{"id":873405,"date":"2023-11-06T23:42:52","date_gmt":"2023-11-06T23:42:52","guid":{"rendered":"https:\/\/magazineoffice.com\/el-nuevo-anillo-de-la-opera-de-zurich-este-mundo-debe-terminar\/"},"modified":"2023-11-06T23:42:56","modified_gmt":"2023-11-06T23:42:56","slug":"el-nuevo-anillo-de-la-opera-de-zurich-este-mundo-debe-terminar","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/magazineoffice.com\/el-nuevo-anillo-de-la-opera-de-zurich-este-mundo-debe-terminar\/","title":{"rendered":"El nuevo \u201cAnillo\u201d de la \u00d3pera de Z\u00farich: este mundo debe terminar"},"content":{"rendered":"


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El estreno de \u201cEl crep\u00fasculo de los dioses\u201d de Wagner cierra el primer ciclo de \u201cEl anillo\u201d en veinte a\u00f1os en Z\u00farich. Al final, el director deja que el p\u00fablico decida si todav\u00eda hay esperanza despu\u00e9s del incendio global. <\/p>\n

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\u201cEntonces prend\u00ed fuego al magn\u00edfico castillo de Walhall\u201d: Camilla Nylund como Br\u00fcnnhilde con el coro de la \u00d3pera de Z\u00farich en la escena final de \u201cEl crep\u00fasculo de los dioses\u201d.<\/h2>\n

Monika Rittershaus<\/span><\/p>\n<\/div>\n<\/figcaption><\/figure>\n

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El fin del viejo orden est\u00e1 aqu\u00ed. Los poderosos han jugado su juego de manera demasiado salvaje y la civilizaci\u00f3n est\u00e1 tambale\u00e1ndose. Lo ve\u00edan venir, el trueno final, desde que Andreas Homoki, director art\u00edstico de la \u00d3pera de Z\u00farich, y su director musical general, Gianandrea Noseda, emprendieron juntos su viaje a trav\u00e9s del cosmos del \u201cAnillo\u201d de Richard Wagner en abril de 2022. La ca\u00edda del mundo existente al final del ciclo de cuatro partes ya se presagiaba desde el comienzo de \u201cEl oro del Rin\u201d; al fin y al cabo, el padre de los dioses Wotan, su oponente Alberich y sus innumerables partidarios tambi\u00e9n son una pandilla completamente turbia en Z\u00farich. .<\/p>\n

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Sin embargo, era dif\u00edcil prever c\u00f3mo Homoki motivar\u00eda esc\u00e9nicamente la conflagraci\u00f3n mundial, el \u201cRagnar\u00f6k\u201d de la mitolog\u00eda n\u00f3rdica. Para esta primera \u201cRing\u201d completa desde la anterior producci\u00f3n de Robert Wilson, realizada en 2002, el director hab\u00eda renunciado a la interpretaci\u00f3n. La compleja obra sobre el amor, el poder y la traici\u00f3n no deber\u00eda cargarse con un bagaje filos\u00f3fico o ideol\u00f3gico, sino que deber\u00eda presentarse ante todo como un \u201cfestival esc\u00e9nico\u201d, es decir, como un aut\u00e9ntico espect\u00e1culo de teatro musical. Esto ha quedado sorprendentemente claro en las tres partes anteriores. Con \u201cEl crep\u00fasculo de los dioses\u201d, que se estren\u00f3 el domingo en Z\u00farich, se requiri\u00f3 algo de interpretaci\u00f3n.<\/p>\n

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Una estrella en el cielo del escenario.<\/span><\/h2>\n

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Porque el mundo no se acaba as\u00ed, ni siquiera en el teatro. Sin embargo, Homoki se mantiene fiel a su intenci\u00f3n y trabaja de forma estrictamente inmanente en esta \u00faltima parte, lo que significa que todo se desarrolla a partir del texto y el transcurso de la acci\u00f3n. La cr\u00edtica de Wagner al capitalismo de influencia marxista, su clarividente advertencia contra la alienaci\u00f3n del hombre y la naturaleza, sus visionarias anticipaciones de los an\u00e1lisis conductuales freudianos: todo lo que int\u00e9rpretes inteligentes han le\u00eddo de la tetralog\u00eda (o proyectado en ella) a lo largo de un siglo y Se puede considerar la mitad. Pero no es necesario.<\/p>\n

