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El poeta esloveno Toma\u017e \u0160alamun, fallecido en 2014, fue uno de los \u00faltimos grandes surrealistas. Mientras la poes\u00eda brotaba de \u00e9l durante mucho tiempo como un g\u00e9iser, las guerras yugoslavas le provocaron un bloqueo de escritura. Sin embargo, encontr\u00f3 nuevas alturas en sus \u00faltimos trabajos.<\/p>\n
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Un vanguardista literario consumado, uno de los \u00faltimos artistas de talla mundial: el esloveno Toma\u017e \u0160alamun, grabando desde 2013.<\/h2>\n Imagen<\/span><\/p>\n<\/div>\n<\/figcaption><\/figure>\n <\/p>\n
El poeta esloveno Toma\u017e \u0160alamun (1941-2014) prefer\u00eda escribir cuando viajaba y se encontraba en el anonimato de las grandes ciudades. Y viaj\u00f3 mucho, a menudo a Estados Unidos, donde ocup\u00f3 puestos docentes en universidades a partir de los a\u00f1os 1970 y conoci\u00f3 a grandes de la poes\u00eda mundial como John Ashbery y Charles Simic, con quienes pronto se hizo amigo.<\/p>\n
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El natural de Zagreb se inspir\u00f3 en su pasi\u00f3n por los viajes en su camino art\u00edstico hacia la ciudad portuaria de Koper, en la costa eslovena del Adri\u00e1tico, el lugar donde pas\u00f3 su protegida infancia. Por el bien de sus padres, dej\u00f3 de lado su deseo de viajar por el mundo y inicialmente estudi\u00f3 historia del arte en Liubliana, lo que probablemente tuvo el impacto m\u00e1s duradero en su vida como escritor. <\/p>\n
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Desde el principio, \u0160alamun confi\u00f3 en el estilo de vida de expansi\u00f3n de la conciencia de la \u201crevoluci\u00f3n surrealista\u201d. Al final de su vida fue un consumado vanguardista literario, uno de los \u00faltimos de renombre mundial. Como artista conceptual y miembro del grupo esloveno OHO en torno a Marko Poga\u010dnik, incluso expuso en el MoMA de Nueva York en 1970. En \u201c42 Degrees\u201d se le vio sosteniendo un pie sobre una chimenea en la nieve.<\/p>\n
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Furia de asociaci\u00f3n y alusi\u00f3n.<\/span><\/h2>\n <\/p>\n
El graf\u00f3mano \u0160alamun tambi\u00e9n salpic\u00f3 irritaciones duchampianas comparables en los poemas de la segunda mitad de su obra. Durante mucho tiempo fue dudoso que tal cosa pudiera existir. El bloqueo del escritor, que lo super\u00f3 durante una crisis personal en 1989, se vio exacerbado por las guerras yugoslavas con sus cr\u00edmenes y atrocidades. No fue hasta mediados de los a\u00f1os 90 que volvi\u00f3 a entrar en el \u201csal\u00f3n\u201d, como dice un poema. De este sal\u00f3n Matthias G\u00f6ritz, Liza Linde y Monika Rinck las han seleccionado magn\u00edficamente y traducidas de manera excelente bajo el t\u00edtulo \u201cPiedras del cielo\u201d. Al hacerlo, siguen los pasos de Peter Urban y Fabjan Hafner, quienes estuvieron entre los mediadores m\u00e1s conocidos del cosmos po\u00e9tico de Salamun en el mundo de habla alemana.<\/p>\n
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Es una obra tard\u00eda, pero no temprana, porque Toma\u017e \u0160alamun vuelve a ser el mismo de antes, principalmente un antitradicionalista y provocador que degrada la comprensi\u00f3n y la incomprensi\u00f3n a categor\u00edas de lectura obsoletas. M\u00e1s que cualquier otra cosa, sus poemas, con su original e irracional furor de asociaci\u00f3n y alusi\u00f3n, pretenden tener un efecto en el p\u00fablico lector. Lo mejor que quieren es ofender al lector, tomarlo por sorpresa, como la inspiraci\u00f3n golpea a la palabra artista cuando escribe poes\u00eda: \u201ccomo si se abriera un hueco, o un tono, una tensi\u00f3n que se rompe, y es como si apareciera un rayo que se ilumina o estallara una frase.<\/p>\n
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El mito de la creaci\u00f3n del texto se encuentra en el texto que acompa\u00f1a al volumen de selecci\u00f3n y surge de una serie de conversaciones entre Toma\u017e \u0160alamun y el nuevo portador de la antorcha de la poes\u00eda eslovena, Ale\u0161 \u0160teger, en 2009. Mito, porque la literatura siempre significa trabajo. Sin embargo, \u0160alamun ha editado sus poemas de tal manera que nunca parecen amanerados, sino siempre repentinos, como si acabara de transmitir lo que encontr\u00f3 para leer. Eso es lo que los hace tan espectaculares.<\/p>\n
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Y a veces los poemas no tratan m\u00e1s que de su propio mito, por ejemplo cuando se habla de un lenguaje que se produce \u201cen tibios destellos\u201d, o cuando el genio deriva de un \u201cdivino frenes\u00ed\u201d, ilustrado por \u201cni\u00f1os y cuatro- primos de a\u00f1os\u201d: \u201cJuntos vienen a las celebraciones familiares y dicen\/ hacen caca y la alegr\u00eda divina los embarga,\/ se retuercen de felicidad y\/ el \u00e9xtasis divino\u201d.<\/p>\n
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Y como si Toma\u017e \u0160alamun quisiera demostrar que el surrealista es un ni\u00f1o disfrazado que se deleita con la palabra prohibida, en otro poema le hace meterse la palabra \u00abcaca\u00bb en la boca y, como quien ha vuelto en s\u00ed, admitir: \u201cCulpi\u00e9\/\/ la pared resonante con\/ mierda fermentada\u201d.<\/p>\n
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Luego aleja al surrealista del ni\u00f1o y lo acerca al mariscal de campo prusiano Gebhard von Bl\u00fccher, quien en el invierno de 1810\/11, como se\u00f1al\u00f3 una vez el Ministro de Guerra Hermann von Boyen, mostr\u00f3 \u201cdefinitivos rastros de distracci\u00f3n\u201d y cre\u00eda \u201ccomo castigo por sus pecados de estar embarazada de un elefante\u00bb. \u201cSin embargo\/ derrot\u00f3\/ a Napole\u00f3n\u201d, a\u00f1ade \u0160alamun a la an\u00e9cdota, reemplazando una vez m\u00e1s la raz\u00f3n funcional por la alucinante y posterior grandiosidad del surrealista. Se cree casi al mismo nivel que Dios: \u00abEstoy a un paso de Dios. \/ Me acaricia la nariz, s\u00e9 que sus caricias son como la coca\u00edna\u00bb.<\/p>\n
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