{"id":802276,"date":"2023-09-07T03:06:22","date_gmt":"2023-09-07T03:06:22","guid":{"rendered":"https:\/\/magazineoffice.com\/comentario-cualquiera-que-no-quiera-prohibir-las-vacas-es-un-negacionista-del-clima-quien-desprecia-a-la-estrella-del-genero-es-reaccionario-la-izquierda-urbana-tiene-un-problema-de-tolerancia\/"},"modified":"2023-09-07T03:06:26","modified_gmt":"2023-09-07T03:06:26","slug":"comentario-cualquiera-que-no-quiera-prohibir-las-vacas-es-un-negacionista-del-clima-quien-desprecia-a-la-estrella-del-genero-es-reaccionario-la-izquierda-urbana-tiene-un-problema-de-tolerancia","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/magazineoffice.com\/comentario-cualquiera-que-no-quiera-prohibir-las-vacas-es-un-negacionista-del-clima-quien-desprecia-a-la-estrella-del-genero-es-reaccionario-la-izquierda-urbana-tiene-un-problema-de-tolerancia\/","title":{"rendered":"COMENTARIO – Cualquiera que no quiera prohibir las vacas es un negacionista del clima. Quien desprecia a la estrella del g\u00e9nero es reaccionario: la izquierda urbana tiene un problema de tolerancia"},"content":{"rendered":"


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Los habitantes de las ciudades de izquierda miran sin piedad a sus oponentes pol\u00edticos. As\u00ed lo demuestra un estudio bien considerado. En lugar de levantar la pelota, los destinatarios responden con un toque.<\/p>\n

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El mundo occidental conoce una nueva especie: los yips. Desde hace varios meses, los medios internacionales dedican extensos informes y an\u00e1lisis a estos \u201cj\u00f3venes progresistas iliberales\u201d. En Suiza, recientemente ha recibido mucha atenci\u00f3n un art\u00edculo del \u00abSonntags-Zeitung\u00bb sobre el tema. Resumi\u00f3 los resultados de un amplio estudio europeo. T\u00edtulo: \u00abIzquierda, urbana, educada e intolerante\u00bb.<\/a><\/p>\n

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El mensaje central del informe: cuanto m\u00e1s educada, m\u00e1s rica, m\u00e1s urbana y de izquierda es una persona, menos acepta a personas que tienen una visi\u00f3n del mundo diferente. Los conservadores rurales, por otro lado, fueron m\u00e1s generosos con quienes pensaban diferente.<\/p>\n

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En el Estudio del Foro Mercator en la Universidad T\u00e9cnica de Dresde<\/a> Estrictamente hablando, no se pregunt\u00f3 por la tolerancia, sino por la \u00abpolarizaci\u00f3n afectiva\u00bb, es decir, la tendencia a tener una fuerte simpat\u00eda por los aliados pol\u00edticos y al mismo tiempo una antipat\u00eda hacia los opositores pol\u00edticos. Este tipo de polarizaci\u00f3n es particularmente pronunciada entre los habitantes urbanos de izquierda.<\/p>\n

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El hallazgo fue como una bomba y afect\u00f3 a quienes deber\u00edan sentirse abordados. Los pol\u00edticos de izquierda se quedaron boquiabiertos, se defendieron con vehemencia y desacreditaron los resultados del estudio y, sobre todo, su an\u00e1lisis.<\/p>\n

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Especialmente emocionado se mostr\u00f3 el presidente de Juso y el concejal cantonal del SP de Z\u00farich, Nicola Siegrist. El estudio, que se llev\u00f3 a cabo entre 20.000 participantes en diez pa\u00edses europeos, no puede trasladarse a Suiza, afirm\u00f3 en las redes sociales. La interpretaci\u00f3n de los resultados es acient\u00edfica, incompleta, en parte err\u00f3nea y simplemente \u00abmal hecha\u00bb.<\/p>\n

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El hombre de Juso tambi\u00e9n utiliz\u00f3 el truco m\u00e1s antiguo para suprimir un mensaje no deseado: dispar\u00f3 contra el portador del mensaje, en este caso el periodista del \u00abSonntags-Zeitung\u00bb, al que acus\u00f3 de realizar una campa\u00f1a de derechas.<\/p>\n

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Siegrist inmediatamente recibi\u00f3 mucho aliento en su burbuja de opini\u00f3n. \u00a1Por fin alguien restablece el orden familiar! La izquierda, que se considera abanderada de la tolerancia, \u00bfdeber\u00eda tener inclinaci\u00f3n por la intolerancia? Eso no puede ser, no debe ser: ese es el veredicto rel\u00e1mpago en el entorno rojo-verde de Juste. tema hecho.<\/p>\n

