Agrandar
\/<\/span> Una captura de pantalla de un art\u00edculo de PCWorld al que le falta una imagen.<\/div>\nArs Technica<\/p>\n<\/figcaption><\/figure>\n
Las causas de la rotura de enlaces incluyen cierres de sitios web, migraciones de servidores, cambios a nuevos sistemas de administraci\u00f3n de contenido y m\u00e1s. Ahora podemos agregar otro culpable a la lista: la poda de contenido para SEO. Tal vez sea otra se\u00f1al de lo mal que se han vuelto las cosas con los resultados de b\u00fasqueda de Google, llenos de sitios basura generados algor\u00edtmicamente, que publicaciones como CNET lleguen a tales extremos para mantenerse por encima del mar de ruido.<\/p>\n
Incluso si los sitios web no eliminan el contenido por completo, ciertos archivos pueden verse comprometidos con el tiempo de otras maneras. Durante la \u00faltima d\u00e9cada, una plaga de trolls de derechos de autor amenaz\u00f3 a muchas publicaciones con demandas judiciales por usar im\u00e1genes de una manera que probablemente constituir\u00eda uso justo si se probara en un tribunal. Pero los juicios son costosos, por lo que los trolls ganaron al recibir acuerdos en efectivo. En respuesta, muchos sitios web eliminaron las im\u00e1genes antiguas de los art\u00edculos en lugar de clasificar millones de ellas individualmente. Los archivos en algunos de los sitios web de IDG, como PCWorld y Macworld, se han visto afectados por esta selecci\u00f3n de im\u00e1genes.<\/p>\n
Afortunadamente, no todos los sitios web ignoran sus archivos o caen en la trampa del SEO. Por ejemplo, en Ars Technica, a\u00fan puede encontrar art\u00edculos escritos hace 25 a\u00f1os (y muchos en su formato original), y la funci\u00f3n de b\u00fasqueda de Ars a\u00fan funciona muy bien.<\/p>\n
Desde tiempos inmemoriales, la protecci\u00f3n del contenido hist\u00f3rico ha requerido hacer muchas copias sin autorizaci\u00f3n, independientemente de las fuerzas culturales o comerciales en juego, y eso no ha cambiado con Internet. Los archivistas operan en un universo IP paralelo, tomando prestados fragmentos de la realidad y manteni\u00e9ndolos a salvo hasta que las decisiones comerciales miopes y el proteccionismo de los derechos de autor desaparezcan. Con suerte, a pesar de la descomposici\u00f3n de los enlaces, los futuros historiadores pueden reconstruir una historia precisa de nuestra fr\u00e1gil era digital.<\/p>\n<\/p><\/div>\n