{"id":788242,"date":"2023-08-27T16:00:49","date_gmt":"2023-08-27T16:00:49","guid":{"rendered":"https:\/\/magazineoffice.com\/como-armored-core-2-desperto-el-amor-por-la-serie-para-toda-la-vida\/"},"modified":"2023-08-27T16:00:53","modified_gmt":"2023-08-27T16:00:53","slug":"como-armored-core-2-desperto-el-amor-por-la-serie-para-toda-la-vida","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/magazineoffice.com\/como-armored-core-2-desperto-el-amor-por-la-serie-para-toda-la-vida\/","title":{"rendered":"C\u00f3mo Armored Core 2 despert\u00f3 el amor por la serie para toda la vida"},"content":{"rendered":"
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Es el a\u00f1o 2001. La PlayStation 2 estaba disponible para alquilar en Blockbuster y todav\u00eda no hab\u00eda muchos juegos disponibles. Uno que estaba disponible, llamado N\u00facleo blindado 2<\/em>, ilumin\u00f3 mi cerebro de once a\u00f1os. \u00bfPodr\u00eda jugar como piloto de un robot gigante en un futuro oscuro y \u00e1spero de avaricia corporativa, luchas interplanetarias y explosiones interminables? Inscr\u00edbeme. <\/span><\/p>\n Todav\u00eda recuerdo lo mareado que estaba conduciendo a casa con la PS2 en el regazo. Luego arranqu\u00e9 N\u00facleo blindado 2<\/em>y escuch\u00e9 la voz canosa de Strung dici\u00e9ndome que o ten\u00eda \u00e9xito en mi primera misi\u00f3n o mor\u00eda, con la implicaci\u00f3n de que mi fallecimiento ser\u00eda una casilla de verificaci\u00f3n en alguna hoja de finanzas corporativas, mucho m\u00e1s inconveniente que tragedia. <\/span><\/p>\n Todav\u00eda me recito las primeras l\u00edneas de ese tutorial todos estos a\u00f1os despu\u00e9s. <\/span><\/p>\n Jugu\u00e9 durante unas tres horas esa noche, mucho despu\u00e9s de mi hora de dormir, s\u00f3lo para descubrir, para mi horror, que no hab\u00eda comprado una tarjeta de memoria para guardar mi progreso. Todo lo que hab\u00eda logrado (y no era mucho) desaparecer\u00eda en el momento en que apagara la consola. y eso pasaria <\/span>cada vez<\/span><\/i>. As\u00ed que me resign\u00e9 a jugar esas mismas tres horas sin parar, cada vez que pod\u00eda convencer a mis padres de que me llevaran a alquilar la PS2 nuevamente.<\/span><\/p>\n No fue hasta Navidad de ese a\u00f1o que tuve mi propia PS2 y, con ella, N\u00facleo blindado 2<\/em> y una tarjeta de memoria real. Aplast\u00e9 ese juego cada vez que pude, y aunque ninguna de mis configuraciones fue siquiera cercana a ser eficiente, y ninguno de mis juegos vali\u00f3 la pena, estaba absolutamente enganchado. Algo sobre el peso del movimiento, la fantas\u00eda de controlar un enorme trozo de acero m\u00f3vil en un planeta lejano en un futuro que nunca ver\u00eda, era casi demasiado.<\/span><\/p>\n