{"id":739411,"date":"2023-07-21T15:07:57","date_gmt":"2023-07-21T15:07:57","guid":{"rendered":"https:\/\/magazineoffice.com\/oppenheimer-es-una-deconstruccion-de-la-teoria-del-gran-hombre-en-la-historia\/"},"modified":"2023-07-21T15:08:02","modified_gmt":"2023-07-21T15:08:02","slug":"oppenheimer-es-una-deconstruccion-de-la-teoria-del-gran-hombre-en-la-historia","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/magazineoffice.com\/oppenheimer-es-una-deconstruccion-de-la-teoria-del-gran-hombre-en-la-historia\/","title":{"rendered":"Oppenheimer es una deconstrucci\u00f3n de la teor\u00eda del gran hombre en la historia"},"content":{"rendered":"


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Alrededor de dos tercios del camino a trav\u00e9s Oppenheimer<\/i>, la pel\u00edcula muestra la infame prueba Trinity, la primera detonaci\u00f3n de una bomba at\u00f3mica. Tradicionalmente, las representaciones de detonaciones nucleares se fijan en la idea de \u00abel bot\u00f3n\u00bb, la noci\u00f3n de que alg\u00fan individuo en alg\u00fan lugar tendr\u00e1 que presionar un bot\u00f3n para desplegar esta arma de destrucci\u00f3n masiva. La implicaci\u00f3n es que, en \u00faltima instancia, la decisi\u00f3n la tomar\u00e1 la persona cuyo dedo o mano pase por encima de ese bot\u00f3n.<\/p>\n

As\u00ed no es como funciona en Oppenheimer<\/i>. Hay un gran bot\u00f3n rojo, como se espera de cualquier pel\u00edcula sobre bombas nucleares. El escritor y director Christopher Nolan y la editora Jennifer Lame siguen cort\u00e1ndolo, record\u00e1ndole a la audiencia su existencia. Sin embargo, ese bot\u00f3n no provoca la detonaci\u00f3n, que est\u00e1 en cuenta atr\u00e1s. En cambio, J. Robert Oppenheimer (Cillian Murphy) indica que se debe presionar para cancelar la prueba si el voltaje cae por debajo de un nivel espec\u00edfico. En Oppenheimer<\/i>el bot\u00f3n es no<\/i> presionado, pero la bomba a\u00fan <\/i>detona<\/p>\n

Existe una teor\u00eda de larga data de que la historia est\u00e1 formada por individuos excepcionales. El fil\u00f3sofo Thomas Carlyle argument\u00f3 que \u201cla historia del mundo no es m\u00e1s que la biograf\u00eda de grandes hombres\u201d. Hay un atractivo comprensible para esta idea, la noci\u00f3n de que el arco de la historia puede ser guiado por seres humanos con una visi\u00f3n o perspicacia \u00fanica. Este es tambi\u00e9n el modo predeterminado de la cl\u00e1sica pel\u00edcula biogr\u00e1fica hagiol\u00f3gica de Hollywood, de gandhi<\/i> a la lista de Schindler<\/i>contando historias de un mundo formado por personas excepcionales.<\/p>\n

Oppenheimer<\/i> es una deconstrucci\u00f3n de esta idea. Christopher Nolan ha creado una pel\u00edcula que aparentemente funciona como una pel\u00edcula biogr\u00e1fica cl\u00e1sica, adaptada de Prometeo americano: el triunfo y la tragedia de J. Robert Oppenheimer<\/i>, Kai Bird y Martin J. Sherwin, la biograf\u00eda ganadora del Premio Pulitzer del hombre conocido como \u201cel padre de la bomba at\u00f3mica\u201d. La pel\u00edcula es notablemente fiel a los detalles de la vida de Oppenheimer, y Bird la describe como \u00abun logro art\u00edstico impresionante\u00bb.<\/p>\n

Oppenheimer<\/i> presenta a su protagonista como un individuo verdaderamente excepcional, capaz de dar una conferencia sobre mec\u00e1nica cu\u00e1ntica en holand\u00e9s despu\u00e9s de solo seis semanas con el idioma. Es inteligente, erudito y perspicaz. Es intelectualmente curioso sin ser ingenuo. Oppenheimer<\/i> hace un argumento convincente de que el f\u00edsico del mismo nombre era realmente el solo<\/i> cient\u00edfico que podr\u00eda haber supervisado el desarrollo de la bomba at\u00f3mica en el tiempo disponible.<\/p>\n

