{"id":885173,"date":"2023-11-15T02:38:04","date_gmt":"2023-11-15T02:38:04","guid":{"rendered":"https:\/\/magazineoffice.com\/esa-es-la-idea-divirtamonos-unos-a-otros-shannon-y-sparks-en-esperando-a-godot\/"},"modified":"2023-11-15T02:38:08","modified_gmt":"2023-11-15T02:38:08","slug":"esa-es-la-idea-divirtamonos-unos-a-otros-shannon-y-sparks-en-esperando-a-godot","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/magazineoffice.com\/esa-es-la-idea-divirtamonos-unos-a-otros-shannon-y-sparks-en-esperando-a-godot\/","title":{"rendered":"Esa es la idea, \u00a1divirt\u00e1monos unos a otros! Shannon y Sparks en Esperando a Godot"},"content":{"rendered":"


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Michael Shannon, Ajay Naidu y Paul Sparks en Esperando a Godot.<\/em>
\n Foto: Gerry Goodstein<\/span>\n <\/p>\n<\/p><\/div>\n<\/p><\/div>\n

Hay ciertas canciones populares, como \u201cLa primera vez que vi tu cara\u201d, que te sorprenden cuando te das cuenta de que fueron escritas no hace mucho, en un mundo con autos y tel\u00e9fonos, por un ser humano espec\u00edfico con una cuenta bancaria. una direcci\u00f3n y un nombre que no sea \u00abTrad\u00bb. Del mismo modo, nunca me sorprende recordar que el libro de Samuel Beckett Esperando a Godot<\/em> se estren\u00f3 en 1953. \u00bfC\u00f3mo puede ser que algo sin edad tenga s\u00f3lo 70 a\u00f1os? \u00bfC\u00f3mo puede ser siete a\u00f1os mayor que los Beatles, y tambi\u00e9n antiguo, y adem\u00e1s perpetuamente nuevo? Como todos los objetos en el espejo retrovisor, Godot<\/em> est\u00e1 m\u00e1s cerca de lo que parece, pero si una producci\u00f3n puede lograrlo sentir<\/em> cerrar es otra cuesti\u00f3n. Hacerse cargo Tomar Cargo Godot<\/em> Ahora se trata de afrontar dos grandes obst\u00e1culos desde el principio (s\u00ed, entre varios cientos, pero tengan paciencia). Primero: alentar al p\u00fablico a re\u00edr, a pesar de los retratos serios y escarpados y de la presentaci\u00f3n potencialmente in\u00fatil bajo mi <\/em>Para \u201cexistencial\u201d, el dramaturgo Beckett ten\u00eda m\u00e1s en com\u00fan con Buster Keaton que con Kierkegaard. Y segundo: esforzarse, al mismo tiempo, al mismo tiempo y frente a esta aura de familiaridad eterna, para asegurarse de que la obra todav\u00eda llegue donde duele.<\/p>\n

Con los habituales del cine y la televisi\u00f3n Michael Shannon y Paul Sparks poni\u00e9ndose esta vez los bombines sucios y las botas demasiado ajustadas (como Estragon y Vladimir, respectivamente), Arin Arbus Esperando a Godot<\/em> Se siente vigoroso y con los pies en la tierra. Salta el obst\u00e1culo n\u00famero 1 (la noche que lo vi, varios ni\u00f1os peque\u00f1os del p\u00fablico se rieron regularmente: un sonido maravilloso para escuchar mientras miras a Beckett). Si no siempre se supera el obst\u00e1culo n\u00famero 2, bueno, ese es muy<\/em> alto. Y quiz\u00e1s, en este momento concreto, caminemos por la calle con bastante pavor claro y presente pesando en nuestros bolsillos. Quiz\u00e1s ya seamos conscientes de que cada calle es, eventualmente, el camino rural vac\u00edo de Vladimir y Estragon y lo que m\u00e1s necesitamos ahora es escuchar el humor de la obra: su seco recordatorio de no hablar ni bien ni mal de nuestra generaci\u00f3n, porque \u201ces no m\u00e1s infelices que sus predecesores\u201d.<\/p>\n

