{"id":872155,"date":"2023-11-06T02:45:21","date_gmt":"2023-11-06T02:45:21","guid":{"rendered":"https:\/\/magazineoffice.com\/que-sera-en-food-el-fin-del-mundo-tal-como-lo-conocemos\/"},"modified":"2023-11-06T02:45:25","modified_gmt":"2023-11-06T02:45:25","slug":"que-sera-en-food-el-fin-del-mundo-tal-como-lo-conocemos","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/magazineoffice.com\/que-sera-en-food-el-fin-del-mundo-tal-como-lo-conocemos\/","title":{"rendered":"\u00bfQu\u00e9 ser\u00e1? En FOOD, el fin del mundo tal como lo conocemos"},"content":{"rendered":"


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Hace trece a\u00f1os, en una iglesia de Edimburgo, vi un espect\u00e1culo en el que todav\u00eda pienso. Dos payasos drones de oficina que no hablaban intentaron pasar el d\u00eda en su sombr\u00edo y l\u00fagubre lugar de trabajo corporativo. Pero hab\u00eda zarcillos que sal\u00edan lentamente del dispensador de agua, y una comadreja de aspecto muy vivo segu\u00eda apareciendo entre los archivadores. Al final, los payasos, interpretados por Charlotte Ford y Geoff Sobelle, no fueron rival para la invasi\u00f3n de la taxidermia viviente que poco a poco se apoder\u00f3 del escenario. Fuera de las oficinas sin ventanas, el antropoceno hab\u00eda terminado (de alguna manera estos desventurados sirvientes hab\u00edan perdido su estallido o su gemido) y la cadena alimentaria prehumana estaba ocupada reafirm\u00e1ndose. Cuando llegue la ma\u00f1ana, todo esto ser\u00e1n enredaderas, helechos y osos.<\/p>\n

El espect\u00e1culo, creado por Sobelle y Ford, se llam\u00f3 Carne y sangre y pescado y aves<\/em>. El nuevo trabajo de teatro f\u00edsico divertido y espeluznante de Sobelle se llama ALIMENTO<\/em> \u2013 pero las dos piezas podr\u00edan intercambiar t\u00edtulos sin perder nada de su claridad. (De hecho, la mon\u00f3tona prisi\u00f3n empresarial de Carne y sangre <\/em>se llamaba \u201cConvenience Foods\u201d, y Sobelle y Ford pasaron mucho tiempo cocinando en el microondas comidas congeladas de aspecto deprimente antes de que la vida salvaje se volviera demasiado molesta para ignorarla). Sobelle, que hace teatro que baila con payasadas, ilusiones y arte de instalaci\u00f3n, es fascinado por la escala de la humanidad, al mismo tiempo tan rid\u00edculamente insignificante y tan catastr\u00f3ficamente vasta. Mientras Carne y sangre<\/em> salt\u00f3 a un punto en la l\u00ednea de tiempo del apocalipsis donde Walmart y WeWorks est\u00e1n volviendo al polvo y las personas a su realidad esencial como animales vulnerables, ALIMENTO<\/em> permanece m\u00e1s cerca de casa. Es pre-apocal\u00edptico, es decir, se trata de ahora. Utilizando la lente aparentemente simple del t\u00edtulo de su programa, Sobelle se aleja para reflexionar sobre cu\u00e1n aplastante, irreconciliablemente enorme (y cu\u00e1n precipitada) se siente actualmente la huella humana.<\/p>\n