El segundo acto de la pel\u00edcula es una historia bastante sencilla sobre Oppenheimer liderando la carrera contra los nazis para desarrollar el arma de destrucci\u00f3n masiva, utilizando sus habilidades \u00fanicas para resolver problemas para lograr una tarea aparentemente imposible. Es f\u00e1cil imaginar una versi\u00f3n mucho m\u00e1s corta y convencional de Oppenheimer<\/i>\u00fanicamente sobre la planificaci\u00f3n y prueba de la bomba en Los \u00c1lamos que fue supervisada por un gran hombre.<\/p>\n

Oppenheimer<\/i> es un trabajo fenomenal porque se extiende m\u00e1s all\u00e1 de esa narrativa simplista para contar una historia m\u00e1s complicada. En efecto, Oppenheimer<\/i> se cuenta en gran parte a trav\u00e9s de flashbacks. M\u00e1s que eso, es una historia explorada a trav\u00e9s de dos conjuntos de flashbacks en competencia que ofrecen interpretaciones algo diferentes de eventos clave. La pel\u00edcula alterna entre los flashbacks en color de J. Robert Oppenheimer y los recuerdos en blanco y negro del almirante Lewis Strauss (Robert Downey Jr.). No hay una historia verdadera, ni una narraci\u00f3n \u00fanica.<\/p>\n

Oppenheimer est\u00e1 a la vanguardia de lo que Niels Bohr (Kenneth Branagh) describe como \u201cuna nueva ciencia\u201d, que se extiende m\u00e1s all\u00e1 de la teor\u00eda de la relatividad propuesta por Albert Einstein (Tom Conti). Esta no es una ciencia de certeza absoluta, sino de probabilidad. En esta ciencia, la luz puede ser ambos<\/i> una ola y<\/i> una part\u00edcula, el universo unido por cuerdas invisibles. Es una cosmovisi\u00f3n que Einstein rechaz\u00f3 porque cre\u00eda que \u201cDios no juega a los dados\u201d con el universo.<\/p>\n

Oppenheimer<\/i> une esta comprensi\u00f3n de la f\u00edsica con una revoluci\u00f3n m\u00e1s amplia en la cultura y la pol\u00edtica. Oppenheimer estudia a Picasso, lee \u201cLa tierra bald\u00eda\u201d y medita sobre El Capital<\/i>, entendiendo que todos son quiz\u00e1s expresiones de la misma comprensi\u00f3n cambiante del universo. La pel\u00edcula en s\u00ed hace una afirmaci\u00f3n similar, argumentando que la historia puede entenderse de la misma manera que estos movimientos cient\u00edficos, culturales y pol\u00edticos.<\/p>\n

Rechazando la formulaci\u00f3n tradicional de biopics tradicionales, Oppenheimer <\/i>sostiene que la historia no es la biograf\u00eda de grandes hombres, sino narraciones contradictorias y en competencia que a menudo existen m\u00e1s all\u00e1 del control de los individuos. La grandeza y la intenci\u00f3n tienen poco que ver con c\u00f3mo se desarrollan los acontecimientos. El mundo es ca\u00f3tico, arbitrario y aleatorio. Cualquier intento de creer lo contrario es vanidad y ego, un intento de afirmar la importancia de uno frente a una gran fuerza c\u00f3smica.<\/p>\n

Oppenheimer<\/i> medita sobre la cuesti\u00f3n de la responsabilidad del personaje principal por el uso del arma que desarroll\u00f3. Despu\u00e9s de todo, siempre entendi\u00f3 que el arma tendr\u00eda que ser utilizada. Hablando de los pol\u00edticos y oficiales militares que controlar\u00e1n la bomba, Oppenheimer les explica a sus compa\u00f1eros cient\u00edficos que la muerte de Hitler no les impedir\u00e1 desplegarla. \u201cNo le temer\u00e1n hasta que lo entiendan\u201d, aconseja a sus colegas. \u201cY no lo entender\u00e1n hasta que lo usen\u201d. Sin embargo, todav\u00eda est\u00e1 horrorizado por la realidad de la bomba.<\/p>\n

