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Junto a Owda en Instagram est\u00e1n Plestia Alaqad, de 22 a\u00f1os, y Motaz Azaiza, de 24, ambos periodistas que transmiten en vivo la guerra. En un v\u00eddeo del 9 de octubre, Alaqad nos muestra la vista desde el balc\u00f3n de su vecina. \u201cNo hay vistas\u201d, dice, observando las siluetas borrosas de los edificios a trav\u00e9s del polvo. Su cabello hasta los hombros a menudo ondea con el viento creado por explosiones que se pueden escuchar de fondo. En los videos de Azaiza, reconoce la verg\u00fcenza de filmar a sus compa\u00f1eros habitantes de Gaza durante sus momentos m\u00e1s devastadores. En un v\u00eddeo particularmente inquietante, un ni\u00f1o peque\u00f1o se sienta temblando en lo que parece ser un hospital, aunque no hay m\u00e9dicos presentes. La c\u00e1mara se enfoca hacia un ni\u00f1o a su lado con la cabeza vendada y marcas de quemaduras en los brazos. La escena se repite una y otra vez en mi mente.<\/p>\n
Estos videos tienen miles de visitas. Estos periodistas tienen seguidores, muchos de los cuales conozco, y es alentador ver nombres familiares en la lista. \u201cSolo debes saber que no est\u00e1s solo\u201d, me escribi\u00f3 un amigo a mediados de octubre. Como palestino-estadounidense, as\u00ed me he sentido durante gran parte de mi vida. Solos en ser testigos, en tratar desesperadamente de comunicar lo que realmente est\u00e1 pasando. Mis padres emigraron de Nablus a finales de los a\u00f1os 70, primero a California y luego a DC. Pas\u00e9 los veranos de mi infancia visitando Jordania y Cisjordania. En Occidente, he estado rodeado de d\u00e9cadas de temas de conversaci\u00f3n que oscurecen la historia y la humanidad. D\u00e9cadas de etiquetas y terminolog\u00eda como \u201cterrorista\u201d y \u201cel derecho a defenderse\u201d y \u201cla \u00fanica democracia en Medio Oriente\u201d. D\u00e9cadas de apoyo inquebrantable a nuestra destrucci\u00f3n.<\/p>\n\n\n<\/aside>\n\u00abUsted no est\u00e1 solo.\u00bb Espero que as\u00ed se sientan Owda, Alaqad y Azaiza, menos solos con cada uno de sus gustos. Un amigo jud\u00edo en Brooklyn mencion\u00f3 recientemente algo que Motaz hab\u00eda compartido, refiri\u00e9ndose a \u00e9l por su nombre de pila. La gente en Nueva York, donde vivo ahora, siente que los conocen. Bisan, Plestia, Motaz son nombres y rostros colocados en una categor\u00eda de personas que, hasta ahora, han sido representadas s\u00f3lo como n\u00fameros o envueltas en keffiyehs, con sus rostros apenas visibles. Vale la pena se\u00f1alar que Plestia y Bisan no usan hiyab. Casi todas las im\u00e1genes de mujeres de Gaza en los principales medios de comunicaci\u00f3n incluyen velos. El hecho de que estas mujeres se parezcan a nosotros, a m\u00ed, una palestina musulmana, hace que sea m\u00e1s f\u00e1cil identificarse con ellas. Llegamos a tener para ellos las mismas expectativas que para nosotros mismos, y expresamos la misma indignaci\u00f3n ante la injusticia que enfrentan como lo har\u00edamos si nos enfrent\u00e1ramos a la misma.<\/p>\n
El p\u00fablico occidental ve su cobertura en forma de \u201cnoticias\u201d. Nosotros, los de la di\u00e1spora, estamos en alg\u00fan punto intermedio. Para nosotros, noticias<\/em> Es un t\u00e9rmino demasiado lejano. Damos testimonio mientras damos testimonio del testimonio de los dem\u00e1s. Nos damos cuenta de qui\u00e9n dice y hace qu\u00e9, qui\u00e9n ha permanecido en silencio. En ataques de frustraci\u00f3n, dej\u00e9 de seguir a amigos que continuaron publicando como si no estuviera sucediendo ninguna guerra. Nos damos cuenta de qui\u00e9n comparte, qui\u00e9n protesta, cuyos nombres est\u00e1n en las cartas que exigen un alto el fuego, qu\u00e9 petici\u00f3n. He aplicado una l\u00f3gica irracional. He evaluado su car\u00e1cter propalestino por qu\u00e9 tan temprano en el asalto se acercaron (curiosamente, casi todos los de la primera ronda eran amigos jud\u00edos). A estas alturas, me imagino, todos deber\u00edan manifestarse contra esto, sin importar de qu\u00e9 lado del problema se encuentren. He sido testigo de c\u00f3mo amigos de la infancia, amigos que se hicieron antes de que la identidad y la pol\u00edtica entraran en nuestra conciencia, finalmente reconocieron el sufrimiento palestino. \u201cGracias por compartir esto\u201d, dicen. He sido testigo de c\u00f3mo amigos que pensaban que el tema era complicado se dieron cuenta de que no lo es.