{"id":798946,"date":"2023-09-04T18:48:00","date_gmt":"2023-09-04T18:48:00","guid":{"rendered":"https:\/\/magazineoffice.com\/comentario-ahora-se-necesita-mas-dureza-hacia-los-alborotadores-eritreos\/"},"modified":"2023-09-04T18:48:04","modified_gmt":"2023-09-04T18:48:04","slug":"comentario-ahora-se-necesita-mas-dureza-hacia-los-alborotadores-eritreos","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/magazineoffice.com\/comentario-ahora-se-necesita-mas-dureza-hacia-los-alborotadores-eritreos\/","title":{"rendered":"COMENTARIO – Ahora se necesita m\u00e1s dureza hacia los alborotadores eritreos"},"content":{"rendered":"


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Los disturbios entre los eritreos exiliados son expresi\u00f3n de una profunda divisi\u00f3n dentro de la di\u00e1spora. Hasta el momento las autoridades no han logrado abordar el problema. <\/p>\n

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Los disturbios m\u00e1s violentos protagonizados por eritreos se produjeron el fin de semana en Israel – aqu\u00ed un manifestante en Tel Aviv – pero tambi\u00e9n varias personas resultaron heridas en Z\u00farich. <\/h2>\n

Moti Milrod \/ Reuters<\/span><\/p>\n<\/div>\n<\/figcaption><\/figure>\n

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Hay grabaciones irritantes que son iguales, ya sea en julio en Giessen, Alemania, o recientemente en Tel Aviv, en la ciudad noruega de Bergen y en Opfikon: grupos hostiles de refugiados eritreos golpean entre s\u00ed o a agentes de polic\u00eda hasta hacer sangrar. Para los populistas de derecha, esto es un s\u00edmbolo de una pol\u00edtica migratoria fallida en Occidente. As\u00ed lo dice Roger K\u00f6ppel, modificando el bon mot de Peter Scholl-Latour: \u00abQuien trae consigo la mitad de Eritrea se convierte en el mismo Eritrea\u00bb. Para el jefe de \u00abWeltwoche\u00bb, hay pruebas de que la imagen de los eritreos \u00absupuestamente tan pac\u00edficos\u00bb es err\u00f3nea.<\/p>\n

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Es cierto que muchos de los refugiados del pa\u00eds del noreste de \u00c1frica est\u00e1n mal integrados y viven de la asistencia social. Pero un poco de diferenciaci\u00f3n no viene mal. Los disturbios no son simplemente una expresi\u00f3n de un arcaico placer por las peleas, sino que tienen un trasfondo altamente pol\u00edtico. La di\u00e1spora eritrea en Suiza y otros lugares est\u00e1 profundamente dividida. Por un lado, est\u00e1n los partidarios del veterano jefe de Estado, Isayas Afewerki. La mayor\u00eda de ellos o sus padres llegaron a Europa en las d\u00e9cadas de 1970 y 1980, huyendo de la brutal guerra de secesi\u00f3n contra Etiop\u00eda. Para ellos, Afewerki, que gan\u00f3 esta lucha y llev\u00f3 a Eritrea a la independencia, es un h\u00e9roe de la libertad.<\/p>\n

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A este grupo no le importa que el pa\u00eds de Afewerki haya degenerado hace tiempo en una dictadura, en la que los ciudadanos son obligados a realizar a\u00f1os de \u00abservicio nacional\u00bb y los miembros de la oposici\u00f3n son arrestados y torturados. Muy diferente de los compatriotas que est\u00e1n del otro lado: han estado huyendo de la represi\u00f3n y la falta de perspectivas en Eritrea desde el cambio de milenio.<\/p>\n

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Divisas gracias al chantaje<\/span><\/h2>\n

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Pero el r\u00e9gimen no la dejar\u00e1 en paz. El dictador env\u00eda a sus agentes a los emigrantes. Recaudan un impuesto extranjero del dos por ciento de sus ingresos, tambi\u00e9n con la amenaza de que, de lo contrario, algo les suceder\u00e1 a sus familiares en casa. Son importantes fuentes de divisas para Afewerki. Incluso entre los int\u00e9rpretes que traducen en el procedimiento de asilo para los eritreos se pueden encontrar esp\u00edas. Intimidan a los solicitantes de asilo y manipulan sus declaraciones. Las autoridades federales son conscientes de esta deficiencia desde hace a\u00f1os, pero hasta ahora poco han hecho para contrarrestarla.<\/p>\n

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Cuando los seguidores de Afewerki organizan supuestos \u00abfestivales culturales\u00bb en los que act\u00faan representantes del r\u00e9gimen sin escr\u00fapulos y recaudan donaciones, es una provocaci\u00f3n para los disidentes. Por supuesto, esto no justifica la violencia: cualquiera que busque refugio en Suiza debe cumplir con la ley. Pero explica la ira que se desata constantemente aqu\u00ed y en otros pa\u00edses anfitriones. Y esta ira no disminuye en vista del hecho de que algunos Estados no muestran ning\u00fan deseo de detener las maquinaciones del gobierno de Eritrea.<\/p>\n

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prohibir eventos<\/span><\/h2>\n

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Suiza deber\u00eda seguir el ejemplo de los Pa\u00edses Bajos y prohibir los actos de propaganda. Esto podr\u00eda justificarse por motivos de seguridad. Y tampoco ser\u00eda algo sin precedentes. Hace unos a\u00f1os, al cantante croata Thompson, que escribe canciones nacionalistas y celebra en conciertos el saludo de los fascistas croatas, no se le permiti\u00f3 actuar en Schlieren. Sin los festivales de Eritrea, probablemente no habr\u00eda m\u00e1s contramanifestaciones que degeneran y suponen una carga para los contribuyentes suizos.<\/p>\n

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De lo contrario, las autoridades federales y cantonales tendr\u00e1n que seguir mucho m\u00e1s de cerca las actividades de la embajada de Eritrea y sus secuaces. Ahora ser\u00eda urgente examinar c\u00f3mo se pueden emprender acciones penales contra los esp\u00edas de Afewerki. Y si se puede retirar el derecho de residencia a aquellos secuaces que oficialmente viven aqu\u00ed como refugiados, como exige el director de seguridad de Z\u00farich, Mario Fehr, en el NZZ. Se puede esperar que cualquiera que encuentre al dictador tan grande regrese a su reino.<\/p>\n

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