiblemente. Esta \u00e9poca, que comenz\u00f3 en 1929 cuando lleg\u00f3 a Cracovia con su familia a la edad de seis a\u00f1os, debi\u00f3 parecerle casi irreal.<\/p>\n

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En ese momento, sin embargo, le gust\u00f3 aqu\u00ed de inmediato. Le gustaba la casa que hab\u00edan comprado sus padres y el espacioso apartamento que ocupaba todo un piso: cada una de las seis habitaciones ten\u00eda techos altos y estaba amueblada con hermosos muebles, alfombras y cuadros, y hab\u00eda un piano en el sal\u00f3n que tocaba ocasionalmente. serv\u00eda de escondite.<\/p>\n

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Wislawa se llevaba bien con su ni\u00f1era, quien jugaba con ella, le ense\u00f1aba oraciones y escuchaba pacientemente mientras recitaba poes\u00eda. Y le gustaron las dos escuelas a las que asisti\u00f3 durante los siguientes a\u00f1os. Este per\u00edodo id\u00edlico solo se rompi\u00f3 en 1936 cuando su padre, Wincenty Szymborski, muri\u00f3 repentinamente y termin\u00f3 abruptamente cuando estall\u00f3 la Segunda Guerra Mundial. Comenzaron seis a\u00f1os dif\u00edciles, durante los cuales particip\u00f3 en clases secretas y tuvo que ayudar a mantener a la familia trabajando para el ferrocarril. Y en el que la casa, una vez tan c\u00f3moda, no solo se volvi\u00f3 muy estrecha porque de repente estaba llena de inquilinos, sino que tambi\u00e9n era a menudo peligrosa, sobre todo por la pareja jud\u00eda que se escond\u00eda debajo del techo.<\/p>\n

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La propia Wislawa Szymborska abandon\u00f3 la casa en 1948. En ese momento se hab\u00eda casado con el joven poeta Adam Wlodek y se mud\u00f3 con \u00e9l a un peque\u00f1o apartamento, que estaba ubicado en la legendaria Casa de las Letras en la calle Krupnicza 22. La casa sigue en pie, pero no se ha utilizado como residencia de escritores desde 1995. Pero luego, despu\u00e9s de la guerra, se convirti\u00f3 en refugio de innumerables autores, sobre los cuales circulan cientos de historias y an\u00e9cdotas.<\/p>\n

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Seg\u00fan los enterados, era la \u00fanica casa del mundo en la que se hab\u00edan reunido varios escritores en un metro cuadrado. Esto significaba los apartamentos en los pisos superiores; la sala de la planta baja serv\u00eda de cantina, club, sal\u00f3n de actos y lugar de reuni\u00f3n de la Uni\u00f3n de Escritores y, por tanto, fue escenario de innumerables lecturas, debates y celebraciones. Y de todo ello velaba la omnipotente mujer Lola, que ejerc\u00eda de portera, guardarropa y pastora de todos los vecinos.<\/p>\n

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Tiempo del \u00abcaj\u00f3n\u00bb<\/span><\/h2>\n

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Al menos eso dice la leyenda que luego creci\u00f3 alrededor de la casa. En realidad, el edificio de cuatro pisos estaba deteriorado y h\u00famedo, con goteras en el techo y tuber\u00edas que a menudo se romp\u00edan. Hab\u00eda un olor a humedad constante en las habitaciones, las estufas estaban humeando y cargar carb\u00f3n arriba definitivamente no era divertido. Adem\u00e1s, la casa estaba constantemente superpoblada y las cocinas y los ba\u00f1os eran compartidos por todos, lo que era un problema para muchos.<\/p>\n

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Szymborska tampoco se sinti\u00f3 especialmente c\u00f3moda en la Krupnicza y luego ciertamente no fue de las que tejieron el mito de la casa literaria. Sin embargo, all\u00ed permaneci\u00f3 hasta 1963, cuando lleg\u00f3 la era del \u00abcaj\u00f3n\u00bb.<\/p>\n

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As\u00ed llam\u00f3 a un apartamento al que se mud\u00f3 en 1963. Estaba en el quinto piso de un edificio alto en la esquina de las calles Krolewska y Nowowiejska (la primera se llamaba entonces calle 18 de enero), primero hubo que instalar el ba\u00f1o, ni siquiera hab\u00eda lugar para la cocina, y la \u00fanica habitaci\u00f3n era tan peque\u00f1a que tuvo que limitarse a los muebles m\u00e1s necesarios.<\/p>\n

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Adem\u00e1s, el apartamento estaba justo al lado del ascensor, cuya pesada puerta de metal se cerraba de golpe y cruj\u00eda con cada uso. Pero despu\u00e9s de un tiempo se acostumbr\u00f3 a todas las carencias y se sinti\u00f3 bastante c\u00f3moda en su \u00abcaj\u00f3n\u00bb, sobre todo porque no estaba lejos de la calle Leo, donde se encontraba el apartamento del escritor y activista de la oposici\u00f3n Kornel Filipowicz, quien pronto se convertir\u00eda en su el compa\u00f1ero deber\u00eda.<\/p>\n

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Reci\u00e9n en 1982 se atrevi\u00f3 a mudarse nuevamente. Una amiga suya hab\u00eda decidido irse de Polonia para siempre y le sugiri\u00f3 que cambiara de apartamento. As\u00ed fue como Szymborska consigui\u00f3 el apartamento un poco m\u00e1s grande en la calle Chocimska 19, que estaba en el cuarto piso de un bloque de viviendas sin ascensor, pero estaba igual de cerca del apartamento de Filipowicz, que probablemente era lo m\u00e1s importante para ella.<\/p>\n

