{"id":900766,"date":"2023-11-26T02:58:57","date_gmt":"2023-11-26T02:58:57","guid":{"rendered":"https:\/\/magazineoffice.com\/cuando-las-aceitunas-se-marchitan-en-los-arboles-la-guerra-de-gaza-esta-pasando-factura-a-los-agricultores-de-israel\/"},"modified":"2023-11-26T02:59:02","modified_gmt":"2023-11-26T02:59:02","slug":"cuando-las-aceitunas-se-marchitan-en-los-arboles-la-guerra-de-gaza-esta-pasando-factura-a-los-agricultores-de-israel","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/magazineoffice.com\/cuando-las-aceitunas-se-marchitan-en-los-arboles-la-guerra-de-gaza-esta-pasando-factura-a-los-agricultores-de-israel\/","title":{"rendered":"Cuando las aceitunas se marchitan en los \u00e1rboles: la guerra de Gaza est\u00e1 pasando factura a los agricultores de Israel"},"content":{"rendered":"


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Estas semanas se est\u00e1n recolectando aceitunas en el norte del desierto de Negev. Pero muchas aldeas han sido evacuadas y los trabajadores de la cosecha palestinos o tailandeses est\u00e1n desaparecidos por todas partes. Los voluntarios intervienen para garantizar que la cosecha no se pierda por completo.<\/p>\n<\/p><\/div>\n<\/div>\n

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Hovav Ofer est\u00e1 entre sus olivos y contempla la gran y oscura nube de humo sobre Gaza. Su pueblo, Sde Nitsan, est\u00e1 a s\u00f3lo siete kil\u00f3metros al oeste de la Franja de Gaza. Esta ma\u00f1ana, pocos d\u00edas antes del alto el fuego en Gaza y la liberaci\u00f3n de los rehenes, la ofensiva terrestre de Israel sigue en pleno apogeo. El ej\u00e9rcito ha controlado en gran medida el norte de la franja costera, pero Ham\u00e1s contin\u00faa disparando cohetes y granadas de mortero hacia Israel desde el sur.<\/p>\n

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Esta ma\u00f1ana se escuchan una y otra vez fuertes explosiones y la defensa a\u00e9rea israel\u00ed derriba cohetes de Ham\u00e1s en el cielo. Los restos terminan aqu\u00ed en los campos; apenas dos d\u00edas antes una bala hab\u00eda atravesado la tierra roja entre los olivos de Hovav. <\/p>\n

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La defensa antia\u00e9rea de Israel dispara un cohete desde Gaza sobre pueblos de la zona fronteriza.<\/h2>\n

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El granjero Hovav Ofer s\u00f3lo va a sus campos con una pistola en el bolsillo.<\/h2>\n

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Hovav tiene 63 a\u00f1os. Es fuerte y alto, con el rostro bronceado por el trabajo diario en el campo. A Hovav le apasiona la agricultura. No produce tanto aceite de oliva como otros, pero produce muy buena calidad. Ha ganado varios premios y sus clientes habituales realizan pedidos mucho antes de prensar la fruta. \u201cNo pienso mudarme de aqu\u00ed\u201d, afirma el agricultor. \u201cAqu\u00ed est\u00e1 mi tierra, aqu\u00ed est\u00e1n mis \u00e1rboles\u201d. Esperemos que en unos meses la guerra termine y la vida vuelva a ser como antes.<\/p>\n

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No hay b\u00fanker, pero s\u00ed una pistola en el bolsillo.<\/span><\/h2>\n

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Tan cerca de la frontera, los residentes solo tienen 15 segundos para ponerse a salvo cuando suena la alarma a\u00e9rea. Cualquiera que trabaje en el campo no llega al refugio, pero de todos modos la mayor\u00eda de los aldeanos no tienen un b\u00fanker.<\/p>\n

