{"id":749025,"date":"2023-07-28T19:04:52","date_gmt":"2023-07-28T19:04:52","guid":{"rendered":"https:\/\/magazineoffice.com\/muere-el-escritor-martin-walser-a-los-96-anos\/"},"modified":"2023-07-28T19:04:56","modified_gmt":"2023-07-28T19:04:56","slug":"muere-el-escritor-martin-walser-a-los-96-anos","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/magazineoffice.com\/muere-el-escritor-martin-walser-a-los-96-anos\/","title":{"rendered":"Muere el escritor Martin Walser a los 96 a\u00f1os"},"content":{"rendered":"


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Fue uno de los escritores e intelectuales m\u00e1s importantes de Alemania. Su obra tuvo una influencia significativa en la Rep\u00fablica Federal y su constituci\u00f3n intelectual.<\/p>\n

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Martin Walser, retratado en Z\u00farich, el 9 de septiembre de 2018. <\/h2>\n

Ga\u00ebtan Bally \/ Keystone<\/span><\/p>\n<\/div>\n<\/figcaption><\/figure>\n

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Cioran dijo una vez: \u00ab\u00a1Ay del libro que puedes leer sin hacerte preguntas sobre su autor!\u00bb Uno podr\u00eda hacerse un sinf\u00edn de preguntas sobre los libros de Martin Walser, y no s\u00f3lo eso: la persona de este gran escritor siempre fue un misterio.<\/p>\n

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Mientras que otros importantes autores alemanes de la segunda mitad del siglo pod\u00edan reducirse m\u00e1s o menos a una caracter\u00edstica -el B\u00f6ll moral, el glorioso Grass, el exc\u00e9ntrico Schmidt, el brillante Enzensberger-, el talento de Walser para la m\u00edmica parec\u00eda tan pronunciado que us\u00f3 innumerables disfraces y m\u00e1scaras: como descendiente o de Kafka (la prosa temprana) o de Brecht (los dramas y ensayos pol\u00edticos), como aferrado a la tierra o como trotamundos cosmopolita, como \u00abizquierdista\u00bb o \u00abderechista\u00bb, como provocador encantador.<\/p>\n

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Por supuesto que siempre brill\u00f3. Cualquiera que vea a Walser dando un discurso en la televisi\u00f3n de alrededor de 1970 puede imaginar f\u00e1cilmente a este hombre guapo y eminentemente elocuente en el papel de tribuno del pueblo para cualquier partido. En aquel entonces, en la \u00e9poca de la Guerra de Vietnam y las leyes de emergencia, era la izquierda, espor\u00e1dicamente incluso la extrema izquierda, con la que Walser simpatizaba, pero nunca quiso pertenecer a ning\u00fan bloque, a ninguna ideolog\u00eda, aunque solo fuera porque era completamente repugnante a su naturaleza.<\/p>\n

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Don Quijote y Sancho Panza<\/span><\/h2>\n

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Tomar partido por los d\u00e9biles o dependientes tiene que ver con la traumatizaci\u00f3n temprana, con la muerte del padre, un posadero en Wasserburg en el lago de Constanza, con la dura lucha de la madre por la vida, con la quiebra siempre amenazante. Walser se alegr\u00f3 de decir que solo ten\u00eda seguridad financiera con el \u00e9xito comercial de su novela \u00abA Fleeing Horse\u00bb (1978).<\/p>\n

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Hasta entonces, llev\u00f3 la precaria existencia de un prol\u00edfico hombre de familia, cuya visi\u00f3n de la sociedad proviene de las clases bajas, de las llamadas personitas que quieren ascender en medio de esta sociedad: ch\u00f3feres, publicistas, corredores.<\/p>\n

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En \u00abHalf Time\u00bb, \u00abThe Unicorn\u00bb, \u00abThe Fall\u00bb, el nombre del h\u00e9roe era Anselm Kristlein, estaba lleno de arena y grano de Walser, es decir, una persona sensible al lenguaje, esforz\u00e1ndose por salir al mundo, obligado por su esposa a irse a casa. , t\u00edmido conquistador, Don Quijote y Sancho Panza a la vez. Trataba a los tipos exitosos a su alrededor, los hombres con dinero y \u201conce compromisos\u201d, con una mezcla sofisticada de admiraci\u00f3n e iron\u00eda.<\/p>\n

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Fue la iron\u00eda lo que dio a la prosa de Walser su elegancia y agudeza. Nada era sagrado para el joven Walser (aparte de sus dioses dom\u00e9sticos H\u00f6lderlin, Kafka, Robert Walser), para el posterior muchas cosas: el hecho de que una Alemania intacta y unificada le perteneciera era ocasionalmente irritante. Pero las objeciones pol\u00edticas de Walser se basaron siempre y exclusivamente en lo que era razonable para el individuo y las masas y lo que no lo era; una Alemania dividida para siempre era decididamente inaceptable.<\/p>\n

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Walser nunca dud\u00f3 ni por un momento del peso incomparable de la culpa alemana, pero la inconmensurabilidad de esta culpa hist\u00f3rica fue la raz\u00f3n por la cual no pudo ser compensada con gestos simb\u00f3licos o de poder pol\u00edtico. Este contempor\u00e1neo probablemente vio m\u00e1s claramente que otros cuyas posiciones parec\u00edan m\u00e1s pol\u00edticamente correctas que los no remunerados siempre ser\u00edan irremunerables.<\/p>\n

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Un erotista de precisi\u00f3n<\/span><\/h2>\n

