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El Festival de Cine de Locarno es tambi\u00e9n una plataforma para diplom\u00e1ticos, pero su embajador m\u00e1s fuerte ahora se quita el sombrero.<\/p>\n
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La magia de la Piazza Grande en el 76\u00ba Festival de Cine de Locarno: presentaci\u00f3n del Pardo d’Oro por la contribuci\u00f3n \u00abMantagheye bohrani\u00bb el s\u00e1bado por la noche.<\/h2>\n Imago\/Ipa\/Abaca \/ www.imago-images.de<\/span><\/p>\n<\/div>\n<\/figcaption><\/figure>\n <\/p>\n
El gran arte del cine, al que Locarno se ha dedicado, se nutre de la habilidad intransigente, no diplom\u00e1tica. Y, sin embargo, el rico programa social que rodea a este festival de cine, que finaliz\u00f3 el fin de semana, incluye una \u00abGiornata della diplomazia\u00bb: est\u00e1n invitados todos los embajadores suizos y sus hom\u00f3logos extranjeros en el pa\u00eds, una carga concentrada de influencia.<\/p>\n
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Ciertamente, estos son un poco menos influyentes que los que brindaron con Spritz y Negroni en una glamorosa fiesta de apertura en Minusio la semana pasada, por invitaci\u00f3n de una compa\u00f1\u00eda italiana de licores que domina festivales desde Cannes hasta Venecia. Eventos como el D\u00eda de la Diplomacia representan el reclamo de Locarno de establecerse como el \u00abDavos de la cultura\u00bb en analog\u00eda con el WEF.<\/p>\n
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Postbus con escolta policial<\/span><\/h2>\n <\/p>\n
Diez autobuses postales con escolta policial conducen a los diplom\u00e1ticos entre Locarno y Bellinzona, donde a la visita a un instituto de investigaci\u00f3n m\u00e9dica le sigue una recepci\u00f3n en lo alto del venerable Castelgrande. Se sirven discursos m\u00e1s o menos profundos antes del risotto de azafr\u00e1n un poco superficial, y finalmente habla el embajador no oficial de Ticino y presidente saliente del festival: Marco Solari. Como tantas otras redes, tambi\u00e9n inici\u00f3 esta Giornata al comienzo de su mandato de 23 a\u00f1os.<\/p>\n
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A los innumerables elogios que recibi\u00f3 el capit\u00e1n en su \u00faltimo paso por su festival de cine, se suman ahora algunos en romanche (del presidente del Consejo Nacional, Martin Candina) y uno en lat\u00edn: el consejero federal Ignazio Cassis lo ennoblece como un \u201cdeus ex machina\u201d, luego sobre el ingl\u00e9s como \u00abverdaderamente divino presidente\u00bb y le hace el favor de ensalzar la libertad como valor fundamental de Locarno. El mismo Solari ha estado haciendo esto casi como una rueda de oraci\u00f3n durante a\u00f1os; esto tambi\u00e9n debe entenderse como un tributo a la historia del festival de cine, que nunca fue un reh\u00e9n pol\u00edtico como su contraparte en Venecia, por ejemplo.<\/p>\n
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En este discurso, sin embargo, demuestra sobre todo sus cualidades como embajador del intercambio entre el Sur y el Norte. \u00a1Qu\u00e9 amarga iron\u00eda del destino que justo en los \u00faltimos d\u00edas del festival el t\u00fanel de base de San Gotardo se cierre debido a un accidente! Todav\u00eda no se vio afectada por esto una ceremonia en Monte Verit\u00e0, entre cuyos invitados se encontraban tres ex Consejeros Federales, dos actuales y uno que pronto lo ser\u00e1: Alain Berset, Ministro de Cultura en una gira de despedida, estuvo all\u00ed en una competencia ret\u00f3rica con Solari que se ha convertido casi una tradici\u00f3n (muy agradable).<\/p>\n
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En el transcurso del festival, estos dos caballeros se colmaron de elogios, y uno pronto sinti\u00f3 que sin ninguno de ellos este pa\u00eds se habr\u00eda podrido hace mucho tiempo. Ambos no est\u00e1n libres de vanidad, pero con Solari siempre se tiene la sensaci\u00f3n de que arde mucho m\u00e1s por la causa que por s\u00ed mismo. Adem\u00e1s, no necesita un redactor de discursos, habla libre y profusamente, tiende a abrirse paso en el tesoro de citas de Occidente, ya sea de Plat\u00f3n, Goethe, D\u00fcrrenmatt, ya sea en italiano, franc\u00e9s, ingl\u00e9s, alto o alem\u00e1n de Berna, a veces construyendo hasta un crescendo hasta que casi grita.<\/p>\n
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