En una entrevista con Jonathan Kalb, asesor literario residente y dramaturgo de Theatre for a New Audience, Shannon y Sparks profundizan en lo personal que es esto. Godot<\/em> es para ellos. El proyecto comenz\u00f3 cuando Shannon lo present\u00f3 al teatro, donde \u00e9l y Sparks (que han hecho varias pel\u00edculas juntos) actuaron en la pel\u00edcula de Ionesco. El asesino<\/em> en 2014. Despu\u00e9s de ese proyecto, Sparks le dijo a Kalb: \u00abPuse una nota mental al lado del nombre de Mike que dec\u00eda: Solo haz lo que \u00e9l diga de ahora en adelante.<\/em>.\u201d Shannon a\u00f1ade: \u201cConf\u00edo en Paul para que me ayude a superar mi vida… No puedo imaginarme interpretando a Estragon con alguien que interpreta a Vladimir a quien apenas conozco. No puedo imaginar eso, parece tan extra\u00f1o. Parece que ni siquiera deber\u00edas permitirte hacer esta obra con alguien que no conoces. Eso es rid\u00edculo.\u00bb No se equivoca. La obra requiere un par de actores cuya relaci\u00f3n se sienta vivida, tan desgastada, frustrante y dif\u00edcil de soltar como las botas de Estragon. Infinitamente abierta y estructuralmente inastillable, la obra se presta a numerosas interpretaciones, y Arbus y sus Didi y Gogo han gravitado hacia una interpretaci\u00f3n particularmente agridulce. Aqu\u00ed, Godot<\/em> Parece una obra de teatro sobre un matrimonio.<\/p>\n

Por supuesto, nuestra pareja de payasos comienza, como siempre lo ha hecho y siempre lo har\u00e1, en ese camino rural con su \u00e1rbol sin hojas. desde el mirar<\/em> Aunque la obra de Beckett est\u00e1 tan profundamente arraigada en nuestra psique como su lenguaje, cualquier elecci\u00f3n que hagan una directora y sus dise\u00f1adores, por sutil que sea, tendr\u00e1 flechas rojas parpadeantes apuntando hacia ella. La carretera rastrillada de Arbus y el escen\u00f3grafo Riccardo Herd\u00e1ndez divide al p\u00fablico como una pasarela, atravesando la casa, marcada a lo largo de su asfalto oscuro y sucio con una doble l\u00ednea amarilla (no pasaremos). Inmediatamente, esto nos hace retroceder en el tiempo: este es un mundo con tr\u00e1fico, o tal vez sol\u00eda serlo. La gran extensi\u00f3n del espacio de juego y el resplandor de las candilejas de Christopher Ackerland (que a veces recuerdan a un cami\u00f3n que se acerca y que, ni que decir tiene, nunca llega) parecen ubicarnos en un lugar vasto, \u00e1rido y plano. Esta no es la Europa de posguerra. En lo que respecta a cualquier lugar, estamos en los Estados Unidos.<\/p>\n

Y cuando Sparks y Shannon abren la boca, esta sensaci\u00f3n flotante de americanidad se solidifica y aterriza con el ruido sordo de un banjo al caer. Shannon, con su cara cuadrada, tallada en piedra y con cortes oscuros y planos en lugar de ojos y boca, tiene un inconfundible acento nasal, sereno y pausado, pero nunca casual, siempre con un borde de amenaza potencial. Inc\u00f3modamente encorvado sobre una roca (donde ha estado cuando entra el p\u00fablico), lanza su famosa primera l\u00ednea \u2013 \u201cNada que hacer\u201d \u2013 a Vladimir de Sparks como un tipo con varias cervezas llenas, arrojando piedras a los vagones de tren. En respuesta, el larguirucho y nervioso Sparks se inclina hacia atr\u00e1s sobre sus talones, entrecierra los ojos hacia arriba y saborea el aire, metiendo los pulgares en la cintura de sus pantalones como un buscador. Su \u201cEstoy empezando a aceptar esa opini\u00f3n\u201d provoca un par de risas de inmediato: este tipo siente que pertenece a Cosa vieja<\/em>. Hay olores de Walter White en la habitaci\u00f3n, y es f\u00e1cil recordar que Didi y Gogo protagonizaron juntos Imperio del paseo mar\u00edtimo.<\/em><\/p>\n