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Ir\u00f3nicamente, la estudiada ciudad de izquierdas de Z\u00farich Siegrist confirm\u00f3 la tesis planteada con sus furiosas cr\u00edticas. En lugar de soportar la inc\u00f3moda objeci\u00f3n, simplemente tolerarla (derivada del lat\u00edn \u00abtolerare\u00bb), o incluso aceptarla, le neg\u00f3 toda relevancia. \u00c9l lo neg\u00f3 rotundamente y contraatac\u00f3. Los dem\u00e1s siempre son intolerantes.<\/p>\n

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Es un m\u00e9todo que, por supuesto, no s\u00f3lo se aplica al g\u00e9nero Yips. Si se lee atentamente el estudio de Mercator, se ver\u00e1 que las personas mayores y de derechas est\u00e1n m\u00e1s polarizadas emocionalmente en ciertos temas \u2013sobre todo la inmigraci\u00f3n\u2013 que las personas que se identifican con el espectro de izquierdas. Nadie es inmune a tales mecanismos, independientemente de a qu\u00e9 corriente pol\u00edtica sienta que pertenece.<\/p>\n

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Sin embargo, la izquierda tiene una responsabilidad especial. Basa gran parte de su pol\u00edtica en principios como la tolerancia, la consideraci\u00f3n y la solidaridad. El polit\u00f3logo Michael Hermann lo analiza as\u00ed: Como los izquierdistas afirman trabajar por el bien, por los d\u00e9biles y las minor\u00edas, se consideran m\u00e1s de derechas, y tambi\u00e9n m\u00e1s de derechas, aquellos que est\u00e1n en el lado \u00abequivocado\u00bb, respectivamente. dif\u00edcil de abordar.<\/p>\n

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Esto conduce entonces a un endurecimiento nocivo del debate, que no es ni constructivo ni \u00fatil. Se cultivan y consolidan prejuicios, se difama y excluye a grupos enteros. En t\u00e9rminos de pol\u00edtica democr\u00e1tica, esto es cuestionable; en casos extremos promueve tendencias totalitarias.<\/p>\n

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Juicios generales en lugar de matices<\/span><\/h2>\n

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Los frutos de tal evoluci\u00f3n se pueden ver en la ciudad de Zurich en Suiza, que ha estado gobernada por la izquierda durante m\u00e1s de treinta a\u00f1os. All\u00ed, el clima para quienes piensan pol\u00edticamente de manera diferente se ha vuelto m\u00e1s dif\u00edcil con el tiempo y, como resultado, el margen para llegar a acuerdos se ha reducido.<\/p>\n

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Esto se puede ver en campos que tambi\u00e9n examin\u00f3 el estudio de Mercator y que en Z\u00farich se gestionan pol\u00edticamente con especial diligencia: el cambio clim\u00e1tico y la igualdad. Por ejemplo, cualquier miembro del parlamento de la ciudad de Zurich que se atreva a analizar la relaci\u00f3n coste-beneficio de determinadas emisiones de CO2<\/sub>Las dudas sobre las medidas r\u00e1pidamente pasan al campo de los negacionistas del clima.<\/p>\n

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Y esto, aunque tales preguntas ser\u00edan bastante apropiadas. Entonces, por ejemplo, cuando los partidos de izquierda instan seriamente a los pocos agricultores de Zurich a proteger el clima global quieren hacer m\u00e1s dif\u00edcil la cr\u00eda de vacas.<\/a> Cuando por defecto van a residencias de ancianos servir comida vegana<\/a> o quiere restringir la publicidad en terrenos p\u00fablicos, para reducir \u00abel consumo y el comercio\u00bb en la ciudad.<\/a> Son estos avances paternalistas y exagerados los que necesitan objeci\u00f3n. Sin embargo, en Z\u00farich esto se desestima con demasiada frecuencia, con argumentos de homicidio o simplemente con indiferencia, lo que, seg\u00fan el fil\u00f3sofo Karl Jaspers, representa la forma m\u00e1s leve de intolerancia.<\/p>\n

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La izquierda tambi\u00e9n gobierna desde hace a\u00f1os en Z\u00farich en materia de pol\u00edtica de igualdad. Con excesos cada vez m\u00e1s absurdos. \u00abPersonas que menstr\u00faan\u00bb en la administraci\u00f3n de la ciudad con dispensa mensual pagada de hasta cinco d\u00edas<\/a> y una licencia de maternidad prenatal de tres semanas. Un grupo reclama en la empresa cultural subvencionada por el Estado Gessnerallee \u00abespacios de teatro no blancos\u00bb<\/a>. En un pub con eventos patrocinados. dejas a un m\u00fasico blanco con rastas porque los empleados se sienten inc\u00f3modos.<\/a> Y convi\u00e9rtete en Niederdorf inscripciones hist\u00f3ricas de \u00abMohrenkopf\u00bb cubiertas,<\/a> para combatir el racismo cotidiano.<\/p>\n