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Cuando es atacado, Hovav ordena a sus recolectores que se tumben en el suelo. \u00c9sa es la forma m\u00e1s segura, dice, pero contin\u00faa recogi\u00e9ndose, impasible. Lleva d\u00e9cadas trabajando en estos campos. Se ha acostumbrado al lanzamiento de cohetes, aunque nunca ha sido tan malo como en las \u00faltimas semanas.<\/p>\n

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Aqu\u00ed en el desierto de Negev de todos los lugares.<\/a> Con la ayuda de modernos sistemas de riego, se cultivan la mayor\u00eda de las verduras y frutas de Israel: mangos, granadas, naranjas, aguacates y tomates. Pero tambi\u00e9n muchas aceitunas.<\/p>\n

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\"Cosecha <\/div>
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Cosecha de aceitunas en la finca de Hovav Ofer en Sde Nitsan.<\/h2>\n

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S\u00f3lo uno de los siete trabajadores agr\u00edcolas tailandeses de Hovav Ofer permaneci\u00f3 en Israel y le ayuda con la cosecha.<\/h2>\n

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Seg\u00fan el presidente del Consejo Ole\u00edcola estatal, Adi Naali, en Israel se cultivan aceitunas en 40.000 hect\u00e1reas, lo que corresponde aproximadamente a la mitad de la superficie del cant\u00f3n de Solothurn. Casi una cuarta parte de ellos eran cultivos de regad\u00edo y, por tanto, de alto rendimiento. En un buen a\u00f1o, los agricultores israel\u00edes producen alrededor de 20.000 toneladas de aceite de oliva, la mayor parte para el consumo en su propio pa\u00eds. Naali estima que el n\u00famero de productores de olivos es de unos 2.000, repartidos por todo el pa\u00eds: jud\u00edos, \u00e1rabes israel\u00edes y drusos.<\/p>\n

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Para los olivareros de la zona fronteriza con la Franja de Gaza, la guerra comenz\u00f3 en el peor momento posible. La \u00e9poca de cosecha es en octubre y noviembre. De todos modos, 2023 es un mal a\u00f1o para las aceitunas. Despu\u00e9s del brutal ataque terrorista de Ham\u00e1s, la cosecha corre ahora el peligro de perderse casi por completo. Varias aldeas y kibutzim del sur de Israel fueron atacados el 7 de octubre. Los supervivientes a\u00fan no han regresado. Muchas plantaciones y campos de olivos est\u00e1n abandonados.<\/p>\n

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Los casi 400 habitantes de Sde Nitsan tuvieron suerte. Su pueblo se salv\u00f3. Los asesinos, secuestradores y saqueadores palestinos s\u00f3lo llegaron hasta la vecina Mivtahim.<\/p>\n

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La cosecha est\u00e1 amenazada en los pueblos cercanos a la Franja de Gaza<\/h3>\n<\/p><\/div>\n<\/div>\n<\/div>\n

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Como todos los lugares cercanos a la frontera, Sde Nitsan tambi\u00e9n fue evacuado. Las familias se alojan con familiares y amigos en zonas m\u00e1s seguras del pa\u00eds. en hoteles en Eilat en el Mar Rojo.<\/a> S\u00f3lo Hovav y algunos otros agricultores quedaron para proteger la aldea y salvar al menos parte de la cosecha.<\/p>\n

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La esposa de Hovav, sus dos hijas y su hijo tampoco est\u00e1n all\u00ed. Ahora vive solo con su perro Ross en la gran granja. Las casas vecinas est\u00e1n todas desiertas, los jardines vac\u00edos y las contraventanas cerradas.<\/p>\n

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\"Adi <\/div>
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Adi Naali (izquierda), director ejecutivo del Consejo Ole\u00edcola de Oliva, visita Hovav Ofer y otros agricultores en la zona fronteriza de Gaza para ver cu\u00e1n grave es la situaci\u00f3n aqu\u00ed. <\/h2>\n

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Vista desde la ciudad israel\u00ed de Sderot, en la parte noreste de Gaza, donde sale humo de los edificios en llamas.<\/h2>\n

