{"id":831341,"date":"2023-10-04T22:47:18","date_gmt":"2023-10-04T22:47:18","guid":{"rendered":"https:\/\/magazineoffice.com\/el-exorcista-trata-sobre-los-horrores-de-la-modernidad\/"},"modified":"2023-10-04T22:47:23","modified_gmt":"2023-10-04T22:47:23","slug":"el-exorcista-trata-sobre-los-horrores-de-la-modernidad","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/magazineoffice.com\/el-exorcista-trata-sobre-los-horrores-de-la-modernidad\/","title":{"rendered":"El exorcista trata sobre los horrores de la modernidad"},"content":{"rendered":"


\n<\/p>\n

\n

William Friedkin <\/span>El exorcista<\/span><\/i> sigue siendo una de las mejores pel\u00edculas de terror jam\u00e1s realizadas. Tambi\u00e9n es una pel\u00edcula indeleble de su momento: una instant\u00e1nea perfecta de las ansiedades latentes de los Estados Unidos de principios de la d\u00e9cada de 1970.<\/span><\/p>\n

En t\u00e9rminos de subg\u00e9nero, <\/span>El exorcista<\/span><\/i> Pertenece a un largo linaje de pel\u00edculas sobrenaturales y demon\u00edacas. En los t\u00e9rminos m\u00e1s amplios posibles, evoca pel\u00edculas contempor\u00e1neas como la de Roman Polanski. <\/span>El bebe de romero<\/span><\/i> o el de Ken Russell <\/span>Los demonios<\/span><\/i>. Incluso se podr\u00eda relacionarlo con horrores brit\u00e1nicos como el de Jacques Tourneur. <\/span>Noche del demonio<\/span><\/i> o el de Terence Fisher <\/span>La novia del diablo<\/span><\/i>. En ese sentido, es un horror tradicional; sali\u00f3 el a\u00f1o anterior a proto-slashers <\/span>La masacre de la motosierra de Tejas<\/span><\/i> y <\/span>Navidad negra<\/span><\/i>.<\/span><\/p>\n

Sin embargo, parte del genio de Friedkin con <\/span>El exorcista<\/span><\/i> estaba arraigando este horror en un entorno fundamentado. Friedkin fue una figura clave en el movimiento del \u201cNuevo Hollywood\u201d, que represent\u00f3 una clara ruptura con el antiguo sistema de estudios. Los directores j\u00f3venes y prometedores pudieron construir versiones m\u00e1s valientes y fundamentadas de g\u00e9neros familiares que se dirigieron al p\u00fablico contempor\u00e1neo. Lo que Friedkin hizo con horror demon\u00edaco en <\/span>El exorcista<\/span><\/i>Francis Ford Coppola hizo<\/span> la cl\u00e1sica pel\u00edcula de la mafia en <\/span>El Padrino<\/span><\/i>.<\/span><\/p>\n

La pel\u00edcula comienza con un extenso pr\u00f3logo atmosf\u00e9rico que sigue al padre Lankester Merrin (Max von Sydow) en una excavaci\u00f3n arqueol\u00f3gica en el norte de Irak. Esto parece la apertura de una pel\u00edcula de g\u00e9nero m\u00e1s convencional. Sin embargo, <\/span>El exorcista<\/span><\/i> luego gira bruscamente. Pasa a Georgetown en Washington, DC. Se convierte en la historia de Chris MacNeil (Ellen Burstyn), una actriz y madre soltera que intenta criar a su hija Regan (Linda Blair).<\/span><\/p>\n

Regan entabla una relaci\u00f3n con una extra\u00f1a entidad llamada \u00abCapit\u00e1n Howdy\u00bb. Esta fuerza misteriosa se comunica con el adolescente a trav\u00e9s de una tabla Ouija y parece saber mucho m\u00e1s de lo que deber\u00eda. Chris comienza a escuchar ruidos extra\u00f1os en la casa. La personalidad de Regan comienza a cambiar; sufre convulsiones extra\u00f1as, arremete, parece atormentada. Chris busca respuestas en la ciencia, pero no hay ninguna explicaci\u00f3n m\u00e9dica.<\/span><\/p>\n

