{"id":894826,"date":"2023-11-21T18:27:05","date_gmt":"2023-11-21T18:27:05","guid":{"rendered":"https:\/\/magazineoffice.com\/revision-de-squid-game-the-challenge-netflix-saca-provecho-y-no-es-bonito\/"},"modified":"2023-11-21T18:27:09","modified_gmt":"2023-11-21T18:27:09","slug":"revision-de-squid-game-the-challenge-netflix-saca-provecho-y-no-es-bonito","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/magazineoffice.com\/revision-de-squid-game-the-challenge-netflix-saca-provecho-y-no-es-bonito\/","title":{"rendered":"Revisi\u00f3n de ‘Squid Game: The Challenge’: Netflix saca provecho y no es bonito"},"content":{"rendered":"


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\tEn el vac\u00edo, Netflix El juego del calamar: el desaf\u00edo<\/em> Podr\u00eda haber sido un buen reality show de competencia. Su elenco es una mezcla saludable de h\u00e9roes comprensivos (el donante de ri\u00f1\u00f3n, el d\u00fao madre-hijo) y villanos obvios (el hermano arrogante que compara su racha competitiva con, um, la de Jesucristo). Sus juegos son f\u00e1ciles de jugar como quarterback de sill\u00f3n y sus giros son implacables. Tiene un buen ritmo y una producci\u00f3n lo suficientemente h\u00e1bil como para que puedas ver el primer episodio solo para verlo y luego consumir los siguientes sin siquiera quererlo.<\/p>\n

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\tPero El juego del calamar: el desaf\u00edo<\/em> no existe en el vac\u00edo. Existe para sacar provecho de uno de los mayores \u00e9xitos del transmisor, el drama con gui\u00f3n de Corea del Sur de 2021. Juego del Calamar<\/em>. En ese contexto, no parece una curiosidad puntual, sino una extensi\u00f3n de la marca que fundamentalmente no entiende lo que la marca deb\u00eda representar en primer lugar.<\/p>\n

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\t\t\t\t\tEl juego del calamar: el desaf\u00edo\t\t<\/p>\n<\/h3>\n

\n\t\t\t\t\tLa l\u00ednea de fondo<\/span>
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\tManera de perder el punto.
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\t\t\t\t\t\t\tFecha del aire:<\/strong> Mi\u00e9rcoles 22 de noviembre (Netflix)
Productores ejecutivos:<\/strong> Nicola Brown, Tim Harcourt, John Hay, Toni Ireland, Anna Kidd, Stephen Lambert, Louise Peet, Nia Yemoh, Stephen Yemoh
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\tEn el original Juego del Calamar<\/em>, el concurso fue un ejemplo extremo de la deshumanizaci\u00f3n del capitalismo. Sus concursantes eran personas lo suficientemente desesperadas como para jugarse la vida por la oportunidad de conseguir un gran d\u00eda de pago. Esos riesgos mortales los empujaron a tomar decisiones imposibles que revelaron lo mejor y lo peor de sus almas y, por extensi\u00f3n, de la humanidad misma. Dentro de Juego del Calamar<\/em> universo, no se supon\u00eda que los juegos fueran divertidos de jugar. En realidad, ni siquiera se supon\u00eda que fueran agradables de ver, a menos que fueras el tipo de soci\u00f3pata s\u00faper rico cuya mayor emoci\u00f3n en la vida era ver a la gente traicionarse, humillarse y, en \u00faltima instancia, suicidarse para su propia diversi\u00f3n pasajera.<\/p>\n

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\tDe nuestro universo, sin embargo, Juego del Calamar<\/em> No s\u00f3lo fue divertido sino francamente adictivo. Parte de su atractivo radica en su ira palpable hacia una sociedad que premia el ego\u00edsmo y castiga la empat\u00eda, que refuerza la desigualdad al mismo tiempo que defiende el mito de la meritocracia. La mayor parte surgi\u00f3 de la miserable humanidad de los personajes atrapados en este mundo s\u00e1dico. Y a\u00fan m\u00e1s ten\u00eda sus ra\u00edces en su est\u00e9tica distintiva: la prisi\u00f3n a trav\u00e9s de Playmobil, con un Juegos del Hambre<\/em>-Brillo dist\u00f3pico iano. Juego del Calamar<\/em> Podr\u00eda haberse propuesto contar una mordaz alegor\u00eda sobre las miserias del capitalismo, pero su envoltorio fue una bendici\u00f3n de marketing. Su apariencia se replic\u00f3 infinitamente para eventos promocionales, fiestas tem\u00e1ticas y disfraces de Halloween.<\/p>\n

\n\tEl reto<\/em> se basa en los aspectos m\u00e1s superficiales de Juego del Calamar<\/em> y al mismo tiempo descartar (o, en realidad, socavar) los m\u00e1s profundos. La premisa es muy parecida, o lo m\u00e1s parecida posible sin que ning\u00fan ejecutivo de Netflix sea encarcelado por asesinato: se recluta a 496 concursantes para jugar juegos infantiles como luz roja, luz verde o canicas, y se los selecciona en cada ronda hasta que solo queda uno. para recaudar 4,96 millones de d\u00f3lares. Los disfraces se ven exactamente como en el programa anterior, desde los ch\u00e1ndales numerados de los jugadores hasta los uniformes rosa intenso de los guardias. Los decorados se han replicado con minucioso detalle, hasta las escaleras estilo Escher que llevan a los concursantes a cada campo de juego. nadie recibe un disparo El reto<\/em>pero los sacos de tinta que explotan imitan salpicaduras de sangre cuando un jugador es eliminado. <\/p>\n