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quien critica nueva normativa ling\u00fc\u00edstica de la ciudad<\/a> Se consideran reaccionarias las pr\u00e1cticas que conducen al uso generalizado de la estrella de g\u00e9nero en documentos p\u00fablicos. En el parlamento se intent\u00f3 impedir el avance de un pol\u00edtico de la UDC, porque no fue formulado de manera apropiada al g\u00e9nero.<\/a> Cualquiera que se pronuncie en contra de tales ideas pronto ser\u00e1 visto en Z\u00farich como un hombre blanco normal, un macho y un intransigente, y como mujer no es raro que sea un traidor.<\/p>\n

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El copresidente del PS suizo, Mattea Meyer, expres\u00f3 recientemente bellamente la posici\u00f3n absoluta de la izquierda sobre estas cuestiones. en su podcast;<\/a> se trataba del feminismo y la prohibici\u00f3n del aborto. Meyer desestim\u00f3 en general a sus oponentes: \u00abGritan g\u00e9nero estrella, de hecho quieren restringir la autodeterminaci\u00f3n de las personas le\u00eddas por mujeres\u00bb. El hecho de que la soluci\u00f3n del plazo de hoy pueda considerarse definitivamente algo sensato y al mismo tiempo querer mantener la ortograf\u00eda alemana, aparentemente va m\u00e1s all\u00e1 de la imaginaci\u00f3n de algunos portavoces. Con esta forma de pensar ya no hay lugar para matices.<\/p>\n

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El buf\u00f3n de la corte sostiene el espejo.<\/span><\/h2>\n

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La izquierda se complace en se\u00f1alar que no deber\u00eda haber \u201ctolerancia para la intolerancia\u201d. El soci\u00f3logo alem\u00e1n Herbert Marcuse dio al movimiento de 1968 el t\u00e9rmino \u201ctolerancia represiva\u201d, que hizo el juego a los reg\u00edmenes opresivos de todo el mundo porque no cuestionaban el orden existente. El concepto tiene algo de verdad, funciona en una ciudad como Z\u00farich, donde la izquierda tiene una posici\u00f3n tan fuerte desde hace d\u00e9cadas, pero est\u00e1 completamente fuera de lugar. En una sociedad liberal, el l\u00edmite de tolerancia deber\u00eda fijarse lo m\u00e1s alto posible y tan bajo como sea necesario.<\/p>\n

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Hay que tener cuidado cuando se utiliza la tolerancia como arma pol\u00edtica. En Zurich, por ejemplo, se pretende reprimir con prohibiciones y restricciones la opini\u00f3n impopular de los cristianos conservadores que participan en la \u00abMarcha por la Vida\u00bb anual. Y al mismo tiempo, apoyar durante mucho tiempo a los organizadores de Velo-Demo Critical Mass. Hasta el d\u00eda de hoy, siguen luchando por obtener permiso para su traslado, lo que perturba peri\u00f3dicamente a decenas de miles de viajeros. Se trata de una tolerancia desigual, partidista e incomprendida.<\/p>\n

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Se vuelve poco apetecible cuando se agrupa a grupos enteros de personas y se los presenta de una manera generalmente negativa. Las im\u00e1genes enemigas populares de los partidos de izquierda en Z\u00farich son los conductores, los agentes de polic\u00eda y, m\u00e1s recientemente, los expatriados que Seg\u00fan el SP municipal, son los culpables de los elevados alquileres en la ciudad y de la expulsi\u00f3n de los residentes de larga data.<\/a> \u00abNo necesitamos gente as\u00ed en Z\u00farich si queremos una ciudad mixta\u00bb, afirm\u00f3 en un debate municipal un antiguo parlamentario de la lista alternativa. En t\u00e9rminos de tonalidad, los partidos gobernantes de la ciudad se est\u00e1n alineando con el SVP, al que tachan abiertamente de racista en otros lugares.<\/p>\n

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Incluso en la Edad Media y principios del per\u00edodo moderno, quienes estaban en el poder necesitaban un buf\u00f3n de la corte que les mostrara un espejo. En Z\u00farich, este papel lo asume el esp\u00edritu pol\u00edtico libre y hombre de teatro Christian Jott Jenny. en uno Entrevista en el NZZ<\/a> Recientemente traz\u00f3 paralelismos con el Zurich gobernado por la burgues\u00eda de los a\u00f1os 1970 y 1980, cuando la ciudad era \u00abl\u00fagubre, sofocante y aburrida\u00bb. Hoy es la izquierda decisiva la que, tras un necesario despertar, se ha vuelto \u00abestancada en muchos aspectos, intolerante, ya no libre y abierta de esp\u00edritu\u00bb.<\/p>\n

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Tales observaciones y tendencias pueden ser dejadas de lado y paralizadas por representantes de los partidos verdes de izquierda, como hicieron el jefe de Juso, Siegrist, y muchos de sus camaradas con el estudio de Mercator. O pueden entablar una discusi\u00f3n seria. La segunda opci\u00f3n es m\u00e1s agotadora, pero es la \u00fanica correcta, especialmente para las personas que se consideran tolerantes.<\/p>\n

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