{"id":785143,"date":"2023-08-25T04:24:25","date_gmt":"2023-08-25T04:24:25","guid":{"rendered":"https:\/\/magazineoffice.com\/por-que-los-ninos-tienen-que-decir-no-a-las-espinacas\/"},"modified":"2023-08-25T04:24:29","modified_gmt":"2023-08-25T04:24:29","slug":"por-que-los-ninos-tienen-que-decir-no-a-las-espinacas","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/magazineoffice.com\/por-que-los-ninos-tienen-que-decir-no-a-las-espinacas\/","title":{"rendered":"Por qu\u00e9 los ni\u00f1os tienen que decir no a las espinacas"},"content":{"rendered":"


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No es s\u00f3lo el sabor que a los ni\u00f1os deje de gustarles la comida favorita de Popeye. Las verduras estropean a\u00fan m\u00e1s el paladar de un adulto.<\/p>\n

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En mi escuela primaria hab\u00eda un ni\u00f1o llamado Oliver que era un excelente jugador de pelota, un talentoso dibujante y un fan absoluto del personaje c\u00f3mico Popeye, que saca su fuerza de las espinacas enlatadas y canta: \u00abSoy fuerte hasta el ‘finich’ Porque me como espinacas.\u00bb Oli pod\u00eda dibujar al marinero gru\u00f1\u00f3n de antebrazos gruesos en todas las situaciones imaginables. Pero sobre todo le gustaba mostrarle c\u00f3mo jugaba al f\u00fatbol o arrojaba espinacas por encima de la barandilla de su barco. Porque a Oli b\u00e1sicamente no le gustaban las verduras y menos a\u00fan las espinacas. \u00abLa verdad es que Popeye odia las verduras y su fuerza proviene del chocolate\u00bb, dijo Olig y describi\u00f3 de manera impresionante c\u00f3mo \u00e9l mismo resisti\u00f3 los intentos de sus padres de obligarlo a comer verduras: \u00abSi es necesario, tambi\u00e9n las vomitar\u00e9\u00bb. en la mesa.\u00bb<\/p>\n

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Admiraba a Oli por su habilidad, coraje, ira y voluntad de resistir. Para m\u00ed era una especie de h\u00e9roe. Porque yo mismo era un chico bastante ansioso que se lo tragaba todo bien. Tambi\u00e9n era un ni\u00f1o regordete y en forma, pero extremadamente hambriento, al que nunca se le habr\u00eda ocurrido dejar de comer o incluso tragar nada, ni siquiera espinacas. En aquella \u00e9poca, definitivamente hab\u00eda motivos para no gustar de las espinacas, porque en los a\u00f1os 70 esta verdura de hoja verde s\u00f3lo llegaba a muchas cocinas suizas hervida, picada y congelada, en peque\u00f1os paquetes rectangulares. Sin duda, esto fue pr\u00e1ctico, pero llev\u00f3 a que muchos ni\u00f1os conocieran las espinacas solo como una sustancia pegajosa verde, que tuvieron que rechazar en alg\u00fan momento de su desarrollo culinario simplemente por su similitud con la comida para beb\u00e9s.<\/p>\n

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\"Paquetes <\/div>
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Paquetes de espinacas frescas en el mercado de Salamanca en Hobart, la capital de Tasmania.<\/h2>\n

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Sin embargo, el sabor de las espinacas puede ser demasiado complejo de todos modos para el paladar de la mayor\u00eda de los ni\u00f1os, quienes se sabe que prosperan con paquetes de carbohidratos simples como pasta, pizza, papas fritas y panqueques. Las espinacas cocidas tienen un agradable sabor amargo y ligeramente astringente. Al igual que las acelgas o el ruibarbo, el \u00e1cido ox\u00e1lico asegura un frescor \u00e1cido y unos dientes \u00e1speros. La glucosa y los alcoholes de az\u00facar aportan dulzura, y grandes cantidades de \u00e1cido glut\u00e1mico dan cuerpo umami a las verduras. Se encuentran aromas de tierra como en remolachas, patatas, puerros, champi\u00f1ones, almendras, jud\u00edas cocidas en caldo, caramelo y corteza de pan. Las espinacas vuelven a tener un sabor diferente, un poco m\u00e1s verde en general, si se comen crudas, por ejemplo en ensalada. Con este perfil, las verduras se disfrutan mejor por un lado, crudas o al vapor con un poco de sal y un aceite fino o con mantequilla, que se absorbe felizmente. Por otro lado, tambi\u00e9n puede formar muchas combinaciones interesantes que resaltan uno u otro aspecto de su car\u00e1cter: en la Edad Media, especialmente en Francia, las espinacas eran incluso populares como ingrediente en los postres.<\/p>\n

