\n
Est\u00e1 considerado el peor futbolista de la historia de la liga: el hijo del dictador, al-Saadi al-Ghadhafi, firm\u00f3 un contrato de la Serie A en Perugia en 2003. M\u00e1s que una suspensi\u00f3n por dopaje y una breve misi\u00f3n no se esperaban. <\/p>\n
<\/div>\n<\/div>\n
<\/p>\n\n <\/div>
\n\n
Apenas en el banquillo, ya dio positivo por nandrolona: \u200b\u200bal-Saadi al-Ghadhafi durante su estancia en Perugia.<\/h2>\n Filippo Monteforte\/EPO<\/span><\/p>\n<\/div>\n<\/figcaption><\/figure>\n <\/p>\n
Estrictamente hablando, no deber\u00eda haber jugado nada. Cuando al-Saadi al-Ghadhafi pis\u00f3 por primera vez el terreno de juego del Perugia en un partido oficial el 2 de mayo de 2004, se produjo un grotesco conflicto de intereses. Pero, \u00bfqu\u00e9 signific\u00f3 eso en la Italia del primer ministro Silvio Berlusconi en ese momento?<\/p>\n
<\/p>\n
En el minuto 75, el t\u00e9cnico envi\u00f3 al campo a Serse Cosmi Ghadhafi, hijo del dictador libio. El equipo local Perugia lider\u00f3 1-0 contra el conjunto estrella de la Juventus. Poco antes los invitados de Tur\u00edn se vieron superados en n\u00famero. Pero de repente parec\u00eda cuestionable hasta qu\u00e9 punto Perugia realmente quer\u00eda defender el liderato. Con la sustituci\u00f3n de Ghadhafi, \u00abse restableci\u00f3 el equilibrio num\u00e9rico\u00bb, escribe sarc\u00e1sticamente la \u00abGazzetta dello Sport\u00bb.<\/p>\n
<\/p>\n
En la junta directiva de la Juventus<\/span><\/h2>\n <\/p>\n
Hab\u00eda dos motivos para la cr\u00edtica: por un lado, las cualidades futbol\u00edsticas del debutante libio eran manejables. Por otra parte, los Ghadhafi controlaban en aquel momento el 7,5 por ciento de las acciones de la Juventus. Esto signific\u00f3 que al-Saadi al-Ghadhafi ten\u00eda un asiento en la junta directiva de su oponente.<\/p>\n
<\/p>\n
Ese \u00fanico partido de la Serie A de Ghadhafi en Perugia fue el cl\u00edmax de una farsa, un juego de poder entre su padre Muamar y el Estado italiano. La ofensiva actual del f\u00fatbol saud\u00ed, por otra parte, es casi inofensiva. \u00bfAtraer a numerosas estrellas del f\u00fatbol a una liga hasta ahora insignificante con miles de millones para pulir su imagen? Reprensible, pero en \u00faltima instancia legal.<\/p>\n
<\/p>\n
Los Gadafi eran la vanguardia sin escr\u00fapulos. Impusieron un nonvaleur a uno de los mejores campeonatos del mundo. E Italia sigui\u00f3 el juego. <\/p>\n
<\/p>\n
Ofensiva de encanto en Occidente<\/span><\/h2>\n <\/p>\n
La raz\u00f3n fue una red de culpa hist\u00f3rica, intereses materiales y un impulso dictatorial para obtener reconocimiento. Los Gadafi estaban en una ofensiva de seducci\u00f3n a principios de la d\u00e9cada de 2000. Participaron en empresas textiles italianas, bancos, Fiat y, por tanto, tambi\u00e9n en la asociada Juventus. En 2002 se celebr\u00f3 en Tr\u00edpoli la final de la Supercopa entre el campe\u00f3n de Italia y el campe\u00f3n de copa, al igual que la reuni\u00f3n de la junta directiva del Bank Capitalia. Italia era vista como una cabeza de puente hacia Occidente y para salir del aislamiento pol\u00edtico, y tambi\u00e9n como un pa\u00eds abierto al chantaje.<\/p>\n
<\/p>\n
El dictador Muammar al-Ghadhafi exigi\u00f3 reparaci\u00f3n por el dominio colonial italiano de 1911 a 1942 y quer\u00eda que se levantaran las sanciones, y el primer ministro Berlusconi no era un estadista incorruptible. Italia necesitaba gas y petr\u00f3leo libios y pedidos para sus propias empresas en el cuarto pa\u00eds m\u00e1s grande de \u00c1frica. Adem\u00e1s, Berlusconi quer\u00eda influir en las rutas de los refugiados que part\u00edan de Libia. Se desarrollar\u00edan a\u00f1os de amistad masculina entre \u00e9l y Ghadhafi, y una importante relaci\u00f3n econ\u00f3mica entre los pa\u00edses.<\/p>\n
<\/p>\n
Esto permiti\u00f3 que el tercero de ocho hijos biol\u00f3gicos de Ghadhafi pudiera vivir su sue\u00f1o futbol\u00edstico. Al-Saadi, que ahora tiene 50 a\u00f1os, fue tres veces jugador del a\u00f1o en Libia, aunque es posible que las elecciones hayan sido concertadas. Porque no s\u00f3lo fue jugador de los clubes Al Ahly y Al Ittihad Tr\u00edpoli, sino tambi\u00e9n presidente de la Federaci\u00f3n Libia de F\u00fatbol. Los \u00e1rbitros pitaban regularmente penaltis para sus equipos. Por supuesto, \u00e9l mismo cobr\u00f3 el penalti. Y por supuesto los porteros dejaron pasar los tiros. Supuestamente, sus compa\u00f1eros recibieron bonificaciones por pases al hijo del gobernante.<\/p>\n
<\/p>\n