CL\u00c9MENT MAHOUDEAU \/ AFP<\/span> <\/figcaption><\/figure>\nEl juicio habr\u00e1 sido para los jurados \u201cun gran salto hacia una de esas zonas sin ley donde menores de toda Francia vienen a trabajar a Marsella, atra\u00eddos por el espejismo del dinero f\u00e1cil\u201d<\/em>, estim\u00f3 el Abogado General. Pero ante el Tribunal Penal de Aix-en-Provence (Bouches-du-Rh\u00f4ne), una semana de audiencia finalmente s\u00f3lo dej\u00f3 las puertas de la ciudad de F\u00e9lix-Pyat, una de las m\u00e1s pobres de Francia, donde la red de venta de drogas encierra a los Entradas a edificios y bozales de discurso.<\/p>\nEn esta meca del narcotr\u00e1fico, todav\u00eda hoy en el coraz\u00f3n de las guerras territoriales, Mathieu \u2013el nombre ha sido cambiado\u2013, un adolescente de 16 a\u00f1os, sufri\u00f3 terribles abusos una noche de agosto de 2019, s\u00f3lo porque hab\u00eda llegado a vender unos gramos de cannabis y coca\u00edna por cuenta propia, sin la autorizaci\u00f3n de los cabecillas de la red.<\/p>\n
Los cuatro acusados, condenados el viernes 15 de septiembre a penas que van de cinco a veinticinco a\u00f1os de prisi\u00f3n, crecieron en F\u00e9lix-Pyat donde, seg\u00fan la fiscal\u00eda, \u201cSe familiarizaron con la violencia\u201d<\/em>. Frente a los jurados, tres de ellos negaron las patadas, los pu\u00f1etazos y el secuestro.<\/p>\n\nLea tambi\u00e9n:<\/span> Art\u00edculo reservado para nuestros suscriptores.<\/span><\/span> En Marsella, el juicio por la tortura de un peque\u00f1o traficante de drogas <\/span> <\/div>\n<\/section>\nPara Mathieu, fue un \u201cviaje al fin del infierno\u201d<\/em>resumi\u00f3 su abogado, M.mi<\/sup> Xavier Torr\u00e9, procedente de Chartres como su joven cliente, oscila desde los dos a\u00f1os entre hogares y familias de acogida en Eure-et-Loir. Recluido en un edificio abandonado de la asociaci\u00f3n, atado hasta el punto de que un mes m\u00e1s tarde un experto a\u00fan encontrar\u00eda rastros de sus mu\u00f1equeras, Mathieu fue quemado unas cuarenta veces con un cigarrillo, un soplete o un bote de laca encendida. genitales. Quemado en el 5% de la superficie de su cuerpo. En una escala de 5, un experto hab\u00eda valorado lo m\u00e1s alto posible el sufrimiento sufrido, hasta el punto de que el joven hab\u00eda intentado asfixiarse con la mordaza que sus torturadores le hab\u00edan metido en la boca.<\/p>\n\u201cHay cosas m\u00e1s serias en la vida, eso no me incumbe. estilo castellano <\/em>[une cit\u00e9 o\u00f9 est install\u00e9 un autre supermarch\u00e9 de la drogue], hubiera sido peor\u201d<\/em>, respondi\u00f3 El Kabir M’Saidie Ali, de 24 a\u00f1os, a los investigadores, que le mostraron fotograf\u00edas de las heridas de Mathieu. A pesar de las feroces negativas, este chico con un largo historial criminal fue condenado a veinticinco a\u00f1os de prisi\u00f3n por secuestro con actos de tortura y barbarie.<\/p>\n\u201cTodo el mundo lo sab\u00eda\u201d<\/h2>\n
\u201cCrecimos rodeados de este tipo de cosas, noticias como esa, es impactante, pero estoy en mi burbuja. Si tenemos empat\u00eda por todo lo que pasa, no avanzamos\u00bb.<\/em>, a\u00f1adi\u00f3, suavizando su discurso ante los jurados. Sus abogados, M.son<\/sup> Tiphaine R\u00e9my y Romain Dinparast, explicaron que\u201cEn F\u00e9lix-Pyat uno tiene que construirse un caparaz\u00f3n y no interesarse por los dem\u00e1s. Es un instinto de supervivencia\u00bb.<\/em>. Mathieu, con los ojos vendados durante la tortura, hab\u00eda identificado formalmente la voz de El Kabir M’Saidie Ali, durante una grabaci\u00f3n vocal organizada por la polic\u00eda. \u201cVacil\u00f3 al o\u00edrlo\u201d<\/em>inform\u00f3 el director de investigaci\u00f3n.<\/p>\nTe queda el 52,76% de este art\u00edculo por leer. El resto est\u00e1 reservado para suscriptores.<\/strong><\/p>\n<\/p><\/div>\n
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