Repetidamente a lo largo de la pel\u00edcula, Oppenheimer disfruta de la gloria de la adulaci\u00f3n p\u00fablica. El presidente Truman (Gary Oldman) lo describe como \u00abla persona m\u00e1s famosa del planeta\u00bb, ya que su retrato adorna la portada de Tiempo<\/i>. Strauss habla de c\u00f3mo Oppenheimer se ve a s\u00ed mismo como \u201cla persona m\u00e1s importante del mundo\u201d. En repetidas ocasiones a lo largo de la pel\u00edcula, la esposa de Oppenheimer, Kitty (Emily Blunt), reprende sus engre\u00eddos intentos de martirio autocompasivo.<\/p>\n

Oppenheimer lucha por comprender cu\u00e1n impotente es en el gran esquema de las cosas, incluso cuando se trata de su propia invenci\u00f3n. Es rechazado cuando ofrece consejos a la Fuerza A\u00e9rea sobre la altura ideal para la detonaci\u00f3n. Se queda despierto toda la noche antes de que caiga la bomba, esperando una llamada telef\u00f3nica que nunca llega para avisarle que se llevar\u00e1 a cabo. Hay una sensaci\u00f3n de autosuficiencia sofocante al respecto. En su conversaci\u00f3n, Truman descarta la autocompasi\u00f3n de Oppenheimer, \u00abHiroshima no se trata de t\u00fa<\/i>.\u201d<\/p>\n

Nolan se inspira en la iconograf\u00eda del western, m\u00e1s que en cualquiera de sus pel\u00edculas desde Recuerdo<\/i> o Insomnio<\/i>. Oppenheimer es due\u00f1o de un rancho en Nuevo M\u00e9xico. Monta a caballo, usa un gran sombrero y va a acampar en el desierto. Supervisa la construcci\u00f3n de una ciudad fronteriza en un cementerio de nativos americanos, convirti\u00e9ndose en el \u00abfundador, alcalde, sheriff\u00bb de una comunidad conectada con el resto del pa\u00eds por ferrocarril. En un momento, Truman pregunta qu\u00e9 deber\u00edan hacer con Los \u00c1lamos despu\u00e9s de la guerra. \u201cDevu\u00e9lvelo a los indios\u201d, sugiere con seriedad Oppenheimer. Su petici\u00f3n es ignorada.<\/p>\n

Esta iconograf\u00eda occidental tiene sentido. Oppenheimer<\/i> est\u00e1 ligado al mito del excepcionalismo estadounidense, la noci\u00f3n rom\u00e1ntica de los individualistas duros que dan forma a la historia por pura fuerza de voluntad. \u00ab\u00bfSabes cu\u00e1ndo los rusos tendr\u00e1n una bomba?\u00bb Truman le pregunta ret\u00f3ricamente a Oppenheimer. Oppenheimer tartamudea a la mitad de una respuesta, antes de que Truman lo interrumpa: \u201cNunca\u201d. Por supuesto, esto es una falacia. Era inevitable que Rusia desarrollara una bomba at\u00f3mica. Estados Unidos nunca fue tan especial como para mantener un monopolio.<\/p>\n

La importancia personal de Oppenheimer se refleja en otros personajes. Truman descarta su sentimiento de responsabilidad por la destrucci\u00f3n de Hiroshima y Nagasaki argumentando que a los japoneses solo les importa qui\u00e9n dio la orden de lanzar la bomba. \u00abHice eso\u00bb, afirma Truman. Esto se siente como un alarde del hombre que afirm\u00f3: \u00abLa pelota se detiene aqu\u00ed\u00bb, y que descarta a Oppenheimer como un \u00abllor\u00f3n\u00bb. La iron\u00eda es que el propio Truman es visto como un pasajero en la historia, y solo toma esa decisi\u00f3n debido a la muerte del presidente Franklin D. Roosevelt.<\/p>\n

