{"id":768870,"date":"2023-08-12T18:58:23","date_gmt":"2023-08-12T18:58:23","guid":{"rendered":"https:\/\/magazineoffice.com\/la-fortaleza-de-san-gotardo-fue-una-vez-ultrasecreta-hoy-todo-el-mundo-puede-subir-a-las-fauces-de-la-montana\/"},"modified":"2023-08-12T18:58:28","modified_gmt":"2023-08-12T18:58:28","slug":"la-fortaleza-de-san-gotardo-fue-una-vez-ultrasecreta-hoy-todo-el-mundo-puede-subir-a-las-fauces-de-la-montana","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/magazineoffice.com\/la-fortaleza-de-san-gotardo-fue-una-vez-ultrasecreta-hoy-todo-el-mundo-puede-subir-a-las-fauces-de-la-montana\/","title":{"rendered":"La Fortaleza de San Gotardo fue una vez ultrasecreta. Hoy todo el mundo puede subir a las fauces de la monta\u00f1a"},"content":{"rendered":"


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Hace exactamente un cuarto de siglo, las tropas abandonaron la base militar subterr\u00e1nea. Los pasillos y cavernas ahora est\u00e1n llenos de temas de Goethe a Guisan.<\/p>\n

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Solo unas pocas aberturas revelan desde el exterior que una antigua fortaleza del ej\u00e9rcito suizo est\u00e1 oculta bajo el paso de San Gotardo.<\/h2>\n

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Ya se ha atribuido mucho al Gotardo, este mito entre las monta\u00f1as suizas. Adem\u00e1s del Rin, R\u00f3dano, Reuss y Ticino, muchos productos de la imaginaci\u00f3n humana brotan de sus alrededores. La monta\u00f1a que conecta el norte y el sur y al mismo tiempo lo divide, todo lo ha soportado con paciencia, por mucho que le haya estado retumbando en las entra\u00f1as.<\/p>\n

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En los dos \u00faltimos siglos el hombre ha penetrado profundamente en ellas, las ha perforado para garantizar necesidades b\u00e1sicas como la seguridad, la movilidad y el abastecimiento de energ\u00eda y agua. El primer t\u00fanel ferroviario de 1882 fue el m\u00e1s largo del mundo en ese momento, al igual que el t\u00fanel de carretera inaugurado en 1980 y m\u00e1s a\u00fan el t\u00fanel de base de 57 kil\u00f3metros de 2016.<\/p>\n

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Baluarte a trav\u00e9s de la Guerra Fr\u00eda<\/span><\/h2>\n

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No tan famosa es la extensa fortaleza de San Gotardo dentro de la monta\u00f1a en el paso, en cuyo laberinto avanzamos en este d\u00eda de verano. El general Guisan lo inici\u00f3 en la Segunda Guerra Mundial como pilar de su plan reduit, seg\u00fan el cual los Alpes y por tanto todo el pa\u00eds deb\u00edan ser protegidos frente a posibles invasores de Alemania o Italia. <\/p>\n

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Sesenta a cien trabajadores trabajaron en cuatro turnos durante cuatro a\u00f1os. Y cuando terminaron el trabajo de 10 millones de francos suizos con 2,4 kil\u00f3metros de t\u00faneles, pozos y cavernas a fines de 1944, la guerra casi hab\u00eda terminado. Pero la fortaleza, dise\u00f1ada para hasta cuatrocientos hombres y con una superficie \u00fatil de 8.000 metros cuadrados, le sobrevivi\u00f3 por d\u00e9cadas, tambi\u00e9n gracias a la Guerra Fr\u00eda. Durante m\u00e1s de medio siglo, este \u00abSasso da Pigna\u00bb estuvo en funcionamiento en el municipio de Airolo, bajo el m\u00e1s estricto secreto. No se cerr\u00f3 finalmente hasta 2001, tres a\u00f1os despu\u00e9s de que se fueran las \u00faltimas tropas.<\/p>\n