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Homoki lee \u201cEl Crep\u00fasculo de los Dioses\u201d como un director de drama cl\u00e1sico, centr\u00e1ndose completamente en la constelaci\u00f3n de personajes. Para \u00e9l, la obra es la tragedia de un amor fallido que podr\u00eda haber cambiado todo para mejor: el drama de la relaci\u00f3n entre la hija de Wotan, Br\u00fcnnhilde, y el h\u00e9roe inocentemente culpable Siegfried. El hecho de que un mundo sin amor los separe y sus intrigas de poder motiva simb\u00f3licamente su ca\u00edda, porque un mundo sin amor, que siempre fue el n\u00facleo de la filosof\u00eda rom\u00e1ntica de Wagner, no tiene futuro.<\/p>\n

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La atenci\u00f3n a las motivaciones internas impone a los protagonistas enormes desaf\u00edos de canto. Porque aqu\u00ed no son juguetes en una construcci\u00f3n de pensamiento, sino la fuerza motriz misma. Afortunadamente, en el nuevo \u00abRing\u00bb de Z\u00farich hay una Br\u00fcnnhilde en Camilla Nylund que hace justicia a este papel central sin esfuerzo, aunque, incre\u00edblemente, debuta en un papel tan exigente. Lo sabemos desde su muy celebrado debut en \u201cWalk\u00fcre\u201d: Nylund carga el papel con emoci\u00f3n sin reservas; Incluso en los momentos m\u00e1s oscuros de esta pieza verdaderamente oscura, ella es la estrella brillante en el cielo negro del escenario.<\/p>\n

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\"\u201c\u00bfEst\u00e1s <\/div>
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\u201c\u00bfEst\u00e1s durmiendo, Hagen, hijo m\u00edo?\u201d: Hagen (David Leigh, izquierda) es incitado al odio incondicional por su padre Alberich (Christopher Purves) a la sombra del fresno del mundo: comienzo del segundo acto de \u201cG\u00f6tterd\u00e4mmerung\u201d en Z\u00farich.<\/h2>\n

Monika Rittershaus<\/span><\/p>\n<\/div>\n<\/figcaption><\/figure>\n

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Aunque la traici\u00f3n de Siegfried, instigada por el villano Hagen, la convierte en una furia vengativa en el segundo acto, ella no act\u00faa como una herramienta despiadada del mal, sino como una mujer amorosa y herida en lo m\u00e1s profundo. Siegfried, el supuestamente \u201ch\u00e9roe m\u00e1s grande del mundo\u201d, tiene poco que contrarrestar esto. Klaus Florian Vogt, que tambi\u00e9n debuta en el papel, muestra al cazador de dragones como un ingenuo amante de la naturaleza que intenta ocultar su falta de habilidades sociales con dichos precoces de Chauvi (\u00abLa ira de las mujeres pronto se apaciguar\u00e1\u00bb). Sin embargo, la reconocible distorsi\u00f3n y apropiaci\u00f3n de la figura por parte del mundo gibichungiano, en el que cada uno s\u00f3lo piensa en s\u00ed mismo, todav\u00eda no es lo suficientemente tangible en la descripci\u00f3n de Vogt.<\/p>\n

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\"Br\u00fcnnhilde <\/div>
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Br\u00fcnnhilde (Camilla Nylund) cree haber sido traicionada por Siegfried (Klaus Florian Vogt): no descansar\u00e1 hasta que la traici\u00f3n de su amor haya sido fatalmente vengada.<\/h2>\n

Monika Rittershaus<\/span><\/p>\n<\/div>\n<\/figcaption><\/figure>\n

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Su gran y conmovedor momento llega en la escena de la muerte, cuando Hagen, el despiadado, sonriente y confiadamente siniestro David Leigh, le clava la lanza en la espalda. S\u00f3lo ahora se da cuenta de lo que le ha hecho a Br\u00fcnnhilde; que \u00e9l no era un h\u00e9roe en este juego, sino m\u00e1s bien un perpetrador culpable y una v\u00edctima al mismo tiempo. Homoki trae de nuevo al escenario el lecho dorado de la escena final de \u201cSiegfried\u201d: donde comenz\u00f3 la utop\u00eda del amor interpersonal redentor del mundo, tambi\u00e9n termina. <\/p>\n

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En los escombros del Valhalla<\/span><\/h2>\n

