{"id":898533,"date":"2023-11-24T05:47:57","date_gmt":"2023-11-24T05:47:57","guid":{"rendered":"https:\/\/magazineoffice.com\/como-el-kiwi-conquisto-las-cascaras-de-frutas-del-mundo\/"},"modified":"2023-11-24T05:48:01","modified_gmt":"2023-11-24T05:48:01","slug":"como-el-kiwi-conquisto-las-cascaras-de-frutas-del-mundo","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/magazineoffice.com\/como-el-kiwi-conquisto-las-cascaras-de-frutas-del-mundo\/","title":{"rendered":"C\u00f3mo el kiwi conquist\u00f3 las c\u00e1scaras de frutas del mundo"},"content":{"rendered":"


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En tiempos en los que la vitamina C es adorada casi religiosamente, la bola carnosa de pelo debe parecer un fruto divino.<\/p>\n

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Pas\u00f3 los dedos varias veces sobre el frutero, que conten\u00eda cinco manzanas Gala, tres kiwis, dos pl\u00e1tanos ligeramente verdosos y una pera Conferencia: una selecci\u00f3n casi lujosa para el desayuno buffet de un hotel barato de Par\u00eds. Luego cogi\u00f3 un kiwi, lo coloc\u00f3 con cuidado en una huevera y lo llev\u00f3 a su mesa. Gir\u00f3 la fruta una y otra vez sobre su propio eje, la mir\u00f3 desde todos los lados y finalmente cort\u00f3 audazmente la parte superior con un cuchillo, como si fuera un oeuf \u00e0 la coque. Ahora jugueteaba con una bolsa de neopreno de su malet\u00edn, imitaci\u00f3n de piel de serpiente con adornos de cobre, y de ella una cuchara con el extremo dentado. Coloc\u00f3 la punta, aplic\u00f3 una suave presi\u00f3n, hundi\u00f3 el metal en la pulpa del kiwi y comenz\u00f3 a vaciar met\u00f3dicamente la fruta, bocado a bocado, concentrada pero sin signos de placer. Finalmente, se puso la gorra cortada. S\u00f3lo entonces me di cuenta de que ten\u00eda las u\u00f1as pintadas del mismo verde ars\u00e9nico que tambi\u00e9n caracteriza la pulpa de los kiwis maduros, los que se venden principalmente aqu\u00ed.<\/p>\n

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Cuando el gorro no era m\u00e1s que una membrana marr\u00f3n, volvi\u00f3 a meter la cuchara en el neopreno, puso las manos sobre la mesa y me mir\u00f3 con una sonrisa como hacen las empresarias de las series de televisi\u00f3n cuando se sienten acorraladas. Al parecer sinti\u00f3 que yo la estaba mirando desde la mesa de al lado.<\/p>\n

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\u201cSoy vegana desde hace tres a\u00f1os\u201d, dijo, dejando escapar un suspiro apenas audible. \u201cPerd\u00f3n\u201d, dije, pero al mismo tiempo tuve que re\u00edrme porque su explicaci\u00f3n son\u00f3 como una entrada en Alcoh\u00f3licos An\u00f3nimos.<\/p>\n

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Los kiwis son plantas trepadoras parecidas a lianas con hojas grandes que les gusta colgar de \u00e1rboles o paredes, a menudo de muchos metros de altura.<\/h2>\n

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Mi tonter\u00eda pareci\u00f3 relajarla. \u00abHay que entender que, desde mi infancia, el \u0152uf \u00e0 la coque era un ritual: no puedo pasar el d\u00eda sin un huevo de tres minutos, todo se atasca de alguna manera. . .\u00bb Asent\u00ed entendiendo, pero al mismo tiempo not\u00e9 como el siguiente resoplido ya me hormigueaba en la garganta.<\/p>\n

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Los kiwis tienen una historia peculiar. Originarias de China, donde todav\u00eda crecen de forma silvestre en gran parte del pa\u00eds hoy en d\u00eda, a menudo como lianas que cuelgan en lo alto de \u00e1rboles imponentes o crecen demasiado en las paredes. La planta fue mencionada por primera vez por escrito en la dinast\u00eda Song (960-1279). Sin embargo, los chinos nunca estuvieron particularmente interesados \u200b\u200ben la fruta. Seg\u00fan la leyenda, las semillas de actinidia llegaron en 1906 por correo, en el equipaje de un maestro o con misioneros desde las orillas del Yangtze hasta Nueva Zelanda, donde fueron refinadas mediante selecci\u00f3n y con el paso de los a\u00f1os se convirtieron en fruta com\u00fan.<\/p>\n