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El hijo de Hovav sirve como reservista en la Franja de Gaza. El padre est\u00e1 muy preocupado por \u00e9l. Sigue nerviosamente durante todo el d\u00eda las noticias sobre los soldados ca\u00eddos en su tel\u00e9fono m\u00f3vil. No teme por s\u00ed mismo, dice Hovav. Lleva una pistola en el bolsillo del pantal\u00f3n. Ahora siempre lleva el arma consigo, en el campo, en casa; quiere estar preparado si los terroristas llegan a su pueblo.<\/p>\n

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Decenas de trabajadores tailandeses asesinados y secuestrados<\/span><\/h2>\n

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Hovav posee 6 hect\u00e1reas de olivares y produce 15.000 litros de aceite en los a\u00f1os buenos. Este a\u00f1o se espera alcanzar un m\u00e1ximo de 4.000 litros, un resultado demoledor tras un a\u00f1o de duro trabajo.<\/p>\n

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Pero otras empresas est\u00e1n a\u00fan peor. Varios agricultores de pueblos m\u00e1s al norte fueron asesinados o secuestrados en el brutal ataque de Ham\u00e1s. Muchos otros han sido llamados a filas como reservistas y ya no pueden cuidar de sus \u00e1rboles y campos.<\/p>\n

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Sin embargo, todas las empresas sufren por la falta de trabajadores de la cosecha. La agricultura israel\u00ed depende en gran medida de la mano de obra palestina barata. Gracias a un acuerdo especial de contrataci\u00f3n de mano de obra con Tailandia, m\u00e1s de 20.000 trabajadores agr\u00edcolas tailandeses trabajaban en granjas locales antes de la guerra, alrededor de 5.000 de ellos en la zona fronteriza con la Franja de Gaza.<\/p>\n

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Los palestinos de Gaza y de Cisjordania no han venido a Israel desde que comenz\u00f3 la guerra. Adem\u00e1s, miles de tailandeses han regresado a casa en avi\u00f3n. En la masacre del 7 de octubre, 32 trabajadores agr\u00edcolas tailandeses fueron asesinados y otros 23 fueron tomados como rehenes en Gaza. Esto conmocion\u00f3 a la comunidad.<\/p>\n

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Hovav ten\u00eda siete trabajadores tailandeses, seis de los cuales abandonaron el pa\u00eds, s\u00f3lo uno se qued\u00f3 y le ayuda con la cosecha de aceitunas. Nunca contrat\u00f3 a palestinos. Dice que nunca confi\u00f3 en ellos y siente que su postura se ha visto confirmada por los acontecimientos recientes.<\/p>\n

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La cosecha a\u00fan no ha terminado, pero Tsuri Stivi ya sabe que la ca\u00edda de la producci\u00f3n ser\u00e1 dram\u00e1tica. Lleva cinco a\u00f1os dirigiendo una prensa de aceite de oliva en las afueras de la ciudad de Sderot, a s\u00f3lo cinco kil\u00f3metros de Gaza. Un centenar de peque\u00f1os y grandes agricultores de la zona hacen prensar sus aceitunas en su casa. El a\u00f1o pasado procesaron 1,2 millones de kilogramos de fruta.<\/p>\n

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\"El <\/div>
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El propietario de la almazara Tsuri Stivi cultiva aceitunas desde hace d\u00e9cadas. Nunca hab\u00eda vivido un a\u00f1o tan malo.<\/h2>\n

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Debido a la guerra, los agricultores producen menos aceitunas y la fruta es de peor calidad. <\/h2>\n

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Hoy en d\u00eda, sin embargo, los agricultores s\u00f3lo aportan una fracci\u00f3n de la cantidad habitual. Adem\u00e1s, la calidad de muchas aceitunas es mala. Son peque\u00f1os y arrugados, porque en las \u00faltimas semanas no se han regado adecuadamente, porque se han recogido demasiado tarde o porque no se han llevado a la prensa con suficiente rapidez. El momento y la velocidad de recolecci\u00f3n son cruciales para las aceitunas.<\/p>\n