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\u00abCuando ven\u00eda al departamento de Kornel\u00bb, inform\u00f3 uno de sus amigos m\u00e1s tarde, \u00abpor lo general, le preparaba el almuerzo que su hermana hab\u00eda preparado. Se sent\u00f3 en el sof\u00e1 de su estudio, hablamos de varias cosas, en su mayor\u00eda banales, y cuando Kornel y yo llegamos a las cosas ‘conspirativas’, ella se alej\u00f3 discretamente. No particip\u00f3 en la vida clandestina, muy animada en nuestro distrito en ese momento, con una excepci\u00f3n: puso su apartamento en Chocimska a disposici\u00f3n para reuniones de una asociaci\u00f3n de escritores creada ilegalmente.\u00bb<\/p>\n

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Un retrato de Ella Fitzgerald<\/span><\/h2>\n

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El discreto apartamento era perfecto para reuniones conspirativas, pero dif\u00edcilmente para entrevistas con periodistas extranjeros. As\u00ed fue como se produjo su movimiento final y reacio. Sin embargo, cuando logr\u00f3, con la ayuda de su secretaria, encontrar el departamento en Piastowska 46, nuevamente en un bloque de viviendas (odiaba los edificios antiguos) y a solo unos minutos de Chocimska, se sinti\u00f3 muy feliz con su nuevo hogar.<\/p>\n

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Se encarg\u00f3 a un par de arquitectos amigos que amueblaran el apartamento de tres habitaciones y, a pedido de ellos, introdujeron all\u00ed un estilo sencillo. Mobiliario de madera maciza, incluida una mesa de comedor, donde se celebraban sus famosas cenas con \u00abloteryjki\u00bb (rifas) finales. Una c\u00f3moda casi del suelo al techo con treinta y seis cajones que ella misma dise\u00f1\u00f3. En el dormitorio, donde pasaba la mayor parte de su tiempo, un escritorio, un televisor, una peque\u00f1a radio.<\/p>\n

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Estanter\u00edas s\u00f3lidas en todas las habitaciones, sobre las que hab\u00eda libros, fotos de sus seres queridos y muchos objetos ins\u00f3litos o kitsch, por los que ten\u00eda una gran debilidad. Cuadros en las paredes y una peque\u00f1a colecci\u00f3n de fotograf\u00edas que los muestran en tableros con divertidos top\u00f3nimos. Y por supuesto, en un lugar especial, un retrato de Ella Fitzgerald, a quien adoraba.<\/p>\n

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Gran parte de esta instalaci\u00f3n todav\u00eda est\u00e1 all\u00ed, sirviendo a quienes se hospedan aqu\u00ed como invitados o becarios de la Fundaci\u00f3n Szymborska y brindando informaci\u00f3n vaga sobre la poetisa. Como en \u00abWENN\u00bb, su poema que solo apareci\u00f3 p\u00f3stumamente: \u00abSi las cosas pudieran hablar -\/ pero si pudieran hablar, tambi\u00e9n podr\u00edan mentir. \/ Sobre todo los ordinarios, poco apreciados \/ para finalmente llamar la atenci\u00f3n sobre s\u00ed mismos. . .\u00bb<\/p>\n

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Si quieres llegar al casco antiguo desde el apartamento, solo tienes que subirte a uno de los tranv\u00edas que paran a la vuelta de la esquina. Despu\u00e9s de algunas estaciones est\u00e1s all\u00ed, el mercado principal se puede ver desde lejos. Y si llegas a ella y quieres tomar una taza de caf\u00e9 o chocolate caliente para fortalecerte, lo mejor es hacerlo en el caf\u00e9 favorito de Szymborska \u00abNowa Prowincja\u00bb en la cercana calle Bracka, donde ella y sus amigas se reun\u00edan para el famoso literario. acontecimientos – una parte de esa Cracovia que algunos afirman que ya no existe.<\/p>\n

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En el futuro, sin embargo, algunas personas querr\u00e1n caminar media estaci\u00f3n despu\u00e9s de bajarse del tranv\u00eda para fijar su vista en un lugar completamente nuevo. El Parque Wislawa Szymborska, que lleva muchos meses construy\u00e9ndose y plant\u00e1ndose febrilmente para poder ser inaugurado el domingo 2 de julio, fecha del centenario del nacimiento del poeta. Alguna escultura o instalaci\u00f3n aludir\u00e1 a su obra. Por ejemplo las letras enormes que suman \u201cprefiero el cine\u201d.<\/p>\n

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Si el visitante lo reconoce como una cita de su poema \u00abPosibilidades\u00bb o lo ve como una recomendaci\u00f3n para cambiar el parque por una sala de cine, depende totalmente de ellos. Y al jubileo, conocida por su sentido del humor, le hubiera gustado m\u00e1s.<\/p>\n

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marta kijowska<\/strong>,<\/strong> nacido en Cracovia, vive como publicista, periodista y traductor en Alemania. Escribi\u00f3 monograf\u00edas sobre Andrzej Szczypiorski, Stanislaw Jerzy Lec y Jan Karski y una biograf\u00eda sobre Slawomir Mrozek. Acaba de presentar a Sch\u00f6ffling una biograf\u00eda de Wislawa Szymborska titulada \u00abNada viene dos veces\u00bb.<\/p>\n

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