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Despu\u00e9s de un per\u00edodo medio creativo, en el que la prosa de Walser cambi\u00f3 de ritmo, las frases se acortaron sin terminar nunca en lo lac\u00f3nico, las novelas creadas hacia 1985 se embriagaron desinhibidamente de nuevo con un amor por el lenguaje -no gusta hablar del poder del lenguaje con este apacible-, que pretend\u00eda seguir la pista de las interminables apor\u00edas de la existencia y, cada vez m\u00e1s clara, especialmente del sexo.<\/p>\n

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Porque por encima de todo, Martin Walser era un er\u00f3tico, escribi\u00f3 sobre ello en un intento de aclararlo, desde la pubertad (\u00abEin Jumping Fountain\u00bb, 1998) pasando por la plenitud de la edad adulta hasta la vejez (\u00abDer Moment der Liebe\u00bb, 2004 ); el amor al lenguaje, el amor a la precisi\u00f3n, sigue al amor f\u00edsico hasta los rincones m\u00e1s remotos donde es, por as\u00ed decirlo, dial\u00e9ctico.<\/p>\n

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En uno de los libros m\u00e1s hermosos de Walser, la novela universitaria estadounidense Surf, leemos: La ni\u00f1a es un medio para un fin. Cebo puesto solo para volver loco al cebado. Si vieras eso cada segundo, te resistir\u00edas. As\u00ed que el estimulante, el cuerpo emocional bien arreglado tiene un sentido. Ella sirve. Sientes. Se logra el prop\u00f3sito de la Transfiguraci\u00f3n: se olvida que la Transfiguraci\u00f3n tiene un prop\u00f3sito. El medio se convierte en el uno y el todo. Pero como hace tiempo que se despoj\u00f3 de su sentido a la finalidad rectora, la reproducci\u00f3n, la transfiguraci\u00f3n se considera una finalidad aparente, es decir, la apariencia sirve a una apariencia. Eso es lo que te est\u00e1 costando tu tiempo, tu vida, d\u00eda y noche. Una farsa\u00bb.<\/p>\n

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Brillante ya la vez m\u00e1s desesperada, pero tambi\u00e9n m\u00e1s relajada, no se puede expresar con palabras el estado de cosas desde el punto de vista de un hombre de mediana edad (casado, pero solo). Uno no hace justicia a los h\u00e9roes de Walser si solo los ve como hedonistas, buscadores de placer ego\u00edstas y ad\u00falteros. Siempre se trata nada menos que del amor y, a veces, como en la novela casi bizarra \u00abLa defensa de la infancia\u00bb (1991), incluso del amor por la propia madre.<\/p>\n

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amor y cuidado<\/span><\/h2>\n

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\u00abLo que me parece hermoso y lo que me gustar\u00eda hacer es un libro sobre nada, un libro sin ataduras externas, que se sustente en la fuerza interior de su estilo [. . .], un libro que casi no tiene tema, o al menos donde el tema es casi invisible. . .\u00bb Esta afirmaci\u00f3n casi podr\u00eda ser del difunto Walser, quien escribi\u00f3 un ensayo titulado \u00abLa administraci\u00f3n de la nada\u00bb, pero es unos cien a\u00f1os m\u00e1s antigua y proviene de Gustave Flaubert.<\/p>\n

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Aparte de esta nada despreciable coincidencia, Walser es el anti-Flaubert por excelencia: donde el novelista franc\u00e9s rociaba de escarnio a sus personajes, el poeta del lago de Constanza les dedic\u00f3 todo el cuidado y el amor a los que, a su juicio, ten\u00edan un leg\u00edtimo correcto, \u00e9l mismo y justo cuando sus vidas parec\u00edan haberse ido de las manos.<\/p>\n

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Walser siempre ha enfatizado que su visi\u00f3n del mundo y del hombre alcanz\u00f3 su plena y \u00faltima validez en sus novelas, no en sus argumentos pol\u00edticos y declaraciones de opini\u00f3n. Porque la imagen del hombre en la novela se perfila involuntariamente, mientras que el alegato es arbitrario. \u201cAfortunadamente, puede encontrar algo en lo que valga la pena estar de acuerdo en cada opini\u00f3n\u201d, dice, con una peque\u00f1a dosis de iron\u00eda, sobre el hombre t\u00edmido, el h\u00e9roe de un autorretrato ensay\u00edstico titulado \u201cAn Essay on Shyness\u201d. A pesar de esta limitaci\u00f3n, los numerosos ensayos son parte integral de la obra de Walser, y con su perspicacia, su brillantez y su a veces excesivo amor por la argumentaci\u00f3n, incluso forman parte de su n\u00facleo.<\/p>\n

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\u201cProbablemente, si quieres ser amado, tienes que amar\u201d: Esta es una f\u00f3rmula aparentemente simple, casi tautol\u00f3gica del libro de aforismos \u201cLos pensamientos de Messmer\u201d, publicado en 1985. Walser fue capaz de crear una cercan\u00eda en el trato con la gente como casi ning\u00fan otro grande; Ser hablado por \u00e9l en t\u00e9rminos de nombre de pila no era una distinci\u00f3n especial, pero casi inevitable. Martin Walser am\u00f3 y fue amado. Nacido en 1927 a orillas del lago de Constanza, Martin Walser pas\u00f3 gran parte de su vida en sus orillas, en su casa de Nussdorf. Este escritor, que tan fuerte influencia tuvo en la vida intelectual de su \u00e9poca, falleci\u00f3 la noche del viernes a los 96 a\u00f1os.<\/p>\n

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