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La solidaridad es incluso m\u00e1s importante que el trabajo<\/span><\/h2>\n

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Los agricultores esperan que el gobierno los apoye de alguna manera. Hasta el momento no han recibido ninguna ayuda del gobierno, pero la respuesta israel\u00ed ha sido abrumadora. Voluntarios vienen de todas partes a los pueblos de la zona fronteriza para ayudar con la cosecha. Se organizan a trav\u00e9s de redes sociales o clubes locales.<\/p>\n

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\u201cPor la ma\u00f1ana, completos desconocidos vienen a nuestro campo y nos ayudan\u201d, dice Amit Bilanski. Este agricultor de 26 a\u00f1os dirige una granja con su padre en Kokav Michael, un pueblo al norte de la Franja de Gaza. Adem\u00e1s de aceitunas, los Bilanski tambi\u00e9n cultivan frutas: melocotones, nectarinas y granadas.<\/p>\n

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De los ocho trabajadores tailandeses que normalmente viven y trabajan aqu\u00ed en la granja, s\u00f3lo dos siguen all\u00ed. Por lo tanto, Amit est\u00e1 muy agradecido con los voluntarios que vienen de todas partes del pa\u00eds. No son trabajadores de la cosecha experimentados como los tailandeses y los palestinos. Son significativamente m\u00e1s lentos y no tienen la misma resistencia. Pero le salvaron al menos parte de la cosecha de este a\u00f1o. <\/p>\n

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Para el joven agricultor, incluso m\u00e1s importante que el trabajo que realiza es el calor humano que siente y las numerosas conversaciones que le ayudan a aceptar lo insondable.<\/p>\n

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\"El <\/div>
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El joven agricultor Amit Bilanski agradece la ayuda de los voluntarios. No s\u00f3lo salvaron parte de su cosecha, sino que tambi\u00e9n le brindaron un importante apoyo psicol\u00f3gico.<\/h2>\n

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Ravid Harduf viaj\u00f3 con su familia desde el norte de Israel para ayudar a Amit y su madre Hadas (derecha). <\/h2>\n

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Ravid Harduf y su familia condujeron desde Haifa, en el norte de Israel, hasta Kokav Michael esta ma\u00f1ana temprano para apoyar a los Bilanski. Ravid cosech\u00f3 aceitunas con Amit todo el d\u00eda, su esposa y sus dos hijas ayudaron a la madre de Amit a empacar aceite de oliva fresco y mermeladas caseras.<\/p>\n

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Los Bilanski venden sus productos directamente desde la granja y la demanda es mayor que nunca. Los israel\u00edes saben lo dif\u00edcil que es para los agricultores de la zona fronteriza con la Franja de Gaza y, por solidaridad, piden m\u00e1s productos de la regi\u00f3n.<\/p>\n

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Ravid est\u00e1 muy cansado por la noche. Como oficinista, no est\u00e1 acostumbrado a un trabajo f\u00edsico tan duro. \u201cHoy no s\u00f3lo ayud\u00e9 a esta familia de agricultores, sino tambi\u00e9n a m\u00ed mismo\u201d, afirma. \u00abSi puedo hacer algo bueno, no me siento tan impotente\u00bb.<\/p>\n

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Como muchos israel\u00edes, el padre de familia nunca se ha sentido tan perdido e impotente como en las \u00faltimas semanas. El terror de Hamas lo ha dejado profundamente perturbado y ahora su pa\u00eds est\u00e1 una vez m\u00e1s en guerra. \u00abLo \u00fanico bueno de esta terrible situaci\u00f3n es que nos muestra lo importantes que son la cohesi\u00f3n y la solidaridad para Israel\u00bb.<\/p>\n

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\"Una <\/div>
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Una bandera israel\u00ed en las afueras del pueblo de Sde Nitsan, desde aqu\u00ed s\u00f3lo hay unos kil\u00f3metros hasta la Franja de Gaza.<\/h2>\n

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