{"id":739402,"date":"2023-07-21T14:52:12","date_gmt":"2023-07-21T14:52:12","guid":{"rendered":"https:\/\/magazineoffice.com\/lo-que-mi-confinamiento-solitario-en-iran-revelo-sobre-los-peligros-de-una-internet-aislada\/"},"modified":"2023-07-21T14:52:16","modified_gmt":"2023-07-21T14:52:16","slug":"lo-que-mi-confinamiento-solitario-en-iran-revelo-sobre-los-peligros-de-una-internet-aislada","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/magazineoffice.com\/lo-que-mi-confinamiento-solitario-en-iran-revelo-sobre-los-peligros-de-una-internet-aislada\/","title":{"rendered":"Lo que mi confinamiento solitario en Ir\u00e1n revel\u00f3 sobre los peligros de una Internet aislada"},"content":{"rendered":"


\n<\/p>\n

\n

cinco meses en<\/span> mi confinamiento solitario de ocho meses y justo antes del A\u00f1o Nuevo persa, Nowruz, los guardias me pusieron en una nueva celda en el otro extremo de las instalaciones de alta seguridad de la prisi\u00f3n de Evin en Teher\u00e1n. Med\u00eda 3 por 3 metros, era mucho m\u00e1s grande que mi antigua celda, lo que significaba que pod\u00eda caminar en forma de ocho por las esquinas. A falta de otra cosa que hacer, las caminatas continuas eran mi \u00fanica rutina y r\u00e1pidamente se convirtieron en una adicci\u00f3n.<\/p>\n

Camin\u00e9 y camin\u00e9. Recordado e imaginado, anticipado y planificado para todos los escenarios posibles, y con frecuencia conversaba conmigo mismo en voz alta, en cualquier idioma que conoc\u00eda. Durante estos paseos en forma de ocho, miraba hacia las ventanas o hacia las paredes medio cubiertas de m\u00e1rmol. La luz del sol se filtraba en la habitaci\u00f3n, trazando caminos de oro sobre el suelo y luego escalando las paredes. Bail\u00f3, se calent\u00f3 y luego se desvaneci\u00f3, prometiendo regresar ma\u00f1ana. El lienzo de m\u00e1rmol revelaba im\u00e1genes: la espalda curva y desnuda de una mujer sentada, rodeada de perfiles de rostros y nubes.<\/p>\n

Privado de la vista, busqu\u00e9 refugio en los sonidos. La nueva celda recibi\u00f3 menos luz debido a los altos y hermosos pl\u00e1tanos y moreras justo afuera. pero estaba justo al lado de la entrada principal y, por lo tanto, dentro de los est\u00e1ndares de Evin, m\u00e1s lleno de acontecimientos y entretenido, aunque solo fuera para escuchar. Pod\u00eda escuchar cuando los guardias aburridos chismeaban sobre sus supervisores de turno al final del pasillo, o cuando respond\u00edan a las solicitudes de otros reclusos, o cuando miraban f\u00fatbol o teatro en la televisi\u00f3n estatal. (Nunca escuch\u00e9 ninguna noticia, ya que se les aconsej\u00f3 estrictamente que no vieran las noticias.) Una vez, unos segundos de una versi\u00f3n instrumental de \u00abA Punch Up at a Wedding\u00bb de Radiohead en un est\u00fapido comercial de televisi\u00f3n me hizo llorar. No estaba segura de qu\u00e9 ansiaba m\u00e1s: abrazos o libros. Sospecho que es muy raro estar privado de ambos al mismo tiempo.<\/p>\n

Mi \u00fanico consuelo proced\u00eda de nuestra igualdad en esta miseria, o al menos la percepci\u00f3n de ella. Los guardias y los interrogadores siempre hab\u00edan dicho que a nadie se le daban libros o peri\u00f3dicos en nuestra sala. Les hab\u00eda cre\u00eddo, porque no los hab\u00eda visto (ni o\u00eddo ning\u00fan sonido).<\/p>\n

Sin embargo, una tarde escuch\u00e9 algo que hizo a\u00f1icos este peque\u00f1o consuelo. Cuatro pares de pantuflas hab\u00edan aparecido fuera de una celda a dos de m\u00ed, insinuando a cuatro reclusos que muy probablemente acababan de salir del aislamiento para ser mantenidos juntos en una celda grande. Unas horas m\u00e1s tarde, a trav\u00e9s de los conductos de ventilaci\u00f3n que conectaban las celdas, escuch\u00e9 el susurro de un peri\u00f3dico. Me rompi\u00f3 el coraz\u00f3n, de verdad. Ese eje com\u00fan y lo que pod\u00eda escuchar a trav\u00e9s de \u00e9l me inquiet\u00f3 profundamente durante los siguientes tres meses. De todas las injusticias de una sala de prisi\u00f3n de alta seguridad, desde los descansos para caminar con los ojos vendados en el patio hasta el horrible uniforme gris de poli\u00e9ster y la ropa interior barata de nailon azul, esta fue la m\u00e1s dura.<\/p>\n

Pero, \u00bfy si no hubiera pozos de ventilaci\u00f3n compartidos entre las celdas a trav\u00e9s de los cuales escuch\u00e9 la otra celda? \u00bfQu\u00e9 pasar\u00eda si la sala fuera tan grande que nunca sinti\u00e9ramos la presencia de los dem\u00e1s? \u00bfY si pudieran hacernos sordos como nos hicieron ciegos? \u00bfY si pudieran encerrar nuestros sentidos como atraparon nuestros cuerpos? Surgen preguntas m\u00e1s amplias: si no sabemos nada sobre los salarios de nuestros colegas o d\u00f3nde y con qu\u00e9 est\u00e1ndares viven, \u00bfpodemos siquiera saber si somos tratados de manera justa? \u00bfSe puede sentir la injusticia si no hay un espacio compartido donde podamos ver y aprender sobre la vida de los dem\u00e1s?<\/p>\n<\/div>\n


\n
Source link-46<\/a><\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"

cinco meses en mi confinamiento solitario de ocho meses y justo antes del A\u00f1o Nuevo persa, Nowruz, los guardias me pusieron en una nueva celda en el otro extremo de…<\/p>\n","protected":false},"author":1,"featured_media":739403,"comment_status":"open","ping_status":"open","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"footnotes":""},"categories":[21981],"tags":[7629,7042,1637,5806,8,13534,3173,15,5101,73],"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/739402"}],"collection":[{"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/users\/1"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=739402"}],"version-history":[{"count":1,"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/739402\/revisions"}],"predecessor-version":[{"id":739404,"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/739402\/revisions\/739404"}],"wp:featuredmedia":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/media\/739403"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=739402"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=739402"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=739402"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}