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Los gusanos par\u00e1sitos est\u00e1n pasando por un momento viscoso. A ra\u00edz de la noticia de que un par\u00e1sito de serpiente de 3 pulgadas se enterr\u00f3 en el cerebro de una mujer, llega el horrible informe de gusanos intestinales gigantes que vagaban por las entra\u00f1as de un hombre, solo para causar un raro y peligroso atasco en su conducto biliar.<\/p>\n
Seg\u00fan un informe del New England Journal of Medicine, los m\u00e9dicos en Colombia extrajeron no uno, ni dos, sino tres grandes gusanos intestinales que se hab\u00edan api\u00f1ado en el conducto normalmente estrecho, causando una afecci\u00f3n poco com\u00fan y peligrosa llamada ascariasis biliar.<\/p>\n
Los gusanos en este caso, lombriz intestinal<\/em>, se encuentran t\u00edpicamente en humanos. De hecho, A. lumbricoides<\/em> es uno de los gusanos par\u00e1sitos m\u00e1s comunes que se encuentran en los seres humanos y se estima que infecta a entre 807 millones y 1200 millones de personas en todo el mundo, seg\u00fan los Centros para el Control y la Prevenci\u00f3n de Enfermedades.<\/p>\nLos gusanos adultos habitan en los intestinos humanos, donde arrojan huevos en las heces de la persona infectada. La siguiente v\u00edctima del gusano se infecta al ingerir inadvertidamente alimentos o agua contaminados con aguas residuales y huevos. Los huevos eclosionan en los intestinos antes de realizar un viaje desconcertante a trav\u00e9s del sistema linf\u00e1tico hasta los pulmones. All\u00ed, se tosen y se tragan nuevamente, terminando nuevamente en los intestinos, donde maduran hasta convertirse en adultos. Despu\u00e9s de esto, los adultos generalmente se encuentran en la parte baja de los intestinos. La mayor\u00eda de las personas infectadas no presentan s\u00edntomas de problemas intestinales.<\/p>\n\n Anuncio <\/span> <\/p>\n<\/aside>\nA veces, sin embargo, los adultos deciden salir a dar un paseo. Tal fue el caso del desafortunado colombiano, un hombre de 75 a\u00f1os que viv\u00eda en una zona con acceso limitado a agua potable. Se present\u00f3 en un departamento de urgencias en Bogot\u00e1 con antecedentes de tres semanas de fiebre, heces p\u00e1lidas y dolor abdominal progresivo. Sus m\u00e9dicos r\u00e1pidamente notaron sensibilidad en el cuadrante abdominal superior derecho e ictericia. Su an\u00e1lisis de sangre revel\u00f3 signos reveladores de una infecci\u00f3n, y una ecograf\u00eda mostr\u00f3 \u00abestructuras tubulares\u00bb en el conducto biliar com\u00fan, un conducto central que recoge la bilis del h\u00edgado y la ves\u00edcula biliar, pasa por el p\u00e1ncreas y drena hacia el intestino delgado.<\/p>\n
Al sondear con un endoscopio, los m\u00e9dicos visualizaron un gusano en el punto donde el conducto biliar com\u00fan se une al conducto biliar pancre\u00e1tico en la entrada al intestino delgado. Extrajeron ese gusano, de alrededor de 8 pulgadas de largo, y lo identificaron como A. lumbricoides<\/em>. Pero sab\u00edan que no hab\u00edan terminado. Usando un tinte de contraste, encontraron dos gusanos m\u00e1s en el conducto biliar y los extrajeron con un cat\u00e9ter con bal\u00f3n.<\/p>\nDespu\u00e9s de eso, le recetaron al hombre el medicamento antiparasitario albendazol y un tratamiento antibi\u00f3tico combinado para tratar la infecci\u00f3n bacteriana secundaria. Una semana despu\u00e9s, los s\u00edntomas del hombre hab\u00edan mejorado.<\/p>\n<\/p><\/div>\n
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