{"id":845159,"date":"2023-10-18T07:12:21","date_gmt":"2023-10-18T07:12:21","guid":{"rendered":"https:\/\/magazineoffice.com\/comentario-los-compromisos-son-una-fortaleza-de-suiza-pero-se-reivindican-repetidamente-incluso-cuando-no-existen-eso-es-lo-ultimo-que-necesita-la-democracia\/"},"modified":"2023-10-18T07:12:25","modified_gmt":"2023-10-18T07:12:25","slug":"comentario-los-compromisos-son-una-fortaleza-de-suiza-pero-se-reivindican-repetidamente-incluso-cuando-no-existen-eso-es-lo-ultimo-que-necesita-la-democracia","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/magazineoffice.com\/comentario-los-compromisos-son-una-fortaleza-de-suiza-pero-se-reivindican-repetidamente-incluso-cuando-no-existen-eso-es-lo-ultimo-que-necesita-la-democracia\/","title":{"rendered":"COMENTARIO – Los compromisos son una fortaleza de Suiza, pero se reivindican repetidamente incluso cuando no existen. Eso es lo \u00faltimo que necesita la democracia."},"content":{"rendered":"


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Ya sea el camino junto al lago de Z\u00farich, primas reducidas o normas para los apartamentos urbanos: la tendencia a hacer concesiones falsas es m\u00e1s que una simple extravagancia, es una negligencia.<\/p>\n

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Una iniciativa controvertida exige un camino fluvial continuo a lo largo del lago de Z\u00farich. Los propietarios privados que viven directamente en el lago tendr\u00edan que ceder terrenos para el camino o pasar\u00eda por un puente peatonal en la orilla. Peter y Carmen Meier, que viven en Uerikon am See, rechazan claramente el proyecto. <\/h2>\n

Rampa Annick \/ NZZ<\/span><\/p>\n<\/div>\n<\/figcaption><\/figure>\n

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El 11 de marzo de 2019, el parlamento de Z\u00farich puso por unanimidad un huevo podrido y lo celebr\u00f3 como si fuera el huevo de Col\u00f3n. <\/p>\n

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Se trataba de reducciones de primas.<\/a>. Alrededor de mil millones de francos, que se distribuir\u00edan entre 400.000 personas en el cant\u00f3n de Z\u00farich. Y por tanto muchos votos.<\/p>\n

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Esta historia se presenta aqu\u00ed porque muestra c\u00f3mo el compromiso, uno de los medios centrales de la pol\u00edtica democr\u00e1tica, se ve socavado por compromisos falsos.<\/p>\n

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Reducir las primas es admitir que el problema del aumento de las primas de los seguros m\u00e9dicos no puede controlarse pol\u00edticamente. Los hogares est\u00e1n sufriendo esta carga, por lo que el dinero de los impuestos se est\u00e1 utilizando para ayudarlos.<\/p>\n

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En el cant\u00f3n de Z\u00farich se utiliza desde hace mucho tiempo un sistema de regadera cuestionable. Se fij\u00f3 que al menos el 30 por ciento de la poblaci\u00f3n recibiera ayuda. Si necesitaban esto era secundario.<\/p>\n

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El gobierno cantonal propuso con raz\u00f3n un cambio de sistema. El apoyo debe basarse en las necesidades. El nuevo mecanismo: la compa\u00f1\u00eda de seguros de salud puede utilizar como m\u00e1ximo una determinada parte de los ingresos. Luego est\u00e1n las reducciones de primas.<\/p>\n

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Eso es exactamente lo que dice la ley hoy, y eso es una clara mejora. Pero ese d\u00eda el Parlamento crey\u00f3 lo contrario. Porque nadie quiere quitarles nada a los votantes.<\/p>\n

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Por lo tanto, todos los partidos, a excepci\u00f3n del FDP, han invertido mucho tiempo en ajustar exactamente los tornillos de ajuste para que todo siga igual en cuanto al resultado. Y cuando lo lograron, afirmaron, en contra de su mejor juicio, que la \u201cmeta social\u201d \u2013la regadera del 30 por ciento\u2013 permanecer\u00eda intacta.<\/p>\n

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Ahora deber\u00eda quedar claro para todos que algo imposible ha llegado al mundo. Un sistema basado en las necesidades y un objetivo de distribuci\u00f3n fijo son mutuamente excluyentes. Porque en una situaci\u00f3n ideal, en la que nadie tiene m\u00e1s necesidades, no se beneficia ni el 30 por ciento de la gente. Pero en realidad cero.<\/p>\n

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Pero los concejales cantonales lograron afirmar lo contrario. No s\u00f3lo los de izquierda, sino tambi\u00e9n los de centro, e incluso la UDC afirm\u00f3 haber abogado por un reparto \u201corientado hacia el statu quo\u201d.<\/p>\n