Cuando las decisiones clave son tomadas por personas dentro del mundo de Oppenheimer<\/i>, a menudo son arbitrarios y solipsistas. Estos hombres pueden dar forma a la historia a su manera, pero ciertamente no son grandes hombres. Henry Stimson (James Remar) elimina ostensiblemente Kioto de la lista de objetivos potenciales debido a su \u201cimportancia cultural para el pueblo japon\u00e9s\u201d, pero luego confiesa: \u201cMi esposa y yo estuvimos de luna de miel all\u00ed. Bella ciudad.\u00bb Eso es, en \u00faltima instancia, lo que salva a Kioto del horror at\u00f3mico. Es tan mezquino. De manera similar, el programa at\u00f3mico nazi sufre debido al prejuicio personal de Hitler contra \u201cla ciencia jud\u00eda\u201d de la f\u00edsica cu\u00e1ntica.<\/p>\n

Despu\u00e9s del lanzamiento de la bomba at\u00f3mica, Oppenheimer es v\u00edctima del Terror Rojo. Sin embargo, la pel\u00edcula se\u00f1ala que este ataque a su reputaci\u00f3n no tiene nada que ver con la pol\u00edtica o la seguridad. En cambio, est\u00e1 impulsado por la animosidad personal de personas como Lewis Strauss y Edward Teller (Benny Safdie). Las audiencias sobre el pasado comunista de Oppenheimer son, en \u00faltima instancia, solo un intento de Strauss de controlar la narrativa de la historia, hasta el punto de filtrar citas directamente a Tiempo<\/i>coloc\u00e1ndose en la portada.<\/p>\n

El \u00e1nimo de Strauss no tiene sus ra\u00edces en ninguna ideolog\u00eda mayor. Est\u00e1 anclado en una amalgama de trucos sociales menores, algunos reales y otros imaginarios. Se enfada con Oppenheimer describiendo su pasado como \u201cun humilde vendedor de zapatos\u201d. Es humillado p\u00fablicamente cuando Oppenheimer descarta sus argumentos sobre la exportaci\u00f3n de is\u00f3topos para uso m\u00e9dico. Strauss tambi\u00e9n est\u00e1 obsesionado por una conversaci\u00f3n entre Oppenheimer y Einstein en Princeton, despu\u00e9s de la cual Einstein no pudo mirarlo a los ojos. Es asombrosamente pat\u00e9tico, pero funciona. Es suficiente para destruir a Oppenheimer.<\/p>\n

La iron\u00eda de esto es que la piedra angular del resentimiento de Strauss hacia Oppenheimer \u2014la conversaci\u00f3n con Einstein\u2014 se hab\u00eda nada<\/i> que hacer con \u00e9l. Como pregunta un asistente an\u00f3nimo del Senado (Alden Ehrenreich): \u201c\u00bfAlguna vez pensaste que tal vez ni siquiera estaban hablando de ti? \u00bfQuiz\u00e1s estaban hablando de algo m\u00e1s importante? Resulta que lo eran: el miedo a que la aniquilaci\u00f3n nuclear fuera inevitable. Sin embargo, Strauss carece de la conciencia y la comprensi\u00f3n para ver m\u00e1s all\u00e1 de s\u00ed mismo, para considerar cualquier cosa que no sea su propia importancia.<\/p>\n

En Oppenheimer<\/i>, la ambici\u00f3n y los planes a menudo se ven frustrados por la mezquindad y el azar. Oppenheimer construye la bomba para usarla contra los nazis, pero Alemania es derrotada sin ella. \u00c9l imagina un orden at\u00f3mico global construido alrededor de los planes de Roosevelt para las Naciones Unidas, pero la muerte de Roosevelt pone a Truman a cargo. Eisenhower recomienda a Strauss para un puesto en el gabinete, pero el senador John F. Kennedy lo bloquea. Como presidente, Kennedy toma la decisi\u00f3n de otorgar a Oppenheimer el Premio Fermi, pero su asesinato significa que es otorgado por Lyndon B. Johnson (Hap Lawrence).<\/p>\n

En las escenas finales de la pel\u00edcula, Einstein reflexiona sobre la idea de que la historia marcha sobre individuos del pasado. Despu\u00e9s de todo, la historia dej\u00f3 atr\u00e1s a Einstein. Sugiere que lo mismo eventualmente ocurrir\u00e1 con Oppenheimer, algo que la pel\u00edcula confirma. Oppenheimer<\/i> es un rechazo del mito del gran hombre, lo que sugiere que la historia es una fuerza mucho m\u00e1s complicada.<\/p>\n<\/p><\/div>\n


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