\n<\/aside>\n<\/p>\n
Algunas especies extintas dejaron abundantes restos f\u00f3siles de su existencia. Los amonitas, un tipo extinto de cefal\u00f3podo, son un ejemplo de ello. Desde el Dev\u00f3nico hasta el Paleoceno, dondequiera que los mares antiguos alguna vez cubrieran la Tierra, generalmente se pueden encontrar sus caparazones enrollados. As\u00ed que una amonita m\u00e1s exquisitamente conservada no es necesariamente gran cosa.<\/p>\n
Con la excepci\u00f3n, quiz\u00e1s, de un ejemplo intacto encontrado en la Formaci\u00f3n Posidonienschiefer en Alemania, donde la mayor\u00eda de las conchas de amonites son aplanadas y fragmentarias. Ahora, d\u00e9cadas despu\u00e9s de su descubrimiento original, los cient\u00edficos han examinado m\u00e1s detenidamente la amonita bien conservada y el pez f\u00f3sil en el que aparentemente se encontraba. Lo que encontraron los sorprendi\u00f3: el pez en realidad se hab\u00eda tragado el gran amonites, algo que nunca hab\u00edamos visto antes, incluso en f\u00f3siles de especies marinas mucho m\u00e1s grandes que sabemos que intentaron alimentarse de amonites.<\/p>\n
No funcion\u00f3 bien para los peces. El tama\u00f1o del amonita puede haber provocado que el pez se ahogara o puede haber bloqueado su tracto digestivo, provocando una hemorragia interna. Al descender hasta el fondo marino, el pez finalmente fue enterrado y fosilizado, preservando esa amonita (junto con informaci\u00f3n sobre el ecosistema que habitaban en ella y los peces) durante m\u00e1s de 170 millones de a\u00f1os.<\/p>\n
La dieta de un pez antiguo<\/h2>\n Este f\u00f3sil fue descubierto en 1977 en la cantera Fischer en Zell unter Aichelberg, Alemania, y desde entonces permanece en la colecci\u00f3n del Museo Estatal de Historia Natural de Stuttgart (SMNS). En julio de este a\u00f1o, los cient\u00edficos describieron el pescado y su comida fatal en un art\u00edculo publicado en la revista Geological.<\/p>\n
Los dos autores de este art\u00edculo trabajan en ese museo. Samuel Cooper es un paleont\u00f3logo que estudia su doctorado y Erin Maxwell es la curadora.<\/p>\n
\u00abSomos conscientes del esp\u00e9cimen desde hace alg\u00fan tiempo\u00bb, explic\u00f3 Cooper en un correo electr\u00f3nico a Ars, se\u00f1alando que Maxwell ha estado en el museo m\u00e1s tiempo que \u00e9l y, por lo tanto, ten\u00eda conocimiento previo de su existencia, \u00abpero inicialmente \u00e9ramos esc\u00e9pticos sobre si En realidad, no era el caparaz\u00f3n el que estaba dentro del intestino del pez. No fue hasta que empezamos a reexaminar el contenido fosilizado del est\u00f3mago de Paquicormo<\/i> en la colecci\u00f3n SMNS [that] Decidimos observar m\u00e1s de cerca este esp\u00e9cimen\u201d.<\/p>\n\n Anuncio <\/span> <\/p>\n<\/aside>\nPachycormus macropterus,<\/i> La especie de pez descrita es un paquic\u00f3rmido: un tipo extinto de pez marino con aletas radiadas que podr\u00eda medir entre 0,3 y 15 metros (casi entre un pie y unos 50 pies) de largo. Algunas especies eran comparables en tama\u00f1o al at\u00fan o al pez espada actuales, pero no eran peque\u00f1as. Este particular paquicormo, <\/i>con 850 mm (casi 3 pies), era un adulto, pero no hab\u00eda crecido completamente, seg\u00fan Cooper, quien dijo que \u201clos ejemplos m\u00e1s grandes de esto [species] rara vez superan 1 metro\u201d.<\/p>\n
Las dietas con paquic\u00f3rmidos no se han establecido firmemente, raz\u00f3n por la cual los investigadores se interesaron. El contenido intestinal en unos pocos ejemplos aislados indica que se alimentaban de cefal\u00f3podos de cuerpo blando y peces m\u00e1s peque\u00f1os. \u201cPor lo que hemos podido determinar, Paquicormo<\/i> Por lo general, cuando era adulto, com\u00eda calamares de cuerpo blando, pero los peces j\u00f3venes Paquicormo <\/i>Parece que comieron principalmente otros peces\u201d, a\u00f1adi\u00f3 Maxwell. Seg\u00fan este trabajo, los amonites no parecen estar en el men\u00fa de esta especie.<\/p>\n\nAgrandar
\/<\/span> Un primer plano de la amonita en cuesti\u00f3n.<\/div>\nCooper, et. Alabama.<\/p>\n<\/figcaption><\/figure>\n
Adiel Klompmaker, curador de paleontolog\u00eda de los Museos de la Universidad de Alabama, no particip\u00f3 en esta investigaci\u00f3n. Al se\u00f1alar que lo que Cooper y Maxwell han descubierto sobre la dieta Pachycormus es un \u00abresultado notable\u00bb, escribi\u00f3 que le gust\u00f3 especialmente c\u00f3mo \u00abdemostraron que los peces Paquicormo<\/i> \u00a1Ten\u00eda una dieta diferente dependiendo de su tama\u00f1o! Los individuos j\u00f3venes se alimentaban de peces, pero los adultos com\u00edan cefal\u00f3podos sin concha llamados coleoides. Los cambios en la dieta son [rarely] reportado en el registro f\u00f3sil marino. Esta evidencia nos ayuda a reconstruir las antiguas redes alimentarias con mayor precisi\u00f3n\u201d.<\/p>\n
Teniendo en cuenta lo que han averiguado sobre Paquicormo <\/i>dieta, Maxwell afirm\u00f3 que \u00abla amonita parece haber sido un error desafortunado\u00bb.<\/p>\n
Hay un ejemplo de otro f\u00f3sil de pez \u00f3seo del mismo per\u00edodo (Saurostomus esocinus<\/i>) que tiene el contenido intestinal de una peque\u00f1a larva de amonita, pero debido a que tambi\u00e9n contiene presas m\u00e1s grandes, se cree que tragar la larva de amonita fue un accidente. En el caso de este nuevo f\u00f3sil, lo mismo puede ocurrir al tragarse toda la amonita tambi\u00e9n.<\/p>\n<\/p><\/div>\n
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