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Francia lanzar\u00e1, con motivo del Foro de Paz de Par\u00eds que se inaugura el viernes 10 de noviembre, las primeras consultas para elaborar un texto com\u00fan sobre la \u00abproliferaci\u00f3n\u00bb de software ciberofensivo, en colaboraci\u00f3n con el Reino Unido.<\/p>\n
Francia ya es signataria de un llamamiento anterior, iniciado por Estados Unidos y hecho p\u00fablico en marzo, destinado a \u201ccontrarrestar la proliferaci\u00f3n y el uso indebido de software esp\u00eda comercial\u201d<\/em>. Pero el nuevo texto pretende incluir, adem\u00e1s de software esp\u00eda como Predator o Pegasus (que casi cualquier pa\u00eds puede adquirir), otros programas o servicios \u00abofensivos\u00bb que permitan llevar a cabo ciberataques o crear herramientas de ciberataque.<\/p>\n El proyecto es similar a un c\u00f3digo de buena conducta, sin medidas restrictivas, con la esperanza de que no s\u00f3lo sea firmado por un pu\u00f1ado de Estados democr\u00e1ticos, sino que pueda servir de primera base para las discusiones, explica una fuente diplom\u00e1tica.<\/p>\n A\u00fan as\u00ed, podr\u00eda resultar dif\u00edcil para los negociadores franceses e ingleses convencer a algunos de sus hom\u00f3logos mientras los documentos \u00abPredator files\u00bb, revelados por Mediaparte<\/em>, muestran que una empresa francesa, Nexa, contribuy\u00f3 precisamente a la proliferaci\u00f3n del software esp\u00eda Predator, suministr\u00e1ndolo a Vietnam o Madagascar, eludiendo las normas internacionales de exportaci\u00f3n. En el caso de Madagascar, la venta la cerr\u00f3 Signum Intelligence, una empresa brit\u00e1nica.<\/p>\n Las ventas de software esp\u00eda y otras herramientas ciberofensivas est\u00e1n hoy reguladas por el acuerdo de Wassenaar, que impone limitaciones a la exportaci\u00f3n de \u00abbienes de doble uso\u00bb, es decir, cualquier hardware o software capaz de tener un uso tanto civil como militar. Seg\u00fan los t\u00e9rminos del acuerdo, los vendedores de estos productos de doble uso deben obtener una licencia de exportaci\u00f3n y cumplir obligaciones de transparencia.<\/p>\n Pero la aplicaci\u00f3n de este texto, que depende de la buena voluntad de los Estados firmantes, es muy fragmentaria. Aunque ahora re\u00fane a cuarenta y dos pa\u00edses, no ha sido firmado por algunos de los principales exportadores de software ofensivo, incluido Israel. Los intentos de introducir disposiciones m\u00e1s firmes a nivel europeo han encontrado, durante los \u00faltimos dos a\u00f1os, la oposici\u00f3n de varios Estados miembros… incluida Francia.<\/p>\nPosiciones francesas ambivalentes<\/h2>\n