Una noche, mientras cuidaba a Regan de Chris, el director Burke Dennings (Jack MacGowran) desaparece de su habitaci\u00f3n. Su cuerpo se encuentra al pie de unas escaleras de piedra fuera de la casa, con el cuello roto. Esto llama la atenci\u00f3n del teniente William F. Kinderman (Lee J. Cobb). Chris, presa del p\u00e1nico, consulta al padre Damien Karras (Jason Miller). La pareja llega a creer que Regan puede estar pose\u00edda por una monstruosa fuerza demon\u00edaca.<\/span><\/p>\n<\/p>\n

Elimina los elementos sobrenaturales m\u00e1s intensos de la sinopsis de la trama y <\/span>El exorcista<\/span><\/i> sigue siendo un drama social convincente. Es la historia de una madre que enfrenta un cambio dram\u00e1tico en su hija. \u00abMire, Doc, realmente no entiendo c\u00f3mo pudo cambiar toda su personalidad\u00bb, se queja Chris al Dr. Barringer (Peter Masterson). Barringer responde que podr\u00eda tratarse simplemente de una lesi\u00f3n en el l\u00f3bulo temporal. Es \u00abmuy com\u00fan\u00bb y puede conducir a \u00abcomportamientos destructivos, incluso criminales\u00bb.<\/span><\/p>\n

Esto parece s\u00f3lo una ligera exageraci\u00f3n de c\u00f3mo reaccionan algunos padres ante<\/span> ni\u00f1os que entran en la adolescencia<\/span>. Sin embargo, se siente particularmente cargado en el contexto de <\/span>El exorcista<\/span><\/i>. Tanto la pel\u00edcula como la novela parecen un ajuste de cuentas con el legado de la d\u00e9cada de 1960. Chris est\u00e1 filmando una pel\u00edcula sobre<\/span> Las protestas universitarias de la d\u00e9cada.<\/span>. En t\u00e9rminos m\u00e1s generales, la d\u00e9cada de 1960 estuvo definida por un trauma generacional, cuando los padres se preocupaban de que sus hijos participaran en el \u00ab<\/span>rebeli\u00f3n juvenil<\/span>\u00ab<\/span> abrazando la contracultura<\/span>o<\/span> incluso uni\u00e9ndose a sectas<\/span>.<\/span><\/p>\n

El exorcista<\/span><\/i> Tambi\u00e9n es obviamente una reacci\u00f3n contra<\/span> La revoluci\u00f3n sexual de esa d\u00e9cada anterior.<\/span>. En una de sus escenas m\u00e1s impactantes, Regan se masturba con un crucifijo y grita \u00abDeja que Jes\u00fas te folle\u00bb. M\u00e1s tarde, el demonio se burla de Karras: \u00abTu madre chupa pollas en el infierno\u00bb. Incluso dejando de lado la posesi\u00f3n demon\u00edaca, queda la pregunta no articulada sobre qu\u00e9 estaba haciendo Burke Dennings en el dormitorio de Regan antes de que lo arrojaran por la ventana. Tambi\u00e9n hay cierto debate sobre<\/span> La sexualidad de Karras<\/span>lo que quiz\u00e1s tenga sentido en<\/span> El contexto m\u00e1s amplio de la carrera de Friedkin.<\/span>.<\/span><\/p>\n

En este sentido, <\/span>El exorcista<\/span><\/i> Es una obra profundamente conservadora, como<\/span> muchas pel\u00edculas de exorcismo<\/span>. William Peter Blatty, que escribi\u00f3 la novela y el gui\u00f3n, es bastante sincero al respecto. \u201cEs un argumento a favor de Dios\u201d<\/span> \u00e9l ha reconocido<\/span>. \u201cMi intenci\u00f3n era que fuera una obra apost\u00f3lica, para ayudar a las personas en su fe\u201d. Parece un tanto evidente que la fuerza demon\u00edaca logra entrar en un hogar encabezado por una madre trabajadora soltera divorciada, aprovechando muchas de las ansiedades de la \u00e9poca.<\/span><\/p>\n

Este conservadurismo fue una reacci\u00f3n contra tendencias culturales m\u00e1s amplias. <\/span>El exorcista<\/span><\/i> fue lanzado en diciembre de 1973, al final de un a\u00f1o ajetreado. La Corte Suprema hab\u00eda decidido Roe v. Wade que<\/span> Enero<\/span>, despenalizando el aborto en todo el pa\u00eds. En la televisi\u00f3n que<\/span> Febrero<\/span>la serie documental de PBS <\/span>Una familia americana<\/span><\/i> Termin\u00f3 cubriendo la disoluci\u00f3n de la familia Loud, con Pat Loud buscando el divorcio de su marido despu\u00e9s<\/span> 21 a\u00f1os<\/span>. En<\/span> Agosto<\/span>la Organizaci\u00f3n Nacional de Mujeres protest\u00f3 en Wall Street.<\/span><\/p>\n