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Afortunadamente, la historia de este mundo cavernario no termin\u00f3 ah\u00ed. Esto es gracias a un grupo liderado por Martin Immenhauser, el \u00faltimo comandante de la fortaleza. Se convirti\u00f3 en presidente fundador de la Fundaci\u00f3n privada Sasso San Gottardo, que en 2004 se fij\u00f3 el objetivo de preservar y abrir las instalaciones, no solo para los visitantes interesados \u200b\u200ben la historia militar. La conversi\u00f3n, de la que un tercio corri\u00f3 a cargo de las arcas p\u00fablicas, se complet\u00f3 hace once a\u00f1os. Desde entonces, la gama de temas relacionados con la historia del Gotardo se ha ampliado gradualmente.<\/p>\n

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Los ca\u00f1ones de la fortaleza son solo para fines de exhibici\u00f3n.<\/h2>\n

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El resultado es una mezcla de museo, amueblado con amor por los detalles, y un sitio hist\u00f3rico subterr\u00e1neo. Desde principios de junio hasta mediados de octubre, cualquiera puede explorarlos por una tarifa de entrada de CHF 25, lo que hacen alrededor de 17,000 visitantes cada temporada. Seg\u00fan la direcci\u00f3n del museo, alrededor de una d\u00e9cima parte de ellos habla ingl\u00e9s; su proporci\u00f3n ha aumentado constantemente con la apertura del hotel de lujo \u00abChedi\u00bb en las cercan\u00edas de Andermatt. Y en estos d\u00edas, cuando todos los trenes circulan por la antigua ruta de San Gotardo debido al cierre accidental del t\u00fanel ferroviario, un desv\u00edo podr\u00eda ser particularmente \u00fatil.<\/p>\n

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Entras en este inframundo en la parte superior del paso, unos buenos 2000 metros sobre el nivel del mar. M., con vistas al antiguo Sust, donde las mulas cambiaban de caballo, el hospicio anta\u00f1o regentado por capuchinos y gigantescos aerogeneradores con rotores de casi cien metros de di\u00e1metro. Entre rocas, estampadas de verde y manchadas de blanco por la nieve, espera una puerta cuadrada, sobre ella la cruz suiza, flanqueada por los escudos de armas de Uristier y Ticino. \u00a1\u00c1brete S\u00e9samo!<\/p>\n

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El t\u00fanel de entrada de 300 metros de largo est\u00e1 revestido con placas con los nombres de patrocinadores privados e institucionales. Son tanto una fuente de ingresos como el caf\u00e9-quiosco, donde se pueden comprar galletas militares y un \u00abvino de general\u00bb de la Suiza franc\u00f3fona en honor a Guisan. Damian Zingg muestra con orgullo una de las botellas. El todoterreno de Zug, nacido en 1967, un todoterreno con estilo autodidacta, dirige el Sasso San Gottardo desde hace nueve a\u00f1os. Casi ning\u00fan otro director de museo maneja tal variedad de temas y materiales, y sus historias y an\u00e9cdotas dan vida incluso al granito.<\/p>\n

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Una fuerza G especial<\/span><\/h2>\n

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Llegamos a las primeras cavernas, donde, entre otras cosas, se instal\u00f3 la cocina, un peque\u00f1o hospital y una mini central el\u00e9ctrica, cuya habitaci\u00f3n a\u00fan hoy puedes reconocer con los ojos cerrados por el olor a di\u00e9sel. En algunas partes las paredes han sido derribadas. Aqu\u00ed se est\u00e1 creando una instalaci\u00f3n de arte, y aqu\u00ed es donde EPF Lausanne pronto realizar\u00e1 su misi\u00f3n espacial anal\u00f3gica Asclepios II, que pretende simular las condiciones de una estaci\u00f3n de investigaci\u00f3n en el polo sur de la luna.<\/p>\n

