p-Chip, con sede en Chicago, se jacta de que su nanotecnolog\u00eda se puede agregar a \u00abpr\u00e1cticamente cualquier bien f\u00edsico\u00bb. Sus microtranspondedores pueden agregar seguimiento y autenticaci\u00f3n a productos electr\u00f3nicos e inform\u00e1ticos, embalajes de productos, componentes automotrices y m\u00e1s. Seg\u00fan nuestro titular, p-Chip ha desarrollado recientemente un m\u00e9todo para agregar seguimiento integrado a los productos alimenticios. Su primera historia de \u00e9xito en el mundo de los comestibles se encuentra en el queso Parmigiano-Reggiano, supuestamente ampliamente falsificado.<\/p>\n
La gente dice que los microchips est\u00e1n en todas partes. Esta afirmaci\u00f3n ciertamente se aplica en 2023, con la gente empacando dispositivos inteligentes ubicuos, muchos art\u00edculos para el hogar volvi\u00e9ndose inteligentes y conectados, y el avance implacable de la (A)IoT. Sin embargo, la noticia de que se est\u00e1n implementando microchips adentro<\/em> los alimentos pueden incluso levantar la ceja m\u00e1s hastiada.<\/p>\n