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\"Spinacia <\/div>
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Spinacia turkestanica<\/em> podr\u00eda ser un pariente silvestre de las espinacas cultivadas (<\/em>Espinacia oleracea)<\/em> be – tambi\u00e9n crece en Ir\u00e1n y Asia Central.<\/h2>\n

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No se conocen formas silvestres de espinacas, por lo que no se sabe de qu\u00e9 parte del mundo provienen originalmente. Se menciona por primera vez por escrito en el a\u00f1o 647 en China como un regalo del rey de Nepal al emperador de la dinast\u00eda Tang. El nombre chino para las espinacas es \u00abverdura persa\u00bb, de lo que se deduce que la planta verde se cultiv\u00f3 muy temprano en la zona del actual Ir\u00e1n y de all\u00ed lleg\u00f3 a la India y al este de Asia. Los \u00e1rabes dieron a conocer las espinacas en la regi\u00f3n mediterr\u00e1nea, seg\u00fan la fuente, ya alrededor del a\u00f1o 800 o siglos despu\u00e9s. En Europa Central, el monje dominico Alberto Magno fue el primero en describir las espinacas en su libro \u00abDe natura rerum\u00bb y al mismo tiempo utilizar el nombre cient\u00edfico. espinaca<\/em>(<\/em>h<\/em>)<\/em>s\u00ed<\/em> a. Este nombre latino, como el nombre de la verdura en la mayor\u00eda de los idiomas modernos, deriva del persa. espa\u00f1ol<\/em> y palabras similares en \u00e1rabe. Hasta el d\u00eda de hoy, el hecho de que autores de la \u00e9poca moderna temprana utilizaran el t\u00e9rmino causa cierta confusi\u00f3n. espinacia<\/em> traducida como \u00abhierba espa\u00f1ola\u00bb y, como hizo Leonhart Fuchs en su \u00abNew Kre\u00fctterbuch\u00bb, la atribuy\u00f3 a que en Europa \u00abfue tra\u00edda por primera vez desde Hispania a otra naci\u00f3n\u00bb. El agr\u00f3nomo andaluz Ibn al-Awal da nombre a las espinacas en el siglo XII rais al bouquoul,<\/em> \u00abPr\u00edncipe de todas las verduras\u00bb.<\/p>\n

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\"Las <\/div>
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Las espinacas crecen hoy en todo el mundo. Incluso hay variedades que se pueden cultivar en los tr\u00f3picos: Market at Louisa Station en Kiriwina, en el archipi\u00e9lago de Trobriand.<\/h2>\n

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Como rey de todos los alimentos saludables, las espinacas fueron veneradas desde finales del siglo XIX, principalmente por su supuestamente sensacional contenido de hierro. A lo largo del siglo XX, las madres y los padres intentaron valientemente alimentar a sus hijos con grandes cantidades de espinacas, hasta que finalmente result\u00f3 que todo lo que Ferrum se basaba en un error.<\/p>\n

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Hace unos a\u00f1os compr\u00e9 algunas verduras a un agricultor org\u00e1nico en un peque\u00f1o mercado de Basilea. El hombre me pareci\u00f3 algo familiar. \u00abTodo es de producci\u00f3n propia\u00bb, asegur\u00f3 orgulloso y describi\u00f3 con la mano extendida un semic\u00edrculo encima de su expositor. Mientras lo hac\u00eda, se subi\u00f3 la manga para revelar el retrato tatuado de Popeye, con la pipa en la boca y los ojos entrecerrados, pateando un bal\u00f3n de f\u00fatbol hasta el infinito. S\u00f3lo entonces me di cuenta de con qui\u00e9n estaba tratando. \u00ab\u00bfC\u00f3mo saben las espinacas?\u00bb, le pregunt\u00e9, se\u00f1alando su antebrazo y sonriendo c\u00f3mplicemente. \u00abPrimera calidad\u00bb, dijo sin sonre\u00edr. Obviamente no me reconoci\u00f3. Despu\u00e9s de todo, s\u00f3lo se recuerda a los h\u00e9roes.<\/p>\n

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Receta de bolas de espinacas<\/span><\/h2>\n

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\"Estas <\/div>
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Estas bolas resaltan toda la complejidad de las verduras: el aceite enfatiza el lado amargo y terroso de las espinacas, el jugo de lim\u00f3n el lado agrio y fresco y las grosellas el lado dulce.<\/h2>\n

Susanne Vogeli<\/span><\/p>\n<\/div>\n<\/figcaption><\/figure>\n

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Aceite de oliva, sal y jugo de lim\u00f3n, estos tres m\u00e1gicos le dan a las espinacas todo lo que necesita para prosperar. <\/p>\n

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Para 2 personas<\/h2>\n