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Los carteles hablan de alta traici\u00f3n y fraude electoral. Aqu\u00ed protestas contra la ley de amnist\u00eda prevista en Barcelona frente al edificio del gobierno del estado catal\u00e1n el 12 de noviembre. <\/h2>\n
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Nunca antes un jefe de gobierno espa\u00f1ol hab\u00eda sentido tanto viento en contra como Pedro S\u00e1nchez en los \u00faltimos d\u00edas y semanas. Lo m\u00e1s probable es que el jueves sea reelegido por el Parlamento por una estrecha mayor\u00eda. Pero ya est\u00e1 claro que no se trata de un nuevo comienzo despu\u00e9s de las manifestaciones a nivel nacional del domingo y las protestas nocturnas frente a la sede del partido socialista.<\/p>\n
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Como en tiempos pasados, los dos campos pol\u00edticos de Espa\u00f1a se oponen irreconciliablemente. La implacable intensidad del intercambio de golpes en los \u00faltimos d\u00edas da una idea del estado de \u00e1nimo actual en el pa\u00eds. Los oponentes de S\u00e1nchez, especialmente los populistas de derecha de Vox, describen al socialista como un \u00abtraidor\u00bb que est\u00e1 dando a los catalanes una ley de amnist\u00eda hecha a medida a cambio de su apoyo y poniendo en peligro la unidad de Espa\u00f1a. Para apoyarlos trajeron a Madrid al controvertido presentador de televisi\u00f3n ultraconservador Tucker Carlson desde Estados Unidos. <\/p>\n
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