Codirigida por Lee Sunday Evans y Sobelle, y cocreada con Steve Cuiffo, a quien se le acredita como el \u00abMago\u00bb del programa. ALIMENTO <\/em>se desarrolla alrededor de una enorme mesa, completa con manteles blancos y cubiertos. Hay botellas de vino, una pared con papel tapiz rojo no muy llamativo y m\u00fasica suave de jazz. El escenario implica \u00abun restaurante italiano de 3,5 estrellas bien establecido (eso es Yelp, no Michelin) que no se esfuerza demasiado pero no va a ninguna parte\u00bb. (\u201cLos cuchillos est\u00e1n orientados en la direcci\u00f3n equivocada\u201d, dijo mi socio experto en servicio de comidas). Aunque la mayor\u00eda de la audiencia est\u00e1 sentada en gradas ubicadas a un ancho de pasillo detr\u00e1s de la mesa en tres lados, aquellos que llegan temprano pueden engancharse en el ring. asientos. Si lo hace, es posible que se sienta un poco como los personajes de otra obra centrada en un restaurante al otro lado del East River: inicialmente mimado y emocionado (\u00bfa qui\u00e9n no le encanta salir a cenar?) y, eventualmente, arrastrado a una meditaci\u00f3n m\u00e1s oscura. de su propio papel como consumidor voraz en todos los sentidos.<\/p>\n

Pero el espect\u00e1culo no es un asunto sombr\u00edo y de acusaciones. A Sobelle le encantan los accesorios mucho m\u00e1s que la agitprop (el programa acredita a no menos de nueve creadores de accesorios), y a pesar de todo el dolor y la complicidad inherentes al arco de la obra, la actuaci\u00f3n sigue siendo ligera, animada por un flujo de juegos de manos y un ingenioso juego de objetos. . Aunque son 90 minutos sin descanso, ALIMENTO<\/em> consta de dos partes claras: podr\u00edamos llamarlas Cena y Despu\u00e9s de la Cena. Durante el primero, Sobelle, la \u00fanica int\u00e9rprete, corre y se mueve por la sala con la camisa blanca est\u00e1ndar, pantalones negros y chaleco negro, esperando al p\u00fablico. Se sirve vino de verdad (\u201cEsta es una botella muy interesante\u201d, murmura con erudici\u00f3n en piloto autom\u00e1tico mientras se lo sirve a un miembro de la audiencia); los men\u00fas se reparten junto con micr\u00f3fonos en bandejas para que nosotros, los \u201cinvitados\u201d, podamos intervenir cuando se nos solicite; se toman \u00f3rdenes; Aparece comida, alguna real, otra no tanto (no esperes una cena real). A lo largo del servicio, el resorte del paso de Sobelle se vuelve m\u00e1s tenso y mec\u00e1nico. Su sonrisa se endurece sutilmente. \u00ab\u00bfQuiero la trucha \u00e1rtica?\u00bb se aventura un miembro de la audiencia, leyendo un mensaje de su men\u00fa. \u201cLa trucha \u00e1rtica. Ciertamente\u201d, sonr\u00ede Sobelle con los dientes apretados, antes de ponerse gafas protectoras, una parka y raquetas de nieve hechas con bandejas plateadas sujetas a sus pies con film transparente; subiendo a la mesa en medio de una repentina r\u00e1faga de luz azul y un viento aullante; caminando penosamente a trav\u00e9s de la tormenta de nieve (nieve crujiente que Foley proporciona mediante una bolsa de pl\u00e1stico que se arruga en un micr\u00f3fono), arrodill\u00e1ndose y \u201ccortando\u201d un agujero en la mesa de hielo del que saca un pescado mojado y flotante. Todav\u00eda se agita cuando lo deja caer en el plato del p\u00fablico y anuncia con una sonrisa beat\u00edfica: \u00abEl char\u00bb.<\/p>\n

El hecho de que el pez sea un accesorio que funciona con bater\u00edas no hace ninguna diferencia en la visceral y mezclada oleada de deleite y horror ocasionada por este momento. Nos inclinamos como ni\u00f1os cuando el dise\u00f1o de sonido de Tei Blow y las luces de Isabella Byrd nos transportan al Polo Norte; jadeamos y retrocedemos cuando el pez sale disparado del hielo. Luego ah\u00ed est\u00e1 en el plato y no deja de moverse, y las luces vuelven a calentarse y la m\u00fasica del ascensor suena de fondo. Nos enfrentamos cara a cara con los sistemas por los que tienen que pasar nuestras comidas, los kil\u00f3metros que tienen que recorrer, la inquietante naturaleza feudal de la industria de servicios, la alucinante realidad de una dieta globalizada, ilimitada y sin estaciones.<\/p>\n

