{"id":896479,"date":"2023-11-22T20:08:07","date_gmt":"2023-11-22T20:08:07","guid":{"rendered":"https:\/\/magazineoffice.com\/maestro-es-una-reconstruccion-magistral-que-sigue-siendo-eso\/"},"modified":"2023-11-22T20:08:11","modified_gmt":"2023-11-22T20:08:11","slug":"maestro-es-una-reconstruccion-magistral-que-sigue-siendo-eso","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/magazineoffice.com\/maestro-es-una-reconstruccion-magistral-que-sigue-siendo-eso\/","title":{"rendered":"Maestro es una reconstrucci\u00f3n magistral que sigue siendo eso"},"content":{"rendered":"


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\n Foto: Jason McDonald\/Netflix<\/span>\n <\/p>\n<\/p><\/div>\n<\/p><\/div>\n

Esta revisi\u00f3n se public\u00f3 originalmente en septiembre. Lo estamos recirculando ahora en el momento oportuno para <\/em>MaestroDebut en cines selectos.<\/em><\/p>\n

Carey Mulligan aparece por primera vez en la pel\u00edcula de Bradley Cooper sobre la vida del director Leonard Bernstein (interpretado por Bradley Cooper). Y ella se lo merece. Como Felicia Montealegre, la esposa de Bernstein, tiene que absorber, atraer, proteger y rechazar cada abrazo amoroso y cada desaire de su brillante marido. Es una actuaci\u00f3n reactiva y Mulligan la interpreta con una universalidad desgarradora. S\u00ed, ella est\u00e1 haciendo un acento y \u00abun papel\u00bb, muy parecido a lo que hace Cooper. Pero nos conectamos con ella de maneras que no lo hacemos con \u00e9l.<\/p>\n

Como Bernstein, la actuaci\u00f3n de Cooper es una reconstrucci\u00f3n magistral, pero sigue siendo una reconstrucci\u00f3n, terrenal y fr\u00eda al tacto. (En cuanto a la nariz sobre la que tanto se especula, no me parece muy diferente de la prob\u00f3scide no exactamente corta de Cooper, salvo por las escenas que lo muestran como un anciano, donde el trabajo de maquillaje en realidad es bastante logrado.) Uno siente que el actor ha estudiado obsesivamente cada aparici\u00f3n en televisi\u00f3n, cada cent\u00edmetro de metraje documental, para recrear la dicci\u00f3n y los modales de Bernstein, su manera altiva y r\u00e1pida de hablar. Quiz\u00e1s ese sea el problema. Se siente como si estuvi\u00e9ramos viendo una entrevista televisiva con Bernstein, como si supiera que la c\u00e1mara lo est\u00e1 enfocando. Casi no hay momentos \u00edntimos y sin vigilancia. O mejor dicho, no hay momentos \u00edntimos y sin vigilancia que no se sientan como momentos p\u00fablicos y vigilados.<\/p>\n

El problema, y \u200b\u200btal vez tambi\u00e9n el punto: la pel\u00edcula comienza con un Bernstein anciano, a\u00f1os despu\u00e9s de la muerte de Felicia, siendo entrevistado para televisi\u00f3n, y las c\u00e1maras siempre parecen estar sobre \u00e9l durante toda la pel\u00edcula. Despu\u00e9s de todo, se trata de un director de orquesta que alcanz\u00f3 una fama estratosf\u00e9rica en parte gracias a su imagen p\u00fablica y a la forma en que utiliz\u00f3 el medio televisivo para ampliar el atractivo de la m\u00fasica cl\u00e1sica para los espectadores j\u00f3venes y el estadounidense promedio. La pel\u00edcula sugiere, intencionadamente o no, que la actuaci\u00f3n nunca termin\u00f3 para Bernstein, que siempre estuvo desempe\u00f1ando un papel.<\/p>\n