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Debido a que el kiwi no madura demasiado r\u00e1pido despu\u00e9s de la recolecci\u00f3n y puede almacenarse durante mucho tiempo, las empresas neozelandesas lo desarrollaron como producto de exportaci\u00f3n despu\u00e9s de la Segunda Guerra Mundial. Hasta entonces, la fruta ten\u00eda nombres como grosella espinosa china, melocot\u00f3n mono o raya, lo que no necesariamente hac\u00eda que se te hiciera la boca agua. Para aumentar sus posibilidades en el mercado, se les llam\u00f3 simplemente kiwi, en honor al ave nacional de la isla, igualmente redonda, peluda, sin alas ni cola, que tambi\u00e9n se consum\u00eda en tiempos de escasez.<\/p>\n

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La estrategia funcion\u00f3 y, en pocos a\u00f1os, el kiwi se convirti\u00f3 primero en un bien de lujo muy solicitado en Europa y Estados Unidos y luego en un producto de masas. Con su alto contenido en vitamina C (casi diez veces mayor que el de la naranja), encaja perfectamente en las ideas de una dieta saludable que adquirieron cada vez m\u00e1s importancia a partir de los a\u00f1os 70. R\u00e1pidamente se desarrollaron nuevas variedades m\u00e1s dulces, tipos con pulpa roja o dorada, con semillas m\u00e1s peque\u00f1as y sin pelos. S\u00f3lo la actinida\u00edna, que acelera la descomposici\u00f3n de las prote\u00ednas, no se puede eliminar, por lo que incluso el jugo de los kiwis modernos amarga los productos l\u00e1cteos. Hoy en d\u00eda, los kiwis se cultivan en todas las zonas sin heladas, incluido el Mediterr\u00e1neo, aunque las frutas de Nueva Zelanda siguen estando omnipresentes en los puestos de frutas europeos.<\/p>\n

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Las especies de Actinidia, de importancia econ\u00f3mica, son dioicas, por lo que siempre se necesitan plantas masculinas para que las flores se conviertan en frutos.<\/h2>\n

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Tan alegremente como Occidente generalmente saludaba al p\u00e1jaro equivocado de la isla lejana, tambi\u00e9n hab\u00eda una o dos narices levantadas. Por ejemplo, la gastrosofista brit\u00e1nica Elisabeth David escribi\u00f3 en 1965 que el kiwi ten\u00eda un color hermoso pero \u201cno era una fruta interesante\u201d. Wolfram Siebeck fue a\u00fan m\u00e1s lejos y lo calific\u00f3 de producto de moda insulso que \u201cno serv\u00eda para nada\u201d. Personalmente me gusta el aroma terroso y picante del kiwi. Sin embargo, s\u00e9 por experiencia que mis dedos coger\u00edan primero manzanas, pl\u00e1tanos y peras del frutero parisino antes de decidirse por el kiwi.<\/p>\n

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Por cierto, la se\u00f1ora del hotel no fue ni mucho menos la primera cirujana neozelandesa de mi vida. La forma est\u00e1ndar de la fruta en realidad se parece a un huevo de gallina. Sin embargo, hasta el d\u00eda de hoy sigue siendo un misterio para m\u00ed por qu\u00e9 alguien se molestar\u00eda en sacar laboriosamente con una cuchara una fruta que podr\u00eda haber sido pelada y cortada en elegantes rodajas con unos pocos cortes r\u00e1pidos.<\/p>\n

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\u00ab\u00bfDe d\u00f3nde sacaste esa pr\u00e1ctica cucharita con dientes?\u00bb, le pregunt\u00e9 al cirujano neozeland\u00e9s, porque un instrumento as\u00ed tambi\u00e9n ser\u00eda \u00fatil para sacar pomelos partidos por la mitad, como me gustaba hacer tantas veces en mi infancia. \u201c\u00a1Ah, je suis d\u00e9sol\u00e9e!\u201d, dijo, y una arruga de triunfo apareci\u00f3 en su frente, \u201clamentablemente no podr\u00e9 dec\u00edrtelo\u201d. Se puso su v\u00edbora vegana bajo el brazo, me salud\u00f3 con la cabeza y felizmente sali\u00f3 por la puerta corredera el\u00e9ctrica hacia la ma\u00f1ana parisina.<\/p>\n

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helado de kiwi<\/span><\/h2>\n

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\"Los <\/div>
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Los productos l\u00e1cteos no tienen cabida en este postre, ya que desarrollan una sustancia amarga cuando se combinan con los kiwis.<\/h2>\n

Susanne Vogeli<\/span><\/p>\n<\/div>\n<\/figcaption><\/figure>\n

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Esta crema de postre helado es una simbiosis de la acidez picante del kiwi y la suave dulzura del pl\u00e1tano.<\/p>\n

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Receta para 4 personas<\/h2>\n