\"El<\/p>\n

Incluso fuera de estos avances feministas, Estados Unidos estaba atravesando algunos cambios muy dram\u00e1ticos. Aunque la resonancia es totalmente coincidente, hay algo evocador en el hecho de que el padre Merrin desentierre un mal antiguo y enterrado en el Medio Oriente que viene a atormentar a los Estados Unidos en una pel\u00edcula estrenada.<\/span> en medio del embargo petrolero \u00e1rabe<\/span>. Tambi\u00e9n se siente se\u00f1alado que <\/span>El exorcista<\/span><\/i> presenta el mal echando ra\u00edces en Washington, justo cuando la naci\u00f3n estaba trabajando en<\/span> El esc\u00e1ndalo Watergate<\/span>.<\/span><\/p>\n

Mas ampliamente, <\/span>El exorcista<\/span><\/i> se trata de anomia. Mientras Karras deambula por Washington, la ciudad parece colapsar sobre s\u00ed misma. Los ni\u00f1os bailan sobre el cap\u00f3 de los coches en un barrio deteriorado. Un vagabundo (Vincent Russell) pide cambio en el and\u00e9n del metro. \u201c\u00bfPuedes ayudar a un viejo monaguillo?\u201d implora el extra\u00f1o. Al final, Karras no puede. Parece que nadie puede. Friedkin filma estas escenas relativamente mundanas de decadencia urbana como si la ciudad misma hubiera quedado pose\u00edda y degradada como Regan.<\/span><\/p>\n

La mezcla de sonido en <\/span>El exorcista<\/span><\/i> es increible. Friedkin utiliza el silencio con moderaci\u00f3n y con gran efecto. Siempre sucede algo, se desarrolla alguna actividad. El ruido suele ser de naturaleza industrial. Incluso en el norte de Irak, el padre Merrin escucha el ruido del yunque mientras los herreros moldean el metal para darle formas \u00fatiles. En un momento, un caballo y un carro casi lo derriban, su conductor y ocupante est\u00e1n demasiado ocupados llegando a donde van a prestar atenci\u00f3n. Chirr\u00eda como el metro de Washington.<\/span><\/p>\n

\u201cEn un nivel, <\/span>El exorcista<\/span><\/i> Parece estar argumentando que el mundo moderno, como Sodoma y Gomorra, se ha vendido al diablo\u201d.<\/span> Barbara Creed escribi\u00f3<\/span>, \u201cpor eso el clima moral es tan corrupto que el diablo puede apoderarse de los j\u00f3venes con la mayor facilidad. La vida en la ciudad moderna est\u00e1 marcada por una sensaci\u00f3n de decadencia asociada con la pobreza, el hacinamiento, la alienaci\u00f3n, la soledad, el abandono de lo viejo, el divorcio, el alcoholismo y la violencia\u201d. Es una pel\u00edcula que est\u00e1 firmemente arraigada en su momento particular.<\/span><\/p>\n

En algunas formas, <\/span>El exorcista<\/span><\/i> s\u00f3lo pudo existir realmente en diciembre de 1973. \u00c9se es el \u00fanico contexto en el que realmente tiene sentido. Es una pel\u00edcula aterrorizada por la invasi\u00f3n de la modernidad, pero una modernidad muy particular. <\/span>El exorcista <\/span><\/i>es una instant\u00e1nea de un conjunto particular de ansiedades estadounidenses. Si bien sus temas subyacentes son universales, su marco de referencia es muy espec\u00edfico. Esto puede explicar por qu\u00e9 el original se erige como un logro imponente y singular,<\/span> Golpeando la cultura pop como un rayo.<\/span>.<\/span><\/p>\n

\"El<\/p>\n

El exorcista<\/span><\/i> ha generado una variedad de secuelas. De hecho, existen m\u00faltiples versiones del tercero (<\/span>Exorcista III<\/span><\/i> y <\/span>Legi\u00f3n<\/span><\/i>) y cuarto (<\/span>Exorcista: El comienzo<\/span><\/i> y <\/span>Dominion: Precuela del Exorcista<\/span><\/i>) pel\u00edculas de la serie, sin mencionar un corte alternativo de <\/span>Exorcista II: El Hereje<\/span><\/i>. Sin embargo, estas secuelas no han tenido un impacto tangible en la cultura pop. Ni siquiera se registran de la misma manera que las tontas secuelas posteriores en el <\/span>viernes 13<\/span><\/i>th<\/span><\/i>, <\/span>V\u00edspera de Todos los Santos<\/span><\/i>y <\/span>Pesadilla en la calle Elm<\/span><\/i> franquicias.<\/span><\/p>\n