El hecho de que Shannon y Sparks lleven consigo sombras de los grandes nihilistas de la televisi\u00f3n estadounidense no es algo malo aqu\u00ed; de hecho, es notablemente liberador. Injustamente con Beckett, un irland\u00e9s en el exilio que originalmente escribi\u00f3 Godot<\/em> En franc\u00e9s, la obra a menudo parece colonizada por una elegante tradici\u00f3n cl\u00e1sica brit\u00e1nica (basta con escuchar a Patrick Stewart tocar la guitarra). r<\/em> en \u201ccrucificado\u201d). Aqu\u00ed, Didi y Gogo no tienen nada de esa erudici\u00f3n potencialmente distanciadora o protectora. Sus payasos est\u00e1n expuestos a los elementos: creemos que apestan, sangran y tienen problemas para orinar. Shannon se arrastra y se muestra inexpresiva, ocasionalmente estallando de furia, y Sparks, \u00e1speramente prolijo con ojos que brillan justo al lado de la locura, se pasea por la habitaci\u00f3n con una man\u00eda extra\u00f1amente entra\u00f1able. Algunos Vladimirs son claramente el alfa de la pareja de Beckett, pero Sparks est\u00e1 encontrando algo un poco m\u00e1s suave y brillante, un poco m\u00e1s retorcido y vulnerable. Si a menudo parece \u00abguiar\u00bb a Estragon, es porque todav\u00eda se aferra, cada vez m\u00e1s desesperadamente, a la esperanza. \u00c9l<\/em> Los mantiene aqu\u00ed, esperando a Godot. \u00c9l empuja y engatusa y postula y intentos. <\/em>Estragon, por su parte, es quien aparece cada ma\u00f1ana despu\u00e9s de haber sido golpeado la noche anterior: no comparte las ilusiones de Vladimir.<\/p>\n

Son \u00abTigger y Eeyore\u00bb, le dijo Sparks a Kalb, y funciona. Como d\u00fao, \u00e9l y Shannon tienen toda la qu\u00edmica que uno esperar\u00eda de una larga historia de amistad y colaboraci\u00f3n. Juegan f\u00e1cilmente entre s\u00ed y hacen que el texto realzado de Beckett (que, en manos menos diestras, puede caer en la monoton\u00eda) sea extremadamente legible. En resumen, est\u00e1n haciendo lo que cada clase de Introducci\u00f3n a la Actuaci\u00f3n intenta ense\u00f1ar, pero es mucho m\u00e1s dif\u00edcil de lo que parece: est\u00e1n representando acciones, no estados. Cuando te enfrentas a una carrera como esta…<\/p>\n

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Estrag\u00f3n:<\/em><\/strong> Todas las voces muertas.<\/p>\n

Vlad\u00edmir:<\/em><\/strong> Hacen un ruido como de alas.<\/p>\n

Estrag\u00f3n:<\/em><\/strong> Como hojas.<\/p>\n

Vlad\u00edmir:<\/em><\/strong> Como arena.<\/p>\n

Estrag\u00f3n:<\/em><\/strong> Como hojas.<\/p>\n

Silencio.<\/em><\/p>\n

Vlad\u00edmir:<\/em><\/strong> Todos hablan a la vez.<\/p>\n

Estrag\u00f3n:<\/em><\/strong> Cada uno para s\u00ed mismo.<\/p>\n

Silencio.<\/em><\/p>\n

Vlad\u00edmir:<\/em><\/strong> M\u00e1s bien susurran.<\/p>\n

Estrag\u00f3n:<\/em><\/strong> Susurran.<\/p>\n

Vlad\u00edmir:<\/em><\/strong> Murmuran.<\/p>\n

Estrag\u00f3n:<\/em><\/strong> Susurran.<\/p>\n<\/blockquote>\n

\u2014 algunos actores lo pintar\u00e1n con aguada: todo sonar\u00e1 un poco melanc\u00f3lico y homog\u00e9neo. Pero sabemos que Estragon, en alguna vida anterior, sol\u00eda ser poeta, y cuando Shannon se ve obligada a repetir lo mismo, lo hace con una frustraci\u00f3n cada vez mayor: Vladimir de Sparks aspira, de manera molesta, a hacer sugerencias bonitas, pero Estragon conoce el bien<\/em> palabra. Despu\u00e9s de todo, era su maldito trabajo.<\/p>\n