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Fuera del horario de apertura, encontrar\u00e1s una calma que se ha convertido en un bien escaso, al menos para los habitantes de la ciudad. Pero tambi\u00e9n se cultiva para los visitantes, con \u00absesiones\u00bb en una caverna de doce metros de altura equipada con tumbonas, cuya gran ac\u00fastica la predestina tambi\u00e9n para conciertos. Fue inaugurado el verano pasado (con motivo del d\u00e9cimo aniversario, moderado por Christa Rigozzi, a quien, por supuesto, ser\u00eda una barbaridad calificar de veterana del Tesino).<\/p>\n

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Esta instalaci\u00f3n subterr\u00e1nea no es apta para claustrof\u00f3bicos, aunque muestra el final del t\u00fanel.<\/h2>\n

Ga\u00ebtan Bally \/ Keystone<\/span><\/p>\n<\/div>\n<\/figcaption><\/figure>\n

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Se incluye una mirada a la antigua \u00abmini central el\u00e9ctrica\u00bb.<\/h2>\n

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El Matterhorn puede beneficiarse de ser m\u00e1s reconocible en tiempos de Instagram, pero ning\u00fan otro mito est\u00e1 tan estrechamente relacionado con la identidad suiza como el del Gotardo. Durante la Segunda Guerra Mundial, el gobierno del estado hizo instalar aqu\u00ed un castillo subterr\u00e1neo para su protecci\u00f3n.M\u00e1s tarde, un comprador privado convirti\u00f3 este b\u00fanker del Consejo Federal en una caja fuerte. Y en esta regi\u00f3n, escenario del juramento de los primeros confederados en 1291, Goethe tambi\u00e9n se entusiasm\u00f3 con la saga Tell, que Friedrich Schiller verti\u00f3 en drama por sugerencia suya.<\/p>\n

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El a\u00f1o pasado tambi\u00e9n se cre\u00f3 una exposici\u00f3n permanente en cooperaci\u00f3n con la Swiss Goethe Society sobre el pr\u00edncipe poeta, quien describi\u00f3 esta regi\u00f3n como \u00abla regi\u00f3n favorita y m\u00e1s interesante\u00bb que conoc\u00eda: Goethe se sinti\u00f3 atra\u00eddo por el Gotardo tres veces, comenzando en el verano de 1775 su primer viaje a Suiza. \u00bfPor qu\u00e9 volvi\u00f3 aqu\u00ed de entre todos los lugares, en la principal divisoria de aguas europea, m\u00e1s cerca que nunca del anhelado sur? El espect\u00e1culo est\u00e1 dedicado a estas y otras cuestiones, complementado con una secci\u00f3n sobre el mito de San Gotardo.<\/p>\n

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Una pizca de aventura<\/span><\/h2>\n

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Una fuerza G muy especial funciona en este microcosmos, en forma de una acumulaci\u00f3n de las iniciales correspondientes: Gotthard, Granit, Gneiss, Guisan, Goethe. Su fascinaci\u00f3n por la geolog\u00eda y el rock va bien con un gabinete de curiosidades forrado con alfombras persas, en cuyas vitrinas se pueden admirar cristales, una experiencia casi sacra.<\/p>\n

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Aunque el \u00abSankt\u00bb antes de \u00abGotthard\u00bb se trague mayoritariamente hoy en d\u00eda en una mezcla de econom\u00eda ling\u00fc\u00edstica, alejamiento de la religi\u00f3n y olvido de la historia: este macizo, que lleva el nombre de un obispo alem\u00e1n que fue canonizado en Italia: Godehard von Hildesheim, tiene un significado casi trascendental efecto.<\/p>\n

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M\u00e1s y m\u00e1s profundamente penetramos en el sistema de corredores h\u00famedos y frescos, como un refugio ideal contra el calor del verano, pero tambi\u00e9n como \u00abt\u00faneles de terapia contra la claustrofobia\u00bb, como comenta Zingg con una sonrisa. Algunas personas que se consideran inmunes al miedo a los espacios reducidos se sienten inc\u00f3modas a pesar de la iluminaci\u00f3n, aunque no se estremezcan un poco. Cualquiera que conozca videojuegos como \u00abResident Evil\u00bb se siente recordado, arm\u00e1ndose contra zombis que podr\u00edan doblar la esquina. \u00bfEs de extra\u00f1ar que el complejo haya servido como tel\u00f3n de fondo para pel\u00edculas de fantas\u00eda?<\/p>\n