Esto podr\u00eda deberse a que estas pel\u00edculas no tienen ad\u00f3nde ir. Las secuelas salen mal de inmediato. John Boorman <\/span>El hereje<\/span><\/i> Es un fracaso fascinante porque se siente como un rechazo total de todo lo que hizo del original de Friedkin una obra maestra. Se siente como un retroceso, con una actuaci\u00f3n central muy anticuada de Richard Burton y mucho trabajo de estudio y modelo. Rechaza cualquier sentido de un tiempo o lugar espec\u00edfico, alej\u00e1ndose del fundamento del horror en lo mundano.<\/span><\/p>\n

Muchas de estas secuelas se centran en la estancia del padre Merrick en \u00c1frica, un hilo conductor de <\/span>El hereje<\/span><\/i>, <\/span>El principio<\/span><\/i>y <\/span>Dominio<\/span><\/i>. Incluso dejando de lado que cada una de esas pel\u00edculas tiene sus propios problemas, esta elecci\u00f3n tiene un efecto alienante. Exotiza el horror para el p\u00fablico estadounidense traslad\u00e1ndolo al extranjero. La elecci\u00f3n de presentar <\/span>El principio<\/span><\/i> y <\/span>Dominio<\/span><\/i> como precuelas distancia a\u00fan m\u00e1s a la franquicia del compromiso del original con su momento espec\u00edfico.<\/span><\/p>\n

Esta puede ser la raz\u00f3n <\/span>Exorcista III<\/span><\/i> (y <\/span>Legi\u00f3n<\/span><\/i>) sigue siendo el m\u00e1s exitoso de los <\/span>Exorcista<\/span><\/i> secuelas. Dirigida por Blatty, la pel\u00edcula todav\u00eda est\u00e1 definida por los a\u00f1os 70. Est\u00e1 protagonizada por la leyenda de Hollywood George C. Scott como Kinderman, a varias d\u00e9cadas de la cima de su carrera. Brad Dourif interpreta a \u201cel Asesino G\u00e9minis\u201d, una obvia alusi\u00f3n al Asesino del Zod\u00edaco de finales de los a\u00f1os 1960. A\u00fan, <\/span>Exorcista III<\/span><\/i> al menos est\u00e1 firmemente arraigado en Georgetown y aborda esos temas familiares sobre la decadencia urbana y la corrupci\u00f3n.<\/span><\/p>\n

Este es quiz\u00e1s el desaf\u00edo al intentar construir una secuela largamente postergada de <\/span>El exorcista<\/span><\/i>como el director David Gordon Green est\u00e1 intentando hacer con <\/span>El exorcista: creyente<\/span><\/i>. La belleza de <\/span>El exorcista<\/span><\/i> radicaba en tomar un modelo de terror muy tradicional e incluso anticuado y aplicarlo en un contexto completamente moderno. Cualquier sucesor digno de <\/span>El exorcista<\/span><\/i> necesita estar dispuesto a hacer lo mismo en el contexto de su propio momento, sin sentirse nost\u00e1lgico en deuda con una pel\u00edcula de hace 50 a\u00f1os.<\/span><\/p>\n<\/p><\/div>\n


\n
Source link-28 <\/a><\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"

William Friedkin El exorcista sigue siendo una de las mejores pel\u00edculas de terror jam\u00e1s realizadas. Tambi\u00e9n es una pel\u00edcula indeleble de su momento: una instant\u00e1nea perfecta de las ansiedades latentes…<\/p>\n","protected":false},"author":1,"featured_media":831342,"comment_status":"open","ping_status":"open","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"footnotes":""},"categories":[123],"tags":[9707,25844,8,86470,15,641],"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/831341"}],"collection":[{"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/users\/1"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=831341"}],"version-history":[{"count":1,"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/831341\/revisions"}],"predecessor-version":[{"id":831343,"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/831341\/revisions\/831343"}],"wp:featuredmedia":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/media\/831342"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=831341"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=831341"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=831341"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}