Como Pozzo y Lucky, otra pareja que deambula por el espacio y se encuentra con Didi y Gogo una vez por acto, Ajay Naidu y Jeff Biehl a\u00f1aden la medida justa de crueldad al espect\u00e1culo. Con una postura amplia, un l\u00e1tigo que puede hacer restallar sorprendentemente bien y un aire de magnanimidad empalagosa (que ocasionalmente se convierte en gemidos de confusi\u00f3n y necesidad), Naidu esboza una clara s\u00e1tira del poder. (Es bien conocido por interpretar la impotencia, pero aqu\u00ed rezuma energ\u00eda s\u00e1dica de jefe). Es divertido, pero tambi\u00e9n te revuelve el est\u00f3mago. Lo mismo hace el Lucky de Biehl, que jadea y se esfuerza hasta el punto de babear bajo el peso del equipaje de Pozzo. Lucky habla s\u00f3lo una vez en la obra, y cuando lo hace, es el flujo imparable de una mente tiranizada, medio rota y medio agudizada por el dolor: una corriente de conciencia agitada con escombros de pesadilla. Es un discurso hist\u00f3rico para un actor y Biehl lo logra con una fuerza siniestra. No hay nada fr\u00edvolo en su forma de expresarse: suena forzado y torpe al principio, su lengua no ha sido utilizada durante mucho tiempo, luego la ola sube y choca. Algunos Lucky pasan a un segundo plano durante sus largos per\u00edodos sin texto, pero Arbus y Biehl nunca nos dejan olvidar que Lucky est\u00e1 ah\u00ed. No es una v\u00edctima sentimental ni un payaso aireado e inquebrantable. Es un perro salvajemente maltratado y muerde.<\/p>\n

Cerca del final de Godot<\/em>Despu\u00e9s de que Pozzo y Lucky se marcharan por segunda vez, Vladimir se queda solo para el gran giro de la obra. Estrag\u00f3n est\u00e1 ah\u00ed, pero est\u00e1 dormido, acurrucado en su roca. Finalmente, Tigger ya no puede rebotar m\u00e1s. Sparks ha pasado la segunda mitad del espect\u00e1culo evitando \u00e1gilmente la doble l\u00ednea amarilla, como un ni\u00f1o jugando a \u201cNo pises la grieta\u201d, pero ahora, se encuentra justo en ella, justo en el centro, mientras Vladimir se da cuenta: \u201cEn A m\u00ed tambi\u00e9n alguien me mira, a m\u00ed tambi\u00e9n alguien me dice: Est\u00e1 durmiendo, no sabe nada, que siga durmiendo. No puedo seguir. \u00bfQu\u00e9 he dicho? Continuar\u00e1, por supuesto; ese es el credo de Beckett: \u201cDebes continuar. No puedo seguir. Continuar\u00e9\u201d. Pero en este momento, Vladimir realmente ha visto el abismo y no hay forma de evitarlo. Aunque Sparks captura la conmoci\u00f3n horrorizada de Vladimir ante su propia desesperaci\u00f3n (\u201c\u00bfQu\u00e9 he dicho?\u201d), desear\u00eda haber sentido todo el peso de su revelaci\u00f3n anterior. Lo recorre r\u00e1pidamente sin salir del registro superior \u00e1spero y el\u00e1stico en el que ha vivido durante toda la obra. Evitar lo portentoso es una cosa, pero perder la oportunidad de visitarlo es otra.<\/p>\n

A\u00fan as\u00ed, la verdad de Didi y Gogo es que se completan el uno al otro. Aunque cada uno se pregunta si \u201cno habr\u00eda estado mejor solo\u201d, ese semirremolque hace tiempo que pas\u00f3, se oxid\u00f3 y se desintegr\u00f3 en un mont\u00f3n de chatarra dist\u00f3pica. Y cuando Sparks y Shannon juegan juntos, se iluminan y descubren tanto el ingenio como la humanidad de Beckett. Su Godot<\/em> es una obra sobre c\u00f3mo pasar el d\u00eda con la persona que m\u00e1s amas, la persona que no puedes soportar ni un minuto m\u00e1s y, en ese sentido, no poder soportarlo. ir<\/em>pero tener que seguir<\/em>puede que no sea el fin del mundo despu\u00e9s de todo.<\/p>\n

Esperando a Godot Est\u00e1 en Theatre for a New Audience hasta el 3 de diciembre.<\/em><\/p>\n