\n<\/aside>\n<\/p>\n
A principios del siglo XXI, la fiebre del Valle era una enfermedad f\u00fangica poco conocida en los Estados Unidos, con menos de 3000 casos reportados por a\u00f1o, principalmente en California y Arizona. Dos d\u00e9cadas despu\u00e9s, los casos de fiebre del Valle se est\u00e1n disparando, multiplic\u00e1ndose por m\u00e1s de siete y expandi\u00e9ndose a otros estados.<\/p>\n
Y la fiebre del Valle no est\u00e1 sola. Las enfermedades f\u00fangicas en general est\u00e1n apareciendo en lugares donde nunca antes se hab\u00edan visto, y hongos que antes eran inofensivos o levemente da\u00f1inos se est\u00e1n volviendo mortales para las personas. Una raz\u00f3n probable para este empeoramiento de la situaci\u00f3n de los hongos, dicen los cient\u00edficos, es el cambio clim\u00e1tico. Los cambios en los patrones de temperatura y lluvias se est\u00e1n expandiendo donde ocurren hongos que causan enfermedades; las calamidades provocadas por el clima pueden ayudar a que los hongos se dispersen y lleguen a m\u00e1s personas; y las temperaturas m\u00e1s c\u00e1lidas crean oportunidades para que los hongos evolucionen y se conviertan en agentes de enfermedades m\u00e1s peligrosos.<\/p>\n
Durante mucho tiempo, los hongos han sido un grupo de pat\u00f3genos olvidado. A principios de la d\u00e9cada de 2000, los investigadores ya advert\u00edan que el cambio clim\u00e1tico har\u00eda que las enfermedades infecciosas bacterianas y virales como el c\u00f3lera y el dengue se extendieran m\u00e1s. \u00abPero la gente no se centr\u00f3 en absoluto en los hongos\u00bb, dice Arturo Casadevall, microbi\u00f3logo e inmun\u00f3logo de la Escuela de Salud P\u00fablica Bloomberg de Johns Hopkins. Esto se debe a que, hasta hace poco, los hongos no han preocupado mucho a los humanos.<\/p>\n
Nuestra alta temperatura corporal ayuda a explicar por qu\u00e9. Muchos hongos crecen mejor entre 12 y 30 grados Celsius (aproximadamente entre 54 y 86 grados Fahrenheit). Entonces, aunque les resulta f\u00e1cil infectar \u00e1rboles, cultivos, anfibios, peces, reptiles e insectos (organismos que no mantienen temperaturas corporales internas consistentemente altas), los hongos generalmente no prosperan dentro de los cuerpos calientes de los mam\u00edferos, escribi\u00f3 Casadevall en un Descripci\u00f3n general de la inmunidad a las enfermedades f\u00fangicas invasivas en el 2022 Revisi\u00f3n anual de inmunolog\u00eda<\/em>. Entre los pocos hongos que infectan a los humanos, algunos peligrosos, como las especies de criptococo<\/em>, Penicillium<\/em>y Aspergilo,<\/em> Hist\u00f3ricamente se han reportado m\u00e1s en regiones tropicales y subtropicales que en las m\u00e1s fr\u00edas. Esto tambi\u00e9n sugiere que el clima puede limitar su alcance.<\/p>\n\n Anuncio <\/span> <\/p>\n<\/aside>\nHongos en movimiento<\/h2>\n Hoy, sin embargo, el calentamiento del clima del planeta puede estar ayudando a que algunos hongos pat\u00f3genos se propaguen a nuevas \u00e1reas. Tomemos como ejemplo la fiebre del Valle. La enfermedad puede causar s\u00edntomas similares a los de la gripe en personas que respiran las esporas microsc\u00f3picas del hongo. Coccidioides<\/em>. Las condiciones clim\u00e1ticas que favorecen la fiebre del Valle pueden ocurrir actualmente en 217 condados de 12 estados de EE. UU., seg\u00fan un estudio reciente realizado por Morgan Gorris, cient\u00edfico del sistema terrestre en el Laboratorio Nacional de Los \u00c1lamos en Nuevo M\u00e9xico.<\/p>\nPero cuando Gorris model\u00f3 d\u00f3nde podr\u00edan vivir los hongos en el futuro, los resultados fueron aleccionadores. Para 2100, en un escenario en el que las emisiones de gases de efecto invernadero contin\u00faen sin disminuir, el aumento de las temperaturas permitir\u00eda Coccidioides<\/em> extenderse hacia el norte a 476 condados en 17 estados. Lo que alguna vez se pens\u00f3 que era una enfermedad restringida principalmente al suroeste de Estados Unidos podr\u00eda expandirse hasta la frontera entre Estados Unidos y Canad\u00e1 en respuesta al cambio clim\u00e1tico, dice Gorris. Ese fue un verdadero \u201cmomento sorpresa\u201d, a\u00f1ade, porque pondr\u00eda en riesgo a millones de personas m\u00e1s.<\/p>\nTambi\u00e9n est\u00e1n en marcha otras enfermedades f\u00fangicas del ser humano, como la histoplasmosis y la blastomicosis. Ambas, al igual que la fiebre del Valle, se ven cada vez m\u00e1s fuera de lo que se pensaba que era su rango hist\u00f3rico.<\/p>\n