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Suena como un compromiso, pero es un autoenga\u00f1o y una negaci\u00f3n de la realidad. Pronto se hizo evidente que ya no exist\u00eda una \u201ccuota social\u201d sino que la proporci\u00f3n de beneficiarios estaba cambiando. <\/p>\n

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Es extra\u00f1o que la izquierda ahora grite \u00abfraude\u00bb. Pero los dem\u00e1s que participaron entonces no deber\u00edan sorprenderse. Sois corresponsables si se siembra descontento y desconfianza.<\/p>\n

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Cualquiera que amenace con perder simplemente afirma el compromiso.<\/span><\/h2>\n

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Quiz\u00e1s sea una enfermedad suiza. El pa\u00eds vive bien con compromisos. Tan buenos que se han convertido en una segunda naturaleza y crees que puedes reconocerlos incluso donde ni siquiera existen.<\/p>\n

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Esto no s\u00f3lo es extravagante, sino tambi\u00e9n descuidado en un presente en el que los ideales democr\u00e1ticos est\u00e1n bajo presi\u00f3n. Cualquiera que falsifique compromisos falsos da\u00f1a la reputaci\u00f3n del compromiso mismo. <\/p>\n

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El compromiso ha hecho a este pa\u00eds fuerte. Si est\u00e1s buscando el camino intermedio, siente tu camino con cuidado. Nunca es vanguardista, nunca est\u00e1 a la vanguardia. Pero tambi\u00e9n se ahorra los devastadores giros equivocados. Como resultado, Suiza sigue siendo peque\u00f1a y al mismo tiempo ha crecido.<\/p>\n

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Esta cultura pol\u00edtica se remonta a la d\u00e9cada de 1930, cuando los dos bloques, burgu\u00e9s y obrero, se acercaron. El resultado es una democracia de concordancia, en la que todas las fuerzas importantes trabajan juntas para encontrar soluciones. Mientras que en los pa\u00edses vecinos domina el principio de competencia.<\/p>\n

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Al mismo tiempo, debido a la constante amenaza de referendos y referendos \u2013otra peculiaridad suiza\u2013, se observa una tendencia notable hacia una pseudosoluci\u00f3n. Si corre peligro de perder en las urnas, simplemente haga valer el compromiso si es necesario.<\/p>\n

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Los verdaderos compromisos son f\u00e1ciles de distinguir de los falsos porque la f\u00f3rmula de compromiso es simple. Si la posici\u00f3n A y la posici\u00f3n B est\u00e1n opuestas, busca la intersecci\u00f3n AB. Si no hay ninguno, ambas partes dan peque\u00f1os pasos uno hacia el otro hasta que uno emerge.<\/p>\n

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Pero a veces esto es l\u00f3gicamente imposible. Entonces hay que tener el coraje y la honestidad de defenderlo. Un cuadrado nunca puede ser un c\u00edrculo, por mucho que golpees sus esquinas. Y as\u00ed como no es posible \u2013volviendo al ejemplo\u2013 distribuir el dinero p\u00fablico seg\u00fan las necesidades y con la regadera. Cualquiera o.<\/p>\n

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Se puede esperar que el soberano tome decisiones direccionales.<\/span><\/h2>\n

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De hecho, el Consejo Cantonal de Z\u00farich se ha pronunciado en contra de la regadera. Aquellos a quienes no les gusta esto podr\u00edan haberse levantado entonces y haber declarado abiertamente: \u201cNo queremos justicia para las necesidades, queremos la regadera. Queremos distribuir dinero a la mayor cantidad de personas posible, no s\u00f3lo a los necesitados, sino tambi\u00e9n a la clase media\u201d.<\/p>\n

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Incluso en una democracia de concordancia, a veces hay que aceptarlo y esperar que quienes tienen derecho a votar tomen una decisi\u00f3n. Es dudoso que puedan comprarse con la perspectiva de obtener beneficios econ\u00f3micos. Despu\u00e9s de todo, este es el pa\u00eds donde, para sorpresa del mundo, una gran mayor\u00eda vot\u00f3 en contra de una semana adicional de vacaciones.<\/p>\n

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Cualquiera que elija la opci\u00f3n A en una u otra situaci\u00f3n y afirme que tambi\u00e9n obtiene B nunca deber\u00eda quejarse si en su lugar obtiene A. Esto lo demuestra un segundo ejemplo de la ciudad de Zurich, uno con el signo pol\u00edtico opuesto.<\/p>\n

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Los ciudadanos critican que los inquilinos con mucho dinero vivan en apartamentos urbanos baratos. Esto tambi\u00e9n molest\u00f3 a los votantes de izquierda. Finalmente se lleg\u00f3 a un acuerdo sobre l\u00edmites de ingresos<\/a> y lo celebr\u00f3 como un \u201ccompromiso hist\u00f3rico\u201d. Simplemente: no fue nadie.<\/p>\n

