Sergei Gerasimov todav\u00eda est\u00e1 en Kharkiv y contin\u00faa con su diario de guerra. Incluso si los ataques con cohetes han disminuido, el horror de la guerra con sus profundidades psicol\u00f3gicas y situaciones absurdas sigue estando presente con urgencia.<\/p>\n
<\/div>\n<\/div>\n
<\/p>\n Bram Janssen\/AP<\/span><\/p>\n<\/div>\n<\/figcaption><\/figure>\n <\/p>\n 10 de septiembre<\/p>\n <\/p>\n Estoy en un supermercado saqueado en las afueras de Kharkiv. Vidrios rotos y cajas vac\u00edas est\u00e1n esparcidos por todas partes. Adem\u00e1s, todo est\u00e1 lleno de trozos de tubos corrugados por los que antiguamente pasaban cables el\u00e9ctricos. Estos tubos sol\u00edan estar colocados en el techo, y cuando \u00e9ste se derrumb\u00f3 durante el bombardeo, tambi\u00e9n cayeron.<\/p>\n <\/p>\n Aqu\u00ed todo ha sido robado. Incluso los enchufes fueron arrancados de las paredes.<\/p>\n <\/p>\n Un grupo de chicos con uniforme militar entra a la habitaci\u00f3n a trav\u00e9s de un agujero en las redes de camuflaje. Al principio pienso que son soldados porque visten uniformes reales y llevan mochilas militares al hombro. Llevan m\u00e1scaras acolchadas de estilo militar sobre sus rostros y lo \u00fanico que puedo ver son sus ojos.<\/p>\n <\/p>\n Al momento siguiente me doy cuenta de que son adolescentes, chicos de unos quince o diecis\u00e9is a\u00f1os. No tengo idea de lo que est\u00e1n haciendo aqu\u00ed y ellos no saben lo que estoy haciendo yo aqu\u00ed, as\u00ed que por precauci\u00f3n nos saludamos cort\u00e9smente y nos dirigimos al lado opuesto del pasillo que sol\u00eda ser un gran supermercado.<\/p>\n <\/p>\n Uno de los ni\u00f1os toma un tubo corrugado en la mano y comienza a balancearlo sobre su cabeza. Para mi sorpresa empieza a sonar fuerte y melodioso. Me doy cuenta de que han estado aqu\u00ed muchas veces.<\/p>\n <\/p>\n Todas las puertas de aqu\u00ed, junto con sus marcos, han sido arrancadas y robadas. Por el hueco que alguna vez fue una puerta entro a otra parte del supermercado. Aqu\u00ed las paredes est\u00e1n pintadas con graffiti. La mayor\u00eda de ellos fueron hechos con rotuladores de colores. A juzgar por las etiquetas, aqu\u00ed los chicos principalmente jugaban a las cartas y garabateaban resultados y ganadores en las paredes.<\/p>\n <\/p>\n Los dibujos en las paredes, como pinturas rupestres en cuevas prehist\u00f3ricas, nos permiten comprender la vida y la psicolog\u00eda de las personas que los realizaron. Curiosamente, en las im\u00e1genes no hay ni un solo tema militar: ni tanques, ni ametralladoras, ni explosiones, ni personas muertas. Tambi\u00e9n hay una completa falta de cualquier contenido sexual u obsceno. Es evidente que algo anda mal con los j\u00f3venes con uniformes militares que se re\u00fanen aqu\u00ed con m\u00e1scaras hasta los ojos.<\/p>\n <\/p>\n En realidad, una de las puertas todav\u00eda est\u00e1 all\u00ed, pero est\u00e1 rota. Dice \u201calmac\u00e9n de productos de lujo\u201d. Entre ellos se encuentran los preciosos co\u00f1acs, el caviar y los tipos m\u00e1s caros de pescado ahumado. A\u00fan quedan por ah\u00ed algunas botellas de co\u00f1ac vac\u00edas que se bebieron all\u00ed mismo, pero los chicos han convertido el lujoso almac\u00e9n en un ba\u00f1o.<\/p>\n <\/p>\n Las chapas de metal resuenan bajo mis pies, tan llenas de metralla que parecen un cielo estrellado.<\/p>\n <\/p>\n Entro a una habitaci\u00f3n que sol\u00eda albergar el departamento de contabilidad. Todos los muebles aqu\u00ed han sido robados y los papeles y documentos est\u00e1n al menos a cuatro cent\u00edmetros de altura en el suelo. Cojo algunos y empiezo a leer: \u201cLista de verificaci\u00f3n para el control regular de la higiene del campamento\u201d. El documento est\u00e1 escrito en ruso, lo que me parece incre\u00edble ahora, un a\u00f1o y medio despu\u00e9s del inicio de la guerra contra Rusia. En la columna 5.5, el inspector escribi\u00f3 \u201csuciedad\u201d, tambi\u00e9n en ruso, y marc\u00f3 el papel.<\/p>\n <\/p>\n En las \u201cInstrucciones de seguridad laboral n.\u00b0 1\u201d leo las siguientes l\u00edneas concisas:<\/p>\n <\/p>\n \u201cNo cruces la calle hasta que el sem\u00e1foro est\u00e9 en verde\u201d, \u201cAntes de entrar al ascensor, lee las normas de uso\u201d.<\/p>\n <\/p>\n Cuarenta empleados de supermercados firmaron esta tonter\u00eda. Cuarenta. Esto significa que la ma\u00f1ana del 1 de marzo, cuando el supermercado fue alcanzado por fuego de artiller\u00eda, all\u00ed trabajaban varias decenas de hombres y mujeres. Estuvieron aqu\u00ed cuando las paredes y el techo se derrumbaron, cuando la metralla atraves\u00f3 el techo, cuando una tormenta de vidrios vol\u00f3 en el interior y los autos estacionados afuera se incendiaron. Mientras los proyectiles ca\u00edan formaban profundos cr\u00e1teres de los que inmediatamente brotaban g\u00e9iseres de agua de ca\u00f1er\u00eda y los postes de las calles se part\u00edan como cerillas. Cuando en unos instantes toda el \u00e1rea qued\u00f3 cubierta con una capa de tierra negra que hab\u00eda sido arrojada del suelo.<\/p>\n <\/p>\n Esto no estaba previsto en las \u201cInstrucciones de seguridad y salud en el trabajo n\u00ba 1\u201d.<\/p>\n <\/p>\n De detr\u00e1s de la pared salen sonidos mel\u00f3dicos: los chicos, vestidos hasta los ojos con uniformes militares, balancean tubos de pl\u00e1stico sobre sus cabezas. No juegan a la guerra, no juegan a Star Wars, no juegan a nada; simplemente andan por ah\u00ed tristemente y dejan que trucos sin sentido los envuelvan.<\/p>\n <\/p>\nEscena callejera en Slavyansk, octubre de 2023. <\/h2>\n
a la persona<\/h3>\n
![\"Sergei](\"https:\/\/img.nzz.ch\/2022\/04\/28\/d1e6fbcf-1fd9-48c0-8908-a67759ce6a1f.jpeg?width=240&height=338&fit=bounds&quality=75&auto=webp&crop=1254,1765,x0,y0)