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\u00abHemos sido condicionados a salir al aire libre, pero eso ahora es peligroso\u00bb, dice Knox. \u00abEs un sentimiento extra\u00f1o\u00bb.<\/p>\n
Es relativamente f\u00e1cil comprobar la calidad del aire de su comunidad. Al menos, si vive en los EE. UU., y tambi\u00e9n en un \u00e1rea urbana que tiene la obligaci\u00f3n de informar dichos datos a la Agencia de Protecci\u00f3n Ambiental. El \u00edndice de calidad del aire, o AQI, es la medida de part\u00edculas potencialmente da\u00f1inas en el aire que nos rodea. Eso incluye todo, desde part\u00edculas flotantes de menos de 10 micr\u00f3metros (PM10), como el polvo y el humo de los incendios forestales, hasta part\u00edculas de 2,5 micr\u00f3metros (PM2,5) o m\u00e1s peque\u00f1as, como los vapores de gas. Fuentes oficiales como la Organizaci\u00f3n Mundial de la Salud y AirNow, con sede en Estados Unidos, rastrean la calidad del aire, generalmente de manera m\u00e1s rigurosa en \u00e1reas pobladas, y clasifican las calificaciones en una escala de Buena a Peligrosa.<\/p>\n
Las lecturas del AQI se han tomado tradicionalmente mediante instrumentos de medici\u00f3n grandes y costosos que pertenecen y son operados por los gobiernos estatales o locales. Pero durante aproximadamente la \u00faltima media d\u00e9cada, dispositivos peque\u00f1os y de bajo costo han democratizado el monitoreo de la calidad del aire. Empresas como Purple Air e IQ Air han creado redes confiables de seguimiento de la calidad del aire compuestas por monitores de propiedad de los ciudadanos; PurpleAir dice que tiene m\u00e1s de 25.000 unidades en su red en todo el mundo. Estos monitores son dispositivos econ\u00f3micos que se conectan a su red Wi-Fi y son f\u00e1ciles de instalar. Los sensores toman lecturas peri\u00f3dicas de la calidad del aire y luego cargan los datos a redes m\u00e1s amplias, ofreciendo una instant\u00e1nea de informaci\u00f3n sobre la calidad del aire de todo el mundo. Los dispositivos no son perfectos (existe una mayor posibilidad de error humano cuando los monitores no son colocados por alguien capacitado para recolectar lecturas de calidad del aire), pero la gran escala de la red significa que los valores at\u00edpicos inexactos tienen una mayor probabilidad de ser ahogados por el mar de otros dispositivos cercanos.<\/p>\n
Una plataforma como PurpleAir tambi\u00e9n hace que los datos sean accesibles de inmediato al visualizar las lecturas de la calidad del aire en un mapa, utilizando una escala codificada por colores que va del azul y verde (OK) al rojo y morado (muy malo). Incluso si no comprende completamente las clasificaciones de part\u00edculas, ver una gran mancha roja en un mapa sobre su casa es una forma bastante r\u00e1pida de saber que algo anda mal.<\/p>\n
\u00abEs una forma de aprendizaje participativo\u00bb, dice William Mills, investigador de evaluaci\u00f3n de la exposici\u00f3n en la Universidad del Norte de Illinois. \u201cPuedes tocarlo, puedes sentirlo, puedes verlo. Es un intercambio comunitario al que es f\u00e1cil que la gente se suscriba. Puede obtener tanta o tan poca informaci\u00f3n como desee. \u00bfPodemos utilizar eso para observar otras formas de calidad ambiental? \u00bfPodemos usarlo para ayudar a cambiar comportamientos?<\/p>\n
Hacer que los datos sean m\u00e1s accesibles puede hacer que la gente est\u00e9 m\u00e1s interesada en prestarles atenci\u00f3n, especialmente cuando ocurre un desastre. Elizabeth Spike es maestra de escuela alternativa y gerente de programas educativos en Clean Air Partners, un grupo de defensa de la concientizaci\u00f3n sobre la calidad del aire con sede en Washington, DC.<\/p>\n
\u00abEntre los incendios forestales y el Covid, creo que cada vez m\u00e1s personas quieren saber qu\u00e9 est\u00e1n respirando\u00bb, dice Spike. \u201cEs terrible que sean necesarias estas tragedias, estas crisis, para que nos demos cuenta de que hemos estado durmiendo al volante. No tenemos m\u00e1s remedio que respirar y, sin embargo, realmente no le hemos dado mucha importancia a lo que respiramos\u201d.<\/p>\n