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Tambi\u00e9n exist\u00eda la excepci\u00f3n de que los l\u00edmites de ingresos no se aplicaban en el 15 por ciento de los apartamentos. Casualmente, son casi exactamente los mismos que mostr\u00f3 una encuesta entre inquilinos ricos. Entonces casi nada cambi\u00f3. <\/p>\n

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Un tercer ejemplo se refiere a una forma especial de pseudosoluci\u00f3n: la f\u00f3rmula de compromiso. Se acuerda una formulaci\u00f3n sin definirla con precisi\u00f3n. De esta forma se evita y pospone el conflicto porque ambas partes pueden interpretar la f\u00f3rmula a su manera.<\/p>\n

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Son infames los ejemplos del conflicto Este-Oeste, cuando ambos bloques acordaron la \u201cdemocratizaci\u00f3n\u201d de Alemania: saludos de la RDA. El problema de este enfoque est\u00e1 surgiendo actualmente en Z\u00farich. Contin\u00faa disputa por un sendero a orillas del lago de Z\u00farich<\/a> perceptible.<\/p>\n

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Ejemplo \u201cSeeuferweg\u201d: cada uno quiere decir algo diferente con ello<\/span><\/h2>\n

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Los lagos son un bien p\u00fablico en Suiza; una ley cantonal exige desde los a\u00f1os 1990 que sus orillas se mantengan limpias. La ordenaci\u00f3n del territorio prev\u00e9 un sendero alrededor del lago de Z\u00farich. El problema: cuando se dibuj\u00f3 esto, grandes partes hab\u00edan estado densamente construidas durante mucho tiempo y eran en su mayor\u00eda propiedad privada. Y la protecci\u00f3n de la propiedad es uno de los derechos fundamentales m\u00e1s elevados.<\/p>\n

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Sin embargo, una iniciativa del PS en 2010 exig\u00eda lo imposible. En diez a\u00f1os se podr\u00e1 lograr un camino fluido directamente en el banco. El gobierno cantonal present\u00f3 una contrapropuesta porque la preocupaci\u00f3n estaba fundamentalmente justificada. Cada a\u00f1o se destinan varios millones de francos a la construcci\u00f3n del camino. Los burgueses incluyeron la condici\u00f3n adicional de que las expropiaciones deb\u00edan seguir siendo una excepci\u00f3n absoluta.<\/p>\n

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Se trataba de un compromiso cl\u00e1sico con una consecuencia l\u00f3gica: se construye el camino junto al lago donde sea posible y se deja en otro lugar. As\u00ed se maneja hasta el d\u00eda de hoy. El defecto es que nunca se formul\u00f3 de esa manera de manera consistente.<\/p>\n

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En aquel momento, el gobierno se resisti\u00f3 a definir claramente el t\u00e9rmino \u201cUferweg\u201d o a abandonarlo por completo para no generar falsas expectativas. El t\u00e9rmino deber\u00eda mantenerse \u201cpor razones de simplicidad\u201d. No es necesario mencionar espec\u00edficamente, pero es evidente, que en realidad el camino no puede seguirse directamente por el banco en todas partes debido a intereses privados.<\/p>\n

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Ni siquiera cerca. Los iniciadores ahora se sienten enga\u00f1ados porque parte del camino a orillas del r\u00edo no es un camino a orillas del r\u00edo, y el conflicto comienza de nuevo con una nueva iniciativa. Nadie gan\u00f3 nada.<\/p>\n

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Dondequiera que se denuncian supuestas soluciones de compromiso, se da\u00f1a la reputaci\u00f3n de los compromisos. Esto favorece a los esc\u00e9pticos de la democracia, que siempre han visto el compromiso como un signo de debilidad. Pero los compromisos s\u00f3lo son d\u00e9biles cuando se hacen de manera d\u00e9bil.<\/p>\n

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Hay muchos ejemplos de compromisos s\u00f3lidos. El Compromiso sobre el aparcamiento en la ciudad de Z\u00farich<\/a> As\u00ed fue, por ejemplo, hasta que se cancel\u00f3 hace dos a\u00f1os: por un lado se eliminaron las plazas de aparcamiento en la calle, por el otro se sustituy\u00f3 en garajes subterr\u00e1neos. A pesar del recuento, siempre estuvo claro para todos lo que era cierto y ambas partes estaban igualmente descontentas.<\/p>\n

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Estos compromisos demuestran el poder integrador de una democracia y se necesitan m\u00e1s. Pero donde no pueda encontrarlos, es mejor dejarlo como est\u00e1.<\/p>\n

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