Maestro<\/em> De alguna manera demuestra que Cooper es un director con una visi\u00f3n genuina, aunque no sea una pel\u00edcula particularmente exitosa. Recrea con aplomo \u00e9pico la legendaria llamada telef\u00f3nica del 14 de noviembre de 1943 que recibi\u00f3 un joven Bernstein, entonces director asistente de la Filarm\u00f3nica de Nueva York, pidi\u00e9ndole que sustituyera en el \u00faltimo minuto al invitado Bruno Walter, afectado por la gripe, para un concierto en el Carnegie Hall. eso ser\u00eda transmitido en vivo por la radio. Una enorme cortina, con luz filtr\u00e1ndose por sus bordes, domina la pantalla mientras Lenny recibe la llamada telef\u00f3nica que cambiar\u00e1 su vida y el curso de la m\u00fasica cl\u00e1sica en los Estados Unidos. Cuando abre triunfalmente la cortina para dejar que una explosi\u00f3n de luz llene la habitaci\u00f3n, vemos que est\u00e1 en la cama junto a un hombre, David Oppenheim (Matt Bomer), que fue el amante de Bernstein durante algunos a\u00f1os antes de conocer a Felicia. Luego, la c\u00e1mara sigue a Bernstein mientras el escenario se abre hacia la orquesta, en una toma delirante que evoca h\u00e1bilmente la naturaleza vertiginosa de su repentino ascenso a la celebridad.<\/p>\n

Maestro<\/em> No es una imagen particularmente larga ni densa. Seg\u00fan se informa, a Cooper le han irritado las descripciones de la pel\u00edcula como una \u201cpel\u00edcula biogr\u00e1fica\u201d, y no es dif\u00edcil ver por qu\u00e9. La pel\u00edcula no pretende ser una mirada completa a Bernstein, y hay muchos aspectos tanto de su vida como de su carrera que en gran medida no se mencionan. La atenci\u00f3n se centra aqu\u00ed en su matrimonio con Felicia, su homosexualidad y su direcci\u00f3n, todos los cuales est\u00e1n entrelazados emocionalmente. Felicia parece entender a Lenny incluso mejor que \u00e9l mismo. (\u201cS\u00e9 exactamente qui\u00e9n eres\u201d, dice desde el principio. \u201cVamos a intentarlo\u201d). \u00c9l ciertamente la ama, y \u200b\u200bhay una excelente qu\u00edmica entre Cooper y Mulligan. Sin embargo, en su direcci\u00f3n (en esas actuaciones p\u00fablicas fren\u00e9ticas y explosivas que Cooper, una vez m\u00e1s, recrea maravillosamente) sentimos una inquietud interior, un hombre que anhela romper con su piel y su personalidad para encontrarse a s\u00ed mismo.<\/p>\n

Es una idea hermosa y conmovedora, pero la pel\u00edcula se siente emocionalmente atrofiada, tal vez porque esta construcci\u00f3n se basa en la idea de aplastar, de negar. Probablemente tambi\u00e9n sea la raz\u00f3n por la que Mulligan casi interpreta a Cooper fuera de la pantalla: su Felicia parece saber exactamente qui\u00e9n es, y nuestro coraz\u00f3n se rompe por ella, mientras que Lenny es una dinamo inquieta, imposible de precisar, un hombre que nunca se autorrealiz\u00f3. Hay un momento encantador cerca del final, en el que Bernstein, ahora anciano, baila con sus alumnos durante una fiesta en Tanglewood, y podemos vislumbrar brevemente la libertad sin vigilancia. Pero sigue siendo un vistazo. En ese sentido, tal vez la pel\u00edcula est\u00e9 a la altura de sus primeras l\u00edneas, algo que s\u00ed dijo el verdadero Bernstein: \u201cUna obra de arte no responde preguntas, las provoca; y su significado esencial est\u00e1 en la tensi\u00f3n entre las respuestas contradictorias\u201d. Si Maestro<\/em> sigue siendo frustrantemente sin resolver, tal vez sea porque tiene que ser as\u00ed.<\/p>\n