Si bien \u201cDinner\u201d es un poco sesgada, un poco inquietante, tambi\u00e9n est\u00e1 llena de espectacularidad, una especie de encanto de gui\u00f1o y espect\u00e1culo secundario. Pero entonces ALIMENTO<\/em> pivotes. El espect\u00e1culo alcanza su punto de apoyo, el cambio a \u201cDespu\u00e9s de la cena\u201d, con una secuencia inquietante en la que el camarero de Sobelle, finalmente fuera de su horario y despojado de su amigable m\u00e1scara, comienza a masticar las diversas sobras que se han acumulado a lo largo de su turno. Come, y come… y come, y aunque su cada vez m\u00e1s salvaje atiborramiento se ve favorecido por algunos h\u00e1biles trucos de desv\u00edo, tambi\u00e9n, en realidad, bebe un lote<\/em> de comida. Es divertido y repugnante. Dura demasiado y est\u00e1 destinado a hacerlo. Se est\u00e1 produciendo una transici\u00f3n, que se aleja de los manteles y los cubiertos, del jazz suave y de los vinos interesantes, hacia el hambre b\u00e1sica e indiscriminada. A partir de este momento ya no hay m\u00e1s lenguaje en ALIMENTO<\/em>. La segunda parte del espect\u00e1culo es m\u00e1s turbia, m\u00e1s sucia, m\u00e1s f\u00edsica y m\u00e1s animal: es una danza gradual a trav\u00e9s del antropoceno, aqu\u00ed todav\u00eda en progreso.<\/p>\n

No es la narrativa lo que llama la atenci\u00f3n aqu\u00ed: si el objetivo de ALIMENTO<\/em> Si simplemente acusaran (\u201c\u00a1Mira c\u00f3mo hemos arruinado el planeta!\u201d), el espect\u00e1culo r\u00e1pidamente se marchitar\u00eda por pura falta de sorpresa. En cambio, nos dejamos llevar por el maravilloso desarrollo del mundo f\u00edsico de la obra. El conjunto de Sobelle es un libro emergente, una caja de trucos que evocan asombro no por su vistosidad, sino por lo rudimentarios que son, lo llenos de ingenio y cuidado de un artesano. Las transformaciones del espacio de Byrd y Blow ralentizan los latidos de nuestro coraz\u00f3n y unifican nuestra respiraci\u00f3n a medida que las luces se aten\u00faan y un paisaje sonoro apagado y cambiante envuelve la habitaci\u00f3n: el resoplido de un bisonte, el ruido de un tractor, el ascenso y descenso de una autopista.<\/p>\n

Parte del impacto del esp\u00edritu de Sobelle (a veces travieso, a veces meditativo, siempre meticuloso) proviene de su aceptaci\u00f3n del lado esencialmente infantil de la creaci\u00f3n teatral. Ya sea que est\u00e9 co-creando sus espect\u00e1culos con un mago oficial o no, siempre da la impresi\u00f3n de que est\u00e1 a punto de sacar una moneda de detr\u00e1s de tu oreja y tal vez convertir esa moneda en un p\u00e1jaro. Al comienzo de la obra, \u00abenciende\u00bb una vela falsa, sonr\u00ede con nosotros por su artificialidad y luego nos pide que cerremos los ojos y escuchemos. M\u00e1s tarde, cuando las abrimos, la vela, tirada en medio de la gran mesa, demasiado lejos para tocarla, tiene una llama real. Es una magn\u00edfica met\u00e1fora de todo el proyecto teatral: nuestro trabajo, en este espacio poroso, es imaginar que la ilusi\u00f3n cobra vida. En ALIMENTO<\/em>, el encanto del artificio recorre el pesado manto de la realidad en peque\u00f1os hilos dorados. No cambia el peso del mundo conocido, pero s\u00ed nos hace querer mirar m\u00e1s de cerca, otorgarle m\u00e1s asombro y atenci\u00f3n.<\/p>\n

ALIMENTO Est\u00e1 en BAM hasta el 18 de noviembre.<\/em><\/p>\n