No ocurren milagros en la mesa de negociaciones<\/span><\/h2>\n <\/p>\n
El ejemplo de la Primera Guerra Mundial muestra que las guerras a menudo desencadenan acontecimientos sorprendentes, y frentes aparentemente inm\u00f3viles no permiten hacer pron\u00f3sticos fiables. Al comienzo del gran ataque contra Ucrania en febrero de 2022, nadie previ\u00f3 lo que Rusia tendr\u00eda que sufrir como resultado: la p\u00e9rdida de m\u00e1s de la mitad de sus carros de combate, la liberaci\u00f3n rel\u00e1mpago de la provincia de Kharkiv, la marcha loca de un soldado ruso. hacia Mosc\u00fa, o las explosiones de drones sobre las almenas del Kremlin. La guerra tambi\u00e9n dar\u00e1 otros giros inesperados.<\/p>\n
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El resultado de las negociaciones se puede predecir mejor. Los defensores no quieren aceptar esto: o tienen expectativas quijotescas o postulan que basta con iniciar un di\u00e1logo y luego ver qu\u00e9 se puede lograr. Sin embargo, las negociaciones no se basan en esas ilusiones. Sus resultados suelen ser un reflejo del actual equilibrio de poder. Tal como est\u00e1n las cosas hoy, es casi seguro que el r\u00e9gimen de Putin tendr\u00eda \u00e9xito en las negociaciones. \u00bfC\u00f3mo se ver\u00eda?<\/p>\n
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Los diplom\u00e1ticos tienden a dividir las cuestiones complejas de negociaci\u00f3n en diferentes \u201ccanastas\u201d y tratarlas por separado. En el caso de Ucrania, ser\u00edan de esperar los cuatro expedientes: disputas territoriales, garant\u00edas de seguridad, econom\u00eda y sanciones, y cuestiones humanitarias. Cuando se trata de cuestiones territoriales, el resultado es previsible. En un acuerdo de alto el fuego, los frentes quedar\u00edan congelados y Rusia podr\u00eda establecerse permanentemente en las zonas anexionadas ilegalmente. En el expediente de seguridad, Mosc\u00fa insistir\u00eda en neutralizar a Ucrania, mientras que Kiev insistir\u00eda en una pronta admisi\u00f3n en la OTAN. Dada la incompatibilidad de posiciones, probablemente no se llegar\u00eda a un acuerdo.<\/p>\n
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Rusia tambi\u00e9n exigir\u00eda que se levanten las sanciones, mientras que Ucrania exigir\u00eda el pago de elevadas reparaciones por los da\u00f1os de la guerra. Ambas cosas son poco realistas en el futuro previsible. El \u00fanico objetivo humanitario f\u00e1cilmente alcanzable es el intercambio de prisioneros de guerra.<\/p>\n
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Un resultado de negociaci\u00f3n as\u00ed pondr\u00eda fin temporalmente al derramamiento de sangre en el frente, pero no una paz real. El dictador Putin habr\u00eda asegurado contractualmente su robo de tierras y habr\u00eda fortalecido su poder. La locura de las grandes potencias que arrasa Mosc\u00fa, que incluye cada vez m\u00e1s fantas\u00edas genocidas, permanecer\u00eda intacta. No habr\u00eda garant\u00eda contra una nueva campa\u00f1a de Putin, porque el gobernante del Kremlin ha roto todos los tratados sobre el orden de seguridad europeo. Sus promesas son in\u00fatiles. Por lo tanto, Ucrania y Occidente se ver\u00edan obligados a seguir aumentando dr\u00e1sticamente el gasto en defensa.<\/p>\n
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Ni siquiera se logr\u00f3 el objetivo esperado de poner fin a las matanzas. Rusia ha establecido un reinado de terror en los territorios ocupados. Hace desaparecer a la \u00e9lite anterior, destruye toda la identidad ucraniana e incluso secuestra a ni\u00f1os. All\u00ed donde los ocupantes se vieron obligados a retirarse, aparecieron c\u00e1maras de tortura y fosas comunes. Despu\u00e9s de un acuerdo de alto el fuego, Mosc\u00fa gobernar\u00eda a\u00fan m\u00e1s a su antojo en las zonas conquistadas y continuar\u00eda con la rusificaci\u00f3n forzada. Millones de personas se ver\u00edan afectadas.<\/p>\n
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