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Un sector apartado solo es accesible para tours de aventura en grupos con faros. Y los puestos anunciados por el museo se anuncian como \u00abtrabajos con un estilo aventurero\u00bb. Este laberinto se adentra dos kil\u00f3metros en la monta\u00f1a, a m\u00e1s de 220 metros de altitud. Superamos 20 de ellos en el t\u00fanel de conexi\u00f3n de 400 metros de largo que conduce a la fortaleza hist\u00f3rica, pero el desnivel es apenas visible a simple vista debido a la falta de puntos de referencia. Solo el pulso se acelera un poco al caminar cuesta arriba, y un hombre corre hacia nosotros en la bicicleta sin tener que pedalear. Al personal le gusta moverse por las instalaciones sobre dos ruedas.<\/p>\n

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Al menos ahora creemos que estamos en el vientre de la monta\u00f1a, aunque una cosa est\u00e1 clara: en el mejor de los casos, hemos llegado a las fauces del poderoso macizo. Los \u00faltimos 80 metros de desnivel tendr\u00edan que superarse en unos 500 escalones si el \u201cmetro m\u00e1s alto del Tesino\u201d no viniera al rescate: el funicular autorizado con el orgulloso nombre \u201cMetro del Sasso\u201d, convertido de mercanc\u00edas a transporte de pasajeros en 2012, lleva en el En ning\u00fan momento a todos hasta la parte con los cuarteles de tropa conservados originalmente.<\/p>\n

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el tiempo se detiene<\/span><\/h2>\n

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El tiempo parece haberse detenido aqu\u00ed arriba. Nos estamos sumergiendo en una era en la que los tel\u00e9fonos todav\u00eda ten\u00edan diales que traqueteaban y retroced\u00edan, un caso para el cementerio de sonidos extintos. Hay dormitorios y habitaciones para visitar -a mayor rango, menor n\u00famero de personas compartiendo-, pero tambi\u00e9n una peque\u00f1a exposici\u00f3n sobre la Guerra Fr\u00eda, el apogeo de la militarizaci\u00f3n, y un showroom con vitrinas en las que se exhiben objetos y recortes de peri\u00f3dicos, entre otros. cosas, General est\u00e1n dedicadas a Guisan.<\/p>\n

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La terraza en la parte trasera del complejo ofrece una vista de las monta\u00f1as.<\/h2>\n

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En esta ala, los dos potentes ca\u00f1ones -descargados, por supuesto- apuntan hacia el exterior.El objetivo principal de esta instalaci\u00f3n: el trabajo de artiller\u00eda estaba destinado a apoyar a la infanter\u00eda en el exterior en la defensa del pa\u00eds. Los \u00faltimos artilleros que se desplegaron aqu\u00ed se han inmortalizado en garabatos en la pared. El 1 de octubre de 1996, uno de ellos estableci\u00f3 un r\u00e9cord de carga r\u00e1pida del enorme ca\u00f1\u00f3n: \u00a16 disparos en 37 segundos! Toda la atenci\u00f3n.<\/p>\n

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No muy lejos de esta fuerza concentrada de armas, una terraza al aire libre ofrece una vista panor\u00e1mica impresionante de las monta\u00f1as, a primera vista yermas como de otro planeta. A la izquierda, el ca\u00f1\u00f3n de un ca\u00f1\u00f3n sobresale inquietantemente de una cortina de cadena, uno piensa de repente en la guerra real que se est\u00e1 librando no muy lejos. Pero si miras de cerca, como hizo Goethe, ver\u00e1s florecer la vida: la bolsa sorpresa del Paso de San Gotardo es tambi\u00e9n un biotopo para plantas valientes, desde \u00e1ster alpino hasta cardos plateados, desde \u00e1rnica hasta genciana y tomillo.<\/p>\n

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www.sasso-sangottardo.ch<\/p>\n

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