Estas extensiones de rango tambi\u00e9n han aparecido en hongos pat\u00f3genos de otras especies. El hongo quitridio que ha contribuido a la disminuci\u00f3n de cientos de especies de anfibios, por ejemplo, crece bien a temperaturas ambientales entre 17 y 25 grados Celsius (63 a 77 grados Fahrenheit). Pero el hongo se est\u00e1 convirtiendo en un problema cada vez mayor en altitudes y latitudes m\u00e1s altas, probablemente porque el aumento de las temperaturas est\u00e1 haciendo que las regiones antes fr\u00edas sean m\u00e1s acogedoras para el quitridio. De manera similar, la roya ampollada del pino blanco, un hongo que ha devastado algunas especies de pinos blancos en Europa y Am\u00e9rica del Norte, se est\u00e1 expandiendo a elevaciones m\u00e1s altas donde las condiciones antes eran desfavorables. Esto ha puesto en riesgo m\u00e1s bosques de pinos. Las condiciones clim\u00e1ticas cambiantes tambi\u00e9n est\u00e1n ayudando a que los hongos pat\u00f3genos de los cultivos, como los que infectan los pl\u00e1tanos, las patatas y el trigo, lleguen a nuevas zonas.<\/p>\n\n Anuncio <\/span> <\/p>\n<\/aside>\nUn clima m\u00e1s c\u00e1lido tambi\u00e9n cambia los ciclos de sequ\u00edas y lluvias intensas, lo que puede aumentar el riesgo de enfermedades f\u00fangicas en los humanos. Un estudio de m\u00e1s de 81.000 casos de fiebre del Valle en California entre 2000 y 2020 encontr\u00f3 que las infecciones tend\u00edan a aumentar en los dos a\u00f1os inmediatamente posteriores a sequ\u00edas prolongadas. Los cient\u00edficos a\u00fan no comprenden completamente por qu\u00e9 sucede esto. Pero una hip\u00f3tesis sugiere que Coccidioides<\/em> sobrevive mejor que sus competidores microbianos durante sequ\u00edas prolongadas, luego crece r\u00e1pidamente una vez que regresan las lluvias y libera esporas en el aire cuando el suelo comienza a secarse nuevamente. \u201cAs\u00ed que el clima no s\u00f3lo va a afectar d\u00f3nde est\u00e1, sino tambi\u00e9n cu\u00e1ntos casos tenemos de a\u00f1o en a\u00f1o\u201d, dice Gorris.<\/p>\nAl provocar tormentas e incendios m\u00e1s intensos y frecuentes, el cambio clim\u00e1tico tambi\u00e9n puede ayudar a que las esporas de hongos se propaguen a distancias m\u00e1s largas. Los m\u00e9dicos han observado brotes inusualmente grandes de fiebre del Valle justo despu\u00e9s de tormentas de polvo u otros eventos que levantan nubes de polvo. De manera similar, los investigadores han encontrado un aumento en las infecciones por fiebre del Valle en los hospitales de California despu\u00e9s de grandes incendios forestales a una distancia de hasta 200 millas. Los cient\u00edficos tambi\u00e9n han observado este fen\u00f3meno en otras especies: las tormentas de polvo que se originan en \u00c1frica han sido implicadas en el traslado de un hongo del suelo que mata los corales al Caribe.<\/p>\n
Los investigadores ahora est\u00e1n tomando muestras del aire en tormentas de polvo e incendios forestales para ver si estos eventos realmente pueden transportar hongos viables que causan enfermedades a largas distancias y llevarlos a las personas, causando infecciones. Comprender dicha dispersi\u00f3n es clave para descubrir c\u00f3mo se propagan las enfermedades, dice Bala Chaudhary, ecologista de hongos en Dartmouth College y coautora de una descripci\u00f3n general de la dispersi\u00f3n de hongos en 2022. Revisi\u00f3n anual de ecolog\u00eda, evoluci\u00f3n y sistem\u00e1tica<\/em>. Pero queda un largo camino por recorrer: los cient\u00edficos a\u00fan no tienen respuestas a varias preguntas b\u00e1sicas, como d\u00f3nde viven varios hongos pat\u00f3genos en el medio ambiente o los desencadenantes exactos que liberan las esporas de hongos del suelo y las transportan a largas distancias para establecerse en nuevos lugares.<\/p>\n<\/p><\/div>\n \nSource link-49<\/a><\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"Histoplasma capsulatum es una especie de hongo dim\u00f3rfico parecido a una levadura que, si se inhala, puede causar un tipo de infecci\u00f3n pulmonar llamada histoplasmosis.\u00bb\/> Agrandar \/ Histoplasma capsulatum es…<\/p>\n","protected":false},"author":1,"featured_media":825204,"comment_status":"open","ping_status":"open","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"footnotes":""},"categories":[21980],"tags":[274,4038,216,17213,18436,104815,246,709],"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/825203"}],"collection":[{"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/users\/1"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=825203"}],"version-history":[{"count":1,"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/825203\/revisions"}],"predecessor-version":[{"id":825205,"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/825203\/revisions\/825205"}],"wp:featuredmedia":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/media\/825204"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=825203"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=825203"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=825203"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}