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En general, Homoki utiliza repetidamente los conjuntos de habitaciones equilibradas sobre el plato giratorio del dise\u00f1ador Christian Schmidt de forma simb\u00f3lica, permitiendo que los decorados de las partes anteriores se deslicen como espacios de asociaci\u00f3n. De esta manera se logra la conexi\u00f3n entre el mundo de intriga de este mundo y la esfera de los dioses de Wotan, que en realidad ya no aparece en \u201cEl crep\u00fasculo de los dioses\u201d, la m\u00e1s audaz de todas las ideas audaces de Wagner. Aqu\u00ed se le puede ver sentado en los restos demolidos de su sal\u00f3n de los dioses para la escena de Waltraute (inquietante: Sarah Ferede) en el primer acto y luego nuevamente para la grandiosa canci\u00f3n final de Br\u00fcnnhilde. El poderoso pol\u00edtico ha fracasado en todos los \u00e1mbitos; simb\u00f3licamente, su proyecto para un nuevo orden mundial que incluya al Valhalla se incendia.<\/p>\n

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\"El <\/div>
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El Se\u00f1or de los Cuervos est\u00e1 al final: Waltraute (Sarah Ferede, izquierda) muestra a su hermana renegado Valquiria Br\u00fcnnhilde (Camilla Nylund) la renuncia del padre de los dioses, Wotan (Wolfram Schneider-Lastin).<\/h2>\n

Monika Rittershaus<\/span><\/p>\n<\/div>\n<\/figcaption><\/figure>\n

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Cuando la niebla se disipa despu\u00e9s del incendio mundial purificador, las habitaciones del castillo de los dioses todav\u00eda giran en el escenario giratorio. Pero ahora est\u00e1n vac\u00edos. Homoki se niega a proporcionar una imagen final significativa: se supone que nosotros, como espectadores, debemos llenar el vac\u00edo. Esto puede resultar decepcionante desde el punto de vista esc\u00e9nico, pero es parte de la l\u00f3gica de esta producci\u00f3n, que no quiere imponer una capa adicional de significado a la obra. Al mismo tiempo, la observaci\u00f3n completamente desinteresada del director es que Wagner, despu\u00e9s de varios intentos, no formul\u00f3 la soluci\u00f3n final en el texto, sino s\u00f3lo en la m\u00fasica. Y as\u00ed, Gianandrea Noseda celebra el ambiguo \u201cmotivo de la redenci\u00f3n\u201d en los compases finales de manera tan brillante y visionaria que s\u00f3lo se puede escuchar como un signo de esperanza. <\/p>\n

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Con la Filarm\u00f3nica, Noseda llena a\u00fan m\u00e1s los espacios en blanco que deliberadamente dej\u00f3 en la direcci\u00f3n. Cae el tel\u00f3n para los grandes interludios orquestales, como el \u201cViaje al Rin\u201d y la \u201cMarcha f\u00fanebre\u201d, un riesgo en estos tiempos de locura por la imagen. Pero lo deja claro: es la m\u00fasica, no cualquier concepto, lo que mantiene unida la compleja estructura de la tetralog\u00eda. Y Noseda asume plenamente el papel de creador de significado; Como en las tres primeras partes, es un narrador cautivador que mantiene constantemente encendida la tensi\u00f3n.<\/p>\n

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Incluso se puede superar el hecho de que en el segundo acto los caballos huyen y el equilibrio tonal se altera considerablemente. Algo m\u00e1s es crucial: a trav\u00e9s del fuego en el foso y la intensa interacci\u00f3n con los cantantes, el enfoque purista del director gana un contrapunto en la m\u00fasica. S\u00f3lo a trav\u00e9s de esta interacci\u00f3n el nuevo \u201cAnillo\u201d de Zurich se dice a s\u00ed mismo casi como si fuera una obra de arte con m\u00faltiples voces. <\/p>\n

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\"\u201c\u00a1De <\/div>
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\u201c\u00a1De regreso del Ring!\u201d: \u00bfLas Doncellas del Rin (Uliana Alexyuk, Niamh O’Sullivan y Siena Licht Miller) proteger\u00e1n mejor su poder fatal en el futuro? Qui\u00e9n sabe. La imagen final de \u201cEl crep\u00fasculo de los dioses\u201d deja todo abierto en Zurich.<\/h2>\n

Monika Rittershaus<\/span><\/p>\n<\/div>\n<\/figcaption><\/figure>\n

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