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\tSin embargo, sin riesgos de vida o muerte, toda la dram\u00e1tica edici\u00f3n y las emocionantes entrevistas detr\u00e1s de escena solo pueden hacer mucho para disimular el hecho de que estamos viendo a extra\u00f1os jugar a juegos de ni\u00f1os, y no a juegos que requieren mucha habilidad. o estrategia en eso. El reto<\/em> intenta construir nuestra conexi\u00f3n con los jugadores a trav\u00e9s de entrevistas individuales en las que los concursantes exponen sus historias de fondo y filosof\u00edas de vida, o primeros planos en los que vomitan por puro estr\u00e9s o rompen a sollozar despu\u00e9s de que un aliado es enviado a casa. Pero es mucho mejor para convencernos de odiar a las personas que de amarlas.<\/p>\n

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\tParte del problema puede ser que El reto<\/em> evita apelar demasiado a nuestras simpat\u00edas, para que no parezca explotador. Un padre que espera que el dinero del premio pueda ayudar a su hijo con necesidades especiales es una premisa conmovedora; un padre que necesidades<\/em> el dinero del premio para ayudar a su hijo con necesidades especiales se acercar\u00eda inc\u00f3modamente a lo real. Juego del Calamar<\/em> territorio. Pero el problema m\u00e1s grande es la postura fundamentalmente c\u00ednica del programa hacia sus participantes. Entre juegos, son sometidos a \u00abpruebas\u00bb que pretenden medir su car\u00e1cter, pero que en realidad sirven como oportunidades para generar drama al obligar a los jugadores a eliminarse entre s\u00ed, lo que el juego luego aprovecha como una oportunidad para hacer que todos parezcan sucios. .<\/p>\n

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\tEl resultado final es que pas\u00e9 los primeros episodios sin animar. para<\/em> nadie en particular, pero cada vez m\u00e1s contra<\/em> un chico espec\u00edfico. Cuando fue expulsado, El reto<\/em> Obedientemente le di la edici\u00f3n del villano a un tipo diferente, y luego a otro, y a otro. Durante ocho horas (de una temporada de diez episodios), nunca me aferr\u00e9 a ning\u00fan jugador que quisiera ver ganarlo todo. La irritaci\u00f3n puede ser una emoci\u00f3n propulsora; Me encontr\u00e9 invirtiendo a pesar de m\u00ed mismo porque estaba ansioso por ver a los jugadores que no me gustaban recibir su merecido. Pero tambi\u00e9n me dej\u00f3, bueno, irritado. D\u00f3nde Juego del Calamar<\/em> ten\u00eda como objetivo mostrarnos las almas humanas trituradas por esta jerarqu\u00eda inhumana de ricos y pobres, El reto<\/em> Parece s\u00f3lo querer reafirmar que, s\u00ed, las personas pueden ser aut\u00e9nticos gilipollas.<\/p>\n

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\tSin embargo, hay una manera en la que El reto<\/em> se siente escalofriantemente fiel a su material original, y es en lo que no es<\/em> mostrado en la c\u00e1mara. El a\u00f1o pasado, surgieron informes sobre el trato \u00abinhumano\u00bb de los jugadores en el juego, que se hab\u00edan sentido atra\u00eddos por la oportunidad de ganar en grande, solo para encontrarse con temperaturas g\u00e9lidas, horas agotadoras y condiciones brutales. como un juego ama\u00f1ado que hizo que algunos fallaran antes de que tuvieran la oportunidad de intentarlo. En resumen, estaban siendo explotados para que alguna corporaci\u00f3n multimillonaria pudiera sacar unos cuantos d\u00f3lares extra vendiendo su angustia como entretenimiento. (Netflix ha negado que haya habido alguna lesi\u00f3n grave en el set).<\/p>\n

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\tVisto de una manera, entonces, El reto<\/em> Parecer\u00eda demostrar los l\u00edmites del arte para decir la verdad al poder. Juego del Calamar<\/em> Dif\u00edcilmente podr\u00eda haber sido m\u00e1s expl\u00edcito o m\u00e1s mordaz en su lucha contra la desigualdad econ\u00f3mica y, sin embargo, fue cooptado sin problemas para enriquecer una corporaci\u00f3n que ya era rica, a expensas de los ciudadanos comunes y corrientes que no tienen millones de d\u00f3lares por ah\u00ed. O tal vez ese resultado s\u00f3lo subraya a\u00fan m\u00e1s el punto central del drama: la forma en que el sistema nos atrapa a todos. Puedes intentar eliminar el anticapitalismo de Juego del Calamar<\/em> \u2013 pero el capitalismo siempre encontrar\u00e1 una manera de levantar su fea cabeza.<\/p>\n<\/p><\/div>\n


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