<\/p>\nDesde que comenz\u00f3 el asalto, he pasado mis d\u00edas gritando, llorando, compartiendo, recaudando fondos y continuando con normalidad. Ataques de activismo se intercalaron con la vida cotidiana de una madre trabajadora en Brooklyn. He dado mis clases de escritura como de costumbre sin mencionar ni una sola vez a Palestina. Pas\u00e9 junto a las furgonetas de doxing y trat\u00e9 de deshacerme de mi disgusto antes de entrar al aula. Le\u00ed en eventos para recaudar fondos y encontr\u00e9 que me temblaba la voz y me ard\u00edan los ojos, a pesar de que hab\u00eda elegido leer algo con ligereza. El dolor al escribir puede ser divertid\u00edsimo, me dijo una vez el autor Geoff Dyer. Como palestino, me he aferrado a eso. He asistido a reuniones orientadas a la acci\u00f3n para organizarme. Tambi\u00e9n asist\u00ed a un concurso de disfraces de Halloween para perros con mi esposa y nuestra hija de 1 a\u00f1o. La llev\u00e9 a Tunes for Tykes. Que puedo llorar y protestar, asistir a vigilias y eventos para recaudar fondos y aun as\u00ed planear una fiesta de cumplea\u00f1os para mi hija es una dualidad con la que es imposible aceptar. \u201cTodo lo normal en este momento es obsceno\u201d, escuch\u00e9 decir a la periodista israel\u00ed Amira Hass al comienzo de la guerra, y es verdad. Incluso sentarse a articular este momento parece obsceno.<\/p>\n
Como palestinos en la di\u00e1spora, muchos de nosotros hemos intentado utilizar nuestra posici\u00f3n a caballo entre dos mundos para comunicarnos a trav\u00e9s de l\u00edneas culturales. Eso es lo que me llev\u00f3 a escribir en primer lugar: primero al periodismo, luego al ensayo y la ficci\u00f3n, donde pod\u00eda lograr de manera subversiva que la gente se identificara con personajes que compart\u00edan los mismos males pero que resultaban ser palestinos. Ahora, por fin, los de dentro tienen una plataforma. Son los personajes de la vida real. Esta vez, las palabras no son m\u00edas para decirlas.<\/p>\n
\u201cInformar y publicar sobre lo que est\u00e1 sucediendo en Gaza, Palestina parece in\u00fatil\u201d, escribe Plestia el d\u00eda 37, despu\u00e9s de haber recuperado el acceso a su cuenta despu\u00e9s de dos d\u00edas sin ella. \u00abSe siente como si estuviera publicando escenas de pel\u00edculas para que la gente las vea, y cuando se aburren ven otra cosa\u00bb. Es un buen punto, que infunde verg\u00fcenza. \u00bfEn qu\u00e9 etapa nos convertimos en voyeurs? \u00bfLa gente simplemente observa y no presencia? Mirar es consumir; ser testigo es reconocer, otorgar cierto grado de legitimidad. Pero \u00bfqu\u00e9 le hace ver<\/em> \u00bf\u00e9l? \u00bfEs la empat\u00eda alguna vez suficiente? \u00abLa compasi\u00f3n es una emoci\u00f3n inestable\u00bb, escribi\u00f3 Susan Sontag. \u00abEs necesario traducirlo en acci\u00f3n o se marchitar\u00e1\u00bb. Antes fui a compartir una publicaci\u00f3n y me detuve. Pens\u00e9 en las disculpas de Motaz, en su verg\u00fcenza por filmar a los habitantes de Gaza en sus peores momentos. \u00bfLa imagen de una ni\u00f1a que ha perdido a 60 familiares y el uso de sus piernas s\u00f3lo inspirar\u00e1 empat\u00eda? \u00bfCambiar\u00e1 algo o los bombardeos continuar\u00e1n y el n\u00famero de hu\u00e9rfanos y m\u00e9dicos asesinados seguir\u00e1 aumentando?<\/p>\nLa esposa de mi t\u00edo en Gaza me dijo una vez que durante las muchas guerras de Gaza, la gente sol\u00eda ir a la playa despu\u00e9s de un bombardeo para celebrar el hecho de que todav\u00eda estaban vivos. La alegr\u00eda es su propia forma de resistencia. Permite que la gente se sostenga. Me encuentro buscando signos de normalidad entre las im\u00e1genes de Bisan, Plestia y Motaz. Una fiesta de cumplea\u00f1os improvisada sobre los escombros. Risas en las largas filas del \u00e9xodo. A veces, todo lo que puedo encontrar es un cielo azul soleado. A Gaza se la ha llamado durante mucho tiempo una prisi\u00f3n al aire libre, una descripci\u00f3n que me irrita a pesar de su condici\u00f3n de pa\u00eds totalmente cerrado por tierra y mar. Su gente no es criminal, y llamarla prisi\u00f3n es sugerir que merecen lo que reciben. Llevan una gran vida a pesar del confinamiento. Antes de la guerra, cada uno de ellos ten\u00eda una vida que, aunque dif\u00edcil y deshumanizante, conten\u00eda alegr\u00eda. En un v\u00eddeo del 4 de octubre, d\u00edas antes de que comenzara la guerra, Bisan est\u00e1 en la playa, con m\u00fasica alegre de bistr\u00f3 de fondo. Hay im\u00e1genes de ella conduciendo un jeep por el desierto, de Motaz bailando en una graduaci\u00f3n, de Plestia sentada junto a una chimenea el\u00e9ctrica en la ciudad de Gaza, sonriendo.<\/p>\n\nGracias por suscribirte y apoyar nuestro periodismo.. Si prefiere leerlo en forma impresa, tambi\u00e9n puede encontrar este art\u00edculo en la edici\u00f3n del 20 de noviembre de 2023 de \n Nueva York<\/span> Revista.<\/p>\n\u00bfQuieres m\u00e1s historias como \u00e9sta? Suscr\u00edbete ahora para apoyar nuestro periodismo y obtener acceso ilimitado a nuestra cobertura. Si prefiere leerlo en forma impresa, tambi\u00e9n puede encontrar este art\u00edculo en la edici\u00f3n del 20 de noviembre de 2023 de \n Nueva York<\/span> Revista.<\/p>\n<\/aside>\n\n Ver todo<\/span> \n \n <\/defs><\/g><\/svg><\/p>\n <\/span><\/p>\n<\/section><\/div>\n